Retat y el Unión: volver, volver

Por: Rufino Acosta Rodríguez

El «mono» Eduardo Julián Retat, quien el 16 de junio cumplirá 67 años, de ellos por lo menos 50 dedicados al fútbol, vuelve a la brega de la dirección técnica y acepta el desafío en el banquillo del Unión Magdalena, el equipo de la tierra que lo vio nacer, con el objetivo de lograr su regreso a la primera división. Es la cuarta oportunidad que tiene de trabajar en la divisa samaria, que desde hace casi diez años vive las angustias de la B, al menos en lo competitivo, porque en lo económico sigue con las garantías de la A.

Eduardo Julián Retat

Eduardo Julián Retat

Retat suele decir que nadie sabe más de fútbol que él y recuerda sus experiencias como entrenador de los juveniles de Colombia por allá en los 80 y su paso por equipos como Millonarios, Cúcuta, Nacional y Santa Fe, entre otros. Bueno, ahí le ofrecen otra oportunidad para que ponga en práctica esa experiencia y sabiduría.

Alguna vez le oímos afirmar que tarde o temprano sería el conductor del plantel mayor de la tricolor, sueño que todavía no ha cristalizado. Es un hombre del fútbol, lo vive con pasión, y conoce sus secretos. Cuando le tocar dejar los balones regresa a su banco de gerente del lavadero de carros que tiene en Santa Marta. Allí, sin embargo, habla del deporte que lo entusiasma y lava la nostalgia. ¿Será esta vez la vencida? Ya ha hecho varios intentos y no ha logrado la meta. Quizás le llegó la hora.

Con la cantera

Su primer paso será devolverle al Unión el llamado sentido de pertenencia, reconquistar el apoyo de la afición y restablecer la confianza con mayor respaldo al jugador del patio. Bien se sabe que Santa Marta y el Magdalena en general constituyen cantera natural del fútbol colombiano y no se explica la ausencia de sus valores en las filas del viejo ciclón.

Retat es un símbolo de esos grandes jugadores que ha dado la región y en calidad de técnico puede buscar émulos para brindarle al equipo bananero el impulso vital. Eso es, por lo menos, lo que esperan sus fieles seguidores y la hinchada en general. Seguramente reafirmará su grito de batalla de otras épocas cuando les advertía a los rivales que sería difícil ganarle al Unión Magdalena en «el infierno del Eduardo Santos». Aunque para ello tendrá acudir a la analogía porque le tocará jugar en Ciénaga, la tierra de la cumbia.

Habrá que seguir de cerca este nuevo capítulo en la vida del otrora fogoso centrocampista y hoy voz del temperamento desde el banco.  Una vez más, el Unión Magdalena se pone en sus manos y abriga la ilusión de que en esta ocasión suene la tambora.

Sobre Rufino Acosta

Periodista y abogado. Se inició en el programa Deporte al Día, de La Voz de Santa Marta, en 1960. Trabajó con El Informador de la capital del Magdalena entre 1961 y 1964. Fue corresponsal de El Espectador en 1964 y desde 1965 hizo parte de la redacción deportiva en Bogotá, hasta su retiro en 1998. Estudió Derecho en el Externado de Colombia (1965-1969). Afiliado al CPB y Acord Bogotá.

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