¡Dos valiosos pero diferentes!

El venezolano Miguel Cabrera se alzó una vez más con la corona de la Liga Americana; mientras Andrew McCutchen se llevó los honores en la Liga Nacional.-

Miguel Cabrera

Miguel Cabrera

En la Liga Americana no había mucho en dónde escoger. Cosa contraria ocurrió en la Liga Nacional. Pero en ambos casos, la crítica beisbolera acertó con buen margen, la nominación de los dos peloteros que fueron elegidos Más Valiosos en sus respectivos circuitos.

La discusión se centró, más que todo, en el resultado que arrojó la selección de Andrew McCutchen como el mejor jugador del 2013 en el Viejo Circuito, dadas las proyecciones que tuvieron otros peloteros de la liga, para quedarse con el galardón que, finalmente, recayó en las manos del jardinero central de los Piratas de Pittsburgh.

Caso contrario ocurrió en la Liga Americana, con la selección del antesalista de los Tigres de Detroit y cuarto tolete de su novena, el venezolano Miguel Cabrera, quien pese a todas las dolencias físicas que lo aquejaron en buena parte de la temporada, elevó sus numeritos de manera indiscutible para acreditarse el trofeo del Más Valioso de su grupo. Y ciertamente, había pocos peloteros que pudieran discutirle la distinción al formidable jugador latino, con la excepción del inicialista de los Orioles de Baltimore, el zurdo Chris Davis, quien estuvo bastante cerca de conquistar la Triple Corona.

El caso de McCutchen

Tienen cierta razón quienes discuten a pulmón hinchado, la selección de Andrew McCutchen como el Más Valioso de la Liga Nacional, si se tiene en consideración que no sumó más de 100 carreras fletadas hasta el pentágono; que no alcanzó los 30 tablazos de circuito completo, y que, adicionalmente, tampoco superó el registro de 200 inatrapables en la campaña.

Andrew Stefan McCutchen

Andrew Stefan McCutchen

Todo eso es más que cierto. Pero la balanza se inclinó a su favor, porque McCutchen hizo todo lo que estuvo a su alcance, en los momentos propicios, en las jugadas decisivas, para contribuir a que los Piratas, por fin, pensaran en grande durante la contienda, hasta llevarlos a la ronda de la postemporada, sin cuya contribución de manera efectiva y oportuna, nunca la novena de Pittsburgh hubiese alcanzado a conquistar el pasaporte para la fase final de la Liga Nacional.

Fue tan contributiva para la novena la presencia de McCutchen, que se le compilaron más de 30 encuentros en donde hizo respetar al club con el uso del bate sobre sus hombros, para producir las carreras necesarias que, más temprano que tarde, le otorgaron los triunfos que condujeron a los Piratas, a la ronda de los cuatro grandes en el Viejo Circuito.

Con 27 años de edad, sin contar con una enorme contextura física, pues su estatura es de menos de 6 pies y en promedio unas 200 libras de peso, casi todas ellas destinadas al sostenimiento de su cuerpo atlético, Andrew se convirtió en la poderosa batería de su divisa, para llevar a la caja registradora más victorias que derrotas para la novena de Pittsburgh, desde luego, con la ayuda de todos en muchas ocasiones de los demás integrantes de la novena.

Empero, Andrew compiló buenos numeritos, especialmente cuando tenía bajo su responsabilidad la producción de carreras. Que no llegó al centenar de rayitas, eso es más que cierto, porque apenas alcanzó 84 anotaciones enviadas hasta el plato. Y en ese departamento, Paul Goldschmidt, el poderoso zurdo de los Cascabeles de Arizona, compiló 125 anotaciones empujadas. Y aquí cabe la pregunta de los expertos. ¿Y por qué los Cascabeles no obtuvieron el tiquete para la postemporada?

Por algo McCutchen consiguió 28 de las 30 papeletas posibles, para el primer lugar en la nominación del Más Valioso.

Su compañero de equipo, el campeón de las estadísticas en ‘’vuelacercas’’, el dominicano Pedro Álvarez, despachó 36 tablazos de circuito completo en la campaña e impulsó el centenar de rayitas hasta el pentágono, contra apenas 21 de Andrew, pero se vuelve a repetir que de esos 21 estacazos de cuatro esquinas que conectó McCutchen, 14 de ellos fueron en los momentos más cruciales de los encuentros en donde los Piratas triunfaron.

Finalmente, para redondear la actuación y selección de Andrew McCutchen como el Más Valioso de la Liga Nacional, con sus 185 indiscutibles en 583 turnos oficiales al bate, para promedio ofensivo de 317, tampoco se alzó con la corona de líder a la ofensiva, en donde Michael Cuddyer, de los Rockies de Colorado, se llevó el título con 331 puntos a la ofensiva, porcentaje que consiguió con apenas 162 inatrapables en 468 turnos oficiales.

Como en muy pocas ocasiones anteriores, en esta oportunidad McCutchen no marcó los excelentes guarismos ofensivos que por lo regular, respaldan la elección del Más Valioso de la temporada en la Liga Nacional, pero dentro del análisis a conciencia que hicieron los cronistas del béisbol de los Estados Unidos, la producción de Andrew fue fenomenal en los momentos en que los Piratas necesitaron de ese batazo ganador, de esa carrera triunfadora, de esa actuación a la ofensiva para que los Piratas se acreditaran una victoria, o simplemente cambiar el panorama de un tablero de anotación, para convertir de un juego perdido, en uno desafío ganador.

Por eso, indiscutiblemente, McCutchen obtuvo el reconocimiento de la crónica beisbolera: por sus sobresalientes actuaciones cuando su club más lo necesitaba. A veces, eso es más valioso que los numeritos compilados, cuando estos no cambian para nada lo destacado de un equipo a través de la constancia y perseverancia de un pelotero de las calidades y cualidades de Andrew.

Lo sensacional de Cabrera

Estuvo cerca. Muy cerca diríamos nosotros, de que el venezolano Miguel Cabrera produjera la epopeya, nunca antes registrada, de conquistar por segunda ocasión la Triple Corona en el béisbol de las Grandes Ligas, de manera consecutiva.

Miguel Cabrera

Miguel Cabrera

Eso será ya para una próxima oportunidad. Empero, la distinción de ser por segundo año consecutivo el pelotero Más Valioso de la Liga Americana, hace parte de la historia del béisbol de las Grandes Ligas, y desde luego, para un jugador latinoamericano es más que honroso.

No había en quien más pensar. Es que Cabrera se ha perfilado, por el momento, como el más recio toletero de los últimos años en la pelota organizada, dándole dolores de cabezas a todos los lanzadores de todos los equipos que tenían que vérselas con él en cada turno al bate.

Su compilación lo expresa claramente. Pero adicionalmente, el venezolano a sus 30 años de edad, con sus 6 pies y  4 pulgadas de estatura, su peso corporal de algo más de 240 libras, dejó sentado en todos los parques de pelota en donde ha actuado, que su bate no respeta pinta, que la esférica cuando es tropezada por la majagua de Cabrera, busca terrenos de nadie y le complica la vida al más encopetado de los lanzadores con el cual se enfrenta.

Con sus  44 cuadrangulares despachados, ocupando la segunda casilla en su circuito detrás de Chris Davis, de los Orioles de Baltimore, quien conectó 53 ‘’bambinazos’’; con sus 137 carreras fletadas hasta el plato, contra 138 del mismo Davis, el gran líder; y con sus 193 imparables en 555 turnos oficiales al bate para promedio ofensivo de 348, fue el ganador en ese departamento a la ofensiva, el venezolano Cabrera no tenía pierde para adjudicarse esa corona.

Quizás la gran polémica alrededor de ese galardón se hubiese producido si Chris Davis, el formidable zurdo e inicialista de los Orioles, hubiese capturado la Triple Corona, pues habiendo conquistado los títulos de jonronero del año y máximo productor de carreras de la campaña, se le escapó el de mejor promedio ofensivo, estadísticas que encabezó el ‘’felino’’ antesalista de la novena de Detroit. SI Chris hubiese alcanzado la Triple Corona, otro gallo hubiese cantado.

Cabrera, por cierto, también estuvo acariciando por un buen tramo de la campaña, la opción de llevarse por segundo año consecutivo la Triple Corona en su liga. Pero sus dolencias físicas, no le permitieron conservarse a plenitud en salud y cedió mucho terreno, especialmente en los dos últimos meses de la campaña.

Pero como los hechos y numeritos muestran otra cosa, no cabe la menor duda de que Miguel Cabrera por todo lo que hizo en la temporada, obtuvo más que merecidamente el trofeo del Más Valioso de la Liga Americana.

Hay que agregar que los Tigres de Miguel Cabrera llegaron a la gran final por la corona de la Liga Americana frente a los Medias Rojas de Boston. Y con todas las falencias físicas del venezolano, fue temido y temible en cada turno al bate durante la contienda de la postemporada.

Nosotros creemos que la votación y selección de Andrew McCutchen, en la Liga Nacional, y de Miguel Cabrera, en la Liga Americana, como los peloteros Más Valiosos de la temporada que acaba de concluir, fue más que ajustada, y que la apreciación en uno y otro caso, aun cuando sean dos jugadores valiosos totalmente diferentes en guarismos ofensivos, tanto el uno como el otro, fueron los causantes, no cabe la menor duda de ello, de las victorias más explosivas y valiosas en sus respectivas novenas.

Sobre Antonio Andraus

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