Las lenguas del congreso de la lengua.

Anécdotas de un observador

Por: Alfonso Lizarazo S

Esto comenzó, para nosotros, a las 7.20 de la mañana del 26 de marzo de 2007, cuando mi hija, mi señora y yo llegamos al Centro de Convenciones de Cartagena con el propósito de asistir al solemne acto de instalación del IV Congreso Internacional de la Lengua, programado para las 10.00 AM, donde además se rendiría un homenaje a Gabriel García Márquez por sus 80 años de edad, aniversario que coincidía con otros muy importantes: 25 de haber recibido el Premio Nóbel de Literatura y 40 de la publicación de Cien Años de Soledad. O sea que el evento pintaba interesante. Mi hija ya estaba inscrita por su colegio, al igual que algunas de sus profesoras que desde temprano estaban haciendo cola para ingresar.

Allí había gente venida de muchas partes, profesores universitarios y de colegios de todo el país. Estudiantes que dijeron haber viajado más de 40 horas en bus desde Popayán y Nariño, grandes delegaciones de Bucaramanga, Antioquia, la Guajira, etc., funcionarios de las secretarías de Educación de varios departamentos, en fin mucha gente, inclusive extranjeros, interesada y muy preparada para recibir y difundir las enseñanzas de este congreso de nuestra lengua.

Y el tiempo pasaba y pasaba, y la cola crecía y crecía… pero no se movía. Los últimos ya estaban a más de una cuadra larga de la puerta de entrada. Yo ya había perdido la esperanza de que me vendieran las boletas que encargué el día anterior. Pero tenía que acompañar a mi hija menor hasta que entrara. Cosa que al final fue imposible. Habían inscrito a 4 mil personas para entrar y solo tenían capacidad para 2 mil, sin contar con los invitados especiales. Es decir, una organización totalmente desorganizada. Vimos que a una delegación de los indios wayus se les negó la entrada y un grupo de educadores brasileros, con boleta en mano, tampoco pudo entrar. La gente empezó a perder la calma y algunos hasta propusieron armar una protesta. Nunca nos dijeron que no había cupo. Los policías coordinadores insistían que siguiéramos en la cola. (¿Se dice cola o fila?)

La reunión de las lenguas descriptivas.

De pronto se sintió movimiento cerca de la puerta, designada seguramente, para invitados especiales. Y comenzaron a llegar las limosinas y camionetas lujosas con los personajes. Toda la gente de la fila les clavó la mirada y empezaron los comentarios descriptivos de este desfile sin precedentes en Cartagena, en el mejor estilo implacable de nuestra lengua criolla: «¡Miren allá va entrando Gabo con Mercedes, su esposa!; – Por donde pasa Gabo siempre hay mariposas amarillas, y sapos y lagartos; -¡Ese que viene allá es Carlos Fuentes y el otro es Slim!, el mexicano que dicen es el más rico de Latinoamérica. Ahí llegó el premio mayor, el ¡Rey y la Reina! (¿de la belleza?) … no!, de verdad, vienen a ver a sus súbditos, ¡miren que elegancia!, parecen vestidos por Arturo Calle; por allí va llegando el presidente Belisario, la Ministra Cuervo, y esos otros canositos deben ser españoles de la academia de la lengua de allá; ¿Y aquel no es Pastrana? ¡Sí, él se la pasa por acá rumbeando!…también va entrando el presidente Gaviria y allá llegó Samper, pero ni se miraron.

Y siguen llegando presidentes… ¿ese no es don Torrijos, el de Panamá? Sí, y el otro como que es de Uruguay… Aquí podríamos hacer un reinado de presidentes, ¿o no?… !Uyy! también vino doña Gloria Valencia con su esposo, hacia tiempo no la veía, estáncuchitos… ¿Será que doña Gloria va a aprovechar para grabar Naturalia? Esos muchachos y esos otros canositos que van en grupo deben ser escritores porque van muy pensativos… deben estar pensando cómo sacar la lengua, digo, la pluma para escribir sobre la lengua; ¿quiénes son esos señores que llevan allá como cargados?… ¡están muy llevados!… yo creo que ya no aguantan ni una tilde. Ahí van entrando los periodistas… ese es don Gossaín, parando la colita y sacando la barriguita… van varios catanos: don Salgar, don Apuleyo, don Santos, Danielito Samper del Tiempo, que me hace reír con su Postre de Natas, De las Casas Santamaría, los del Heraldo, los de Caracol; ¡oye, esos periodistas de hoy en día meten la lengua hasta en la lengua! Miren por aquel lado hay movimiento de guardaespaldas, claro es que va llegando don Santodomingo… se le nota la plata y la edad… sí, es que está en la edad de oro, por algo es el más rico de Colombia; oye, me contaron que por aquel lado va a entrar Bill Clinton, el de la Lista.. sí, el presidente de USA. ¿Cómo la ve? Están llegando helicópteros y hay movimiento de tropas, debe ser que llegó el presidente Uribe con Lina… ahí debe venir también Santicos chiquito, el vice… y allá ¡miren!….¡Esto es increíble! No puedo creer que yo haya visto, gratis, todo este desfile de estrellas del billete y el poder, en el mismo lugar, a la misma hora, en la misma ciudad, y con la misma gente».

Tal vez muchos de estos personajes no le aporten nada al Congreso de la Lengua, pero para Cartagena sí fue muy importante su presencia, por lo que sabemos. ¿Por qué vinieron? ¿Por la foto con Gabo o por la lengua de Gabo? ¿Será que Gabo les dijo cómo serán los Cien Años de Soledad que se les vinieron encima?. Y al final, ¡qué ironía!, en la clausura, solamente estaban los organizadores, los profesores y estudiantes que no dejaron entrar al comienzo. El futuro del idioma.

 

 

 

Sobre Ver Bien Magazín

Somos un magazin quincenal con noticias variadas y positivas, que nos ayuden a conseguir un mejor entorno, a ver la vida de manera más positiva, y a construir un mejor mañana. Trabajamos con respeto, independencia y capacidad crítica, sin filiación religiosa ni política. Sin distingos de clase social ni raza. Nuestros únicos credos son: la vida sana, un futuro mejor para nuestros hijos y generar conciencia colectiva con este país, hermoso, llamado Colombia.

Comentar