Payaso mentiroso

Por: Gabriel Ortiz

El embuste, la farsa, el engaño y la mentira, tienen al borde del fracaso a la revolución bolivariana de Venezuela, que a pasos agigantados empobrece, irrita, amordaza y elimina los derechos humanos de nacionales e inmigrantes.

El presidente Maduro

El presidente Maduro

El presidente Maduro, cree que puede escudarse en el maltrato y la humillación a los colombianos que durante tantos años han contribuido a crear la riqueza de los vecinos, hoy en poder de una camarilla que maneja el narcotráfico, el contrabando y todos los vicios que caracterizan a ese gobierno. Ahora son familias las que gobiernan un Estado, otrora pujante, democrático y próspero. Hoy el populismo y la demagogia rigen a su antojo a grupos de paramilitares venezolanos creados por Chávez para defender la revolución a la usanza cubana de los CDR.

El dudosamente heredero de Chávez, de quien nadie sabe si murió, ni cómo, ni de qué, si el cadáver sepultado en Caracas es auténtico, ha acudido a todo para sostenerse en una posición para la cual no fue preparado. Primero utilizó Pdvsa para dominarlo todo, para sacar ingentes cantidades de dinero, que esa camarilla esconde en por el mundo, y luego a los colombianos de la frontera. Todo iba por entre rieles para Maduro, hasta que se inventó una impreparada  gira por el Oriente, escapando a un posible diálogo con el Presidente Santos, para dar solución al tema fronterizo.

Con discursos oprobiosos, desafinados y disonantes insultó a Colombia, a su población y a su Presidente. Quiso justificar su torpe decisión de violar todas las normas de convivencia, acusando a nuestros compatriotas que viven en su territorio de paracos, maleantes, contrabandistas y demás remoquetes. Pero sus intenciones no fueron bien recibidas por el mundo civilizado. Nadie ha creído su versión, porque como lo advirtió Santos, todo lo pregona con payasadas y mentiras. Mentiras como la del acuerdo con Putín para defender los precios del petróleo.

Ahora quiere “limpiar” su imagen de “payaso-mentiroso” y acude a costosísimas páginas en el NYT, a entrevistas con dirigentes internacionales y a lo que encuentre a su paso. Pero ya perdió credibilidad, al igual que su revolución que se autodestruye aceleradamente. ¡Se le cayó la careta!

BLANCO: La propuesta de Silverio Gómez candidato al Consejo de Bogotá, para atemperar los excesivos impuestos.

NEGRO: Pregunta del día: “¿por qué a los congresistas les aumentaron 4.66% y no se da igual tratamiento a los pensionados?”

gabrielortiz10@hotmail.com

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