Gloria Luz Gutiérrez: ama las tertulias y es filántropa de tiempo completo.

POR: JUAN  VITA, ESPECIAL PARA VER BIEN MAGAZÍN.

Gloria Luz Gutiérrez, además de revivir  en su casa las grandes   tertulias culturales, tan necesarias en este país  y en esta llamada Atenas  Suramericana,  –donde es indispensable cambiar la violencia por el arte-, es dueña  de muchas    inquietudes intelectuales  y de una inmensa   sensibilidad social. En este reportaje quisimos conocer  no sólo a la creadora de la famosa Tertulia de Gloria Luz Gutiérrez, y de un premio nacional de poesía; sino  a la profesional y a la ama de casa que con su fundación protege  a niños de escasos recursos, con los que convive cada día compartiendo sus alegrías y sus tristezas. Ni siquiera en sus cumpleaños se olvida de ellos, pues el regalo que debe llegar  ese día cada invitado, es para un niños cuyo nombre, edad y talla le son indicados.

Señoras de alta sociedad. Intelectuales de gran calado, pseudo-intelectuales e intelectuales pasados de moda. Militares  activos y retirados. Mercaderes de arte exitosos y otros no tanto. Diplomáticos extranjeros y algunos colombianos en uso de buen retiro. Críticos de arte en ejercicio y otros archivados. Amas de casa comunes  y corrientes. Ingenieros. Universitarias. Arquitectos. Periodistas. Exministras y exministros. Médicos. Abogados .Gente de la farándula. En fin, un coctel humano que hasta podría calificarse de extravagante si no fuera por la cordialidad y el interés que los mueve y los conmueve para reunirse, una vez al mes, convocados por una mujer joven, con inquietudes artísticas e intelectuales que un buen día resolvió volver a darle vida a una vieja y agradable costumbre: la tertulia, que estuvo  en vías de extinción en una ciudad que las tuvo. Y muy buenas.

Bogotá, o si se prefiere, el Santafé colonial, tuvo magníficas tertulias. Don Antonio Nariño y Álvarez del Casal, reunía lo más granado de la intelectualidad de su época en su Tertulia Patriótica; Doña Manuela Sanz de Santamaría de Manrique hacía lo propio con la más alta sociedad del momento en la llamada Tertulia del Buen Gusto y Don Manuel del Socorro Rodríguez, fundador del periodismo colombiano, también se daba el gusto de reunir en su Tertulia Eutrapélica, una serie de personajes de connotada importancia social e intelectual de la capital virreinal. Para un villorrio, como era la Santafé de finales del Siglo XVIII, esas tres tertulias, más algunas otras que a lo mejor se daban pero no pasaron a la Historia, era algo de cierta notoriedad e importancia y de allí, bien podría decirse, salieron ideas conspiradoras que luego cuajaron en la consecución de la Independencia de lo que hoy es Colombia.

En el Siglo XIX, también los bogotanos se reunían a tertuliar. De las tertulias literarias que había en la ciudad salieron nuestros escritores costumbristas; se dieron a conocer nuestros primeros artistas plásticos y brillaron muchos de nuestros periodistas de entonces.

Entrado el Siglo XX, la Gruta Simbólica, una tertulia de alto vuelo intelectual, reunió a lo más notable del mundo literario y se prolongó en las obras de los grandes poetas y escritores que produjo Colombia en ése siglo. Los cafés, como el Windsor o el Automático albergaron tertulias de gran connotación  intelectual que dejaron huella en la Historia de la ciudad y de nuestra literatura.

Pero las tertulias comenzaron a declinar, como comenzó a declinar el interés por la cultura no sólo de los bogotanos, sino de todos los colombianos cuando todo se ha hecho, curiosamente, más fácil para el tránsito y la circulación de los bienes culturales y para la enseñanza y aprendizaje de las humanidades que son la base de la cultura.

Los martes, una cita obligada

El Primer Martes de cada mes, a las 7:30 P.M. Gloria Luz Gutiérrez, nuestra entrevistada, abre las puertas de su apartamento, en la cúspide de la avenida circunvalar y allí se dan cita, como ya hemos dicho, toda una serie de personajes y de personalidades que de una  u otra forma son representativos de esta ciudad capital de Colombia y de su vida social y  cultural.

Así como abre las puertas de su casa, con toda sencillez y simpatía, así nos abre Gloria Luz las puertas de su vida que es tan interesante como son las reuniones que programa.

– ¿Quién es Gloria Luz Gutiérrez?

.-Soy una manizaleña que vive orgullosa de serlo y que terminé viviendo en Bogotá debido  a la política pues mi padre quien además de ser político era un gran amante de la poesía  fue electo como representante a la Cámara por el departamento de Caldas  y entonces nos vinimos a vivir en Bogotá por cuatro años  y luego fue reelecto para un segundo periodo con lo cual ya eran ocho años. Después de haber vivido aquí  todo ese tiempo no era fácil regresar a Manizales. Aquí estaban las cosas que lo identifican a uno con un  lugar para vivir: el colegio, los amigos, la familia……y aquí me quedé. Uno siempre regresa a Manizales queriéndolo mucho. Con un cariño y un afecto muy especiales,  pero uno ya pertenece a Bogotá. De todas maneras si le digo algo: cuando me hablan de Manizales o cuando leo noticias de allá, me da algo muy dentro del corazón. Una sensación de amor muy especial.

.-Hablemos de su formación académica e intelectual.

.-Estudié mi bachillerato en un colegio que consiguió mi papá que se llamaba el Ateneo Femenino, frente al Capitolio. En ese colegio se  hacía mucho énfasis en la literatura y en la poesía. Recuerdo a una de mis profesoras: Gloria Rico, quien recitaba precioso .Uno de los poemas que recitaba era “A solas” de Ismael Enrique Arciniegas y cuando lo hacía me iba muy triste a mi casa por la tarde con la seguridad que ella estaba pasando por eso. Estaba a solas y eso me ponía muy mal. De allí pasé a la Universidad Pedagógica y saqué  una Licenciatura en Idiomas y en Literatura y me especialicé en enseñanza  y literatura infantil pues enseñar ha sido una de las grandes pasiones de mi vida y quise ser maestra  y  me gradué como maestra. Ejercí mi profesión con éxito en varias instituciones educativas del Distrito. Me levantaba a las cuatro de la mañana para ir a la zona cuatro que era la que correspondía a la salida para Villavicencio y allá estaban los colegios en los cuales yo trabajaba .Mi clase la dictaba al aire libre subiendo por esas montañas. Yo no podía entender  como esos niños no leían y les hacía mucho énfasis en lo importante que era leer.

-¿Y cómo resultó lo de la odontología?

–  Un buen día, en una conversación con una amiga, salió el tema de volver a estudiar y resolví intentar hacer otra carrera y me matriculé en el Colegio Odontológico Colombiano donde obtuve mi titulo de odontóloga, profesión que también he ejerció durante varios años y que me dejó tantas satisfacciones como la enseñanza.

-No es fácil ejercer dos carreras con éxito…

-Bueno, pues yo si lo logré. Me  fui a la Argentina a hacer una especialización. Tuve una clínica  importante  en la 97. Una clínica bastante grande  y figúrese que hasta me gané un premio en la Universidad Javeriana por haber ideado una forma de eliminar las caries sólo a base de limpieza. Me dediqué a hacer como unas brigadas de salud dental y me fui casa por casa por los lados del barrio Simón Bolívar a tratar de enseñarles a los niños a cepillarse bien los dientes y a evitar que les dieran dulces o cosas con azúcar que es muy dañino para la dentadura. Y a pesar que no era como muy compatible, yo seguía trabajando como educadora con el Distrito y lo hacía por la noche. Como el pensum en esa época obligaba a que se estudiaran en un solo año, tercero de bachillerato, todos los escritores colombianos me inventé una fórmula para hacer eso, que me parecía casi imposible.

-¿Como un experimento?

.-Sí.  Eran unas obras de teatro en las que participaban todos los niños de la clase. Uno hacia el guion, otro la decoración, otro el vestuario,  y así todos terminaban por participar en todas las obras y en cada una se hablaba de la vida y obra de uno de nuestros grandes escritores. Al final del año, así no hubiéramos leído una obra de cada uno, cosa que era casi imposible, todos sabían lo fundamental de la obra  y de la vida de todos nuestros genios literarios.

-Pero, me supongo que a pesar de todo el trabajo que hacía en ésa época le quedó por ahí un momento libre para enamorarse de alguien…

.-Claro yo me  enamoré y me casé con Luis Alfonso que es médico y en esa época  también dictaba clases y trabajaba en la zona Cuarta de Bogotá

– ¿Y tienen hijos?

-Sí tengo dos mujeres y un hombre. La mayor se graduó en Administración de Empresas, tiene en este  momento 27 años  vive y trabaja en Miami. Los otros dos, Oscar y Camila están terminando sus carreras. Ambos estudian derecho y ambos viven aquí conmigo y con mi esposo.

-Supongo que en este momento de su vida ya no está dedicada a la docencia y si no estoy mal, tampoco está dedicada a ejercer la odontología. Entonces, ¿a qué se dedica Gloria Luz Gutiérrez?

-Tiene razón. A estas alturas de mi vida ya no puedo con lo de la educación pues es un trabajo muy pesado. Hace unos años renuncié a mi cargo en la Alcaldía y luego cerré mi Clínica y me dediqué de lleno a una Fundación que tengo con sede en el barrio Ricaurte. Es una Fundación donde tengo Jardín Infantil y Escuela para doscientos cincuenta niños. Allí atendemos cerca de mil quinientas personas al día en todos los campos, desde el geriátrico para adultos mayores hasta la atención a los niños y a las madres en gestación. Tenemos un comedor comunitario donde atendemos la parte de alimentación para gente de bajos recursos; tengo también una panadería, una Biblioteca y una escuela deportiva. Es un servicio muy completo el que prestamos. Es un trabajo que he hecho muy callada porque no me gusta que lo que hace la mano derecha lo sepa la izquierda.

-Habrán ido creciendo poco a poco, me supongo…

-Sí desde que comenzamos hace seis años cada día tenemos más gente y mi filosofía es preguntarme: “¿Tendría yo a mi hijo en este jardín?” y si me puedo responder afirmativamente me siento satisfecha con el servicio. Lo mismo es para todo lo demás. “¿Me comería  el almuerzo que les damos a los que van allí a almorzar? ¿Me comería el pan que hacemos?  “Si las respuestas son que sí, me siento satisfecha y sigo para adelante porque veo que estoy prestando un servicio y una ayuda a una comunidad que lo estaba necesitando. No hay lujos pero todo es limpio, ordenado…agradable de ver.

-¿Y en qué momento se le vino a la mente la idea de la tertulia?

-Yo soy muy amiga de Danilo Santos que estaba recién llegado de Manizales y un día charlando con él me dijo que estaba muy triste porque al venirse de Manizales había dejado allá su tertulia y que le hacia una falta enorme. Le dije:”Danilo, y cuál es tu problema…hagamos una tertulia”. Desde cuando estaba en el colegio a mi lo de las tertulias me gustaba. Los Viernes yo llevaba Coca-Colas y ponqué  Ramo y teníamos una tertulia en la que cada una hacia algo interesante. Una recitaba; otra leía un artículo del periódico; otra traía un libro interesante o se hablaba de arte. En todo caso cuando empezamos esta Tertulia éramos por ahí veinte personas. Le conté a algunas amigas acerca de la idea de la tertulia y algunas me dijeron: “Ojo, que se le puede volver una rumba”. Eso no me preocupó mucho pues yo no tomo trago y no soy muy de rumba.-

-Bueno, pero las amigas tenían razón, porque reunir un grupo de gente y evitar que la cosa termine ahogada en alcohol no es tan fácil en este país….

-Alguna tuvo la idea de que para evitar eso se debería poner una especie de Director Literario con lo cual se le daba una cierta seriedad al asunto y me recomendaron a Federico Díaz-Granados, quien para entonces era profesor en el colegio de Santa María de Los Ángeles. El iba de vez en cuando a la Casa de Poesía Silva que dirigía María Mercedes Carranza, o sea que era una persona enterada de todo el ambiente literario y cultural. Se nos ocurrió que el problema era que había que pagarle y claro que no teníamos la plata. Pensamos en recoger entre todos para pagarle a Federico. Supuestamente yo debía pedirles a los asistentes a cada tertulia y así cubríamos sus honorarios. Finalmente Federico me dijo que él no me cobraba nada por dirigir la tertulia y desde entonces él ha sido quien dirige. Resolvimos invitar un poeta cada primer martes de mes.

-¿Sólo invitan poetas?

-Digamos que al comienzo si eran poetas únicamente, pero las cosas fueron cambiando. Por ejemplo un día Lina Moreno de Uribe nos ofreció que ella quería hablar de Don Tomás Carrasquilla que fue un novelista antioqueño muy importante. Un costumbrista de los mejores  que ha tenido el país y nos pareció interesante oírla. Y así fuimos abriendo espacios diferentes a la poesía. El Embajador de Argentina hace unos años, Martín Balsa quería hacer una tertulia sobre Carlos Gardel y tenía como conferencista nada menos que  a William Ospina y a Carlos Gaviria…y  como no oírlos…y así se fueron abriendo los espacios

-Yo vine a la tertulia de Patricia Tavera y de Plinio Apuleyo Mendoza y me pareció muy interesante pero veo entonces que esta se enmarca dentro de la apertura que están haciendo.

.-Sí pero de todas maneras tenemos como una especie de Junta Directiva a la que se le presentan los candidatos de cada mes.-

.-¿Quiénes son los Miembros?

.-Álvaro Castaño; José Luis Díaz-Granados; Juan Gustavo Cobo Borda; Claudia Nieto y desde luego Federico  Díaz-Granados. Todos trabajamos en equipo…es como un voluntariado cultural.

-¿Y todas las tertulias son siempre los Martes a las 7:30 de la noche?

.-No. Hay algunas veces que hago otras tertulias en días diferentes. Esas tertulias son acerca de temas o de personajes que no tienen mucho que ver con lo que usualmente hacemos a través de nuestro Comité. Los martes son las tertulias que pudiéramos calificar como institucionales.

-¿Invitan siempre la misma gente o van rotando?

.-Ya hay un grupo conocido que es también como el grupo institucional. Pero rotamos cuando el tema se aparta un poco de lo tradicional. El día que el Embajador Balsa, de la Argentina, hizo una tertulia con el tema de las Malvinas, pues buscamos que la asistencia fuera un poco más cercana a los temas de política internacional . En todo caso hay un grupo grande de gente que ya tiene en su agenda reservado el primer Martes de cada mes para venir a nuestra tertulia y aquí  llegan. Esta noche viene Piedad Bonnet y a pesar de que se pudiera pensar que es sobre poesía pues no lo es tanto porque su libro acerca de su hijo es algo que está muy en boga y la gente lo está leyendo porque es un bello libro y un testimonio  maravilloso así que todo el que venga va a tener una muy buena oportunidad de oír a Piedad y de preguntarle cosas que eventualmente nada tienen que ver con ella como poetisa.

-¿Mas o menos cuantas personas vienen a cada tertulia?

.-Eso depende. Aquí me caben hasta doscientas y hay noches en que nos hemos pasado del cupo porque el invitado es muy “taquillero”. Cuando vino Vásquez , que estaba en ese momento recién premiado por su novela “El ruido de las cosas al caer” pues vinieron quinientas personas y tuve que pedirle prestado el apartamento a mi hermano que vive aquí arriba en el pent – house de este edificio y tiene un apartamento que es mucho más del doble de éste…..algo interesante es que los diplomáticos extranjeros se están pasando la voz entre ellos de que hay que venir a la tertulia y por ejemplo esta noche vienen los nuevos Embajadores de Francia y la esposa del  nuevo Embajador del Perú. De todas maneras es una buena oportunidad de entrar en contacto con gente de la ciudad. Gente que no tiene nada que ver con el cuerpo diplomático pero que representa muy bien lo que es la ciudad y el país.

.-Eso quiere decir que ya esto tiene una dinámica propia…

.-Pues sí y tengo que reconocer que los medios me han ayudado mucho.  A veces los domingos en “El Tiempo”, en su Agenda Cultural, publican lo de la tertulia y gracias a eso  mucha gente se acuerda y otra se entera. Y entonces vienen. En algunas ocasiones la han sacado en el “Hola” y eso también ayuda muchísimo. No sólo para que la gente venga sino para que los poetas y los escritores a quienes queremos invitar estén al tanto de lo que tenemos aquí. Cuando decidimos invitar a Darío Jaramillo, que es  muy serio y muy parco de palabras, lo llamé y le dije que hablaba con Gloria Luz Gutiérrez, me contestó:”Sí señora se perfectamente con quien hablo” y luego ya fue mucho más fácil invitarlo a venir. Sabía de nuestra tertulia y la de él fue un éxito. Lo mismo nos ha pasado con lo del premio de poesía que creamos hace cinco años. Al principio nos costó un poco de trabajo conseguir los jurados pero ya para el de este año la cosa fue mucho más fácil…

-¿Y en dónde entregan ese premio?

.-Pues como a mí me gusta mucho que todo tenga su ritual, lo entregamos durante la celebración de la Feria del Libro y créame que las cuatro veces que lo hemos entregado he salido tan rendida de haber organizado toda esa ceremonia que me provoca llegar hasta ahí y dejar el cuento…pero vuelvo y caigo porque veo que es algo que está tomando una significación  dentro de la vida literaria del país. Me preocupo por invitar gente de lo más importante: primeras damas, presidentes o ex presidentes;  ministros  y en fin gente de ese estilo porque uno sabe que ese tipo de invitados dan prestigio al ritual de entrega de nuestro premio pero desde luego los que le dan sabor son nuestro contertulios de siempre y realmente es por ellos y por los poetas, por quienes a la larga nos echamos encima todo ese trabajo del Premio.

-¿Nunca se le ha ocurrido, en vista del éxito, realizar la tertulia en un lugar un poco más amplio?

.-La verdad es que a mí me han llamado de muchas partes para que haga la tertulia allá. Me buscan de librerías y de sitios de alguna importancia cultural, pero me parece que la tertulia debe seguir donde está. Una que otra vez he ayudado a organizar tertulias en otros sitios. Especialmente en algunas embajadas que quieren presentar a un personaje de la cultura .Yo les ayudo pero es un compromiso muy grande y sufro mucho pues nunca se sabe si la gente está dispuesta a asistir o no. No me parece que debamos cambiar de sitio. Hacer la tertulia en una casa, como es esta, no deja de tener un cierto encanto. Una casa es una casa y eso le da cierto toque de intimidad, además ya llevamos muchos años y la costumbre tiene mucha fuerza…

Son las siete de la noche y desde que iniciamos esta conversación el apartamento ha estado en permanente movimiento. Gente que entra, gente que sale. Mueven los muebles; cuadran todo para la tertulia de esta noche. Aunque todavía podríamos seguir hablando de muchas cosas me parece que Gloria Luz debe quedar libre para supervisar todo lo que han hecho las demás personas y le propongo que terminemos aquí este reportaje. A los pocos minutos comenzaron a llegar los contertulios y por el número y la animación, esta tertulia con Piedad Bonnet, como se diría en jerga taurina, va a estar “hasta las banderas”.

Sobre Ver Bien Magazín

Somos un magazin quincenal con noticias variadas y positivas, que nos ayuden a conseguir un mejor entorno, a ver la vida de manera más positiva, y a construir un mejor mañana. Trabajamos con respeto, independencia y capacidad crítica, sin filiación religiosa ni política. Sin distingos de clase social ni raza. Nuestros únicos credos son: la vida sana, un futuro mejor para nuestros hijos y generar conciencia colectiva con este país, hermoso, llamado Colombia.

Comentar