Pinto, el mundialista

El santandereano Jorge Luís Pinto se acaba de convertir en el primer técnico colombiano con cupo asegurado para el Mundial de Brasil 2014, al frente de la selección de Costa Rica. A dos fechas del cierre del hexagonal de la Concacaf, el equipo de los ticos estableció la distancia suficiente, al lado de Estados Unidos, para ponerse a salvo sobre los otros aspirantes, Honduras, México y Panamá. El entrenador de 60 años de edad, nacido en las breñas de San Gil, concreta así una vieja y legítima aspiración como profesional del fútbol, después de frustraciones en la propia Costa Rica y en Colombia que no siempre tuvieron que ver con su condición de notable estratega.

Antes iba a los mundiales como afiebrado investigador, filmaba partidos, tomaba notas y se ponía al día en tácticas y planteamientos de orden técnico. En canchas del coloso del sur dejará las tribunas para ir al banco y tomar la batuta en busca de un papel decoroso.

Sobre la experiencia de Jorge Luís Pinto en Costa Rica, es bueno recordar que para el Mundial de Alemania 2006 tenía el comando del mismo país y logró clasificarlo sin afanes para la serie hexagonal.  Después de tropezar con México en casa, 2-1, en el estreno, niveló las cargas por la misma diferencia sobre Panamá. Sin embargo, sobrevino empate sin goles contra Trinidad y Tobago y entonces los dirigentes se asustaron, le crearon problemas y la crítica fue implacable. Diferencias por razones disciplinarias con un famoso jugador de entonces así como el fuerte carácter del técnico, aceleraron el proceso,  lo pusieron en ascuas y tuvo que apartarse para abrirle espacio al nacionalizado, de origen brasileño, Alexandre Guimarães, quien esperaba su caída y fue a la postre  el encargado de recibir de nuevo los honores mundialistas porque ya había estado en Corea y Japón 2002.

Es cierto que Costa Rica se encontraba por aquella época en zona de clasificación directa, pero es imposible saber si Pinto hubiera logrado el mismo objetivo, aunque, por su capacidad de trabajo, al menos tendríamos que darle el beneficio de la duda. Colombia también lo tuvo en el banco para el Mundial de Sudáfrica 2010, pero, tras momentos felices, llegó la tormenta, hubo dos derrotas seguidas y roces con algunos jugadores que no estaban contentos con el estilo de Pinto.  Total, todavía en los terrenos de la clasificación, se fue por la puerta de atrás, despedido y sin gloria. Ahora, como profeta lejos de su patria, la vida lo recompensa y se alista para ver cumplido en Brasil 2014 su gran sueño como técnico de fútbol. En fin, al que le van a dar le guardan, dice el refrán popular.

Sobre Rufino Acosta

Periodista y abogado. Se inició en el programa Deporte al Día, de La Voz de Santa Marta, en 1960. Trabajó con El Informador de la capital del Magdalena entre 1961 y 1964. Fue corresponsal de El Espectador en 1964 y desde 1965 hizo parte de la redacción deportiva en Bogotá, hasta su retiro en 1998. Estudió Derecho en el Externado de Colombia (1965-1969). Afiliado al CPB y Acord Bogotá.

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