Verbien magazin El tiempo corre hacia atrás y solo lo atan los buenos recuerdos y las buenas acciones. Gilberto Castillo
Parece que a nadie le duele el país. Lo más lamentable es que son los colombianos los primeros que hablan mal de su nación en el exterior; por eso nos ven como narcotraficantes, paramilitares y delincuentes.
La ropa sucia debe lavarse en casa. Son bochornosas las palabras del Fiscal General de la Nación en la República Dominicana, al decir que al Presidente Petro quiere legalizar la cadena del narcotráfico.
Algo que admiré de los chilenos cuando fui diplomática en su país, es que para esa época en la población aún se encontraba dividida entre los que querían al general Pinochet y los que lo odiaban, pero por encima de odios y amores estaba el respeto a la dignidad del cargo.
El rifirrafe del Fiscal General de la Nación con el Jefe de Estado es lamentable y lo único que se consigue con él es debilitar aún más la institucionalidad democrática.
¿Qué respeto pueden tener con nosotros la comunidad internacional si lo dicho por el fiscal es que se pretende legalizar el narcotráfico?
Cualquier esfuerzo diplomático que se haga para borrar esa mancha dejada por Pablo Escobar y perpetuada por otros carteles y por algunos diplomáticos y políticos, será imposible de borrar.
Siendo objetiva y poniéndome por encima del tema político y partidista, y teniendo además en cuenta lo dicho en distintos medios de comunicación me queda el sin sabor de que el discurso del Fiscal sea maniqueísta y selectivo, ya que, como bien sea dicho en la prensa, parece que no se investigan casos realmente importantes, como por ejemplo la pérdida de 4000 vehículos y 1500 predios de narcotraficantes denunciada por el director de la sociedad de activos especiales en la que el presidente Petro le ha insistido al Fiscal que investigue y sobre ello aún no se sabe nada, o el caso de la exportación de vacas que llegaron a España cargadas de coca.
Estos son solo unos ejemplos de muchos que se conocen y que al parecer no se han investigado, o se engavetan los casos en los escritorios para que duerman el sueño de los justos.
La justicia no puede seguir siendo selectiva, pues es un factor determinante para que los colombianos pierdan la confianza y credibilidad en el Estado de Derecho.
Se debería pensar en reformar la manera en que se elige no solamente al Fiscal General de la Nación sino a los entes de control para que no se politicen, y sean instituciones imparciales y alejadas de las triquiñuelas políticas.
Parece que el Fiscal General quiere ser candidato en las próximas elecciones presidenciales. Cazar peleas con el ejecutivo no es elegante, si no se muestra el ejemplo, y hacer quedar mal a los colombianos en el exterior tampoco es conveniente.
En una situación como la que viven los campesinos sin alternativas al cultivo de la coca y sin apoyo del Estado resulta absurdo calificarlos de narcotraficantes y perseguirlos mientras los verdaderos dueños del negocio ganan en dólares y viven felices sin temor a ser perseguidos.
Recordemos que uno de los problemas es la violencia que ha vivido el país a lo largo de nuestra existencia por el acceso a la tierra y por su legalización.
Debemos aprender de la historia y concentrarnos, no sólo en recuperar la credibilidad y la imagen del país, sino en desarrollar políticas públicas que generen justicia social y desarrollo, así como en fortalecer la institucionalidad democrática y el imperio de la ley.
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Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.
