Mente serena, pulso firme.!!!

Por: Hugo Artunduaga Salas

Los momentos difíciles que se presentan en el transcurso de la vida, son oportunidad para que, quienes los afrontamos, demostremos el rigor de nuestro talante y la formación espiritual que nos acompaña.
El horror, ocurrido en la mañana del jueves, en el claustro de formación de oficiales de nuestra Policía  Nacional, donde más de un centenar de jóvenes soñadores se instruían para servir a la comunidad, vieron frustrados sus planes, por culpa de unos orates, enfermos por el odio y la droga, es una lección, que nos indica que tenemos que estar atentos al acontecer diario de inesperada índole.

El dolor nos invade a todos.
Pero la serenidad debe ser la constante de la clase dirigente, en cabeza de nuestro Presidente de la República, Iván Duque y de su equipo de gobierno.

Los facinerosos no tendrán espacio para amedrentar al pueblo y mucho menos a nuestra fuerza pública.
Con mente serena, pero con pulso firme, como un solo hombre, para enfrentar a los facinerosos, llámense guerrilleros, traficantes o delincuentes comunes. Esa debe ser nuestra constante, hasta doblegar, por razón o la fuerza a los que persistan mantenerse al margen de la ley.

El liderazgo debemos ejercerlo mancomunadamente todas las fuerzas vivas: ejecutivo, legislativo, judicial, empresa pública y privada, mujeres, jóvenes, campesinos, organizaciones sindicales, obreras, religiosas, laicas, industriales, comerciantes, en fin, todos, somos todos…, sin distingo de raza, credo, ni color político.
Nuestro país es bello, sus gentes buenas, en su mayoría, estamos dando la gran batalla contra la corrupción, narco- cultivó, tenemos y podemos superar las dificultades, esta es labor de todos y lo vamos a lograr.

Querer … es poder

El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla.
Mahatma

En los ojos del joven arde la llama, en los del viejo brilla la luz.
Víctor Hugo

Basta con que un hombre odie a otro, para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera.
Jean Paul Sartre

Sobre Hugo Artunduaga

A esta edad no hay hoja de vida, solo queda un recordatorio.

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