Efemérides (Octubre): Bud Spencer, Michael Landon…

Octubre 31 de 1929: Nace Bud Spencer

Nació en Nápoles un actor, guionista, productor cinematográfico, cantante y compositor. Pero también campeón italiano de natación que participó en dos Juegos Olímpicos.

Carlo Pedersoli ya adulto medía casi dos metros, pesaba más de 140 kilos, sonreía todo el tiempo, lo que ocultaba aún más sus ojos grises, y cuentan que soltaba siempre un rotundo «Nunca fui actor». Y de hecho, cualquier crítico dirá que nunca tuvo el talento para recorrer los caminos de la interpretación. No importa: si no tenías demasiado talento, tenías presencia.

Conquistó la pantalla a puñetazos y golpes. Para los adolescentes de las décadas del 70 y 80, este típico héroe duro, era un mito, aunque si solo lo conocían por su nombre artístico: Bud Spencer, nombre que proviene de la cerveza Budweiser, de la que era fan, y de su pasión por Spencer Tracy.

Se puede decir que tuvo una vida fascinante. Justo después de la Segunda Guerra Mundial su familia emigró a Sudamérica y fue funcionário del consulado italiano en Recife (Brasil) entre 1947 y 1949. Regresó a Italia impulsado por su habilidad en la piscina, y en 1950 se convirtió en el primer nadador italiano en estar por debajo del minuto en los 100 metros estilo libre, fue siete veces campeón nacional de esa distancia, y ganó varias medallas en diferentes Juegos del Mediterráneo. En los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952 y Melbourne en 1956, además de nadar en solitario, formó parte de la selección italiana de waterpolo.

Cuando se retiró de las piscinas, con un físico hercúleo, en 1957 regresó a Suramérica y trabajó en la construcción del tramo Venezuela-Colombia de la carretera Panamericana San Cristóbal-La Fría. Esta experiencia le permitió reencontrarse a sí mismo en los límites y en las potencialidades. Durante su estancia en Venezuela participó con el equipo nacional en el III Campeonato Grancolombiano de natación en Caracas en 1959, y trabajó en una  concesionaria de autos hasta 1960. En 1967 le llegó su oportunidad con Dios perdona-¡Yo no! «Necesitaban un tipo grande y, aunque inicialmente no llegamos a un acuerdo por un tema económico, terminaron cediendo porque no encontraron a nadie con mis dimensiones. Me dieron una lista con 20 nombres y 24 horas para elegir uno. Elegí a Terence Hill porque sonaba bien». El colabolador en películas del género spaghetti western, tenía varias patentes registradas a su nombre y también fue autor de las canciones de algunas de las películas donde participó como actor. Su pasión por la aeronáutica le llevó a obtener la licencia de piloto privado, tanto de avioneta como de helicóptero, y en 1981 fundó la línea aérea de carga Mistral Air, que pertenece ahora al correo italiano. En el 2005 intentó ser político, pero no funcionó. En el 2010 recibió, junto a Terence Hill, el Premio David de Donatello, otorgado por la Academia del Cine Italiano por su trayectoria artística.

Mucho antes de Sylverter Stallone, mucho antes de Bruce Lee, mucho antes de cualquier otro héroe de películas de acción, estaba Bud Spencer, el hombre que en sus entrevistas decía: «Me casé con María Amato, mi ángel de la guarda». Una vida de acción.

Octubre 31 de 1936: Nace Michael Landon

Nació el actor de la sonrisa tierna que escondía una historia triste. Eugene Maurice Orowitz, el Little Joe Cartwright en Bonanza y Charles Ingalls, era hijo de una madre católica y un padre judío, y durante toda su infancia fue víctima del antisemitismo de sus compañeros, algo que solo al final de su vida dio a conocer. En pocas oportunidades podía darse el lujo de disfrutar de la inocencia como cualquier otro niño. Sin embargo, estas adversidades hicieron que desarrollara un carácter fuerte que le permitió luchar hasta lograr convertirse en uno de los actores y productores más importantes de Hollywood. En el camino, obviamente, tuvo que sortear más de un obstáculo.

En su juventud fue atleta y se especializó en el lanzamiento de jabalina, disciplina gracias a la que ganó una beca en la Universidad de California. Su carrera parecía encaminada hacia el deporte, hasta que una lesión dictaminó el final. Con apenas 18 años tuvo un accidente cuando participaba de una carrera de motos. Una vez recuperado, decidió alejarse de su familia casándose una mujer ocho años mayor con quien adoptó tres hijos. El matrimonio no funcionó. Sin embargo, esas experiencias fueron la responsable de su acercamiento al arte de la interpretación. Decidido a logar su objetivo, sobrevivió haciendo avisos publicitarios, y con 20 años cumplidos ya estaba trabajando en pequeños papeles en cine y TV, hasta que en 1959 le llegó su gran oportunidad. El productor David Dortort se dio cuenta de su potencial para un personaje del oeste y así fue como escribió el personaje de Joe Cartwright pensando en él. Bonanza, la primera serie de TV en ser trasmitida en color, significó mucho para Michael. No solo fue la serie que lo convirtió en una estrella internacional, sino también le sirvió para adquirir gran experiencia como actor y más tarde como guionista y director. A través de las 14 temporadas fue madurando hasta convertirse en Charles Ingalls, el protagonista de una serie que él mismo produjo, escribió, dirigió y actuó. Gracias a ella conquistó al mundo y quedó grabado en el inconsciente colectivo como el norteamericano bueno y noble con quien todos querrían estar: «Quiero que la gente ría y llore, no solo que se sienten y miren televisión. Tal vez estoy pasado de moda, pero creo que los espectadores están hambrientos de programas en los que la gente diga algo significativo», decía sobre sus producciones.

En 1973 la hija de su esposa sufrió un accidente que le llevó dos años de recuperación, a los que les tuvo que sumar otros dos más para superar su adicción a los barbitúricos. Esto lo inspiró a crear Camino al Cielo, en la que encarnaba a un ángel que bajaba a socorrer a las personas que necesitaban recuperar la fe para superar sus problemas. Dicen que la decisión de volcar esta experiencia familiar en una ficción terminó afectando su matrimonio. Y que cada ruptura amorosa lo deprimía. Por eso, decidido a no estar solo, en 1983 se unió a Cindy Clerico, una maquilladora con la que compartió sus últimos años en Los Ángeles hasta que lo sorprendió la enfermedad: «Dos cosas me pueden ocurrir: que gane o que pierda. Y estoy preparado para las dos cosas», le había confesado a la revista Life cuando se la diagnosticaron. Días después de dar esa entrevista murió en Malibú en 1991. Tenía apenas 54 años cuando perdió la batalla contra un cáncer que se lo llevó en menos de tres meses. Quienes lo conocían decían que era un gran hombre. Quienes no, lo imaginábamos tan bueno como sus personajes de La familia Ingalls y Camino al Cielo. Y por eso todos lamentamos la muerte.

Octubre 31 de 1984: Muere Indira Gandhi

Alrededor de las 9:20 de la mañana, hora india, Indira Gandhi se dirigía a ser entrevistada por el actor británico Peter Ustinov, quien estaba rodando un documental para la televisión irlandesa. Caminó por el jardín de su residencia de primer ministro en Nueva Delhi hacia una oficina vecina, y al pasar una puerta custodiada por Satwant y Beant Singh, los dos hombres abrieron fuego.

Indira tomó su nombre de su marido Feroze Gandhi (sin ningún parentesco con Mahatma Gandhi), y participó activamente en la lucha por la independencia de la India, dirigida por el legendario Mahatma Gandhi. En 1959 se convierte en la Jefa del Partido del Congreso, y la prematura muerte del Primer Ministro en 1966 la llevó a convertirse en la Secretaria General, y por extensión, en Primera Ministra de India, cargos que ejerció durante 15 años, desde 1966 hasta 1977, y desde 1980 hasta su asesinato.

Estratega y pensadora política brillante, fue una fuerte y decidida líder hindú en una de las épocas más inestables de la India. Al ocupar una posición tan elevada en una sociedad todavía muy patriarcal, se pensaba que sería una «jefa pasiva», pero sus acciones continuamente demostraron lo contrario. Utilizó todos los medios a su disposición para consolidar su poder y autoridad como primera ministra; y como una de las mujeres más poderosas del mundo, no dudó en materializar sus fines políticos a escala nacional e internacional. Condujo a la India a la industrialización y apoyó la independencia de Pakistán Oriental y Bangladés. Tuvo buenas relaciones políticas con la Unión Soviética y sus relaciones con Estados Unidos se tornaron excepcionalmente frías, debido a que era una pensadora de izquierda. En 1975 declaró al país en estado de emergencia, censuró las críticas en los medios, ordenó la esterilización obligatoria,​ e impuso así una dictadura que duró hasta 1977, momento en el cual decidió llamar a plebiscito popular, sufragio que perdió. No obstante, volvió a ser reelegida en 1980, debido a su carisma y su popularidad entre las clases populares, y a la incompetencia del gobierno provisional para mantener una estabilidad medianamente firme en el país. Indira luchó incansablemente contra los nacionalistas y organizó una maniobra militar para detenerlos en su propio templo, lo cual dejó cientos de muertos civiles y generó un enorme descontento entre la minoría sij. Fue así como en 1984, tres meses después de su reelección, fue asesinada por dos de sus guardaespaldas de confianza que formaban parte de esa minoría.

Octubre 31 de 1993: Muere Federico Fellini

Murió en Roma uno de los más representativos del neorrealismo italiano, considerado como uno de los principales protagonistas en la historia del cine mundial. El viejo guerrero de La Dolce Vita, Casanova, Amarcord, 8½, que nunca quiso poner «fin» en sus películas «porque no se pone fin a una historia, a unos personajes». Un genio, un personaje que si hubiera nacido en el Renacimiento hubiera sido Leonardo da Vinci. Su obra es ampliamente considerada como única e inolvidable, llena tanto de asperezas como de sátira y veladas de melancolía. Los que lo conocieron lo describen como un ser potente y neurasténico. Lúcido y pesimista, amante de la quimera. Maestro de las cámaras. Su trabajo altamente autobiográfico muestra su propia visión de la vida, que a menudo mezclaba realismo con fantasía y rozaba lo sensacional y lo surrealista. Los temas recurrentes, Roma, la Iglesia católica, el circo y los payasos, las mujeres enormes, escenas de decadencia, y personas con apariencias físicas inusuales, hacen que su estilo excéntrico sea muy reconocible.

Nació en Rímini. Con talento para el dibujo y la caricatura se convirtió en caricaturista y retratista. Su experiencia en los cómics fue obvia desde el principio en su producción cinematográfica, y a menudo elogiaba a los artistas del cómic durante las entrevistas. Aunque después estaba más preocupado por la realización de películas, nunca dejó sus crayones y lápices por mucho tiempo. Dibujó sus propios carteles de películas antes de entregárselos a artistas más profesionales. Además, siguiendo el consejo de un psiquiatra, hizo muchos dibujos de sus sueños, algunos en forma de cómic, que se recopilaron y publicaron póstumamente. Trabajó como guionista y asistente de dirección de Roberto Rossellini en películas que deslumbraron una época, y en Luces de variedades apareció una mujer que transformaría su vida amorosa: Julietta Massini, que lo acompañó hasta el final de sus días. En esa época comenzó una obra propia de tesoros fílmicos. Durante casi cuatro décadas y dos docenas de películas, retrató una pequeña multitud de personajes memorables. Decía de sí mismo que era «un artesano que no tiene nada que decir, pero sabe cómo decirlo».

Federico Fellini es elogiado por su estilo mágico-realista. Su seña de identidad son inquietantes escenas de decadencia, acompañadas de bandas sonoras soñadoras y frenéticas. La Dolce Vita lo catapultó en la lista de los directores más famosos del mundo, pero Ocho y medio en su obra más reflexiva, y una de las más divertidas. A partir de ahí sus películas se volvieron cada vez más extravagantes y surrealistas. Retrató la sociedad de una manera satírica, donde todos miran, hablan y actúan de manera extraña. Se llenaron de payasos, monjas, sacerdotes, enanos, gigantes, hermafroditas, jorobados, andróginos, travestis, minusválidos, obesos, mujeres de grandes pechos. Un enfoque que generó mucha polémica, especialmente por sus no muy halagadoras representaciones de la alta sociedad y de la iglesia católica. Creó su propio estilo de cine que se volvió universal, aunque la comunidad de críticos siempre tuvo una relación complicada con él. Una parte tomó su rifle y apuntó a sus películas destrozándolas, y algunos hasta descartándolas como «envases vacíos que insinuaban una profundidad que no merecían». Sinembargo, para otros, Fellini siempre fue el cineasta más profundo del cine italiano.

Ganador de varios Oscar, en 1990, el príncipe japonés Hitachi le entregó el Praemium Imperale por sus contribuciones al mundo del arte, y un asteroide recibió su nombre. En 1993 fue galardonado con un Óscar honorífico por su carrera. Al subir al escenario para recibir la estatuilla, el hombre de 73 años fue sincero y directo, dijo solamente: «Grazie» y le pidió a su esposa, Giulietta, que dejara de llorar. ¿Qué más necesitaba decir? Sus películas lo habían dicho todo. Murió en 1993, y se fue como un grande. Su funeral fue un evento extravagante, comparable a una escena de sus películas. Después de todo, no solo produjo un adjetivo en el vocabulario cinematográfico (el término «faliniano»), sino que también mostró a generaciones de cineastas un camino a seguir: cómo experimentar y asumir riesgos fusionando narrativas con fantásticos vuelos de la imaginación. Fellini ofreció a los amantes del séptimo arte una experiencia completamente nueva. Martin Scorsese, por ejemplo, admitió que revisa la obra maestra de Fellini todos los años.

Perenne. Porque seguirá vivo en sus historias.

Octubre 30 de 1900: Nace Agustín Lara

Nació en Veracruz el Músico Poeta, el Flaco de Oro. A Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, se le reconoce como uno de los más populares de su época y de su género no solo en México, sino también en Centroamérica, Sudamérica, el Caribe y España.

A los 6 años tuvo contacto con su primer instrumento, en la casa de su tía, donde había una capilla con un armonio. Su padre, militar de carrera, quería que su hijo también lo fuera, por lo que ingresó a los quince al Colegio Militar; pronto se dio cuenta de que su vocación no era castrense, y después de estudiar música con varios maestros decidió continuar de manera autodidacta. Abandonó su hogar y durante la década de los veinte tocaba el piano en centros nocturnos, cantinas, casas de citas, reuniones sociales y salas de baile, adquiriendo experiencia y popularidad, y poco tiempo después sus composiciones ya eran interpretadas por cantantes de moda. En 1930 empieza a trabajar en una estación de radio y forma su primera orquesta: El Son de Marabú. Al poco tiempo le dejan a cargo un programa que apoyó y abrió las puertas a diversos artistas que iniciaban su carrera y que, con el tiempo, se convertirían en reconocidos intérpretes, como Toña La negra y Pedro Vargas.

Su entrada al mundo del cine la facilitó su matrimonio con la bellísima y siempre controvertida actriz María Félix, en 1945. Contratado para trabajar en Hollywood como musicalizador de películas, no le resultó fácil acostumbrarse a aquel mundo frívolo y deshumanizado, con sus tensiones y su abundancia de divas y directores caprichosos. Aunque no quiso centrar su carrera profesional en el cine, su prestigio acabó por consolidarse en la industria del celuloide gracias a las bandas sonoras que compuso para varias películas.

Aprendió perfectamente el francés y compuso algunas canciones en ese idioma. Cuando Charles De Gaulle visitó México se reunió con él en su casa, en la que también recibió a Edith Piaf y a Frank Sinatra, entre otros reconocidos personajes.

Con temáticas abiertamente eróticas, las letras de algunas de sus canciones escandalizaron a la opinión pública, hasta el punto de que llegaron a prohibirse en las escuelas. Cuestionado y considerado por sus detractores «el sepulturero de la canción mexicana», fue pionero en el óptimo aprovechamiento de todos los medios de difusión, y a lo largo de su carrera como compositor (y también como autor de la mayoría de sus letras), creó hermosas y románticas canciones que alcanzaron una popularidad universal. Cómo no recordar Solamente una vez, María bonita, Aquel amor, Farolito. Además canciones que compuso para España: Granada, y la que dedicó a la fiesta brava, de la que fue gran aficionado: Silverio y Novillero. Fueron muchos los reconocimientos y homenajes que Agustín Lara recibió a lo largo de su brillante carrera, entre ellos haber sido nombrado Presidente Honorario Vitalicio de la Sociedad de Autores y Compositores de México, de la que fue socio fundador. Murió en la Ciudad de México en 1970 y sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres. En el 2015 la SACM le otorgó el Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas, que honra a los autores ya fallecidos cuya obra haya traspasado las fronteras y trascendido en el tiempo, permaneciendo vigente hasta nuestros días para gloria de México en el mundo. La estatua de «el Flaco de Oro» con un cubrebocas en el tradicional Barrio de La Huaca en Veracruz, es un recordatorio permanente para que la población conserve su sana distancia, para concientizar a los porteños a no bajar la guardia frente a la lucha contra el coronavirus.

Octubre 30 de 1989: Muere Pedro Vargas

Murió El ruiseñor de las Américas, El tenor continental, El Samurái de la Canción, El REY,  uno de los mejores y más exitosos intérpretes del compositor Agustín Lara, (del que hoy además se celebra el aniversario de nacimiento), y de muchos compositores de diferentes países. A lo largo de su extensa carrera, que lo mantuvo en los escenarios hasta poco antes de su muerte, recorrió con su música prácticamente todo el mundo prestando al bolero su poderosa voz de tenor. Sus discos se vendían en grandes cantidades en todos los mercados del continente. Pasó a la historia como una de las voces más privilegiadas de los mejores tiempos del romanticismo en México. Todos los hispanos, de una u otra forma, escucharon alguna vez la portentosa voz de Don Pedro Vargas, quien en una oportunidad manifestó que quiso ser torero. Contaba que llegó a un acuerdo con Pepe Ortiz, una de las figuras cumbres de la torería mexicana: él le enseñaría a cantar a cambio de que el diestro lo introdujera en los secretos de la tauromaquia. Pero tan arriesgada aspiración jamas llegó a concretarse, por lo que la música se ganó a un extraordinario cantor. Ya considerándose con los conocimientos básicos para lidiar con un animal de pura casta, se enfrentó a un novillo, pero el embravecido animal le propinó infinidad de revolcones que lo llevaron a desistir de sus pretensiones, y fue así como se calmaron sus ansias de novillero, como dice la canción.

Fue el segundo de los doce hijos de una pareja de humildes campesinos, y desde los siete años su madre lo envió a la iglesia para que fuera monaguillo y formara parte del coro. Inmediatamente el maestro de la capilla reconoció que había una voz nueva y extraordinaria, y fue él quien le dio las primeras lecciones de canto y le enseñó a tocar el órgano. A los 14 llegó a la Ciudad de México y de inmediato empezó a cantar en los coros de varias iglesias y a ofrecer serenatas. Fue en el Colegio de La Salle, donde después de escucharlo, le ofrecieron una beca para realizar la secundaria, y tomar clases de piano y solfeo. Aunque entró a la universidad para estudiar medicina, optó por los micrófonos y los escenarios. Como actor formó parte de la Época de Oro del Cine Mexicano, participando en más de 70 películas, y a pesar de su preparación operística, se dedicó al canto popular, del que abordó todos los géneros. Durante su vida cantó para la mayor parte de los presidentes de América y otras importantes personalidades de la política, y fue gran amigo de Julito Iglesias con el que interpretaba la famosa canción dedicada a nosotras, Felicidades.

El origen de su tan famosa e infinidad de oportunidades escuchada emblemática frase, tuvo lugar en 1930, cuando ganó un concurso en el que participaron nada menos que dos grandes figuras del canto ya consagradas, Agustín Lara y Alfonso Ortiz Tirado. Al terminar el acto Agustín Lara se le acercó y le dijo que si quería ser su intérprete oficial. Un poco sorprendido por tan importante oferta, sólo acertó a contestar entrecortadamente y tratando de esconder un poco su tartamudez: Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido.

«Mi voz es un don divino. Dios me lo dio, y por eso siempre le doy gracias, pero la ejercito diariamente; no se debe permitir que la garganta baje de timbre, porque las voces se van acabando y esto es lógico. Para mí la clave es estudiar, estudiar y estudiar; eso es todo, además de entregarse al público totalmente».

Octubre 30 del 2005: Muere Emiliano Zuleta

Se nos fue «El viejo Mile», uno de los históricos del vallenato, Rey vallenato vitalicio, el de La gota fría, el compositor que popularizó el vallenato en todo el mundo.

Emiliano Zuleta fue de aquella estirpe en extinción del verdadero músico vallenato que dominaba por igual la composición, el canto, el manejo del acordeón, la piquería, la parranda. Uno de aquellos juglares que se pasearon por la Provincia contando sus historias, conquistando corazones y dejando una extensa herencia a su paso, de la que nació toda una dinastía, de gran presencia y reconocimiento en el mundo musical. No muy grande de estatura, 1.66, pero con un talento enorme. Guajiro, como muchos de los grandes músicos del vallenato, su padre también fue músico, y su madre, Sara María, era una mujer «muy contenta y entusiasta para las fiestas», como la recordaba él mismo, que heredó de ella el buen humor. El hijo de la vieja Sara empezó a tocar a escondidas en La Jagua del Pilar, donde nació. El talento le brotó desde muy niño. A su tío Francisco Salas le debe el haber aprendido a tocar el acordeón. Tenía en casa tres que no dejaba que nadie tocara. Pero él se tomó el atrevimiento de apropiarse de uno sin carácter devolutivo, y, para remediar, le compuso unos versos que le tocó en una serenata; la primera composición de la que tiene memoria: «Le vivo rogando a Dios que me perdone mi tío, por culpa de un acordeón que yo me llevé escondío». Su tío le entregó el mejor de los tres que tenía y «Con ese me volví una fiera». De espíritu combativo, muy pronto se inició en las coplas derrotando en parrandas y piquerías a cuanto oponente se le cruzaba. Decía en una entrevista que la música provinciana era un continuo enfrentamiento con otros músicos al que no se podía rehuir. Su amor por la música se compara sólo con el que profesaba por las mujeres y sus hijos. Nunca negó que tuvo muchas, y tambien muchos hijos. Aseguraba que por cada mujer que tuvo, así fuera de paso, le dedicó al menos una canción. Y a sus hijos les compuso un paseo, Mis Hijos: «Porque mis hijos, si yo me muero, yo sé que van a sufrir por mí. Si yo me muero vuelvo a vivir, pido permiso y vengo por ellos».

El viejo «Mile» fue un juglar, parrandero, mujeriego y maestro de los versos y la piquería, que dejó un legado musical importante y extenso que es perpetuado por sus descendientes. A través de ese talento con que la naturaleza lo dotó, fue construyendo unidad entre los colombianos alrededor de la cultura. Aunque es conocido como el rey vallenato vitalicio, nunca obtuvo el galardón; no por falta de talento, sino por el simple hecho de que no oyó su nombre cuando lo llamaron para que subiera a la tarima a tocar su acordeón durante la versión que se realizó en 1968: «Por estar demasiado entonado con Ron Caña, en esa, mi primera y única presentación en el Festival, el premio se lo llevó Alejo Durán, pero Rafael Escalona, quien era juez, me aseguró en privado que el ganador era yo, pero que había un reglamento». La gota fría en La Guajira era una frase que se utilizaba cuando dos hombres tenían una discusión, y al que perdía se le decía que le había caído la gota fría. Nunca entendió por qué la canción gustó tanto. Tanto, que es la canción vallenata que ha recibido más regalías en todo el mundo. Un año después del episodio que la originó «Morales fue a visitarme y a decirme: Yo lo que quiero es ser su compadre». Desde ese momento fueron inseparables. La noticia de su muerte cayó como la gota fría, pero glorioso e inspirador, el viejo Mile sigue siendo un referente del género vallenato.

Octubre 28 de 1972: “Kid Pambelé” gana título mundial

Cerca de las 10 de la mañana, en Ciudad de Panamá, Antonio Cervantes Reyes, «Kid Pambelé», el hijo de Ceferina, salía de la habitación 208 del hotel Panamá en que se alojaba, hacia el pesaje, en el Gimnasio Nuevo Panamá. Tranquilo, a la espera del llamado a las once de la mañana para subir a la báscula, registrar 138,5 libras, una y media por debajo del límite máximo, y quedar listo para el combate que esa noche sostenía con el campeón del peso welter junior de la AMB, el panameño Alfonso «Peppermint» Frazer.

Periodistas y aficionados seguidores del boxeo, especialmente en el Caribe colombiano, poco confiaban en el retador, un palenquero de 26 años, ex ilustrador de zapatos y exvendedor de cigarrillos de contrabando en Cartagena, donde vivió por un tiempo. Nadie daba un comino por Antonio. Tenían razón esos que no confiaban. Desde su estreno como profesional, en 1964, para ayudar con unos pesos a su casa, lucía como peleador rústico. Ganaba y perdía. Pero lo peor: no gustaba ni como relleno.

Hasta que en el décimo asalto, sus guantes de fabricación mexicana y de ocho onzas derribaron tres veces al panameño, y obligó a su compatriota, el árbitro Isaac Herrera, a detener de manera automática el pleito pactado a 15, y decretar a «Kid Pambelé» como nuevo campeón. Y comenzó la Pambelomanía: pasó a ser el hombre más importante del país, por encima de cualquier presidente; y los colombianos, no sólo en lo deportivo, sino a cualquier nivel, empezaron a pensar que sí se podía. Ahí, por ese hombre que enseñó a ganar a Colombia, se partió en dos la historia.

Hace 49 años, Kid Pambelé fue el mejor del mundo. A lo largo de su carrera ganó 91 peleas, 45 por la vía rápida, perdió 12 y empató tres. En 1973 fue elegido el mejor boxeador del mundo y, además, fue declarado mejor deportista colombiano del siglo pasado.

A los niños que se inician en el boxeo, el «Pambelé» les envía un mensaje: «Hay que cuidarse, ir al gimnasio, entrenarse bien, hacerle caso a los entrenadores, alejarse del trago, la rumba y las drogas para poder llegar lejos».

En abril del 2019 regresó a Palenque como invitado especial durante una visita del Presidente Duque a esa ciudad. Les dejo el enlace.

Hoy, tiene 75 años; está entero: «todos los meses le hacen exámenes y lo que es el colesterol, los triglicéridos, la presión, la tensión, todo, absolutamente todo, sale perfecto», dice su hijo José. Vive de una pensión que le da el gobierno dentro del programa Glorias del Deporte, y con una plata que le da la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Pasa sus días viendo noticieros y partidos de béisbol, y le huye a la gente, mucho más en estos tiempos de pandemia: «¡Que no se me acerque nadie!»

Octubre 27 de 1992: Muere Jimmy Salcedo

En los años setenta, un muchacho nacido en la remota y húmeda Mompox, procedente de Barranquilla llegó a la capital del país con una fórmula que lo convertiría en una leyenda del espectáculo: mezclar música y humor. Jaime Alberto Salcedo Tafache, Jimmy, nació en 1944, y se había trasladado a Barranquilla cuando era un adolescente porque Mompox se le estaba quedando pequeño.

Su gran talento para la música empezó a hacer bulla en bares barranquilleros, en los que mezclaba sus interpretaciones en el piano, que tocaba con una sola mano, con chistes y apuntes que lo empezaron a hacer famoso. El momposino llegó a Bogotá a los veinte años empecinado en ser músico. Tenía un afro imperial y un raro talento para tocar las congas. Las golpeaba en La Gaité, un desenguayabadero de artistas ubicado en el centro. Le pagaban unos 18 pesos de la época, muy poco, porque el salario mínimo era más o menos de 600 pesos. Pero todo era por encontrar un lugar en el mundo.

Fue el cantante de Cartago Billy Pontoni quien lo descubre, y le pide que lo acompañe con su piano en los diferentes Night Club de la ciudad. Como pianista se une pronto a la que sería su primera experiencia en una banda musical, Los Be-Bops. Un empresario cazatalentos viendo que el muchacho era talentoso le dijo que se fuera de gira por Europa. La Federación de cafeteros la patrocinó, pero eso sí, solamente había pasajes de ida para todos los integrantes. Allá debían ganar lo suficiente como para comprar el tiquete de regreso. Y la gira duró 2 años: viajaron por todo el Viejo Continente ganando dinero. Cuando regresó al país conformó la Onda Tres. La rumba era descontrolada, y la bohemia no fue clausurada por cuenta de las nuevas responsabilidades, pero La Onda Tres empezó a ser contratada para eventos.

Jimmy en medio de su desorden tenía su método, y fue escalando. Su vocación histriónica le dio la oportunidad de entrar de lleno a la televisión, trabajó con varias programadoras, y a mediados de los setenta creó su propia empresa: DO RE Creativa, con la que se planteó tres retos: hacer una tribuna que les hiciera un poco más fácil el camino de la fama a los artistas que como él alguna vez tuvieron que mendigar, impulsar la mezcla de humor y música en la televisión, y convertir sus emisiones en la plataforma que acercara a los famosos con el pueblo.

Produjo espacios musicales y periodísticos en los que aprovechaba al máximo a sus invitados, con diálogos, anécdotas, y una buena dosis de humor. Quizá la palabra que más utilizó fue, chévere. Para él todo era chévere, cuando estaba de buen genio. Porque cuentan que podía ser humillante en ocasiones, y que durante una audición le dijo a un guitarrista: «Diga peras. Peras, respondió el muchacho. Bien, ahora diga aguacates. Aguacates, contestó el sorprendido músico. Apréndase esos nombres porque ese es su futuro: vender en una plaza de mercado».

Lo que a él más le molestaba sin embargo era que la gente le escondiera las cosas, o no se las dijera con claridad: «No me hable como Cantinflas» repondía. La gran creación de su vida no fue una canción sino un Show, el que llevaba su nombre, y que todos recordamos. Pero todo se truncó después de esa rumba prenoche de las brujas de 1989. Murió tres años después. Eso de descansar en paz no fue tan sencillo de lograr. Fueron tres años en estado vegetativo. Édgard Hozzman, su compañero de trabajo por mucho tiempo comentaba: «La última etapa de su existencia fue épica, triste para quienes lo acompañamos y fuimos testigos de su ausencia en vida de la razón e inspiración que animó su paso por esta dimensión. A pesar de que se ha dicho que era un tipo muy jodido por su temperamento, él siempre fue un tipo abierto, la gente no lo conocía, lo juzgó mal. Jimmy vivió intensamente, libre de prejuicios, consciente de su rol y compromiso con su generación. En el acto de la escena de su existencia fue el protagonista de su historia, intensa romántica, épica y trágica».

Inolvidable Jimmy. Su talento fue indiscutible. Nos alegró a millones de colombianos que seguíamos su programa, por el que ganó los Premios India Catalina en 1988 y en 1990.

Octubre 26 de 1864: Nace José Gregorio Hernández

Nació una figura extraordinariamente popular en su país natal, hasta el punto de que en Venezuela dicen que cuando el paciente se muere es culpa del médico, pero si se salva es gracias a José Gregorio. El «médico de los pobres».

Médico, científico, profesor y filántropo de profunda vocación religiosa, es reconocido por su solidaridad con los más necesitados, y recordado por su caridad, generosidad, rectitud y servicio a los pobres, tanto que muchos latinoamericanos lo consideraban santo aún antes de haber sido canonizado por la Iglesia católica.

En junio de 1919 murió atropellado en una céntrica calle de Caracas por uno de los pocos automóviles que circulaban por Venezuela en aquel entonces. Muerto el médico nació el mito, y el culto a su figura llega hasta la actualidad. Al poco tiempo de morir, José Gregorio Hernández comenzó a convertirse en objeto de devoción para muchos en Venezuela. Su imagen puede encontrarse por todas partes, en carteles, murales urbanos, afiches. También, junto a las camas de los enfermos y las tumbas de los difuntos, para quienes sus seres queridos reclaman protección. En muchos hogares venezolanos se adornan figurillas con la imagen del doctor enfundado en un traje de chaqueta, con el bigote y el sombrero negro que todos en Venezuela reconocen al instante.

Para su beatificación le fue reconocido por la iglesia la salvación de una niña, Yaxury Solórzano, que en el 2017 recibió un disparo tras un intento de robo. Los médicos dijeron que si lograba salvarse quedaría con discapacidad, pero a las pocas semanas salió caminando del hospital, de acuerdo con voceros de la iglesia venezolana. Su madre declaró haberle rezado a José Gregorio durante su convalecencia, y la comisión eclesiástica que estudió el caso concluyó que el doctor obró la curación desde el cielo.

En 1986 Juan Pablo II declaró solemnemente sus virtudes heroicas, por lo que se le otorgó el título de Venerable, y luego de 71 años de iniciado el proceso de beatificación, el papa Francisco firmó el decreto que lo convirtió en el primer laico venezolano «elevado a los altares» en el 2020, anunciando su beatificación para el primer trimestre del 2021. La coordinadora de la Comisión Nacional para la Beatificación, a fines del 2020, al reivindicar la decisión de celebrar el acto de manera muy austera para evitar que se transformara en un foco de contagios del Covid-19, especialmente en esos momentos en que la segunda ola de la pandemia golpeaba duramente al país, mandó un comunicado: «Tan solo 150 personas podrán asistir, y no será en el grandiosidad del Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela, su Alma Mater, sino en el iglesia del colegio La Salle, en Caracas, que se encuentra en la zona de la ciudad en la que realizó gran parte de su labor como médico, con especial atención a los más desfavorecidos. Será una ceremonia muy sobria, donde prevalecerá la espiritualidad que tanto necesitamos en este momento, y contará con la presencia de Yaxury  Solórzano, la niña que recibió el milagro. Estarán presentes también algunos familiares del Dr. José Gregorio Hernández, así como un pequeño grupo de médicos y tres personas con movilidad reducida, en representación de todos aquellos que en momentos de enfermedad le han ofrecido su salud».

Y así, una de las beatificaciones más esperadas por el pueblo venezolano se realizó en Marzo de este 2021. Un día antes de la beatificación el papa Francisco envió un mensaje en el que pidió a los venezolanos: «Sigan el admirable ejemplo del futuro beato, de servicio desinteresado a los demás; sean capaces de reconocerse mutuamente como iguales, como hermanos, como hijos de una misma Patria». Desde la ceremonia de beatificación, un grupo de reliquias de primer grado del beato fueron entregadas a los arzobispos y obispos de Venezuela para su veneración en las 40 sedes de arquidiócesis y diócesis del país, y el papa Francisco recibió en junio la suya.

Octubre 26 de 1934: Nace Pepe Sánchez

Nació una de las figuras más prolíficas de la televisión y el cine Colombiano. Un hombre que le dio su vida a la cultura de Colombia. El maestro de maestros.

Decía que su paso por la facultad de Derecho le sirvió para conocer el espíritu humano, el mismo que le puso a todas sus producciones. También se matriculó en Bellas Artes, y a finales de la década de los 50 se fue a Praga a estudiar cine. De regreso a Colombia entró a la televisión, donde obtuvo cuatro premios India Catalina como director, un TV y Novelas en la misma categoría, y dos Premios Simón Bolívar.

Pepe Sánchez nunca tuvo una crisis financiera grave y, sin embargo, vivió varios periodos difíciles. El responsable de muchos de los éxitos televisivos que encantaron a la audiencia colombiana lo dijo en varias entrevistas: había períodos de su carrera en los que no lo llamaban a actuar o a dirigir, y sin entradas de dinero comenzaban a aumentar las deudas. Por eso, durante sus últimos años estuvo dedicado a apoyar una reforma impulsada desde hacía algunos años en el Congreso de la República para garantizar el pago de regalías a los directores y libretistas. Ciro Guerra, el director de El abrazo de la serpiente, propuso poner el nombre de Pepe en la ley.

La idea es muy sencilla: que cada vez que una película o un programa de televisión colombiano se exhiba en el exterior o en algún canal de televisión, el director de la producción y el libretista reciba una remuneración económica, que debería pagar el canal o la entidad encargada de transmitirla. «Esa sería como nuestra pensión, porque nosotros no tenemos», contaba Pepe cuando hablaba del proyecto.

La ley fue aprobada en el 2017. Pepe desafortunadamente ya había muerto. Poco después fue impugnada en los tribunales al considerarse como inconstitucional, pero con el apoyo incondicional de la Alianza de Directores Audiovisuales Latinoamericanos, y de la Federación de Sociedades de Autores Audiovisuales Latinoamericanos, dos organizaciones de abogados defendieron esta ley frente al recurso judicial. En febrero del 2019 la Corte les dió la razón, confirmando la constitucionalidad. Así que esto ya es una realidad. Los directores y escritores colombianos podrán recibir regalías de los millones recaudados en el exterior que antes no podían ser reclamados por falta de una ley. El dinero será cobrado únicamente a los que utilicen la obra de manera pública y se lucren económicamente de ella, pero aún así, Colombia podría recaudar anualmente en el mundo 15 millones de dólares, y el 10 % de ese recaudo debe destinarse a los autores colombianos. Sin la Ley Pepe Sánchez, esto se quedaría en otros países.

Grande Pepe!

Octubre 25 de 1881: Nace Pablo Picasso

Nació en la bonita ciudad de Málaga uno de los nombres más importantes de la historia del arte mundial, cofundador del cubismo, tal vez el artista más influyente del siglo XX junto con Salvador Dalí. Fue bautizado como Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Mártir Patricio Clito Ruíz y Picasso. ¡Sí, y 10 nombres más. Un nombre tan grande como su genio.

La vida de Pablo Picasso está llena de mitos, historias dramáticas y fantásticas. Él mismo trató de romancear su vida contando con exageración algunos episodios. Tampoco faltaron los momentos increíbles e improbables que sucedieron tal y como se contaron. El mito de Picasso también se mezcla con problemas prosaicos que involucran a mujeres, hijos, amigos y familiares. No hay dios en Picasso, solo un hombre lleno de pasiones y miedos. Si hay una característica bien patente de este español es la búsqueda constante de ruptura con lo tradicional.

Contaba que su primera palabra fue «piz», que significa lápiz; una historia que probablemente se inventó para decir que el arte y la pintura estaban en su sangre. Su padre también fue pintor, y su primer maestro, pero nunca tuvo el talento que el hijo mostró desde muy temprano, cuya primera pintura conocida la hizo a solo 9 años. Tal vez es una exageración cuando decía que su padre al ver el cuadro se dio cuenta de que no podía enseñarle nada; le dio pinceles y una paleta y dijo que nunca volvería a pintar.

Fue aceptado en la Escuela de Bellas Artes cuando tenía 13, y a esa misma edad expuso por primera vez en público cuando presentó su trabajo en la parte trasera de una pequeña tienda de paraguas. Su primer cuadro de renombre, La primera comunión, lo realizó cuando tenía 15 años, y fue también a esa edad que murió su hermana menor. Muy conmocionado durante su enfermedad, hizo la promesa de sacrificar su gran pasión: nunca volvería a pintar si ella se salvaba.

En 1936, durante la Guerra Civil española, fue nombrado director del Museo del Prado, que en ese momento estaba vacío pues las obras habían sido retiradas y escondidas para su protección, y Picasso como director no realizó ninguna actividad en el cargo. Con el triunfo de Franco juró no volver nunca a España mientras estuviera en el poder, y cumplió su promesa hasta el final de su vida, pues murió poco antes de la muerte de Franco. Durante la ocupación alemana de París en la Segunda Guerra Mundial, los nazis sabían que arrestar o deportar a una celebridad de nivel Picasso causaría un escándalo, pero prohibieron la exhibición de sus pinturas porque «no seguían las pautas del arte». Decía que al ver Guernica, un funcionario nazi le preguntó: ¿hiciste esto?. A lo que él respondió ¡no, fuiste tú!

Picasso podría ser insistente en lo que respecta al amor y las mujeres. Durante mucho tiempo tuvo no menos de cuatro al mismo tiempo; pero no se casó con ninguna otra que no fuera Olga. La relación con sus hijos y nietos fue problemática, y en 1965, cuando Françoise Gilot, madre de sus hijos Claude y Paloma, publicó una biografía, Vivre avec Picasso, estaba tan furioso que dejó de ver a sus hijos, y participó en protestas con varios escritores que lo apoyaron, pero no pudo evitar la publicación.

Los expertos creen que a lo largo de su vida produjo alrededor de 147.800 obras. Sus pinturas fueron robadas más que cualquier otro artista en el mundo. Hay más de 1100 trabajos listados como perdidos o robados hasta el día de hoy, y la obra de arte más cara del mundo jamás vendida es de Picasso: Les femmes d’Alger se vendió en el 2015 por US$179.4 millones en una subasta de Christie.

Fue el primer artista en recibir el honor de celebrar su 90 cumpleaños con una exposición en el Musée du Louvre. Ocho de sus lienzos se exhibieron en una gran fiesta con la presencia del presidente Georges Pompidou, y cuentan que tenía un ratón, una tortuga, un mono y varios perros y gatos. Fue además el artista visual más fotografiado de la historia. Se hacía retratar ante las telas en las que estaba trabajando, y él mismo empuñó la cámara con la misma habilidad que había demostrado con el pincel, para ensayar distintas identidades frente a ella: «Quiero dejar un registro lo más completo posible para la posteridad», decía. Al final, es la camiseta de marinero la que lo dejó en el imaginario colectivo, gracias al impacto de la portada de la revista Life en 1968. Su icónica camiseta de rayas marineras de la que tuvo varias variantes y con la que tantas veces ha sido inmortalizado, era parte del uniforme oficial de la Armada francesa, cuyas 21 líneas horizontales representaban cada victoria de Napoleón. «Así es como elijo ser visto: como un resistente, accesible, y libre».

Octubre 25 de 1912: Nace Benito de Jesús

Nació en Barceloneta el compositor de Nuestro Juramento, La copa rota, Sigamos pecando, ¿Para qué volver? El prolífico músico puertorriqueño que mantenía una sonrisa en todo momento, y que en armonía con su abundante cabellera llena de canas destilaba gestos de ternura. Un Llanto de mar fue el título de la primera composición de Benito de Jesús, pero la cantera de inspiraciones musicales era un tesoro por descubrir.

Era también guitarrista y cuatrista, y su fama comenzó en la década de 1940 con diversas agrupaciones y como solista en cantinas y festividades de pueblo. Su nombre trascendió internacionalmente al son de Nuestro juramento en las voces de Olimpo Cárdenas y Julio Jaramillo, y ha trascendido por más de medio siglo, siendo la canción con la que Charlie Záa logró su internacionalización a mediados de la década de 1990. Nuestro juramento cuenta entre sus versiones con una adaptación al japonés, y una de Juanes. Ese Juramento lo escribió don Benito como prueba de amor a doña Gloria, su fiel esposa y compañera. La primera vez que la vio, contaba, «Era sólo una muchacha de 15 años y yo ya había cumplido 22. Yo le hice una guiñaíta, y pa’ qué fue eso. Ella ahí mismo dijo: ¿Qué se cree este jíbaro? Pero la guiñaíta al final tuvo su efecto». Y en ella encontró su inspiración: «De los artistas a la gente le gusta estar hablando. Cuando salía para San Juan ella me daba un beso antes de irme. Un día la noté un poco triste porque le habían llevado un cuento de que yo andaba con alguien, y cuando me despedí ella quiso repeler el beso. Eso hizo que yo me fuera triste también. Cuando venía de camino en el carro, la primera frase que me salió fue: No puedo verte triste porque me matas. Ya en casa le dije que le iba a componer un tema y se lo comencé a cantar. Se me tiró encima a llorar y lloramos los dos».

Luego vino La copa rota, la canción que después de medio siglo no hay nadie en la industria que pueda decir a ciencia cierta cuánto dinero acumuló en la era dorada de las velloneras cuando un despechado Felipe Rodríguez le daba voz y sentimiento. O cuando 20 años después catapultó a los primeros lugares de las listas a José Feliciano. Y cómo no ser una canción exitosa si habla de un bohemio que se emborracha porque su amada (la ingrata) lo dejó, los celos lo abruman, y ya sin fe, con los nervios destrozados y llorando sin remedio, como un loco atormentado, una noche mordió la copa de vino y se cortó, y la sangre se confundió con el vino tinto, gritó y a todos estremeció. No se apuren, les dice, quiero borrar las huellas de un beso traicionero que la ingrata me dio; y le pide al mozo que le sirva más vino en la copa rota, porque quiere sangrar gota a gota el veneno de su amor.

En el 2004 recibió un emotivo homenaje en Chicago distinguiéndolo como uno de los Puertorriqueños del Año. Un año más tarde la compañía Disco Hit lo honró en el primer volumen de su serie Los grandes compositores de Puerto Rico. Don Beno, como lo llamaban de cariño sus allegados, murió en el 2010, dejando sin duda una huella imborrable entre los amantes de la música romántica del Caribe. Tenía 97 años.

Octubre 25 de 1938: Muere Alfonsina

Murió Tao-Lao, y se le conoce simplemente como Alfonsina, porque la poesía y la muerte la hicieron conocida y casi le robaron el apellido. Una de las poetas más respetadas de Argentina, que indiscutiblemente representa una de las mayores expresiones del pensamiento femenino en Latinoamérica. La más hermosa de las canciones interpretadas por Mercedes Sosa era, es, aquella de Ramírez y Luna que se llama Alfonsina y el mar, un homenaje a esta mujer que murió en forma trágica hace más de 80 años. Una artista cuya desaparición prematura lamentaron todos aquellos que conocían el poder emocional de sus versos.

Su situación económica siempre al límite y sus depresiones marcaron una vida que reflejó con calidad en sus obras hasta convertirla en una de las poetas posmodernas más relevantes de Hispanoamérica. Siempre reconoció ser una mente varonil encerrada en un cuerpo de mujer, a la que tal vez le costó haber nacido mujer; algunos de sus poemas, cínicos e irónicos, expresan su actitud mordaz hacia los hombres. Pero a pesar de los desengaños amorosos que sufrió, de considerar el sexo un estigma, de su nerviosismo hasta la paranoia, y de las depresiones que padeció, dedicó su existencia a luchar contra las desventajas y discriminaciones de las mujeres con una prolífica obra como escritora y periodista. Habló en nombre de muchas mujeres al sugerir que las relaciones entre hombres y mujeres fueran intelectuales y más equilibradas.

Nació en Suiza en 1892 por accidente. El médico de la familia sugirió unas vacaciones cuando el padre empezó a beber y a desatender el negocio familiar de refrescos y cerveza en San Juan. Así que el matrimonio, ya con dos hijos, se fue a Suiza. Cuando Alfonsina tenía cuatro años la familia regresó a Argentina. Era una niña tan distinta que su madre vio en ella cualidades diferentes de las de sus hermanos, y fue a la única a la que escolarizó.

En esos años la madre intentó dirigir una escuela privada con 50 niños, pero el padre decidió que era mejor dirigir un café pequeño en el que la pequeña servía y ayudaba con las tareas de limpieza. Todo falló y las condiciones empeoraron cuando murió su padre en 1906.

Decidida a sobrevivir por ella misma, con 14 años se trasladó a Rosario para estudiar Magisterio. Trabajó en una empresa de gorras, en otra de aceites y también como celadora en una escuela, pero el dinero que le quedaba tras pagar la pensión no le da para vivir, por lo que hacía escapadas a Rosario para cantar en un teatrillo como corista.

En 1923 se convirtió en profesora, y poco después obtuvo una cátedra, pero sus ataques de nervios la obligaron a dejarla. Como ya tenía clara su vocación de escritora publicó sus primeros versos en revistas, pero a la vez sufrió su primer desengaño amoroso con un hombre casado, 24 años mayor que ella, y que además la dejó embarazada. Avergonzada, se refugió en Buenos Aires, y con 20 años, dio a luz a Alejandro. En uno de sus versos había proclamado: «Señor, el hijo mío que no me nazca varón».

Al publicarse su primer libro, La inquietud del rosal, no pocas personas se escandalizaron por el hecho de que una profesora escribiera versos que hablaban abiertamente del amor y de otras vivencias íntimas. Se publicaron quinientas copias por 500 pesos en 1916, cuando era pobre, madre soltera, sin contactos adecuados, y considerada poco atractiva según los estándares de la época. A los 27 años había escrito seis cuentos, dos novelas, y una serie de ensayos, y en la década del 30 conoció a García Lorca, uno de sus referentes.

En el verano de 1935 Alfonsina descubrió que tenía cáncer de mama. Fue operada y, aunque se pensaba que era un tumor benigno, en realidad tenía ramificaciones, por lo que la mastectomía le dejó cicatrices físicas y emocionales. Si siempre había sufrido de depresión, neurosis, paranoia y ataques de nervios, los síntomas de enfermedad se recrudecieron y se recluyó en su apartamento evitando a sus amistades. Contrajo una enfermedad dolorosa que sus amigos se empeñaron inútilmente en combatir. Su carácter cambió y no visitó más a nadie; no permitía que su hijo la besara, y no aceptaba los tratamientos impuestos por los médicos.

En 1937, atormentada por la soledad, comenzó a llamar al mar en sus poemas. El 18 de octubre de 1938 tomó un tren a Mar del Plata y se quedó en un pequeño hotel. Escribió el poema Me voy a dormir y lo envió a la redacción de La Nación. Mientras el público leía su poema, vino el tremendo final cuando tenía 46 años. Desde entonces varias calles llevan su nombre en localidades de Argentina, y hoy en día aparece como una de las 999 mujeres en The Heritage Floor, una obra de arte en el Museo de Brooklyn que muestra nombres de mujeres que han contribuido a la sociedad y la historia.

Octubre 24 de 1957: Muere Christian Dior

Murió en Italia durante unas vacaciones el fundador de una de las marcas de artículos de lujo más representativas del último siglo, el diseñador francés que vistió a gran parte de la alta sociedad, a celebridades como Diana de Gales, (a la que homenajeó en 1995 con un famoso bolso de mano «Lady Dior»), Eva Perón, y la ex primera dama de Francia Carla Bruni. En una entrevista de 1953 le preguntaron ¿Cuál es la reina que más le ha gustado vestir?: «La única reina que vestí fue Eva Perón». De hecho, cuentan que llegó a tener tal afinidad con el glamour de la ex primera dama argentina que tenía un maniquí con sus medidas en su taller.

El de la conocida frase:»Don’t buy much but make sure that what you buy is good», el rey de la elegancia, el Dictador, como muchos lo llamaban con temor y reverencia, desde la infancia mostró interés por el arte. Se licenció en ciencias políticas pues su padre quería que siguiera la carrera diplomática, pero pronto tuvo su propia galería y no tardó en despuntar como ilustrador de firmas de moda; en 1947 abrió su propia tienda en París, e implantó una década de reinado bajo las siglas CD.

Christian Dior era supersticioso: «Llevo colgados dos corazones y una estrella; y siempre guardo un trozo de madera en uno de los bolsillos», y aseguran que no movía un dedo sin consultar con su adivina. No estaba nada contento con su físico. Pese a ello (o por ello), su personalidad y su trabajo eran los propios de un gran provocador. Alguna de las composiciones más míticas de la historia de la moda y la perfumería llevan el sello Dior. Es especialmente conocido el llamado «New Look» de 1947, un estilo de costura para mujer que proponía hombros torneados, cintura de avispa, falda amplia de hasta 20 metros a veinte centímetros del suelo, y tacones de aguja, como punta de lanza de sus rompedoras propuestas. Pese a las críticas, todos sucumbieron ante su innovador estilo. Representaba la elegancia clásica y la vuelta a una imagen femenina, y supuso la recuperación del lujo tras la depresión de la Segunda Guerra Mundial. También fue pionero en el diseño de medias, cosméticos, perfumes, y accesorios, como sus famosos pañuelos y bolsos. Luego llegarían las gafas, los relojes y la alta joyería.

Después de su muerte, la casa Dior ha continuado su actividad con otros diseñadores de gran renombre: Yves Saint Laurent, Gianfranco Ferré, John Galliano. Actualmente el cargo de Director Creativo lo tiene la Italiana Maria Grazia Chiuri, que anteriormente se desempeñaba en el mismo cargo en la firma Valentino. Y en Granville, su ciudad natal, se encuentra la Villa Les Rhums, la casa donde vivió, y que hoy en día alberga el Museo y jardín Christian Dior, exclusivamente consagrado a él, donde se pueden encontrar piezas emblemáticas de sus colecciones, y fue inscrito en el Inventario de los Monuments Historiques de Francia en 1992. Es administrado por la asociación sin ánimo de lucro Présence de Christian Dior con el apoyo financiero de la empresa Dior.

Octubre 24 de 1969: Nace Adela Noriega

Nació como Adela Amalia Noriega Méndez en Ciudad de México, y fue descubierta a los doce años por un cazatalentos mientras estaba en un centro comercial con su madre. Poco después empezó a aparecer en comerciales de televisión y videos musicales. En sus primeras apariciones en telenovelas interpretó a las villanas juveniles. Cuentan que acostumbraba salir de la Ciudad de México cada que terminaba una telenovela y a partir de ahí todos le perdían la pista.

En 1985 recibió un importante premio del periódico el Heraldo, fue nombrada como la debutante del año, y en 1987 ganó el premio Palmas de Oro por su papel protagónico de Quinceañera, considerada como la primera telenovela de corte juvenil, que en el 2008 fue seleccionada en la lista Las 10 telenovelas más influyentes de Latinoamérica.

En 1993 se fue a Estados Unidos y se unió a Telemundo, donde interpretó el personaje principal de la telenovela Guadalupe, que resultó ser un éxito internacional, y curiosamente, en los países árabes. Dos años después se marchó a Colombia para la realización de María Bonita. En 1997 regresa a México y firma un contrato millonario con Televisa, con la que graba María Isabel, una de las primeras telenovelas que muestra la diversidad étnica de México. Por su caracterización del personaje principal recibió el premio TV y Novelas en la categoría de Mejor actriz joven. Luego fue el turno de El privilegio de amar, oficialmente el programa más visto de la televisión mexicana, y un éxito internacional también. En el 2003 fue protagonista en Amor real, una teleserie histórica ambientada a mediados del siglo XIX, que retrata los conflictos de las revueltas de la época postindependiente de México. Tras el éxito obtenido, se convirtió en la primera telenovela publicada en DVD con subtítulos en inglés. Dos años más tarde protagonizó La esposa virgen, una adaptación mexicana de la telenovela colombiana Las aguas mansas. La 12 veces ganadora del premio TV y Novelas está apartada de los reflectores desde hace casi 15 años.

Octubre 24 de 1960: Nace Jaime Garzón

Si viviera estaría cumpliendo 61 años.  ¿En qué andaría Jaime? ¿Dedicado al humor en televisión, radio, teatro, donde le abrieran las puertas? ¿O habría logrado consolidarse como dirigente político o el director de una ONG influyente? ¿Habría desempeñado con éxito la tarea de hacer realidad su sueño, el de abrir espacios civilizados para el diálogo y el debate?

Pero no, la realidad dice otra cosa. E 13 de  agosto de 1999 fue el día que mataron la sonrisa. Quinta Paredes, ese tradicional barrio capitalino que ha hecho carrera en la historia por el centro de eventos Corferias, jamás imaginó que quedaría inmortalizado con la muerte de Jaime Garzón. Alfredo su hermano, en una entrevista no hace mucho, decía que todavía tenía presente la pregunta que en ese momento le hizo su hijo de diez años: ¿Quiénes lo mataron, los buenos o los malos?. Dos décadas después, Alfredo dice tener la respuesta a esa incógnita: «A Jaime Garzón lo mataron los buenos y los malos».

Jaime estudió derecho en la Universidad Nacional, terminó sus estudios pero no se graduó porque sus oficios como funcionario público y sus inicios en la televisión le impidieron escribir la tesis de grado. Colaboró con Andrés Pastrana cuando fue alcalde de Bogotá y luego con el presidente César Gaviria. Una vez redactada la Constitución Política de 1991, una de sus misiones fue traducirla a varios idiomas indígenas. Esa doble función de humorista de televisión y de asesor directo del presidente le permitió conocer de primera mano el funcionamiento del Estado y a varias personalidades de la clase política. Además de estudiante de derecho y asesor de gobernantes, había sido monaguillo.

De todos los personajes que ideó quizá el más recordado por los colombianos sea el irreverente Heriberto de la Calle. El inolvidable embolador que con su lenguaje desparpajado y su sonrisa incompleta entrevistaba a los más reconocidos políticos del país y los ponía en aprietos con sus preguntas socarronas, mientras sacaba brillo a sus zapatos y les manchaba una que otra media. Más que un buen imitador de voces, Jaime interpretaba los personajes de una manera exacta porque conocía su carreta, sus muletillas, su verborrea. Además, era ante todo un excelente actor y contador de historias con grandes dotes de pedagogo: «Más que criticar el poder, lo que uno hace es tratar de enseñarle a la gente que tiene derechos, que el país no es propiedad de ellos».

En agosto de 2017 la Universidad Pedagógica Nacional le otorgó de manera póstuma el Doctorado Honoris Causa en Educación.

Octubre 24 del 2002: Muere Hernando Casanova

Hace 19 años se nos fue «el culebro», el mítico Eutimio Pastrana Polania, el marido más fiel de la TV colombiana; un opita de esos echao pa’ lante con un sentido del humor fabuloso. Considerado uno de los precursores de la comedia en Colombia, su versatilidad como actor lo llevó a convertirse en uno de los máximos iconos no sólo de la comedia, sino de la interpretación. Con su personaje Eutimio Pastrana Polania, el hombre virgen, buen hijo y eterno enamorado de Rosalbita, alimentado con la idiosincrasia de su pueblo Huilense, Hernando Casanova se convirtió en una de las figuras más representativas e influyentes de la historia de la Televisión colombiana.

Fue el hijo de Blanca Casanova y Guillermo Escobar, que rechazó la paternidad, y en consecuencia fue registrado con el apellido Casanova. Desde muy pequeño mostró fascinación por el mundo del entretenimiento. Contaba que con 11 años se escapaba del colegio para ir al circo: «Me enamoré de una pelaita que era equilibrista de un circo donde la única fiera era el burro, y para poder verla le conseguía pasto al burro». En 1961 entró a la Infantería de marina porque se enamoró de una pelada a la que le gustaba el uniforme. Sin embargo, a los dos meses, y prestando servicio en Buenaventura, desertó: «Me dió mamitis. No era el cuento mío». Al poco tiempo se entregó y fue trasladado a Bogotá para realizar un curso de suboficiales. Allí poca labor hizo como militar, pero realizó con los soldados varias obras, tríos musicales, y hasta pasarelas. A finales de los años 60s al país estaba llegando desde Argentina El Club del clan. Se presentó, y después de intentar en varias oportunidades logró entrar. Pero el sueño de ser cantante se acabó pronto porque según él, «la pinta y la voz de tarro no me dejaron». Fue entonces que terminó en Yo y Tú, donde su debut fue algo más bien malo pues los nervios se apoderaron de él: «Era mi primera actuación en televisión, en ese entonces en vivo y en directo, y me tomé una pastilla para los nervios, por lo que cuando fui a hablar, no pude pronunciar palabra. Interpretaba a un barman, y el vaso que sostenía temblaba como una campana». Sin embargo, Alicia del Carpio le dio otro papel, un cobrador de electrodomésticos. En una ocasión el actor Ángel Alberto Moreno se confundió al intentar decir «Doña Alicita, ahí viene el de las culebras», y lo llamó «El Culebro». El apodo quedó inmortalizado para la historia, y encontrada su verdadera vocación, empezó a trabajar en varios seriados paralelos. Cómo no recordarlo en Sábados felices. En 1975 durante la grabación de La Mala Hora, sufrió un accidente automovilístico del cual se salvó de milagro y en el cual perdió la vida Guillermo Gálvez. Entró en una fuerte depresión. Pacheco lideró con sus colegas constantes visitas para sacarlo de la crisis. Lo lograron, y volvió con más fuerza a la pantalla chica.

Inolvidable Las señoritas Gutierrez. En cine debutó en 1971 en la Película Taciturno, uno de los primeros Wéstern Colombianos, y en 1980 participó en Cien años de infidelidad. En 1981 trabajó en el largometraje Canaguaro, que obtuvo una mención especial del jurado en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana. Al año siguiente trabajó en La agonía del difunto, ganadora de dos premios en el Festival Internacional de Cine de Cartagena. En 1983 inició su debut en Don Chinche y en El Show de Jimmy. Con la muerte de Jimmy el trabajo empezó a decaer. Si bien tiempo después intentó re inventar el Show, ninguna programadora atendió su solicitud. Después de dos años de ausencia en la televisión volvió a una continuación de Don Chinche, pero la serie no levantó cabeza y terminó en 1991. En el 2015 sus hijos arrojaron sus cenizas al río Magdalena cumpliendo así su último deseo, después de trece años de su muerte, y empezaron la producción de un largometraje documental sobre su vida titulado «El Culebro: La historia de mi papá», que cuenta la vida del actor desde la perspectiva de su hijo menor. La película se estrenó en el 2017 en Eureka Festival Universitario.

Octubre 24 del 2007: Muere Rodolfo Aicardi

Murió el cantante magangueleño que reemplazó al Loco Quintero en Los Hispanos, una indeleble banda sonora en toda Colombia e Hispanoamérica, creadores de un sonido que nuestro país exportó en los años sesenta, y transformó, sin siquiera imaginarlo, la música en otros países de habla hispana con temas como Una lágrima por tu amor, Boquita de caramelo, La colegiala, Susana, Tabaco y ron, Así fue que empezaron papá y mamá.

Marco Tulio Aicardi Rivera, Rodolfo, con su particular timbre de voz, y debido a su versatilidad, incursionó en muchos géneros musicales tanto tropicales como románticos, y en todas sus variantes, como la Ranchera mexicana y las Zambas argentinas. Realizó grandes giras internacionales promovido por Discos Fuentes, visitando a México, Estados Unidos, toda Centroamérica, toda Sudamérica, y parte de Europa.

La función en el Teatro Olimpia de París en 1981 fue la gira más recordada en el viejo continente: cuando la banda interpretó La Colegiala se llevó las palmas del público francés. Con ése y muchos temas más pasó por Italia, Bélgica, y parte de Asia, visitando el Japón, países donde las interpretaciones fueron aplaudidas por oriundos de esos países y no sólo por connacionales.

En el siglo XXI regresó a la vida artística, presentando canciones del pasado y el cover de Juanes «A Dios le pido». Murió tras sufrir graves problemas de salud que apagaron su sonrisa y segaron su voz. Pero como un eco sigue resonando, pues está presente cada día en el bus, el taxi, las orquestas, los billares, los bares y griles, las discotecas, las ceremonias y fiestas, en cada baile, con su voz, que se reconoce a kilómetros. Por eso Rodolfo no ha muerto, siempre está ahí flotando en la conciencia colectiva de nuestro continente, marcando con su voz nuestra historia, nuestras tristezas y alegrías, y también nuestra forma de identificarnos, sea desde el chucuchucu, hasta la balada o los boleros. Su partida fue un serio golpe para Discos Fuentes, quien le rindió un homenaje con un DVD que contiene el testimonio de su vida. Y Diego Londoño, un escritor y periodista colombiano enamorado de la música, crítico musical del periódico El Colombiano, escribió una biografía sobre él con prólogo de Carlos Vives.

Octubre 23 de 1919: Nace Rodrigo Arenas Betancourt

Nació en Fredonia el creador del Bolívar desnudo de Pereira. A lo largo de su vida Rodrigo Arenas Betancourt se desempeñó en diversos oficios. Siendo niño fue agricultor, más tarde en su pueblo y en muchos lugares de América y Europa fue tallador de Cristos, cartero, ayudante y obrero de escultores y muralistas; ayudante de escenografía en los Estudios Azteca de México; maestro, profesor, colaborador, reportero y escritor de revistas nacionales y extranjeras; fotógrafo de arquitectura y, principalmente, escultor.

Fue asesor artístico de la Universidad de Antioquia, ministro consejero de la Embajada de Colombia ante el gobierno de Italia, y fundador y profesor de la Escuela de Artesanías Ciudadela de México. En México vivió unos 25 años y fue allí donde en 1956 realizó su primera obra en formato de diez por diez metros, que a comienzos de los años sesenta fue ubicada en la Plaza de Bolívar de Pereira.

Mucha tinta corrió cuando entregó su Bolívar desnudo. Hubo entonces censuras y críticas. Pero esa escultura del Libertador portando una tea incendiaria y a horcajadas sobre un potro desbocado, empezó a ser observada y admirada como un símbolo. También hizo polémica su Cristo moreno que fue llevado a San Benito (Sucre), donde lo llamaron Cristo cachaco. Después vendría una amplia serie de monumentos.

Desde los años cincuenta dedicó su vida a trabajar monumentales esculturas encargadas por el gobierno y grandes empresas del país. Hoy día muchas de ellas son puntos de referencia e identidad de ciudades. En Colombia y México han sido ubicadas en plazas, parques, pueblos y universidades. El maestro nunca abandonó el trabajo, ni siquiera cuando se enteró de que su vida iba a terminar. Comenzó una serie de esculturas que llamó Los amantes y que quedó completamente terminada. Junto con una escultura monumental para la Clínica Las Américas de Medellín, fueron sus últimos trabajos en la escultura.

Su hija, que se había trasladado desde México los últimos años para trabajar a su lado, contaba: «Para mi padre no existían ni el día ni la noche, y podía pasar dos días sin dormir. Podían ser las doce de la noche o la una de la mañana, aún así se levantaba, se tomaba unos whiskys y se ponía a trabajar. Yo me tenía que levantar con él porque había que seguirle el ritmo. Él nunca pudo estar quieto, por mal que estuviera, cogía un lápiz y dibujaba o escribía para expresar lo que llevaba dentro».

Antes de morir, en Mayo de 1995, Rodrigo Arenas Betancourt llamó a su amigo Otto Morales Benítez: «Me dijo, hermano, lo llamo para despedirme. Yo sabía que estaba enfermo pero le dije: para dónde te vas? Él dijo: es que ya cumplí el itinerario mío, y entonces uno se despide de los amigos. Le respondí: tú no te mueres porque tu obra está en el viento, en el aire, en la calle; le está diciendo a los colombianos cómo deben soñar, cómo deben pensar, cuál es el futuro. Tu mensaje es eterno, nunca vas a desaparecer, hasta luego, adiós hermano». Un homenaje hoy y siempre a nuestro gran Maestro!

Octubre 23 de 1940: Aniversario del “Rey Pelé”

Hoy el más grande futbolista de todos los tiempos, elegido Atleta del Siglo XX, el jugador, para muchos, perfecto, cumple 81 años. Estamos hablando de Pelé.

Mucho antes de la pandemia, las limitaciones de movilidad ya habían frenado el ritmo de los eventos sociales en los que participaba: «Yo estoy bien. Tengo mis días buenos y malos, esto es normal para la gente de mi edad. Sigo aceptando mis limitaciones físicas de la mejor manera posible, pero tengo la intención de mantener la pelota en marcha».

En su carrera hizo historia en el fútbol. En su vida, participó en películas, compuso música, y se involucró en varias controversias. A los nueve años, en una historia muy conocida, prometió que ganaría un mundial para su padre. Edson Arantes do Nascimento no siempre se llamó Pelé, sino Edson en honor al inventor Thomas Alva Edison. Solo llegó a ser llamado Pelé en la escuela, porque pronunció mal el nombre de uno de sus ídolos del fútbol, ​​el portero Bilé.

En febrero de 1958 fue nombrado Rey por primera vez. En un partido en el Maracaná, el joven 10 del Santos anotó cuatro goles, y un periodista escribió una crónica donde lo clasificó como el rey del fútbol. Pero ser el mejor jugador de todos los tiempos no impidió que recogiera tarjetas rojas. Fue expulsado en trece partidos con la camiseta del Santos. Además nunca jugó en un club europeo, algo impensable para los grandes jugadores de hoy.

Pelé siempre estuvo conectado a la música. Compuso canciones: la más conocida es «ABC», grabada en 1998 como parte de la campaña Brasil em Ação, que fomenta la alfabetización. Uno de los mayores misterios que rodea la carrera de Pelé es el armario de Vila Belmiro, sede del Santos FC. Después de que el rey se retiró, nunca más lo abrieron, solo él tiene la llave y Santos ya informó que nunca lo tocará ni revelará el contenido del gabinete. El propio Pelé dijo que allí no hay mucho guardado, pero sigue siendo un misterio.

Además de la música y el fútbol, fue actor en películas como «Escape to Victory» que tiene a Sylvester Stallone en el reparto, y su vida es tema de documentales, como «Pelé Eterno» y «Pelé: El nacimiento de una leyenda». También vendía productos, y tenía comerciales históricos, como el de Viagra, donde pronunció la famosa frase: «Habla con tu doctor, yo hablaría».

El nombre más grande del deporte nacional en Brasil se convirtió en ministro en 1995 e hizo historia al ser el primer hombre negro en asumir un puesto de alto rango en la política de su país. En su cargo creó la Ley Pelé, donde liberó a los jugadores de ser propiedad de clubes. Siempre ha enfrentado controversias sobre sus posiciones ideológicas y sociales. «El brasileño no sabe votar» solía decir. Y sufrió críticas porque siempre asumió la postura de que, aunque estaba muy ofendido con la afición contraria por los actos racistas, nunca luchó contra eso, y prefirió solucionarlo sólo jugando su buen fútbol.

Fue galardonado como Caballero de la Corona Británica en 1997 por la Reina Isabel II, su admiradora, que fue a Brasil para verlo jugar en el Maracaná en los años 60, y a pesar de no haber ganado el Balón de Oro, premio al que en aquella época podían optar futbolistas europeos, en el 2014 la FIFA le concedió el FIFA Balón de Oro honorífico por su gran trayectoria.

«Quiero que me reconozcan en la vida. Brasil es uno de los pocos países del mundo donde el ídolo solo es bueno después de su muerte».

Octubre 23 del 2001: Steve Jobs lanza el iPod

El día que Steve Jobs se metió a todo el mundo en el bolsillo. La compañía de la manzana presentó al mundo un dispositivo que  tenía las dimensiones de una baraja de cartas, contaba con FireWire, y tenía un disco duro de 5GB capaz de almacenar «1.000 canciones en tu bolsillo». Fue hace 20 años cuando Steve Jobs subió al escenario del Apple Town Hall en Cupertino y mostró un dispositivo con el que podíamos llevar una completa biblioteca de música en la comodidad de nuestro bolsillo. En ese momento, el iPod original salió a la venta por un precio de 399 dólares.

«iPod es un reproductor de música MP3, tiene música con calidad de CD y reproduce todos los formatos populares de música. Lo más importante es que puede contener mil canciones. Este es un salto cualitativo, porque para la mayoría de las personas es toda su biblioteca de música. ¿Cuántas veces has salido a la carretera con un reproductor de CD y has dicho, Oh Dios, no traje el CD que quería escuchar. Tener toda la biblioteca de música contigo en todo momento es un gran paso. Y lo bueno de iPod es que toda la biblioteca de música se adapta a tu bolsillo. Algo nunca antes posible. Escuchar música nunca volverá a ser lo mismo», dijo Steve Jobs en el lanzamiento.

De acuerdo con una historia que un ex empleado de Apple contó alguna vez, cuando los ingenieros hicieron el primer prototipo del iPod, Steve Jobs lo observó y lo revisó. Finalmente lo rechazó porque era muy grande. Los ingenieros le explicaron que era un gran invento pero que era imposible hacer que fuera más pequeño. Steve se quedó en silencio por un momento, luego caminó hacia una pecera y lo tiró al agua. El dispositivo llegó al fondo y salieron burbujas de él. Entonces dijo: «Esas son burbujas de aire. Eso significa que hay espacio adentro. Háganlo más pequeño».

Octubre 22 de 1906: Nace Baldor

Nació el matemático, profesor, escritor y abogado cubano a quien Fidel Castro expropió su escuela, su casa, y trató de encarcelar.

Aurelio Baldor, portador de un apellido que significa «valle de oro», el autor del libro que más terror despertó en los estudiantes de bachillerato de toda Latinoamérica, no nació en Bagdad. Nació en La Habana, y su problema más difícil no fue una operación matemática, sino la revolución de Fidel Castro. Esa fue la única ecuación inconclusa del creador del Álgebra de Baldor, un apacible abogado y matemático que se encerraba durante largas jornadas en su habitación armado de lápiz y papel para escribir un texto que desde 1941 aterrorizaba y apasionaba a millones de estudiantes. El libro más consultado en los colegios desde Tijuana hasta la Patagonia, y que permanece en la memoria de tres generaciones.

Los Baldor vivían en las playas de Tarará en una casa grande y lujosa que aún existe y la administra el Estado cubano. Hoy hace parte de una villa turística para extranjeros que pagan cerca de dos mil dólares para pasar una semana de verano en las mismas calles en las que Baldor se cruzaba con el Che Guevara, que vivía a pocas casas de la suya, en el mismo barrio. Ocupaban una posición social privilegiada y se esmeraban en distribuir justicia social por medio de becas en el colegio.

Aurelio era el educador más importante de la isla durante los años cuarenta y cincuenta. Fundó y dirigía el Colegio Baldor, una institución que tenía 3.500 alumnos y 32 buses en una exclusiva zona residencial. «Un hombre tranquilo y enorme que pasaba el día ideando acertijos matemáticos», recuerda su hijo Daniel, que vive en Miami, y evoca a su padre caminando con sus 100 kilos de peso y su proverbial altura de 1.95mt por los corredores del colegio, siempre con un cigarrillo en la boca, y su álgebra bajo el brazo.

En 1959 los hombres de barba que luchaban contra Fulgencio Batista se tomaron La Habana. No pasaron muchas semanas antes de que Fidel fuera personalmente al Colegio y le ofreciera la revolución al director. «Fue a decirle a mi padre que la revolución estaba con la educación y que le agradecía su valiosa labor de maestro; pero ya estaba planeando otra cosa. Los planes tendría que ejecutarlos Raúl Castro, y una tarde envió a un piquete de revolucionarios hasta la casa con la orden de detenerlo. Sólo una contraorden de Camilo Cienfuegos, quien defendía con devoción de alumno su trabajo, lo salvó de ir a prisión». Pero apenas un mes después la familia se quedó sin protección, pues Cienfuegos, en un vuelo entre Camagüey y La Habana, desapareció en medio del mar. «Nos vamos de vacaciones para México, nos dijo mi papá. Nos reunió a todos, y como si se tratara de una clase de geometría nos explicó con precisión cómo teníamos que prepararnos. Mi padre era un hombre que no dejaba traslucir sus emociones, pero ese día algo misterioso en su mirada nos decía que las cosas no andaban bien, y que el viaje no era de recreo». Llegaron a la capital azteca: «Además del dolor del destierro, mi padre cargaba con otro temor: el dinero que llevaba le alcanzaría apenas para algunos meses. Doce años atrás había vendido los derechos de su álgebra a una editorial mexicana, y había invertido el dinero en su colegio». La lucha empezaba. Se quedaron 14 días en México y después se trasladaron a Nueva Orleáns, donde se encontraron con el fantasma de la segregación racial. La nana, una mulata cubana, tenía que separarse de ellos si subían a un bus o llegaban a un lugar público. Aurelio no soportó el trato y decidió llevarse a la familia a Nueva York, donde consiguió alojamiento en Brooklyn. La aristocrática familia estaba condenada a vivir en el exilio, mientras que la junta revolucionaria declaraba la nacionalización del Colegio Baldor y la expropiación de la casa. Hoy se llama Colegio Español y en él estudian 500 estudiantes pertenecientes a la Unión Europea. «Ningún niño nacido en Cuba puede pisar la escuela que mi padre había construido para sus compatriotas». Lejos de la patria trató de recuperar su vida. Fue a clases de inglés junto a sus hijos, y al poco tiempo ya dictaba una cátedra en un College. Con los años había dejado atrás las dificultades económicas. Sin embargo, no pudo ser feliz fuera de Cuba. «No lo fue en Nueva York como profesor, ni en Miami donde vivió su retiro acompañado de mi madre. Jamás recuperó sus fantásticos cien kilos y se encorvó poco a poco. El exilio le supo a jugo de piña verde. Mi padre se murió con la esperanza de volver. Se fumó su último cigarrillo el 2 de abril de 1978. A la mañana siguiente cerró los ojos, murmuró la palabra Cuba por última vez, y se durmió para siempre». Y sus siete hijos, quince nietos y diez biznietos, siempre supieron que a Aurelio Baldor lo mataron la nostalgia y el destierro.

Octubre 22 de 1943: Nace Catherine Deneuve

Nació la Gran dama. La actriz que afirma: «Una mujer debe ser inteligente, tener encanto, sentido del humor y ser amable. Son las mismas cualidades que deben tener los hombres».

Catherine Deneuve debutó en la gran pantalla a los 14 años. Musa del Cine francés, la moda y la fotografía, es considerada una de las mujeres más bellas del cine mundial, con más de un centenar de películas, interpretación de bellezas misteriosas y distantes, varias portadas de las revistas de moda más reconocidas, y siempre preocupada por mantener una imagen cuidada, pero no demasiado; siempre que pisa una alfombra roja luce impecable, elegante, con un estilo sofisticado sin ningún esfuerzo aparente.

En las entrevistas no oculta su malestar con los paparazzi y los fanáticos de las selfies:»Todo el mundo quiere hacer esas horribles llamadas selfies; me pregunto por qué la gente quiere estas fotos».

Cuando fue invitada a visitar la capital del cine indio para recibir un premio a su carrera, expresó su desconfianza con este tipo de homenajes: «Es agradable, pero en algunos casos, puede parecer un entierro de primera».

Dice que admira a jóvenes actrices como Cameron Diaz, sin embargo, no le preocupa tener una mayor presencia en Estados Unidos y no tiene planes de rodar en Hollywood: «Ya me han ofrecido propuestas que no me parecieron más interesantes que las que tengo en Europa, y no tengo motivos para rodar en Estados Unidos simplemente porque están en inglés». Candidata al Oscar de 1993 por su papel en Indochina, dijo en ese entonces que estaba feliz de haber sido nominada al premio, a pesar de tener una actitud muy particular al respecto: «Si quieres recibir un Oscar, o al menos ser nominado, tienes que trabajar duro y estar muy presente en Estados Unidos para conocer gente y hacer una especie de cabildeo. No tengo el lobby necesario para ganarlo».

Una vez fue musa de Yves Saint Laurent y citó su relación con él como la historia de amor más hermosa de su vida. «Nos escribimos a menudo. La llamo mi dulce Catherine, y ella me envía rosas de colores pálidos», fueron las palabras de Yves Saint Laurent hablando una vez de ella.

Y si Catherine Deneuve es una conocedora del estilo en la moda, las joyas también encajan naturalmente en ella. Ama más las piedras y los diseños delicados que las piezas grandes y atrevidas; ha sido una coleccionista  de joyas a lo largo de su vida, incluido un collar de esmeraldas colombianas de casi 27 quilates. Actualmente es embajadora de buena voluntad de la Unesco e inspiración para una nueva generación que no quiere dejar que su nombre se desvanezca.

Octubre 21 de 1813: Muere Mercedes Ábrego

Una casaca de paño azul con rojo bordada con hilos de oro y lentejuelas, y ser informante del general Francisco de Paula Santander y de Simón Bolívar, condenaron a muerte a Mercedes Ábrego, heroína y mártir de la Independencia de Colombia que, aunque murió sin ver su sueño de libertad hecho realidad, dio la vida y pasó a la historia que aún no se termina de escribir, sobre el protagonismo de las mujeres en los siglos XVIII y XIX, épocas cruciales para la construcción de los cimientos de nuestro país.

Desde el inicio de la Guerra de Independencia, doña Mercedes Reyes Ábrego, que es el verdadero nombre de la heroína de Cúcuta, manifestó su entusiasmo y apoyo a los patriotas, y militaba entre las personas que trataban por todos los medios posibles conseguir el derrocamiento del yugo español. Ella manifestó con decisión su apoyo a la causa patriótica, y con sus contactos secretos mantenía informadas a las tropas del general Francisco de Paula Santander sobre los movimientos del ejército realista.

Hija natural de Doña María Inés Reyes Ábrego, nació entre 1770 y 1775 y fue educada por monjas que le enseñaron el oficio de la costura y el bordado. Se casó y enviudó muy joven, quedando al cargo de tres hijos. Por ese tiempo había en San José de Cúcuta dos Mercedes Reyes: una la heroína y otra Mercedes Reyes Azúa; para distinguirlas se acostumbró llamarlas Mercedes Ábrego y Mercedes Azúa. Desde entonces se le llama simplemente Mercedes Ábrego.

Su hacienda fue el centro de operaciones en el cual jóvenes y adultas no solo asistían a un taller de costura, sino que bordaban las banderas para los cuarteles, y escudos que serían portados por los hombres del libertador. Cuando los patriotas y simpatizantes de la causa de la emancipación celebraron la liberación de Cúcuta, ella se apresuró a manifestar al libertador su complacencia por la victoria, y le ofreció bordarle una casaca para lucirla en sus acciones guerreras. Bolívar luciría orgulloso el uniforme azul con bordados de oro y lentejuelas que le hiciera la matrona cucuteña cuando entró triunfante a Caracas después de la Campaña Admirable que le dió la libertad a su país.

Acusada de conspiradora y ayudante de las tropas patriotas, fue detenida en su casa de campo en octubre de 1813 y llevada a la cárcel de la Villa donde estaban también detenidos los más importantes y connotados patriotas del lugar. Allí, el infame Ignacio Salas ejecutó con sus compinches el degüello inmisericorde de todos los detenidos el 21 de octubre de 1813, en las horas de la tarde. Todos los sacrificados fueron despojados de sus ropas. A Doña. Mercedes Reyes también la desnudaron y la cubrieron en parte de los hombros y pecho con su blanco fustán. Recibió los correspondientes oficios religiosos en la capilla, y dos de sus hijos presenciaron su muerte. No me importa la vida, sino la patria ¡Viva la patria!, fueron las últimas palabras que salieron de su boca. En su honor, en Cúcuta está el Instituto Técnico Mercedes Ábrego cuyo lema es: «Cada día más Alegres, más Fraternos, más Competentes»

Octubre 21 de 1833: Nace Alfred Nobel

Nació el descubridor de la dinamita, con cuya patente conseguirá una enorme riqueza a la vez que un cierto complejo de culpabilidad por el mal y destrucción que su invento puede causar a la humanidad. Aunque hoy su apellido es casi sinónimo de prestigio y concordia, en vida estuvo asociado a algo bien distinto: el poder destructivo de la dinamita. En la actualidad su nombre sobrevive en varias compañías, como Dynamit Nobel y AkzoNobel.

Alfred Nobel nació en una familia de notables químicos e inventores, y desde joven se destacó por dos habilidades notables: la química y los negocios. Pero también tenía habilidades literarias y escribía poesía. Su obra Nemesis, salvo tres ejemplares, fue destruida por ser considerada escandalosa y blasfema. En 1857 obtuvo su primera patente por un medidor de gas, y se dedicó a estudiar a fondo todo lo relacionado con los explosivos. En total registró 355 patentes: el freno automático, el caucho y la seda sintéticos, entre otros. A los 30 años creó su propia fábrica de nitroglicerina en Estocolmo, y se especializó en la investigación de este inestable compuesto, lo que le permitió en 1867 presentar oficialmente la dinamita.

Según algunos historiadores, la motivación para estipular en su testamento la creación de la Fundación Nobel surgió de un error: en 1888 murió su hermano Ludving, y la prensa, confundiéndolos, publicó un encabezado que decía: «El mercader de la muerte ha muerto: el Dr. Alfred Nobel, quien se hizo rico al encontrar maneras de matar a más gente más rápido que nunca antes, murió ayer».

Esa sensación de que el uso práctico de sus descubrimientos apoyaba más la aniquilación que a la construcción de una vida mejor, le generó la idea de destinar la mayor parte de su fortuna a alentar los esfuerzos de aquellos hombres y mujeres que trabajaran en favor de la humanidad. Se calcula que su fortuna en el momento de su muerte era de 33.000.000 coronas, de las que legó a su familia apenas 100.000. El resto fue destinado a los Premios Nobel, sobre lo que dijo: «Tengo la intención de dotar después de mi muerte un gran fondo para la promoción de la idea de la paz, pero soy escéptico en cuanto a sus resultados».

Octubre 21 de 1925: Nace Celia Cruz

Si hablamos de los personajes más famosos de Cuba, hay una cantante que destaca entre los grandes. La Reina de la salsa, la Guarachera de América, es entre las cantantes, no sólo de Cuba sino de toda América Latina, uno de los pilares de la cultura musical; su fama trascendió fronteras y hasta a los sitios más lejanos llegó su voz.

A ciencia cierta no se sabe el año de su nacimiento porque ella guardaba muy bien el secreto, y fue la segunda hija de un trabajador de los ferrocarriles y ama de casa. Por ser una de las mayores de tres hermanos se encargaba de cuidar a los más pequeños, y una de sus funciones era hacerlos dormir cantándoles canciones de cuna. Fue ahí donde su madre se dio cuenta de que su hija Úrsula Hilaria Celia Caridad Cruz Alfonso había nacido con un don.

Valiéndose de su increíble talento cantó para un turista que fascinado al ver a una pequeña con tremendo poderío de voz decidió comprarle unos zapatos. Así fue como empezó a cantar para otros turistas, y además observaba por las ventanas los bailes y las orquestas de los cafés. Su sueño era verse un día en un escenario.

Celia tenía el apoyo incondicional de su madre, pero no el de su padre, que quería que estudiara para ser maestra, y así lo hizo. Pero justo en el último año de carrera el corazón pudo más que la razón, y dejó los estudios para dedicarse a lo que siempre soñó: la música. Entró a estudiar en el Conservatorio Nacional de Música, y en un principio cantaba y bailaba en las fiestas populares y participaba en programas de radio para aficionados, donde siempre obtenía premios simbólicos como un pastel o una cadena de plata; pero fue por su interpretación del tango Nostalgia en una emisora que recibió 15 dólares de pago, y ese sería el inicio de su trayectoria.

La década de los 50 fue la época dorada de la música cubana, y fue cuando logró su gran éxito con Cao cao, maní picao;  pero fue Burundanga la que la hizo salir de Cuba hacia los Estados Unidos, por la que recibió su primer disco de oro. En esta época Cuba sufrió un cambio radical cuando se instaló la dictadura castrista y las cosas empezaron a tomar otro color, por lo que la banda en pleno decidió abandonar el país antes de que la situación fuera más complicada.

En 1960 después de muchas luchas burocráticas consiguieron por fin el permiso para presentarse en México. Marcharon hacia el país Azteca y su corazón sabía que se iba sin retorno. En 1962 se casó con el primer trompetista de la Sonora Matancera, Pedro Knight, con quien luego de tres años de matrimonio decide abandonar la orquesta y empezar su carrera como solista con él como su representante. Ese mismo año se convirtió en la primera mujer hispana en presentarse en la famosa sala de conciertos Carnegie Hall en Nueva York, y en 1994 recibió la Medalla Nacional de las Artes, el mayor reconocimiento dado a un artista en los Estados Unidos, de manos del entonces presidente Bill Clinton. También ganó tres Grammys, cuatro Latin Grammys y le otorgaron tres doctorados honorarios.

Aunque confesaba nunca haber aprendido a hablar inglés, se convirtió en una artista muy popular no sólo entre los latinos. En 1998 lanzó su disco Mi vida es cantar del que salió uno de los éxitos que la identifico desde entonces, La vida es un carnaval. Si bien en cierto que Celia tenía un género muy marcado, eso no impidió que experimentara en otros.

Cantó al lado de cantantes como Lola  Florez y Gloria Stefan, cantó tango y rock, y acompaño a cantantes muy dispares. Murió en el 2003 rodeada de una multitud. Se fue una grande, y aunque en Cuba estaba prohibido tocar y escuchar su música, los isleños sabían que se iba una defensora de sus derechos, que se iba lo más grande que salió de la Habana, que siempre será recordada por su inolvidable grito: Azúcar!

Octubre 21 de 1949: Muere la Madre Laura

Murió la primera Santa colombiana. (No somos país de santas). Por su tenacidad, perseverancia y entrega, la Madre Laura es considerada una mujer ejemplar pues fue una líder en épocas en que las mujeres no tenían voz.

Laura Montoya Upegui nació en Jericó en 1874, y después de la muerte de su padre, un médico y comerciante asesinado durante la guerra civil cuando ella tenía solo 2 años, su madre crío a sus tres hijos en la pobreza extrema. Primero pensó en hacerse carmelita cuando a los 16 años su familia la envió a estudiar para ser maestra. Su profesión de maestra la puso en contacto con muchas poblaciones de Antioquia, hasta que se sintió llamada a realizar «La Obra de los Indios», una obra heroica al servicio de los indígenas de los bosques de América. Un sacerdote amigo le presentó la situación de esas comunidades y a partir de ahí se dedicó a informarse. Viendo que muchas poblaciones indígenas lejos de los centros urbanos vivían ignorantes de la fe cristiana, apoyada por el obispo de Santa Fe de Antioquia decidió fundar la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena, para llevar la luz del Evangelio a los habitantes del bosque, a lo que la mayoría de los sacerdotes habían renunciado.

Pidió ayuda a las Congregaciones religiosas, pero todas le responden que sus reglas no les permiten dejar sus hogares por esos lugares inhóspitos donde ella quiere llevarlos. Decidida, se dirige al recién electo presidente colombiano, su compatriota de Medellín Carlos Restrepo, quien la recibe, le confía que su propio padre era defensor de los indígenas y le promete su ayuda. Con cinco de sus discípulas, y su madre Doloritas Upegui, formó el grupo de Misioneros catequistas de los Indios que el 5 de mayo de 1914 partió de Medellín hacia Dabeiba, un pequeño pueblo al pie de los Andes, abriendo camino en el bosque.

A principios de agosto llegaron a pesar de los pájaros de mal agüero que, en su camino les presagiaron «muerte con esos salvajes». En el pequeño pueblo las condiciones eran duras: Laura y sus compañeros se instalaron en un presbiterio antiguo, casi en ruinas. La pequeña comunidad de mujeres, que ya se llaman «Madre» y «Hermanas», se pone manos a la obra y a las dos semanas pudieron abrir una escuela. Hubo desengaños: las religiosas despertaron la desconfianza de los caciques. Pero como buena maestra, Laura supo cómo encontrar las palabras para derribar barreras y se comprometió con la comprensión de la cultura india.

Su método misionero criticaba a las otras escuelas de la época que predicaban una catequesis que incluía el abandono de la cultura y la lengua nativa como paso fundamental en la cristianización. Fruto de su trabajo, su joven Congregación fue reconocida en 1916 por el Obispo de Antioquia. Más tarde, nueva desilusión: el pequeño pueblo fue desprendido de la diócesis de Antioquia y confiado a una prefectura apostólica cuya superior, una carmelita, quería obligar a las monjas a hacerse carmelitas. Sin embargo, después de varios años de combate, las religiosas lauritas pudieron continuar. Enferma, se retiró en 1940 a Medellín, donde solo se movía en silla de ruedas, lejos del bosque y de sus queridos indios. Después de toda una vida de servicio, murió allí. A su muerte su Congregación contaba con 90 Casas en tres países, y 467 monjas. Ahora están trabajando en 19 países de América, África y Europa.

Las hermanas Lauritas la describen como «Una mujer sencilla, con ingenuidad de niña y sumamente humilde». Están seguras que se hubiera opuesto a todo el barullo que se armó por su santificación porque «Ella siempre quiso pasar desapercibida. Para ella, los más importante de toda la creación eran los indios y los más desvalidos».

Las palabras del Papa Francisco durante la ceremonia de canonización fueron: «La santa Maura Montoya fue un ejemplo de evangelización, primero como maestra y después como madre espiritual de los indígenas, a los que enseñó la esperanza, acogiéndolos con ese amor aprendido de Dios y llegando a ellos con una eficaz pedagogía de respetar su cultura y no se contraponía a ella».

Octubre 20 del 2004: Muere Francisco Bedoya

Murió el músico y cantante colombiano que integró durante cuatro decenios con Eladio Espinoza el dueto Espinosa y Bedoya, considerado junto con los de Garzón y Collazos y Obdulio y Julián como los mejores duetos colombianos de una larga época de mediados del siglo XX.

Francisco Bedoya era oriundo del municipio La Ceja del Tambo en el cercano Oriente antioqueño, y nació en 1915. El dueto se conformó a mediados de 1945 y ya en 1947 estaban registrando sus primeras grabaciones en el sello RCA Víctor.

Cuenta la historia que al principio no fue muy bien acogido el ensamblaje de sus voces, hasta que alguien en la RCA les propuso cambiar de lugar. Desde ese entonces Espinosa fue primera voz y Bedoya, segunda. Sin duda alguna el dueto fue determinante en la consolidación del bambuco y el pasillo en el gusto popular colombiano, especialmente en Antioquia y el Eje Cafetero.

Es indudable que sus voces recias le dieron carácter al sonido andino hecho en Antioquia, y ayudó a conformar, junto con varias agrupaciones colegas, la genealogía de la música para dueto en el país. Con todo y eso algún historiador les lanza un pequeño dardo al decir que con ellos, ese espíritu del que hablaba quedó cojo, porque fueron quienes primero abjuraron del tiple como acompañador indispensable del aire musical del bambuco.

En efecto, prefirieron ejecutar la guitarra y dejar de lado al tiple, lo que, si bien desentonaba con los cánones establecidos por duetos como Obdulio y Julián, les permitió pasearse cómodamente por géneros de otras latitudes, como el vals ecuatoriano y el bolero.

Espinosa y Bedoya sumaron 40 años de carrera con algunas interrupciones en las buscaron cada uno por aparte a otros solistas para acompañarse. Sin embargo, estaba claro que la magia la hacían los dos, y por eso siempre regresaban para ser vitoreados no sólo en escenarios nacionales sino también durante las giras que hicieron por Venezuela, Perú, Ecuador y los Estados Unidos.

Octubre 20 del 2014: Muere Óscar de La Renta

Murió en Connecticut el diseñador de modas que alcanzó la fama internacional en la década de 1960 como uno de los diseñadores de Jacqueline Kennedy. Un dominicano cuyo trabajo, la combinación del lujo europeo con la comodidad estadounidense, ayudó a establecer los estándares de vestimenta elegante entre los miembros de la alta sociedad, las primeras damas estadounidenses, y las celebridades de la alfombra roja, durante una carrera que se extendió por casi 50 años.

Vistió a grandes celebridades como Madonna, Penélope Cruz, Sarah Jessica Parker, Cameron Diaz, Shakira, y Michelle Obama, entre muchísimas más. Entre sus últimas creaciones notables está el vestido de novia de tul marfil que usó la abogada británica Amal Alamuddin cuando se casó en el 2014 con el soltero más codiciado de Hollywood, el actor George Clooney. La marca de De la Renta también producía ropa masculina, accesorios, perfumes y porcelana fina.

Óscar Arístides de La Renta Fiallo nació en Santo Domingo en 1932 en una familia prominente, y desde muy joven manifestó su interés por la pintura, idea ampliamente favorecida por su madre pero que no convencía por completo a su padre. Para demostrarle que su interés por las artes plásticas era genuino, ingresó a la Academia de Bellas Artes de Santo Domingo a los 15 años en horario vespertino, ya que por las mañanas asistía a su escuela secundaria. En la academia fue el estudiante más joven pues sus compañeros ya habían completado sus estudios de secundaria. Luego recibió una educación internacional en moda.

A los 18 años abandonó República Dominicana para estudiar pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Con el transcurso del tiempo su padre dejó de enviarle dinero para sus gastos debido a su desinterés en dedicarse a la empresa familiar, lo que le colocó en apuros económicos. Para obtener ingresos dibujaba ilustraciones de trajes de alta costura para periódicos y casas de moda, lo que le permitió llegar a ser aprendiz de uno de los modistos más reconocidos, Cristóbal Balenciaga, a quien consideraba su mentor.

En 1961 se instaló un tiempo en París, antes de mudarse a Nueva York, donde en 1965 fundó su propia empresa homónima. La etiqueta de De la Renta llegó rápidamente a representar el lujo casual para las mujeres de la alta sociedad, muchas de ellas amigas de su entonces esposa Françoise de Langlade, editora de French Vogue, entre las cuales se posicionó sin dificultad. Ganó atención a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970 por sus colecciones de inspiración gitana y rusa, que insinuaban la sofisticación cosmopolita que caracterizaría su producción creativa en las siguientes décadas.

Sus colecciones siempre fueron claramente modernas, pero también tenían un toque romántico, una calidad femenina, una paleta de colores vibrantes, delicados estampados de seda, el uso de volantes, y siluetas suaves. Quizás sea mejor conocido por sus vestidos de noche, que a lo largo de los años se convirtieron en elementos básicos del guardarropa de su clientela leal de la alta sociedad y celebridades.

Aunque se instaló en Nueva York también comercializó su trabajo en América Latina, donde se hizo muy popular, y permaneció activo en su natal República Dominicana, donde sus actividades caritativas y logros personales le valieron la Orden del Mérito Juan Pablo Duarte y la Orden de Cristóbal Colón.

Activo en la comunidad de la moda estadounidense, se desempeñó como presidente del Consejo de Diseñadores de Moda de América por muchos años, y fue el primer diseñador estadounidense en recibir un puesto senior en una casa de alta costura francesa cuando, en 1993, se convirtió en diseñador jefe de Pierre Balmain.

Demostrando la longevidad de su carrera, ganó el premio CFDA Womanswear Designer of the Year en el 2000. Aunque luchó contra el cáncer durante los últimos ocho años de su vida, su imperio de la moda prosperó; su negocio creció un 50% durante ese período, y sigue siendo un diseñador muy codiciado.

Octubre 20 del 2014: Muere Alberto Piedrahita

Colombia despidió al gran hombre de la radio y la televisión. Un periodista que le puso mucha pasión a lo que hizo. El caballero de la radio. Alberto Piedrahíta Pacheco nació en El Líbano Tolima: «Modelo 31, soy campesino tolimense, me desayuno con calentao y agua de panela, y los fines de semana me pongo alpalgartes».

Llegó a Bogotá en 1948 para entrar a la radio, que era su sueño. En una emisora del centro, la Panamericana, lo contrataron de cobrador, donde ganaba 40 pesos mensuales y rápidamente empezó a ascender. Se volvió hincha de Millonarios, y su larga carrera de más de 50 años incluyó muchas vueltas a Colombia, Clásicos RCN, vueltas de la Juventud e innumerables clásicas regionales.

Transmitió en las épocas en las que: «El estado de las carreteras era terrible, todas destapadas; no se encontraba un solo centímetro de pavimento. Los hoteles no eran de cinco estrellas, sino de cinco cucarachas».

También hizo incontables transmisiones de fútbol, entre otros deportes. Fútbol, el mejor espectáculo del mundo, fue la primera ventana al fútbol internacional en la TV colombiana, con socios como Fernando González Pacheco, otro de sus grandes amigos. Son inolvidables sus participaciones en Pase la tarde, La barra de las 13, que cerraba siempre con una frase: «Nunca pierda la dulzura de su carácter», y La luciérnaga, donde su voz inconfundible acompañaba, contaba historias y hacía chistes. Además, era maestro de ceremonia de eventos, y también hizo cine.

En 1964 con Juan Harvey Caicedo participó en la cinta El río de las tumbas. Hizo muchas cuñas en agencias de publicidad, a las que consideraba como un paso muy importante para la gente que se inicia en la radio y la tv, «porque la publicidad es creatividad». Hombre culto, de buena dicción, cuentan que todos los días madrugaba. A las 7 a.m. siempre estuvo en su oficina, elegantemente vestido (elegancia que heredó de su padre, según decía), para montar papel en la máquina de escribir porque no le gustaba el computador. Y todos los sábados iba a la peluquería.

Su voz maravillosa era admirada por todos y se oía por todas partes. Lo llamaban el Padrino por haber apadrinado a un buen número de figuras de la radio en sus comienzos; entre ellos se cuenta Pedro González, Don Jediondo, quien entre una de las mil anécdotas recordaba: Algún día de temporada taurina, mandó a su empleado de más confianza a que le comprara dos boletas para una corrida. El hombre, diligente como siempre, lo hizo y se las entregó. Pero el lunes siguiente lo regañó: «Yo llegué a sentarme en primera fila y empezaron a mandarme para arriba, a la última hilera. Es que yo lo mandé a comprar dos entradas a toros, no dos salidas», le dijo. «Me voy a morir de pena moral», le dijo a Edgar Artunduaga la noche que celebraron los 80 años de Hilda Strauss. Se le veía destrozado, agobiado, ante la muerte reciente de su esposa. «Es una tortura, me despierto y la veo al frente, me pasa toda la película de nuestra vida, no tengo paz». Sus hijos para ayudarle lo sacaron de la vieja casa que habitó la familia, y vivía en un pequeño apartamento. Pero decían que se fue consumiendo en una profunda tristeza, de la cual no quería salir.

Alberto Piedrahíta Pacheco perteneció una generación en la que se hacía una radio bonita y entretenida, con magníficos locutores, cultos, respetuosos, autodidactas, estudiosos, brillantes, de fino humor, que convirtieron la radio colombiana en la mejor del continente.

Octubre 19 de 1913: Nace Vinicius de Moraes

En Rio de Janeiro nació uno de los compositores musicales más famosos de la tierra brasileña y uno de los fundadores del movimiento musical Bossa Nova en la década de 1950. Fue escritor, poeta, periodista, cantante, crítico de cine, diplomático y mucho más. En resumen, uno de los grandes nombres de la cultura brasileña en el siglo XX. Vinicius de Moraes creó una serie de memorables producciones literarias y musicales, y es coautor nada menos que de «Garota de Ipanema», un himno de la música popular brasileña.

También conocido como pequeño poeta, era hijo de un poeta y una pianista. La poesía comenzó a fluir temprano en sus venas, y a los nueve años comenzó a escribir poemas para una niña. A los 15 compuso sus primeras canciones y a los 16 se graduó con una Licenciatura en Artes en el Colegio. Se matriculó en la carrera de Derecho y se graduó en 1933, año en el que publicó su primer libro.

A partir de la década de 1930 comenzó a asistir a los círculos literarios y bohemios de Río de Janeiro, y en 1938 ganó una beca para estudiar literatura inglesa en Oxford University. Luego fue diplomático en Estados Unidos, Francia y Uruguay.

Los que convivían con él decían que era una persona dócil, cariñosa, no solo con las mujeres sino también con sus amigos, y que le gustaba usar las palabras en diminutivo. Era alegre, amistoso y tenía un gran sentido del humor. Desde joven se adhirió al estilo de vida bohemio, despreocupado, poco convencional, con hábitos irreverentes, y le resultó fácil hacer amistad con grandes nombres de la literatura, la música y el cine, como Pablo Neruda y Orson Welles. También le encantaba cocinar, le gustaba fumar y beber whisky, del que dijo que era «la bebida más noble», y la definió como la mejor amiga del hombre. «Es el perro embotellado», solía decir.

Romántico y seductor, entre versos y estrofas conquistaba a las mujeres, y se casó nueve veces. Amigos de la época afirmaban que cuando se enamoró fue siempre de verdad. La mayoría de sus poemas hablan de amor, mujeres y amigos. En julio de 1980 fue encontrado en su casa sin vida, por su compañero musical Toquinho.

Octubre 19 del 2011: Muere “La Nena” Jiménez

El humor colombiano perdió a una de sus mayores exponentes. Partió al cielo de los contadores de chistes, donde debe estar haciendo reír a más de un ángel, la precursora del humor picante, la humorista antioqueña que dejó un gran legado por sus célebres chistes verdes.

Durante cuatro décadas fue la reina del humor picante en Colombia y sus chistes verdes y sin ninguna vergüenza hicieron sonrojar a todo un país. Una ametralladora de humor cuyos chistes trascendieron fronteras y llegaron a Ecuador, Venezuela, España y Panamá. Con sus cuentos se presentó en El Show de Cristina, Sábado Gigante y Don Francisco. «Esto es lo que me gusta hacer. No importa lo ajetreado de la agenda, siempre tengo ganas de salir a hacer humor».

A la Nena Jiménez la piratería la hizo famosa. En los años 70 una grabación con sus chistes, hecha por Discos Fuentes y que nunca editó, se filtró al público. Sus cuentos subidos de tono llegaban a todas las latitudes del país, así que en 1974, la misma casa discográfica la llamó para producir su primer álbum, Chistes de color.

Nació en Medellín en 1929, y Amparo Peláez, una de sus grandes amigas, contaba que desde pequeña le gustaba «mamar gallo» y le tomaba el pelo a todo el mundo; y que siempre tuvo mucho éxito con los hombres, en particular con los jóvenes.

La Nena llegaba muy puntual, vestida con su abrigo de piel, con decenas de anillos, pulseras, collares y aretes. Sin apuntes y sin libreto disparaba chiste tras chiste, sin parar, sin dudarlo. Su memoria era prodigiosa. Conectaba una historia con otra.

«El 98 por ciento de los hombres son infieles, el 2 por ciento son mentirosos. Pero acuérdese que el hombre miente y la mujer finge, y ahí estamos empatados».

Decía que le tenía pánico a montarse en los aviones, pero cuando lo hacía no suspendía su rezo del Rosario. Claro está que, con los vacíos, interrumpía sus oraciones con decenas de madrazos a lengua limpia. Contaba que en su familia había reinas de belleza como Claudia Helena Vásquez, ex señorita Colombia y esposa de Carlos Vives, y que sus rutinas subidas de tono le costaron el matrimonio, pues su esposo no concebía que ella divirtiera al público con obscenidades. Además de su gracia para contar historias, la Nena hacía reír por las palabras rebuscadas que usaba para salir de términos incómodos. Existe una especie de Diccionario para entender sus chistes:

Amortiguador: Un amante clandestino.

Tupirle al miriñaque: Tener sexo.

Octubre 18 de 1926: Nace Chuck Berry

Nació uno de los pioneros del rock and roll, ese sonido liberador, electrizante, que puso patas arriba al mundo occidental a mediados del siglo XX. El guitarrista catalogado como uno de los mejores de todos los tiempos. El padre del rock and roll para muchos. Un ícono que ayudó a crear todo un género musical y lo estableció como una forma musical mundial que unió al mundo de negros y blancos.

La historia de Chuck Berry es compleja, su estatus de leyenda es innegable y él mismo es, quizás, insustituible. Era enérgico, sexual, moderno, imparable. De pie, de rodillas, deslizándose por el escenario con su icónica «caminata de pato», o presumiendo con otros movimientos salvajes, era diferente a todo lo que la gente había visto antes. Hacía todo tipo de posiciones retorcidas mientras se ajustaba al micrófono, sacudía su guitarra, o ambas cosas. Una de sus mayores hazañas fue que era tanto un ícono estadounidense como un negro. A finales de la década de los 60 era una estrella, una leyenda.

Nació en una familia de clase media que le dio tiempo para las artes. La música lo llamó desde joven, y su primer roce con la ley también ocurrió cuando era estudiante de secundaria. Después del debido tiempo en un centro de detención se casó, tomó un curso de peluquería y cosmética, y logró abrir un salón de belleza y liderar un trío de blues con el que tocaba los fines de semana. Sin embargo, tuvo que trabajar en la línea de montaje de General Motors para mantener a su familia.

La grabación de Maybellene en 1955, que vendió 1 millón de copias, fue una de las primeras en sintetizar a la perfección lo que se convertiría en el ritmo del rock an roll. Abrió un club nocturno llamado Berry’s Club Bandstand en 1958 que terminó iniciando el desmoronamiento del héroe. Hasta este punto de su vida había hecho todo lo posible para llegar a la cima. Un hombre negro se había convertido en el rostro de un nuevo género de música que se estaba apoderando del país, pero también haría todo lo posible para deshacerlo.

En 1959 fue arrestado por transportar a una niña apache de 14 años a través de las fronteras estatales con fines inmorales. Después de una serie de juicios y apelaciones cumplió un año y medio de prisión. Mientras estaba tras las rejas, los Beatles hicieron versiones de sus canciones y las convirtieron en éxitos. Era conocido por estar siempre de gira sólo, acompañado únicamente por su guitarra Gibson. Cada vez que llegaba a una ciudad buscaba y encontraba una banda que pudiera tocar sus éxitos. Podía ser jactancioso y repulsivo, incluso admitió haber recopilado sus historias sexuales para un posible libro. «Tengo una computadora llena», dijo en una entrevista con «Rolling Stone» en el 2010. A fines de la década de 1980 compró y dirigió un restaurante.

Varias mujeres lo demandaron en 1990 alegando que había instalado una cámara de video en el baño de mujeres. Se defendió diciendo que era para atrapar a un empleado que robaba, y finalmente llegó a un acuerdo extrajudicial con un total de 59 mujeres. Estaba convencido de que la policía lo acosaba por su asociación con mujeres blancas.

Su música era tan importante que un panel de científicos de la NASA decidió incluirlo en gente como Beethoven, Stravinsky y Mozart. La grabación de «Johnny B. Goode» se lanzó al espacio exterior como parte de Voyager Golden Records cuando se lanzó la nave espacial en 1977. Elvis, los Beatles y los Stones regrabaron un total de 18 canciones diferentes de Chuck, y en 1986 se convirtió en miembro inaugural del salón de la fama del Rock and Roll y fue elegido por la revista Rolling Stone como el quinto mejor artista musical de todos los tiempos.

Chuck Berry se basó en la historia negra de la música y la lanzó hacia el futuro y, a pesar de todos sus defectos personales, sus creaciones e influencia impactaron positivamente a millones de personas. Murió en el 2017, y sí, su legado es complejo, su leyenda es innegable, y él mismo es quizás, insustituible.

Octubre 18 de 1931: Muere Thomas Edison

Murió el hombre que patentó más de mil inventos, pero no todos inventados por él.   Inventor empírico y autodidacta, a los 11 años asistía a la biblioteca pública y comenzó a aprender por su cuenta, y ya con 12 era un niño precoz que tenía toda clase de conocimientos. No concluyó sus estudios y sin embargo se convirtió en la mente creadora de inventos que contribuyeron a facilitar la vida del hombre moderno y transformar las costumbres y los hábitos de consumo.

Se calcula que realizó un invento cada 15 días en su vida de adulto. Thomas Edison no inventó la primera bombilla. El canadiense Matthew Evans inventó la primera bombilla incandescente en 1874, cinco años antes de que vendieran la patente a Edison por 5000 dólares. Edison sin embargo la mejoró. Los Hermanos Lumiere registraron el cinematógrafo en 1894.

El invento de las imágenes en movimiento causó un gran revuelo y el inicio de una industria que el avispado Thomas Alva Edison vio venir. Por ello compró la patente, y así fue como la industria del cine se instaló en Hollywood: los cineastas estaban tratando de alejarse de Thomas Edison con sede en Nueva Jersey donde tenía los derechos.

Algunas curiosidades para recordarlo:

En 1859 consiguió un empleo como vendedor de periódicos en la empresa Grand Train Railroad, en donde instaló un laboratorio de química y una imprenta en un vagón del tren.

Tenía tatuado el famoso patrón de los 5 puntos en el antebrazo. De hecho, el instrumento que utilizan hoy en día los tatuadores es una evolución de una pluma que inventó Edison en 1876.

En 1877 sugirió el uso de la palabra «hola» como saludo telefónico. Parece ser que la idea se tuvo en cuenta. En 1920 dijo a la revista Scientific American que estaba trabajando en un aparato para hablar con los muertos, pero hasta la fecha no existe ningún reporte de que lo haya conseguido, pero sí de que muchos pensaron que estaba loco.

Lo que quizás no supo es que en 1901 un antropólogo en Siberia grabó unas voces extrañas durante un ritual de la tribu Tohouktchi con un invento patentado por él: el fonógrafo. Una de las razones por las que lo creó era grabar las últimas palabras y los deseos de las personas que mueren. En 1967 se encontró en el cajón del escritorio de su secretaria la primera grabación que realizó en 1888. No sólo le gustaban las muñecas, sino que además tenía intención de realizarlas en serie con una característica: que fueran parlantes, electrocutó a Topsy, un elefante de circo, para probar que la corriente alterna era peligrosa, y según su propia hija Marion, propuso matrimonio a su esposa utilizando el código morse.

Cuentan que el empresario Thomas Edison sólo dormía un par de horas y para lograrlo tomaba una sustancia que combinaba vino con cocaína; y existe el rumor de que tanto Nikola Tesla como Thomas Edison rechazaron el Premio Nobel Física porque se negaron a compartirlo ya que tanto el uno como el otro se desacreditaban continuamente. Y para completar, Henry Ford almacena el último aliento a su amigo Thomas Edison en un tubo de ensayo que en la actualidad se exhibe en el museo Ford.

Octubre 18 de 1960: Nace Van Damme

Nació el bailarín belga que supo salir de sus adicciones y de la lista negra de Hollywood. Una de las estrellas de acción más famosas del cine mundial.

Conocido por su famosa patada voladora que daba cuenta de su habilidad para las artes marciales, Jean-Claude Van Damme comenzó a practicar desde que era un tímido y flacucho niño en su país natal. Con la idea firme de hacer carrera en Hollywood vendió flores en las calles y montó su propio gimnasio, lo cual le permitió ahorrar para viajar a Los Ángeles en los años 80 cuando ya había alcanzado el título de Míster Bélgica gracias al cuidado de su cuerpo, después de ser bailarín y luchador de kickboxing. Tiene un récord internacional de 18 victorias y solo 1 derrota como luchador de kickboxing.

Una vez en California trabajó como taxista, instructor de karate, chofer, masajista y guardaespaldas hasta que llegó el golpe de suerte: le presentaron a Chuck Norris. «Los estadounidenses son grandes. No tuve ninguna pelea, gracias a Dios. Fui un buen idiota, simpático y no ocurrió ningún incidente», decía sobre sus inicios. Pero alcanzar la fama en la industria del cine le trajo un alto costo.

Fue durante una noche de sobredosis en un hotel de Hong Kong que tocó su punto más bajo: «Estaba muriendo. Vi mi cuerpo en el suelo. Sentí frío, sentí calor, sentí miedo. No me sentía hombre ni mujer», recordaba en una entrevista de 1998 sobre el momento en que decidió dejar de consumir cocaína. «Y luego volví a ese sobre, ese cuerpo con esa alma, y dije: Estoy listo. Sé lo que es la muerte tras la vida». Quien mire el cuerpo de Jean-Claude Van Damme no cree que el protagonista de El gran dragón blanco esté cumpliendo 61 años. Cuenta que entrenó duro en cuarentena y le encanta mostrar en sus redes sociales su salto de bíceps y tríceps que impresiona a los fanáticos.

Con más de 40 películas en su currículum, también es un acérrimo defensor de los derechos de los animales, y ahora, a los 61 años, puede presumir de haberse sobrepuesto a varias etapas oscuras y de seguir teniendo un papel destacado en Hollywood.

Octubre 18 de 1967: Muere Luis Eduardo López

Murió en Bogotá un médico antioqueño que fue calificado como uno de los mayores humanistas de su época. La extensión y variedad de su obra, los largos listados de cargos y asociaciones en importantes Academias, los reconocimientos y condecoraciones nacionales e internacionales, son los rasgos sobresalientes en las referencias a su vida y obra.

Luis Eduardo López de Mesa nació en Don Matías en 1884 y tenía ascendencia española e inglesa. Se educó bajo la protección intelectual de su tío, el obispo Antonio López de Mesa, en cuya biblioteca se acercó al conocimiento de la historia. Se desempeñó como telegrafista de la pequeña ciudad cuando apenas tenía doce años, y cuando se graduó de bachiller se trasladó a Bogotá para estudiar medicina en la Universidad Nacional, donde se graduó, y donde entre 1912 y 1916 se desempeñó como profesor e impulsó varias reformas para promover esta institución como motor de desarrollo. Luego se especializó en psiquiatría y psicología en la Universidad de Harvard, y entre 1918 y 1922 vivió en Europa donde realizó estudios en Inglaterra y Francia.

En 1934 durante la administración de Alfonso López Pumarejo fue nombrado ministro de Educación. Desde este cargo impulsó su programa Cultura Aldeana, que recogía la idea de elevar el nivel cultural del pueblo colombiano a través de la educación en las zonas rurales. Con esa idea creó la Biblioteca de Cultura Aldeana, que aspiraba a llevar a todos los rincones del país lo mejor de la cultura y la ciencia. No se trataba exclusivamente de mejorar la instrucción académica en los establecimientos de enseñanza, sino de transformar el ámbito social y cultural de la comunidad, revolucionando sus hábitos, instaurando la práctica de la lectura y la discusión.

Cuando renunció al Ministerio en 1935 dejó de lado este proyecto pero no abandonó el interés por temas educativos, como la presencia de profesores extranjeros en Colombia, la fundación de normales rurales, la introducción de nuevas cátedras y la reforma humanística del bachillerato. La cultura fue el objeto de la mayoría de sus escritos, siempre relacionada con el aspecto biológico y geográfico y el problema de las razas. Su idea de la raza estaba muy ligada con la actitud que asumió frente al panamericanismo. Apoyaba la idea de que la unidad y solidaridad continental debía darse a través del panamericanismo y no de un reconocimiento de las distintas expresiones y valores culturales de cada nación.

En 1938 fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores por el presidente Eduardo Santos, y uno de los asuntos en que intervino como ministro fue la política de inmigración. Se opuso a la penetración de judíos en el territorio nacional emitiendo una orden a los cónsules en el que sostenía: «Considera el Gobierno que la cifra de cinco mil judíos actualmente establecidos en Colombia, constituye ya un porcentaje imposible de superar, a pesar de los sentimientos humanitarios que naturalmente inclinan la acogida benévola de las minorías raciales hoy perseguidas. Esto hace necesario que los cónsules bajo su jurisdicción se opongan a la visación de nuevos pasaportes a los judíos».

Algunos historiadores lo califican de racista y reaccionario, pero los defensores recalcan que esas acciones fueron efímeras y se enmarcaron en un contexto permeado por el antisemitismo que existía en el mundo. En 1906 publicó El libro de los apólogos, donde encontramos entre muchos, el Apólogo del amor: «El hombre y la mujer, con las fundamentales dotes de lo humano, son, sin embargo, fragmentos nada más de un solo ser que el amor conjuga para la armonía de los valores morales, para el complemento de la felicidad y el consuelo de cierta soledad interior que percibimos».

Octubre 17 de 1997: Muere Montecristo

Murió en Medellín el padre de la risa, el decano de los humoristas colombianos, un hombre que hizo historia con sus programas radiales y fue considerado el mejor del continente en su género. Su programa radial, El café de Montecristo, tuvo tanto éxito que tenía cuatro emisiones al día.

Guillermo Zuluaga nació en Medellín en 1924, y quería ser médico como el papá. En una entrevista dijo que lo logró, que él curaba a muchas personas, pero con su risa. También quería ser cantante. Solamente cursó hasta tercero de bachillerato: «Yo era muy malo para el estudio: yo estudiaba por orden alfabético, y soy Zuluaga. Era el último».

A los 16 años entró al Ejército, donde interpretaba las cornetas y los tambores en las bandas marciales. Y allí ocurrió su nacimiento como humorista: estaba estudiando en un colegio militar en Palmira, y cuando estaban entregando las menciones de honor, llaman a «don Guillermo», y él empieza a remedar a los compañeros y al comandante del batallón. Dentro de los asistentes estaba un personaje de Cali que después del acto le preguntó si deseaba trabajar con él, y eso le abrió las puertas para hacer lo que mejor sabía hacer, alegrarle la vida a las personas por medio de la risa.

Cuando evidenció su talento para las imitaciones decidió viajar a Cali. Era 1943 y fue ahí donde empezó y acabó su ilusión de ser cantante: iba a presentarse en un programa para aficionados y lo pusieron a cantar junto con un hombre que tenía una guitarra, «con tan tan mala suerte que el guitarrista arrancó por un lado y yo por otro. Nos vinimos a encontrar a la salida de la emisora cuando nos botaron a los dos».

Un día le pidió a su padre que lo llevara al lugar donde había nacido; sentado en el parque para observar a todas las personas del pueblo fue de donde nacieron los personajes que imitaba en su programas; dio vida a inolvidables personajes como Montoño (el típico bobo de pueblo), Montecristico (el niño precoz), Montecristote (afeminado), Montecrisñato (el tartamudo), Montecristeso (un malandro) y Montecrispucho (el vicioso).

Durante las décadas de 1950 y 1960 fue un éxito absoluto, y fue considerado como el mejor humorista de América Latina. Su nombre artístico se lo debe a su amigo Miguel Ruiz, quien asoció su estridente estilo para vestirse con la pintoresca figura de Montecristo, el personaje de la novela de Alejandro Dumas. En forma de reconocimiento, en el Municipio de El Santuario hay un museo en su honor con los diferentes trofeos, disco de plata, y muchas de las 200 condecoraciones que se calcula que le otorgaron durante su vida artística. Además también hay imágenes ó fotografías con varias artistas internacionales

El Gran Montecristo así definía lo que el hacer humor significaba para él: «El humor para mí, y para definirlo con unas palabras muy utilizadas, es una cosa seria y delicada. Está uno a una distancia muy pequeña del ridículo si uno no se sabe cuidar. Para mí ha sido una cosa muy grande en la vida, nada me da tanta satisfacción como ver a la gente reir».

Octubre 17 del 2007: Muere Germán Espinosa

Murió en Bogotá un escritor patrimonio de la humanidad. Considerado como uno de los escritores latinoamericanos más relevantes, su labor como periodista la empezó desde muy joven, pero fueron sus versos y novelas los que le dieron fama y reconocimiento. La Tejedora de Coronas, su más célebre obra, publicada en 1982, fue reconocida por la UNESCO como obra representativa de las letras humanas.

Germán Espinosa, el escritor que decía que «La vida de un hombre no debe ser sino la suma de sus instantes felices», nació en Cartagena en 1938 y fue adicto a las letras desde niño. Y del niño que coleccionaba tiras cómicas de Mandrake, que vendió lotería, que leía el periódico y luego lo rearmaba para venderlo a un centavo, pasó a leer libros en la biblioteca de su abuela, donde comenzó a mezclar el rigor de la cultura europea con el alboroto caribeño. Publicó a los 16 años su primer libro de versos, «Letanías del crepúsculo», cuya temática erótica escandalizó a los directores del Colegio Mayor del Rosario, por lo que lo expulsaron. Después de ese poemario vendrían otros 40 títulos, entre cuentos, novelas, más poemarios, ensayos y piezas de teatro. Todo eso mientras ejercía de periodista, editor, traductor, profesor universitario, e incluso diplomático.

Empezó a publicar sus cuentos cuando se unió a la mesa del Café Automático que presidía el maestro León de Greiff, por el que sentía gran admiración y quien fue una de sus grandes influencia poéticas, entre las muchas que contribuyeron a hacer de él uno de los escritores más cultos de Colombia.

En la década del 60 su escritura prolífica obtuvo gran reconocimiento en todo el continente latinoamericano, recibiendo entre muchos, los elogios de Mario Vargas Llosa. Algunas páginas políticas, y por tanto polémicas, le trajeron naturalmente contrariedades y contratiempos; fue fugaz redactor de El Tiempo, pero en compensación lo llevaron durante el gobierno de López Michelsen a dar una mirada al mundo real como cónsul general de Colombia en Kenya, y consejero de la embajada en Yugoeslavia. En el 2004 fue designado miembro de la orden de las artes y las letras por el gobierno de Francia.

Para el final de su vida se dedicó de tiempo completo a su obra, que acumula libros de diversos géneros y han sido traducidas al francés, inglés, alemán, italiano, y algunos al chino y al coreano. Sobre su interés por el arte de escribir dijo que «La intención era un poco derruir el mito de la purificación a través de la literatura. El escritor tiene que seguir escribiendo porque nunca lograba alejar para siempre sus demonios. Lo más que puede hacer es mandarlos a paseo una temporada, hasta que de repente vuelven a aparecer como un espanto, y no hay más remedio que volver a escribir».

Octubre 16 de 1854: Nace Oscar Wilde

Nació en Irlanda el escritor que celebró su muerte con champagne, una de las plumas más enigmáticas del siglo XIX. Su tumba está llena de marcas de lápiz de labios, las redes sociales repletas de frases célebres, y su figura cargada de leyendas. Un gran genio de la literatura y una vida intensa, llena de extravagancias y percances. Un personaje tan enigmático como el de su gran obra, El retrato de Dorian Gray. Oscar Wilde vivió poco, 46 años, pero lo suficiente para dejar varias anécdotas curiosas.

Cuentan que en vida dio muestras de una personalidad molesta para la época. Fue un tipo ingenioso y respondón, pero se convirtió en una celebridad. Después le acusaron de todo: de plagiador, sodomita, excéntrico, alcohólico y de llevar la ficción a unos límites dudosos. Llegó a ser un tipo incómodo incluso para los compañeros de oficio. Muy famosa es su no-conversación con Sarah Bernhardt, la actriz de teatro más famosa de su tiempo: ¿Le molestaría mucho que me fumara un cigarrillo?, le preguntó ella. De ninguna manera, le respondió él. Tampoco me ofendería si decide usted quemarse por completo.

Diseñó personajes memorables, pero hay quien dice que su mayor invención fue él mismo, un hombre peculiar en las formas y en el fondo. Le gustaba estudiar y tenía predilección por los estudios griegos y romanos. Incluso se graduó con honores en un prestigioso College en Dublín, y luego en Oxford.

Fue editor de una revista para mujeres llamada Woman’s World, en la que escribió varios cuentos. Hizo un cambio en la revista, que empezó a ocuparse del comportamiento humano, cuando la mayoría de publicaciones de ese tipo en ese momento hablaban solo de moda y sombrerería. Sin embargo cultivaba una forma de vida excéntrica y a menudo se vestía con ropa cara, lo que llamó la atención de casi toda la sociedad de la época. Cuando tenía 30 años se casó con una rica mujer inglesa, Constance Lloyd, con quien tuvo dos hijos. Desde el nacimiento de su segundo hijo la relación entre ellos se volvió distante, y él vivía más en hoteles que en su casa.

En 1895 fue condenado a dos años de prisión por el delito de «indecencia grave». El motivo de su condena fue la tormentosa relación con el poeta Alfred Douglas. Luego del encarcelamiento Constance cambió su apellido y el de sus hijos para mantenerse al margen del escándalo, y aunque lo visitó alguna vez en la cárcel, se negó a enviarle dinero a menos que rompiera relaciones con su amante, y más tarde lo obligó a renunciar a sus derechos de paternidad.

Su paso por prisión lo deterioró física y mentalmente, y sintiéndose abandonado al salir de la cárcel, se trasladó a París, donde comienzó a cultivar una vida más sencilla y a escribir bajo el seudónimo de Sebastian Melmoth.

Todavía hoy no está claro de qué murió, lo que no deja de alimentar las leyendas en torno a su figura. Muchas teorías sobre su muerte copan blogs y páginas de todo tipo. En efecto, la leyenda más cruda en torno al tema es una relacionada con los últimos días, quizá horas, de su vida: «Oscar Wilde pidió champán, y en un momento de lucidez y consciente de su ruina económica, dijo: Estoy muriendo por encima de mis posibilidades».

Lo que sí está claro que sus textos siguen presentes en la memoria y las bibliotecas de muchos lectores, y su cuerpo descansa en el cementerio Père Lachaise de París, siendo uno de los más visitados por los turistas. La tumba fue restaurada recientemente. La grasa del lápiz de labios de las miles de marcas de besos que dejaban las fanáticas penetraba en la piedra, que se corroía con cada limpieza. La restauración fue pagada por el gobierno irlandés.

Octubre 16 del 2005: Muere Sabú

En Ciudad de México murió Héctor Jorge Ruiz, el cantante argentino que grabó más de 15 discos, registró más de 200 canciones, tuvo 27 discos de oro y 7 de platino, y cantó en 6 idiomas: español, francés, inglés, italiano, japonés y portugués.

Conocido con el nombre artístico de Sabú, nació en Buenos Aires en 1950 y cuando tenía 6 años murió su madre. Cuando tenía 9 su padre se volvió a casar, y ante el desafecto de su madrastra empezó a trajinar por las calles con su hermana hasta que fueron acogidos por otra familia. ​Allí convivió con quienes él llamaría siempre sus hermanos del corazón, Juan Carlos, Luisito y Eduardo.

Empezó a jugar en las divisiones inferiores de Boca Juniors, y mientras tanto trabajaba para mantenerse: vendía periódicos, lustraba zapatos y trabajó como vigilante nocturno en diferentes empresas, hasta que fue contratado por la importante casa de ropa Modart, que necesitaba modelos para su colección juvenil. En ese momento utilizaba el seudónimo de Giorgio. En una oportunidad, luego de un desfile, fue invitado a cantar. Por casualidad se encontraban presentes dos importantes productores discográficos. Uno de ellos le ofreció la oportunidad de grabar un sencillo, pero le disgustaba el seudónimo Giorgio, así que le pidió que eligiera otro: «El seudónimo de Sabú lo saqué del personaje de la película El ladrón de Bagdad, porque los dos tuvimos una manera similar de vivir la niñez y los comienzos de la adolescencia».

A los 17 años comenzó su carrera como cantante y cuando tenía 18 se publicó el sencillo Toda mía la ciudad. Para cualquier debutante el sueño máximo era vender 10.000 copias. Toda mía la ciudad se ubicó inmediatamente dentro de las preferidas del verano 1969-1970, llegando a vender 50.000. Abandonó el modelaje, y se lo podía encontrar en las oficinas de la agencia que lo representaba, en Buenos Aires, atendiendo el teléfono, tomando contrataciones para él y para otros artistas de la agencia, experiencia que le sirvió para cuando en los años ochenta creó su propia empresa de contratación de artistas en México.

En 1970 su segundo sencillo vendió 100.000 copias. Salió de gira por Uruguay, donde una encuesta realizada por radio y televisión lo eligió como el cantante más popular de ese país; fue a Chile y a Perú, donde recibió el premio Conejín, como revelación juvenil del año. Luego viajó a París, y de Francia pasó a Londres para hacer presentaciones promocionales.

En 1971 participó en el Festival de la Canción en Tokio Japón junto a figuras como John Lennon, Quincy Jones y Franck Pourcel. Sus temas fueron incluidos en telenovelas de diferentes países. Los premios en el mundo por ventas discográficas fueron incontables, y se convirtió en el ídolo de la juventud latinoamericana. En todos los países se formaron clubes de admiradores.

​En 1984 se bajó de los escenarios y creó Sabú Producciones, su propia empresa de producción para nuevos artistas. En 1991 fue invitado a un festival en Colombia: FestiBuga. Allí su amigo Sergio Denis lo invitó a subir al escenario, y fue tal la acogida del público que lo volvía a ver cantar después de siete años de ausencia de los escenarios, que decidió publicar un compilatorio con sus canciones más exitosas y emprendió una gira por Latinoamérica y Estados Unidos.

El 30 de julio del 2005 estaba anunciado para la Feria de las Flores en Medellín, pero tras varios exámenes se le descubrió un cáncer de pulmón. Ingresó de urgencia al Hospital en Ciudad de México el 22. Llevaba puesta una camiseta que decía: Sabú: en Colombia te amamos, regresa pronto. Casi tres meses después murió. Tenía 55 años.

Octubre 16 del 2015: Muere Olimpo López

Murió el pastelero más famoso de Colombia. El hombre que en 1972 se inventó esa barra de harina cuadrada cubierta de chocolate que ningún otro producto ha podido desbancar; la persona que con sus largos bigotes acompañaba a Gloria Valencia de Castaño cantando ese Feliz cumpleaños Ramo.

Don Olimpo López tenía 97 años, y trabajó en la empresa Ramo por más de 47. Y cumplió con su promesa de ser pastelero hasta su último día. «Seré pastelero hasta que me muera, dijo este hombre que había nacido en Boyacá en 1918, entre harina, huevos y mantequilla. Se había hecho fuerte cargando leña para el horno del viejo caserón en el que vivía con Evangelina, su mamá, una experta cocinera de mantecadas, pan y pasteles. Se podría decir que fue panadero y pastelero desde que nació. Y Murió siendo el mejor. Su recuerdo siempre estará, porque no hay ciudad, municipio, corregimiento o vereda donde no haya un Chocoramo.

El 9 de abril de 1948 era un día muy importante para el pastelero Olimpo López pues tenía una entrevista de trabajo en Bavaria que, de cumplirse, lo habría convertido en un repartidor de cervezas y no en el creador del popular ponqué recubierto de chocolate con el que han crecido cuatro generaciones.

A sus 30 años aspiraba a mucho más que ser un panadero, y pensaba que esa cita le iba a cambiar la vida. Pero Bogotá estaba hecha un caos y no pudo llegar. Decepcionado, no tuvo más remedio que seguir con el camino que le trazaba la vida. Viajó a Tunja y se hizo socio de una productora industrial de pan. Pronto se enteró de que las mejores pastelerías de Europa habían llegado a Bogotá, y sin pensarlo regresó a la capital.

Sus maestros fueron pasteleros suizos, franceses y alemanes. Trabajó en Palace, el Alférez Real y El Planeta, en la que llegó a convertirse en administrador. Una tarde, ya en los años 60, cuando salía del trabajo se encontró al hombre con el que se iba a reunir el día del Bogotazo. Era Rafael Molano, el creador de la compañía Ramo S.A, que se había salido de Bavaria, donde era un alto ejecutivo, porque los ponqués que su esposa le preparaba para comer en el trabajo le habían resultado más rentables. Lo reconoció de inmediato: «Apenas me vio, me pegó un grito: Olimpo, menos mal que no me cumpliste la cita, porque ahora es que te necesito». Ese mismo año fue nombrado jefe de planta de Ramo, entonces una pequeña empresa de 30 empleados, y no tardó en sorprender a su nuevo jefe.

En 1968 creó el ponqué Gala, que se convirtió de inmediato en uno de los productos más vendidos de la compañía. Cuatro años después nació el Chocoramo: «La idea nació por iniciativa de un hijo de don Rafael Molano, a quien se le ocurrió bañar al ponqué Gala con chocolate. Pero resultó muy mal: el ponqué se partía y se caía en pedazos porque no soportaba el peso del chocolate». Olimpo no se amilanó. Se encerró por seis meses, y tal vez evocando las recetas de su mamá, logró crear una nueva masa. No dió detalles de la mezcla, que es considerada ultrasecreta. Se dice que su receta está en la caja fuerte de un banco en los Estados Unidos.

Don Olimpo nunca recibió mayores homenajes. Pero no los necesitaba: «Mi mayor homenaje es saber que descubrí mi vocación, que he entregado todo por mi trabajo, y que nunca me he rendido».

Octubre 15 de 1844: Nace Nietzsche

Nació en Alemania el filósofo nihilista conocido por proponer transformar los valores de la cultura occidental, expresada en su ideal del superhombre. El de Así hablaba Zaratustra, un libro para todos y para nadie.

Friedrich Nietzsche nació en una familia luterana, pero rechazó las creencias religiosas desde su adolescencia. Su contacto con la filosofía lo alejó de la carrera teológica, y se convirtió en un ateo militante y una persona solitaria.

Entre 1880-90 devastado por una miopía de 15 grados, caminaba como a ciegas, tanteando con las manos o el bastón el peligroso espacio borroso que imaginaba frente a él. Sufrió durante muchos años a causa de su mala salud, (ceguera y migraña), y desde que se jubiló a los 34 años de la Universidad de Basilea a consecuencias de sus enfermedades, llevó la vida de un gitano pobre, de pensión en pensión, de habitación en habitación, a través de ciudades italianas, y esquinas francesas o suizas. Se puede decir que su vida adulta la pasó fuera de Alemania.

Durante más de diez años ese extraño profesor de alemán que llamó la atención de la gente por andar con bigote cosaco, encerrado con sus libros y papeles en cuartos oscuros se dedicó a producir escritos ardientes contra todo lo establecido e incluso lo que consideraban poco convencional, como el socialismo y el feminismo. Pocos dejan de leer una página de Nietzsche sin una fuerte impresión, a favor o en contra. Y qué escritura! Nadie como él había golpeado así al alemán. Muchos dicen que la filosofía nietzscheana sustentaba el nazismo, pero no es cierto que estuviera a favor de las doctrinas nazis, sino que Hitler usó sus textos publicados póstumamente, y fueron manipulados por su hermana, que estaba casada con un miembro del ejército alemán, para inventar su apoyo.

Cuenta la leyenda que Nietzsche fue hospitalizado después de un extraño suceso en Turín. Cuando vio a un pobre caballo siendo golpeado brutalmente por su dueño, corrió en su ayuda, envolvió sus brazos alrededor del cuello del caballo y comenzó a llorar compulsivamente. El llanto duró poco. Golpeado por un violento colapso tuvo que ser llevado a su habitación, donde permaneció inconsciente durante unos minutos. Cuando volvió en sí, pronunciaba frases ininteligibles, tarareaba, golpeaba el piano y hacía ruidos extraños. Ya no volvió a ser el mismo. Los delirios se convirtieron en su marca registrada, y pasó 11 años locos hasta que murió en 1900.

Estuvo un tiempo en una especie de hospital psiquiátrico, y luego en casa con su madre. Irónicamente, fue en esta época que sus obras empezaron a cobrar mayor visibilidad, pero él nunca se enteró. A lo largo de su biografía aparece que su hermana, Elizabeth, era una persona mezquina y codiciosa. Cuando la madre murió y dejó a su hijo loco a su cuidado, reunió todas sus obras y creó el «Archivo Nietsche». Lo más aterrador fue que el propio Nietzsche era tratado como una atracción. La gente iba a la casa donde vivía para verlo, es decir, la hermana lo mostraba como si fuera un espectáculo.

De Nietzsche se podría rescatar que no hay verdades absolutas. Todo debe ser cuestionado, después de todo, vivimos de una moral que fue creada por el mismo hombre. De hecho, todo puede y debe cuestionarse, porque esta es la única forma de evolucionar

Octubre 15 de 1917: Muere Mata Hari

En Francia fue lleva al paredón Mata Hari, esa exótica bailarina que desde muy joven se destacó por su belleza y estudió para ser maestra. La espía que acusaron de pasar información secreta al enemigo, obtenida en confidencias de alcoba.

Margaretha Gertruida Zelle nació en Holanda, y en 1895 respondió al anuncio de un militar holandés destinado en India que buscaba esposa. Empezaron a cartearse y

meses  después se casaron, a pesar de los 20 años de diferencia entre ellos. Se mudaron a las islas de Java y tuvo dos hijos, uno de los cuales murió a los dos años supuestamente envenenado por un criado, lo que supuso un duro golpe para la pareja. Su marido se dio a la bebida, y ella empezó a tomar contacto con las danzas folclóricas y las técnicas amatorias orientales, que le proporcionaron las habilidades necesarias para convertirse en una excelente bailarina y cortesana.

Se decía que llegaba a cobrar hasta unos 600 euros de la actualidad por velada. Finalmente se divorció y regresó sola a Europa. Su marido se quedó con su hija alegando que ella llevaba una vida libertina, y nunca más volvio a verla.

Agobiada por las dificultades económicas decidió crear su propio personaje aprovechando sus dotes y habilidades. Se trasladó a París y se hizo pasar por una princesa de Java llamada Mata Hari (ojo del amanecer en Malayo). Se convirtió en bailarina exótica, y sus espectáculos de danza sensual la convirtieron en una figura famosa en la capital francesa. Los caballeros parisinos se peleaban por conseguir un sitio en las primeras filas.

Viajó por todo el continente contando la historia de cómo nació en un templo hindú y le fueron revelados desde niña las sagradas danzas de su gente. Y gracias al mito que creó en torno a su figura tuvo romances secretos con altos funcionarios, militares y políticos, que terminaron siendo su perdición.

En 1914 empieza la segunda guerra mundial y Europa entra en crisis. Ella, llena de deudas a causa de su lujosa vida, y ya mayor para seguir bailando, aceptó la propuesta de uno de sus amantes, el cónsul alemán en Amsterdam, y se convirtió en informadora con una nueva identidad, la del agente H21. En París vivía en El Gran Hotel y llevaba un juego muy peligroso como espía doble. Lo cierto es que no tomaba partido por un lado en particular, siempre se tomó el espionaje como un juego, una forma de mantener su nivel de vida, sin tener en cuenta la seriedad de la situación, y sin medir las posibles consecuencias.

Finalmente en 1917 la antena situada en lo alto de la Torre Eiffel interceptó un mensaje cifrado de los alemanes con instrucciones para un tal Agente H21. El contraespionaje francés se puso en marcha y descubrió su ubicación.

Cuentan que cuando fue detenida en su habitación del hotel pidió a sus captores que le permitieran darse un baño y cambiarse, y acto seguido regresó completamente desnuda y ofreciéndoles bombones. Su intento de escape no funcionó. Fue juzgada por espionaje y alta traición, y acusada de causar indirectamente la muerte de miles de soldados en el frente. Ella se defendió alegando que la información que había pasado eran invenciones o detalles sin importancia, y que inclusive habían aparecido en la prensa con anterioridad. A pesar de la falta de pruebas e inconsistencias en la acusación, fue condenada a la pena de muerte, y en la mañana del 15 de octubre fue ejecutada por un pelotón de fusilamiento. Se negó a que le vendaran los ojos y lanzó un beso de despedida a sus ejecutores.

Para unos una mujer fuerte e independiente que ha aparecido muchas veces en el cine y la literatura como una femme fatale, para otros, una mujer que quiso salir adelante en un mundo completamente masculino.

Octubre 14 de 1889: Fundación de Armenia

Con la participación de cincuenta personas, entre peones y patrones, se fundó la Ciudad milagro.

«Los colonos de la margen occidental del río Quindío sintieron la necesidad de mejorar la ruta del mercado semanal en el camino hacia Calarcá, e invitaron a los amigos de ese caserío a levantar un puente sobre el río, pues vadear la corriente era cada vez más penoso y peligroso para sus vidas. El convite popular con viandas incluidas se frustró una y dos veces, lo que instó a los vecinos de la porción de hoy Armenia a fundar un pueblo que solucionara los problemas de aprovisionamiento. El nuevo pueblo tuvo como primer nombre Villa Holguín, como homenaje al presidente encargado de la República de ese entonces, Carlos Holguín Mallarino.

Cuenta la historia que un día en que se encontraban reunidas varias personas para definir aspectos propios de la fundación, una vez concluida la faena, los asistentes brindaron con aguardiente en alegre celebración, y uno de los participantes portando una jiquerada de cuyabras que se daban silvestres en la región, decía en voz alta: «Esto se llama Cuyabro», lo que parece ser el origen del mote. Otros aseguran que el apodo proviene de una pelea entre los calarqueños y los armenitas, y es obra de los primeros, que llamaron así a los que habitaban en la recién fundada villa donde abundaba la cuyabra, como una forma de responder al mote que les habían puesto los de Armenia a ellos, charrascaleños, pues decían que las tierras de Calarcá no eran sino charrascales. Lo cierto es que la junta pobladora dos meses y medio después de la fundación decidió cambiarle de nombre; la llamó Armenia y quedó inscrita como un caserío del municipio de Salento.

En 1890 la población participando masivamente firmó un memorial al Concejo de Salento pidiéndole que convirtiera el caserío en corregimiento. La petición fue negada. Los concejales argumentaron que «No conviene de ningún modo erigir en corregimiento la población de Armenia; hoy piden eso y mañana lo que solicitan será Distrito, y entonces habremos criado cuervos que nos sacarán los ojos». Pero los pobladores del nuevo asentamiento no cesaron en sus sueños y cuando sintieron que las condiciones políticas habían cambiado, reiteraron su petición, y finalmente Armenia pudo ser corregimiento. En 1897 los habitantes del corregimiento pidieron a la honorable Asamblea del Cauca elevarlo a la categoría de municipio, lo que efectivamente se logró tras una ardua tarea de lobby, designando como primer alcalde al señor Manuel Vallejo.

Un año después llegó la llamada Guerra de los Mil Días, a la cual Armenia aportó muchos combatientes, (entre los que se contaba el propio fundador de la ciudad Jesús María Ocampo), y le dio la oportunidad de ser cabeza del distrito, lo que dió lugar a que se creara oficialmente el nuevo municipio en 1903.

En 1905, con la división política administrativa que hizo por departamentos el gobierno del general Rafael Reyes, quedó integrada al Departamento del Cauca. Un año después, un grupo pequeño de ciudadanos, conformado por concejales, el cura párroco y otros, solicitó en nombre de todo el pueblo la adhesión al departamento de Caldas, lo que ocurrió efectivamente en 1908.

Armenia, convertida en un municipio perteneciente al nuevo departamento de Caldas empezó una ascendente carrera de progreso y desarrollo. El desarrollo de una economía mercantil, la acumulación de capital proveniente de la explotación ganadera y tabacalera, la conversión de la agricultura de pancoger en cultivos permanentes, y el ingreso del café a la zona, fueron hechos definitivos para que se convirtiera en una de las principales ciudades del país.

Octubre 14 de 1927: Nace Roger  Moore

Nació en Londres el actor mítico que fue 7 veces agente secreto, un santo de culto y un James Bond distinguido. En 1991 fue nombrado por la UNICEF Goodwill Ambassador, cargo que ocupó hasta su muerte; fue honrado como Caballero por la Reina Isabel II en el 2003 por «services to charity». En el 2008 el gobierno francés lo nombró Commander of the Ordre des Arts et des Lettres.

Descrito como amable, sin florituras y consciente de sus limitaciones, a lo que combinó un sabroso sentido del humor: «Nunca olvidaré que cuando yo era un joven estudiante de teatro en la Royal Academy of Dramatic Art, Noel Coward vino a ver una de nuestras obras, y después del espectáculo se me acercó y me dijo: Muchacho, te ves magnífico y devastador, pero te falta talento, por eso te aconsejo que aceptes cualquier puesto que se te ofrezca de inmediato. Y aquí estoy interpretando a James Bond».

En una entrevista rechazó la idea de que para tener éxito es necesario tener carisma, suerte y talento en partes iguales: «Para mí ha sido un 99% de suerte. De nada sirve tener talento si no estás en el lugar adecuado en el momento adecuado». Cuando alguien le preguntó sobre su método de representación, le gustaba responder: «Tengo tres expresiones: ceja izquierda levantada, ceja derecha levantada, y ambas levantadas al mismo tiempo». Sobre James Bond, diría, años después: «Fue absolutamente magnífico interpretarlo. Me divertí mucho, me cansé de jugar backgammon entre las pausas de filmación, robé mucha ropa y mi cuenta bancaria estaba muy agradecida. Pero nunca lo tomé demasiado en serio. El tipo es un agente secreto, pero todo el mundo lo conoce en hoteles y bares de todo el mundo. Y todos saben cuál es su bebida favorita. Así que lo interpreté a la ligera y con sofisticación. Me gusta mucho James Bond, pero no debe tomarse demasiado en serio. Es un cómic de tamaño gigante»

Dicen que en la saga 007 había un doble, no para escenas peligrosas, no para escenas de desnudos, sino para escenas de carreras: se sentía avergonzado por la forma en que corría.

Roger Moore murió en Suiza en el 2017 a los 89 años, y es uno de esos raros casos de actor que debe su fama mundial a un personaje que interpretó en televisión y al otro que interpretó en el cine. A pesar de sus incontables películas y series, el peso de James Bond estuvo siempre acompañándolo. Y de eso era consciente.

Para algunos fue el peor James Bond, pero para muchos otros fue el mejor de todos. Precisamente porque lo interpretó de una manera muy personal y no intimidado en lo más mínimo a la forma en que Sean Connery había vivido al personaje antes que él: «Soy una persona totalmente diferente a Sean. No podía interpretar a 007 como un asesino en frío como él lo hizo. Así que lo jugué más en el lado de la comedia». También fue el 007 mayor de todos, debutó con el personaje cuando tenía 45 años y la despidió a los 56: «Dejé Bond cuando me di cuenta de que las madres de las actrices con las que estaba enfrente eran más jóvenes que yo. Claro que no me arrepiento de los días que hice de James Bond. Me arrepiento del hecho de que los héroes en general son mostrados con un arma en sus manos, y para ser honesto, siempre he odiado las armas y lo que representan».

Cuentan que sufría de hoplofobia, miedo a las armas de fuego, que desarrolló durante el servicio militar cuando una pistola explotó en sus manos durante una sesión de entrenamiento y lo dejó sordo durante varios días. Volvió a oír, pero la fobia nunca lo abandonó. Para superarlo utilizó un viejo truco: cuando tenía que rodar la escena cerraba los ojos antes de cada toma”.

Nunca se hizo ilusiones de que sería un gran actor de Shakespeare: «Me encantaría ser recordado por hacer los mejores Lears o los mejores Hamlets. Pero como eso nunca sucederá, estoy muy feliz de haber hecho Bond». Y nosotros también, Sir Roger.

Octubre 14 de 1970: Nace Jorge Villamizar

Nació uno de los músicos más singulares y preparados de la actualidad. Jorge Villamizar es un nombre familiar en las Américas y el Caribe. Ganador de seis premios Grammy, es la verdadera definición de éxito y perseverancia, tanto como solista como líder del legendario grupo Bacilos.

Nació en Montería y se crío en Ecuador. Su madre le enseñó a tocar la guitarra y a apreciar una variedad de música que iba desde los Beatles hasta la música folclórica andina. Su abuelo era compositor y amante de la música clásica; y estas influencias de la infancia, combinadas con las experiencias que viviria de joven, lo convirtieron en el músico creativo y talentoso que es hoy.

A los 19 años, luego de pasar un año sirviendo en la Armada de Colombia, se trasladó a Londres, y durante los siguientes dos años hizo de las calles, mercados y discotecas su escenario. Londres fue crucial para él; fue el lugar donde se enamoró por primera vez, y donde compuso una de las canciones más importantes de su carrera, Tabaco y Chanel.

Buscando internacionalizar su música se fue a Miami en los años 90. Mientras terminaba sus estudios en la Universidad de Miami, se asoció con el puertorriqueño José Javier Freire y el brasileño André López para formar el grupo Bacilos que se convirtió rápidamente en un referente de la música latina a nivel internacional. Fue realmente una carrera notable. Luego Bacilos se desmanteló en la cima de su éxito después de 10 años, 5 Latin Grammy y un Grammy, y su última actuación en el festival de música Viña Del Mar en el 2007 fue memorable. Un año después emergió como solista, dispuesto a continuar con el legado musical que había creado.

En el 2017 se reunieron de nuevo con fuerzas renovadas y ya en el punto más maduro de su carrera. Han  hecho 3 producciones discográficas desde su regreso. La más reciente, Abecedario, debutó en abril de este 2021. Cuenta con 7 canciones nuevas y con la gran sorpresa de Andre componiendo y cantando en portugués. Con la misma pasión que cuando aterrizó en Londres, Jorge Villamizar continúa actuando, llevando sus ritmos felices y enérgicos a toda América Latina, Estados Unidos y el Caribe. Está convencido de que la vida no es sólo hacer cosas sino también vivirla, no le gusta dar opiniones muy contundentes sobre temas sociales o políticos, y reconoce que sus canciones nacen de su lado emocional.

Octubre 13 de 1916: Nace Eduardo Collazos

Nació en la capital musical de Colombia Eduardo Collazos, la mitad del dúo de música andina Garzón y Collazos, intérpretes de sonetos que relataban la cotidianidad de Colombia con canciones emblemáticas como Yo también tuve 20 años, Los guaduales, Mi pueblito viejo.

A mediados de la década de 1930, Darío Garzón formaba parte del grupo musical Los cuatro alegres muchachos de Ibagué. En 1937, cuando uno de los guitarristas se fue de la agrupación, Eduardo Collazos se unió como reemplazo.​ Tras la disolución del grupo a finales de 1938, y debido a la afinidad musical que compartían, Garzón y Collazos decidieron formar un dúo en el que tocarían la guitarra y el tiple respectivamente. El hecho de cantar únicamente música colombiana por los años en que las rancheras y el son cubano gozaban de mucha popularidad, hicieron difícil la entrada de un dueto con características como las suyas, pero gracias a su gran talento y a una terca persistencia, fueron venciendo el medio hostil y pusieron la canción nacional en plano decoroso. Este ha sido calificado como el mayor triunfo de Garzón y Collazos, aparte de su labor en la difusión de otros compositores del país como José A. Morales y Jorge Villamil, no tan conocidos en la época.

En 1947 grabaron su primera serie de discos, que sería un éxito histórico. En las décadas de 1940 y 1950, que fue su primera época de oro, renacieron con ellos los aires andinos colombianos. Se radicaron en Bogotá, e iniciaron sus primeras grabaciones con Sonolux en Medellín, disquera de la que fueron exclusivos durante 20 años, grabando más de 250 canciones de diferentes compositores nacionales e incluyendo algunas melodías extranjeras. El dueto más querido de la música andina logró hacer giras por todo el territorio colombiano y también visitaron países como  Venezuela, Cuba y Estados Unidos con enorme éxito. Además hicieron una histórica presentación en Corea, llevando un mensaje nacionalista a los soldados colombianos que lucharon en esa guerra.

Con 40 años dedicados con éxito a la música colombiana, vencieron la muerte porque siguen vivos en el alma de los colombianos que continúan escuchando su música y sintiendo el orgullo de patria gracias a las canciones que los llevaron a traspasar la barrera del tiempo y de las modas.

Nuestra música sin duda tiene un gran legado de estos ibaguereños que en sus canciones lograron difundir el sentido de pertenencia y nostalgia a quienes se encontraban lejos del país. Estas figuras de la música que conocieron aplausos y triunfos, saborearon la gloria en vida y el fervor de las gentes dondequiera que actuaban pero nunca tuvieron la verdadera tranquilidad económica. Al igual que otros maestros de su talla, recibieron sólo homenajes, condecoraciones, medallas y discursos, quedándoles eso sí, la satisfacción de haber transitado por el pentagrama colombiano como lo que realmente fueron, los verdaderos e inolvidables Príncipes de la canción.

Octubre 13 de 1938: Muere Elzie Crisler

Murió el primer autor de cómics que vio su nombre impreso en una enciclopedia, el creador de Popeye.

Elzie Crisler Segar, uno de los dibujantes de cómics más reputados y queridos de Estados Unidos, nació en 1894 en una familia modesta de Illinois. Cuentan que era hijo de un manitas, esos que lo arreglan todo, y sus primeros trabajos consistieron en ayudar a su padre a pintar y empapelar las casas en las que trabajaba. Desde muy joven fue un dibujante capacitado para el humor muy familiarizado con el teatro, ya que allí encontró su primer oficio: dibujante de decorados de la Chester Opera House.

Sabía tocar la batería y por eso comenzó a trabajar en el cinematógrafo local acompañando las películas mudas de aquellos años; de vez en cuando le permitían trabajar como proyeccionista. Pero la historieta era lo que realmente le fascinaba; estaba determinado a ser dibujante de cómics para la prensa, y decidió seguir un curso de dibujo por correspondencia antes de trasladarse a Chicago, sede de grandes periódicos en los que comenzó a buscar trabajo como ilustrador humorista.

Gastó 20 dólares (una pequeña fortuna en aquellos años) en un curso que seguía por las noches en su casa después del trabajo. Una vez terminado el curso partió para Chicago. Sus primeras historietas estaban inspiradas en las películas de Charles Chaplin y en 1916 publicó sus primeras planchas de Charlie Chaplin’s Comic en el Chicago Herald, donde luego obtuvo mucho éxito con una serie que en formato vertical ofrecía resúmenes humorísticos de temas de actualidad: películas, lugares de moda, eventos sociales o acontecimientos de la vida de la ciudad.

A finales de la década de los veinte el reparto de la tira cómica tenía seis personajes pero estaba en la búsqueda de una verdadera estrella. Y ésta apareció en 1929 en la inesperada forma de un marinero tuerto, de cara arrugada, y fuerte temperamento. El marino más universal. Ese marinero independiente con una peculiar forma de hablar y músculos de los brazos superdesarrollados. Un héroe atípico. Su aspecto difícilmente podía ser menos atractivo con su ojo izquierdo azul y su perdido ojo eternamente guiñado, (nunca supimos cómo lo perdió), unos antebrazos grotescos unidos a brazos como palillos, pies del tamaño de barcas, y un mentón prominente del que parecía brotar su inseparable pipa de madera. Un héroe al que las espinacas le dan una fuerza superior al límite: POPEYE! Decían que el nombre viene de un juego de palabras en inglés, Pop eye, algo así como ojo saltón.

Inicialmente Popeye no iba a ser más que un personaje circunstancial que desaparecería tras cumplir su cometido en la aventura, pero no sólo no se marchó, sino que acabó apoderándose de la cabecera. El personaje cobró rápidamente protagonismo hasta el punto de convertirse en uno de los más conocidos personajes de cómic de todos los tiempos. Popeye parecía estar en todos lados.

Elzie Crisler Segar era una persona enfermiza; desde 1938 apenas pudo dibujar a causa de una larga enfermedad. Ese año se sometió a una operación que no superó. Tras un coma de 24 horas, murió, y tras su muerte, su ayudante Bud Sagendorf continuó su trabajo durante décadas, y la Asociación Nacional de Caricaturistas creó el Premio Elsie Segar en su memoria. En Campton, su ciudad natal, se encuentra el Segar Memorial Park, a las orillas del río Mississippi.

Octubre 13 del 2001: Muere Emeterio

En Ibagué, su tierra natal, lo despidieron con bambucos, pasillos y sanjuaneros. Murió el campesino malicioso, vivaracho y hablador, compañero de Felipe hasta cuando el Dios Baco se apoderó de él y lo desbarató.

Jorge Ezequiel Ramírez, Emeterio, nació en 1929. Cuentan que en Gualanday todo el mundo le decía don Jorge. Que bebía demasiado. A veces no llegaba o llegaba borracho y se le olvidaban los chistes. Felipe decía que tal vez comenzó a beber por una traga, y su sobrino asegura que no soportó la muerte de su madre. Se entregó al licor de tal forma que ni siquiera un taller de rehabilitación al que lo llevó Felipe y sus familiares logró recuperarlo.

El café negro que su asistente le pasaba a las ocho de la mañana recibía la primera ración de aguardiente. Y así todas las bebidas que llegaban a las manos del dueño de la finca El Poira de Gualanday terminaban convertidas en un brebaje a base de tapa roja. Emeterio y Felipe estuvieron juntos 42 años. Fueron cómplices, compadres y hermanos; encarnaron entonces a los típicos campesinos tolimenses, y el público de inmediato los acogió.

De la radio saltaron a la televisión, donde Álvaro Monroy Guzmán los bautizó Emeterio y Felipe. Se les vio siempre ataviados con el traje típico de los tolimenses: muleras, mochilas de fique, sombreros, alpargatas y rabo e’ gallos rojos. Gracias a su picardía se convirtieron en el primer dueto musical colombiano y empezaron a llegar premios, invitaciones, fiestas; la fama se esparció desde el Tolima hasta lugares insospechados.

En 1968 alcanzaron reconocimiento internacional; llegaron a oírse en Suramérica, Estados Unidos y en la Unión Soviética, enviados por el entonces presidente Carlos Lleras Restrepo. Nadie creería que ucranianos o estonios encontraron gracia en los chistes de doble sentido de Los Tolimenses, pero lo cierto es que hasta los rusos llegaron a cantar sus estribillos.

Grabaron videos, cientos de discos, y participaron en tres películas. El dúo se arriesgó a hablar de sexo en los años 50 sin pudor alguno y alcanzó la gloria con la mezcla de su folclor picante. Así transcurrió su vida hasta que el alcohol acabó con la puntualidad y responsabilidad del compadre Emeterio y llenó de lagunas sus presentaciones.

El duo terminó y Emeterio vivíó entre su finca y su apartamento de Bogotá. En ocasiones seguía disfrutando de sus paseos en su «Mercedez Benz», una casa rodante que había importado de Estados Unidos, y en un bote con motor fuera de borda en la represa del Prado. Pero en todas sus actividades estaba presente el aguardiente, que lo fue devastando lentamente. No quiso hablar más con los periodistas. Su familia decidió llevárselo para una casa de recreo en Flandes al cuidado de un equipo médico, y a veces se iba con un chofer a los restaurantes de pescado al Espinal o a Carmen de Apicalá, o a hablar con los obreros de un condominio que construía allí su sobrino.

Emeterio no tuvo hijos, pero de todos modos dejó huellas. Cuando compró la finca El Poira, se acuclilló sobre una plancha de cemento fresco y estampó la marca de sus manos y de sus pies desnudos. Llegó el Mohan, dijo al pisar la losa. Cuentan sus amigos y familiares que tuvo muchas novias, que convivió con una de ellas, pero nunca se casó. “Si no se casó mi madrecita que era una santa, que me voy a casar yoooo”, solía decir. O también: “Pa que voy a ser infeliz a una mujer cuando puedo hacer feliz a múuuuuchas”.

Octubre 12 de 1935: Nace Pavarotti

El mundo de la música clásica celebra el nacimiento de uno de sus más grandes exponentes. Ante el desconcierto musical que se escucha hoy en día, estas conmemoraciones nos recuerdan que en el mundo siguen existiendo cosas que sublimizan el espíritu y que jamás deben morir: Pavarotti es una de ellas. Se puede no saber de ópera, pero es imposible no conocer a Pavarotti «el Rey del Do de Pecho», el hombre de la sonrisa eterna.

Luciano, mientras ayudaba con las labores del campo adonde habían tenido que irse a vivir cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, comenzó a cantar como su padre. Cuando su padre, el panadero, lo escuchó, supo que tenía ante sí un diamante en bruto y que, pese a que tenían pocos recursos para vivir guardados en un pequeño departamento de dos habitaciones, ese niño tenía que recibir el apoyo y las oportunidades que él nunca tuvo y que jamás se le ocurrió procurar para sí mismo. Hubo dudas, claro, su madre prefería que fuera maestro, y Luciano soñaba con ser portero de fútbol.

Renunció a sus sueños futbolísticos y por un tiempo quiso darle gusto a su madre trabajando un par de años como maestro de primaria. Pero el llamado de la música fue más poderoso que cualquier cosa. Gracias a su gran talento, el tenor Arrigo Pola no dudó en ayudar a Luciano, de solo 19 años, a educar su voz de manera gratuita. Quizás este gesto quedó marcado para siempre en su corazón, pues a lo largo de su carrera no dudó en apoyar a talentos jóvenes por medio de clases magistrales.

Luciano, el chico que trabajaba en el campo y que soñaba con detener goles, comenzó a pararse en los escenarios más importantes del mundo, como La Scala de Milán, y la Ópera Metropolitana de Nueva York, e interpretó las óperas más célebres, incluida la temida Otello, que supone uno de los mayores retos vocales para los tenores dramáticos. Durante 71 años el mundo pudo disfrutar de uno de los cantantes más talentosos que dio el siglo XX y que hoy día es recordado por su voz, carisma, altruismo y franca y amplia sonrisa.

Octubre 12 de 1972: Muere Álvaro Cepeda Samudio

Murió en Nueva York el escritor y periodista colombiano considerado por la crítica como uno de los padres del boom latinoamericano. Como escritor es visto como uno de los grandes transformadores de la literatura colombiana en el siglo XX, alejándola del costumbrismo, imprimiéndole un estilo original, urbano y muy Caribe.

Álvaro Cepeda Samudio nació en Ciénaga, Magdalena, aunque se consideraba más barranquillero que el barrio Rebolo. A los dieciocho años empezó a escribir una columna en El Heraldo donde trataba temas políticos y sociales, y desde 1944 hasta 1955 estuvo publicando columnas y ensayos. En Barranquilla fue además el promotor del Cine Club.

Algunos suponen que los escritores escriben siempre. Incluso hay escritores que lo creen. Él escribía cuando podía. Ficción, reportajes, comentarios; creía que con el periodismo también se podía contar una historia como se hacía en la literatura.

Junto con Gabriel García Márquez, Germán Vargas y Alfonso Fuenmayor publicó Crónica, una revista literaria y deportiva que circuló de 1950 a 1952, y fue editor del Diario del Caribe, donde escribió la crónica «Junior es la querida de Barranquilla», en 1968, año en que vistió la camiseta tiburona, por un solo partido, el mundialista brasilero Manoel Francisco dos Santos, el inolvidable Garrincha.

No hay datos destacables sobre su etapa periodística antes de ir a Nueva York, donde escribió Todos estábamos a la espera. Plinio Apuleyo Mendoza alguna vez aseguró que la base del fracaso como escritor de Álvaro Cepeda fue el hecho de haber vendido la fuerza de trabajo, su independencia de pensamiento y sobre todo su tiempo al emporio cervecero de Julio Mario Santo Domingo. Fueron más de doce años los que entregó a la publicidad de la agencia Águila y a la dirección del periódico del industrial, el Diario del Caribe. En esos años fue él quien ingenió la publicidad con mujeres en paños menores que ahora conocemos como Chicas Águila, y fue el creador del sempiterno slogan: Águila, sin igual y siempre igual, y Costeña y Costeñita, tan buena la grande como la chiquita. Sin embargo, es en ese mismo período publicó su obra más importante y un libro de cuentos: La Casa Grande y Los Cuentos de Juana.

A pesar de su corta existencia de solo 46 años, dejó joyas en la literatura del Caribe colombiano. Todos estábamos a la espera, La casa grande y Los cuentos de Juana forman la Colección Archivos que la Unesco y la editorial española Alfaguara presentaron en el 2015. La casa grande es una novela basada en la masacre de unos huelguistas en la Costa Atlántica; (y a pesar de eso, en sus páginas solo hay quizás, un solo muerto). Cuando ocurrió lo de la masacre: «Vivía en un caserón de madera con seis ventanas y un balcón con tiestos de flores polvorientas frente a la estación del ferrocarril donde se consumó».

Los cuentos de Juana son sobre una mujer mitificada que resultó ser un homenaje en clave a su amante y no tenía, según él mismo, mayor pretensión literaria. También fue un integrante, junto con Gabriel García Márquez, del Grupo de Barranquilla, que modernizó la literatura colombiana: «Una tertulia de borrachos que duró quince años con medio centenar de discutidores donde se hablaba de casi todo. En esos bares, casetas y tiendas de Barranquilla, Cepeda se volvió una leyenda», contó alguna vez nuestro Nobel.

Octubre 11 de 1944: Muere Elías Mauricio Soto

Murió el músico y compositor colombiano conocido especialmente por ser el autor de las Brisas del Pamplonita, composición reconocida a nivel nacional y patrimonio inmaterial e himno regional de Cúcuta. Esta composición musical no fue el resultado de un encargo al maestro sino de creación libre según Carmen Soto su hija: «Papá siempre dedicó su obra a mamá. Las Brisas del Pamplonita la compuso a raíz de un disgusto con ella en la época del noviazgo. Inicialmente era para piano, y al poco tiempo le introdujo instrumentación para la banda. La letra es del poeta Roberto Irwin Vale».

Elías Mauricio Soto Uribe nació en 1858 en el Valle de Tonchalá en la hacienda cacaotera del mismo nombre, que pertenecía a su familia desde varias generaciones atrás. De niño quedó huérfano, y con sus hermanos fueron ayudados por Juan Antonio Ángel, un gran amigo de la familia que era el organista y sacristán de la Iglesia de San Antonio, con quien inició sus estudios de música; en ocasiones lo reemplazaba en su labor de organista, lo que años después le sirvió para ser el cantor de la Catedral de Cúcuta. Ya en la primaria sus maestros lo encaminaron por el solfeo y el piano. Interpretaba violín, corneta, bajo y piano.

Integró la Sociedad Filarmónica de Cúcuta, y dirigió las bandas del Batallón Tiradores y la de músicos del departamento. La mayor parte de su producción musical está compuesta para piano, y es autor de casi un centenar de composiciones que incluyen bambucos, pasillos, valses, himnos escolares y religiosos, marchas fúnebres y patrióticas. De su obra solo tuvo trascendencia nacional Las Brisas del Pamplonita, pero fue el autor, entre otros, de los himnos a la heroína nortedesantandereana Mercedes Ábrego, al regimiento Santander y a la antigua Escuela Normal de Varones de su ciudad.

Cronistas lo describen: «Distinguido ciudadano que dio lustre y renombre a su tierra natal, que supo trasladar al pentagrama los aires musicales de los valles cucuteños. Alto, moreno y buen mozo, parecía un príncipe moro. Erguido, de rostro risueño y bondadoso, de cantar suave y alegre, de finos y artísticos modales, elegante en el vestir, y amable y cordial con todos. Perteneció a una generación de hombres buenos, que tuvieron por norma una vida decorosa y ejemplarizante, dejando en cada uno de los cargos que desempeñó la huella de su dignidad, de su inteligencia, de su conducta irreprochable y de su fiel compañerismo».

El pueblo de Cúcuta en un gesto de gratitud al cantor de su río, le otorgó la Lira de Oro en 1936, y poco antes de morir, el Concejo Municipal le dio la medalla al mérito ciudadano reconociéndole sus virtudes excelsas de cantor al alma de su tierra. Y sus producciones musicales vivirán mientras subsista en las almas sensibles el placer y la alegría de oír la musicalidad de nuestros aires.

Octubre 11 de 1979: Muere «Joseíto» Fernández

Murió en La Habana un artista de extraordinario arraigo popular, intérprete y compositor, figura emblemática de la música popular cubana. Cultivador de varios géneros musicales, tenía un registro vocal extenso, una voz expresiva e inconfundible y un estilo muy propio, por lo que fue llamado El Rey de la Melodía.

El creador de la música de la famosa Guajira Guantanamera sobre versos originales de José Martí con agregados suyos, que constituye la creación musical cubana más difundida a escala universal, un símbolo de cubanía en el pentagrama musical que se ha convertido casi en un segundo himno que identifica a Cuba en cualquier parte del mundo.

José «Joseíto» Fernández Díaz, nació en La Habana en 1908. A sus 12 años cantaba en serenatas con sus amigos y más adelante, sin tener estudios musicales, integró tríos y sextetos de aficionados, hasta que incursionó como cantante en varias orquestas típicas. Desde muy joven trabajó como zapatero, vendedor de periódicos y múltiples oficios más para contribuir al sustento familiar, pero su vida se mantuvo siempre vinculada con la música. Popular como cantante, expresaba también en su estampa al criollo típico, siempre vestido de blanco, impecable en sus zapatos de dos tonos, el pantalón de dril, la guayabera y el sombrero de jipijapa.

En 1943 fue contratado por una firma jabonera para que interpretara su composición, Guajira guantanamera, en el programa radial El suceso del día, de una emisora que escenificaba hechos de la crónica roja. Un poeta improvisado componía las décimas que recreaban el suceso y Joseíto las cantaba incorporándole el conocido estribillo de Guantanamera, guajira guantanamera. Eso contribuyó a elevar la popularidad de la canción, y el programa se mantuvo en el aire catorce años con un alto índice de audiencia.

En 1962 esos acordes fueron escuchados por el cantante y compositor folclorista estadounidense Pete Seeger, y entusiasmado con lo que escuchó decidió montar la canción. La incorporó al repertorio de su grupo, y en 1963 durante un concierto en el teatro Carnegie Hall de Nueva York quedó grabada en un disco de larga duración con el título de La guantanamera. A partir de ese momento comenzó su popularidad internacional. La Guajira guantanamera ha tenido a través del tiempo más de 150 versiones en prestigiosos vocalistas e instrumentistas. En 1971 Pete Seeger lo conoció personalmente durante su visita a Cuba y desde entonces sellaron una profunda amistad que duró hasta su muerte.

Joseíto se mantuvo entre la radio y la televisión durante casi toda su vida laboral. Aunque recibió muchas propuestas nunca salió de su patria, a la cual se mantuvo arraigado con alma y corazón. Compuso más de 40 obras en géneros como la guajira-son, el bolero, la guaracha, el son, el pregón y el guaguancó, muchas de ellas recogidas en discos de firmas nacionales y extranjeras e interpretadas por prestigiosas figuras. Murió a los 71 años y su velorio fue un gran duelo popular. Luego la residencia donde vivió por más de 50 años se convirtió en casa-museo.

Octubre 11 del 2012: Muere Edgar Negret

Nació un 11 de octubre de 1920 en Popayán, y murió en Bogotá el mismo día pero cuando estaba cumpliendo 92 años. Édgar Negret, una leyenda del arte colombiano, uno de los más grandes artistas plásticos de Colombia, una vida llena de obras caracterizadas por esa tridimensionalidad que cobra formas distintas e insospechadas conforme se cambia de ángulo, desde que entró a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Cali y se especializó en escultura, su camino estuvo lleno de reconocimientos. En el Palacio de Bellas Artes de la capital del Valle presentó su primera exposición individual en 1943, y lo que vino después fue todo lo que se podía esperar de un maestro.

En 1949 se fue del país para perfeccionar sus estudios en Nueva York, donde aprendió el ensamblaje de metales, y en su camino vivió en Estados Unidos y Europa, donde hizo parte de las muestras más destacadas de artes plásticas.

En 1985 en Popayán fundó la Casa Museo Negret, acondicionando su casa familiar como espacio de exposición. En el 2009 ganó el primer premio en Escultura y obtuvo por segunda vez el primer premio en el XIX Salón Nacional. Para celebrar sus 90 años el Gobierno de Colombia lo premió con la Gran Orden Ministerio de Cultura. Fue galardonado también con la orden del Congreso de la República de Colombia en Grado de Oficial, y el Salón de Protocolo de la Presidencia del Congreso lleva su nombre.

Jaime Carrasquilla Negret, su sobrino, recuerda cómo su tío incansablemente estaba internado en el taller trabajando, primero doblando cartones con los que hacía sus aproximaciones de lo que sería su siguiente escultura: «A veces tardaba días resolviendo un problema, a veces eran sólo horas, y a veces sólo encontrabas cientos de cartones que había arrojado con furia al suelo porque no había sido posible resolverlo».

Un Alzheimer le arrebató la memoria, esa que lo hacía sonreír cuando admitía que de pequeño su máxima aspiración era ser santo. El Maestro Negret se fue, pero quedan sus obras y sus historias. Para todos los críticos, sin duda, es una de las figuras más importante del arte de la escultura de América Latina. Su obra está caracterizada por el uso del aluminio, elementos geométricos y un gran rigor compositivo. Hizo un arte que no se olvida. Hizo posible que la escultura se pudiera ver por dentro y por fuera al mismo tiempo. Él hace parte de la generación de artistas que en América Latina fue capaz, en la mitad de siglo XX, de renovar el arte, sacarlo de su contexto regional y nacionalista para proyectarlo a nivel internacional.

Su obra hace parte de importantes museos estadounidenses y latinoamericanos. Y es uno de los artistas colombianos que más obras ha puesto en el espacio público de ciudades como Medellín y Bogotá, sin embargo, muchas personas, entre artistas y curadores, han reclamado que a sus esculturas no se les da el mantenimiento adecuado que se le debería dar.

Octubre 10 de 1813: Nace Verdi

Nació el amado, «Il Maestro» de Milán. Verdi no era milanés, pero adoptó la ciudad y la ciudad lo adoptó, y allí hizo su fama y fortuna, dando a la Scala un período de gran éxito en el siglo XIX.

Empezó a tocar un órgano en la iglesia de su ciudad natal en la Provincia de Parma, y cuando se trasladó a Milán, patrocinado por un mecenas, el conservatorio de la ciudad no lo aceptó por considerar que su talento musical es escaso. Pasó los siguientes tres años perfeccionándolo, y hasta 1842 había escrito dos óperas que fueron bien recibidas, pero sin mucho entusiasmo. Fue en ese año que su manager le dio el libreto de Nabucco para que escribiera la canción.

Cuenta la historia que, deprimido por la muerte temprana de sus dos hijos y de su esposa, lo dejó a un lado, hasta que días después lo dejó caer al suelo y el libreto se abrió en el texto Va’Pensiero. Verdi leyó el texto, que lo conmovió, y esa noche no pudo dormir y comenzó a escribir la música para la ópera que daría comienzo a su triunfo.

A partir de entonces compuso una media de una ópera por año, a menudo ocupándose de varios aspectos del montaje de las representaciones. A 34 años ya era un compositor de fama mundial y sus óperas eran representadas en París, Londres, y Viena.

Trabajando en estrecho contacto con el Teatro alla Scala, siempre buscó para vivir casas cercanas al renombrado teatro. En los últimos años vivió en la suite 105 del Grand Hotel en Milán, que aún conserva la hermosa habitación donde murió en 1901.

Era tan querido por los milaneses que, por respeto a su agonía, la ciudad ordenó que se cubriera la Via Manzoni con paja y heno, para que el ruido de carruajes y caballos no lo molestara.

Verdi está enterrado en la Casa de Música de Milán, que fue construida por él pero inaugurada solo después de su muerte.

Octubre 10 de 1963: Muere Edith Piaf

«Todo lo que hice en mi vida fue desobedecer». Murió una de las mejores artistas de todos los tiempos, una de las mejores cantantes francesas que, aunque murió en la década de 1960, su fama persiste hasta hoy, sobreviviendo como una de las mujeres más grandes de la historia. Hay pocas estrellas como ella. No fue solo la mejor intérprete del siglo XX en Francia. También ascendió internacionalmente debido a su magnífica voz y capacidad para interpretar canciones de una manera única en un momento en el que las mujeres aún no eran tomadas en serio profesionalmente. El papel femenino, confinado al trabajo doméstico, encontró oposición en ella, una mujer de fuerza y ​​carácter fuerte. Su garra se nota en sus canciones míticas. Pero Edith Piaf tiene una vida llena de historias. Leyenda o verdad, veamos algunas:

Su vida estuvo marcada por la desdicha desde su más tierna infancia, lo que ejerció una influencia decisiva sobre su estilo interpretativo, lírico y desgarrado al mismo tiempo. Se dice que nació en la acera de una Rue en París. Sin embargo, su certificado de nacimiento indica que nació en un Hospital en Belleville, hija de madre cantante de cabaret y padre acróbata con experiencia en teatro. La pequeña fue dejada cuando era bebé al cuidado de su abuela paterna, propietaria de un burdel en Normandía. En ese momento eran las prostitutas del burdel las que se ocupaban de ella.

Cuentan también que se quedó ciega cuando era niña debido a una inflamación de la córnea, y que la cura llegó cuando las prostitutas con las que convivía la llevaron ante la tumba de Santa Teresita, por lo que le dedicó su devoción durante toda su vida. Edith tenía que ganarse unas monedas cantando en calles y cafés de París. La situación empeoró cuando con 16 años quedó embarazada. Tuvo una hija a la que llamó Marcelle, que murió a los dos años, y aunque siguió cantando en cafés y clubes de la calle en los barrios menos recomendables del París de la época, su vida quedó marcada. Cambió cuando un transeúnte muy elegante se paró a escucharla. Resultó ser Louis Leplée, propietario de uno de los cabarets más conocidos de París, quien la contrató de inmediato. La llamó «La Môme Piaf» (El pequeño gorrión), por su aspecto desvalido y su poca estatura. Medía solo 1.47 m.

Su éxito no tardó en llegar. Era 1937 y había nacido una nueva estrella: Edith Piaf. Pero en 1936 Louis Leplée fue asesinado en su casa y ella es acusada de ser cómplice de su muerte. Finalmente fue absuelta de los cargos, y aunque este episodio atrajo mucha publicidad negativa, ella logró superarla; remontó el vuelo y volvió a los grandes escenarios de Francia, Europa y América.

Tras algunos fracasos amorosos se hundió en una profunda depresión, que manejó a base de alcohol y tranquilizantes. Fue a la vez la época de uno de sus grandes éxitos. En 1951 Charles Aznavour era un aspirante a cantante que había sido contratado como asistente y conductor de Édith Piaf, y fue ella quien ayudó a impulsar su carrera, y él quien la ayudó a superar su depresión. Siempre había expresado su deseo de morir en París, pero el destino quiso que la muerte le llegara cuando estaba en los Alpes. Su cuerpo fue trasladado en secreto a París, donde al día siguiente fue anunciada su muerte.

Octubre 10 de 1985: Muere Orson Welles

Murió en Los Ángeles el que antes de su protagonismo en el cine se dio a conocer por una transmisión de radio en 1938, «La guerra de los mundos», en la que hizo creer a una buena parte de la población estadounidense que la Tierra estaba sufriendo una invasión alienígena, y un miedo, más epidémico y contagioso que cualquier virus, se apoderó de todos los oyentes. Se calcula que el programa fue escuchado por unos seis millones de personas, la mitad de las cuales lo sintonizaron cuando ya habían empezado, perdiéndose la introducción que decía que era una obra de ficción. Por eso la idea innovadora no fue barata. Miles de dólares en daños, personas que abandonaron apresuradamente sus casas rompiendo vallas y parachoques con sus vehículos, accidentes de tráfico, enfrentamientos con la policía. Periódicos de todo el mundo informaron del pánico causado por la transmisión, y en los meses siguientes, él y la CBS fueron objeto de cientos de demandas, aunque ninguna tuvo éxito.

El daño fue realmente enorme, pero Orson Welles demostró que es evidente que la influencia de los medios puede provocar reacciones impredecibles en oyentes y espectadores. Su presentación en CBS lo hizo famoso y, según los científicos de la comunicación, fue el programa que más marcó la historia de los medios en el siglo XX con Orson Welles y su lección más dura: el miedo es muy contagioso.

Joven prodigio y huérfano desde niño, se enamoró temprano del teatro, y además de cineasta también fue mago. Intentó hacer una versión de Don Quijote para el cine, y comenzó a trabajar en la película en 1955 continuando durante la década, pero nunca la terminó. También quería el papel de Vito Corleone en El Padrino, pero el director ya tenía en mente a Marlon Brando.

Se volvió obeso a los 40. Comía hasta 18 hot dogs a la vez en cafeterías de Hollywood. Muchas son las innovaciones que hizo, no obstante no saber nada de dirección cinematográfica hasta que entró a los estudios de RKO. Llevó el término teatralidad al cine gracias a sus experiencias en ese campo, logrando así revolucionar la visualidad de la imagen fílmica. Continuó trabajando hasta su muerte, y dejó innumerables proyectos sin terminar ya que siempre se embarcaba en varios planes a la vez.

Su vida y obra forman parte de la leyenda del mundo hollywoodiense que siempre lo trató como a un proscrito por ser un adelantado a su tiempo. A pesar de haber revolucionado el lenguaje del cine, (se saltó todas las normas que ni siquiera existían), sólo ganó un Oscar honorífico en 1971.

Octubre 10 del 2016: Muere Fausto Cabrera

En Bogotá murió un español que llegó a Colombia en 1946, y la poesía, una pasión que llegó a su vida en su infancia y lo acompañó el resto de su vida, lo llevó a Medellín para realizar tres recitales en 15 días; pero la temporada se extendió por un año. Se enamoró de la región, y fue allí donde encontró el amor de su vida: «En Medellín conocí, me enamoré y me casé con una bella antioqueña. Creo que no hubiera podido casarme con una mujer que no amara la poesía».

Nació en 1924 en Las Palmas, y de allí pasó a Madrid, hasta que la presión de la dictadura los llevó a salir de España pasando por República Dominicana y más adelante por Venezuela, donde con sólo 18 años empezó a ser actor de radionovelas y Teatro, y donde realizó también sus primeros trabajos como director.

Cuando en 1954 el general Rojas Pinilla decidió que era vital que a Colombia llegara la tecnología de la televisión, no sólo debía importar lo equipos para tal fin, sino también buena parte del talento humano para poner andar la pantalla chica. Fausto Cabrera rápidamente se convirtió en uno de los pioneros por solicitud del propio presidente, después de que inaugurara su obra «Manuelita, la libertadora del libertador» en el Teatro Colón. La obra generó una enorme polémica en la sociedad colombiana. Tras las primeras funciones la prensa hizo un especial énfasis en la escena donde el general José María Córdova seducía a Manuelita Sáenz, escenas que fueron calificadas de obscenas. El ministerio de Educación ordenó cerrar el teatro hasta que las quitaran, pero Fausto lo que hizo fue salir a la calle para protestar.

En los años sesenta por un amigo terminó en Pekín, donde se requerían actores occidentales y que hablaran español. Allí pasó dos años, tiempo suficiente para profundizar en la ideología marxista; a su regreso a Colombia terminó vinculado al Partido Comunista, Marxista-Leninista que apenas estaba iniciando en el país, y posteriormente se unió al EPL, lo que lo llevó a vivir en las selvas, hasta que comenzó a tener serios desacuerdos con las acciones de la guerrilla, y decidió retirarse luego de desempeñarse como secretario político: «Empuñé un arma durante tres años, pero no estaba de acuerdo con la línea política del partido ni con la línea militar, pues se vino degenerando con actitudes obscenas como el secuestro. Por eso abandoné la corriente desfigurada de la guerrilla colombiana». Su honesto idealismo no congenió con eso, y como la política no resultó ser su fuerte, se dedicó a lo que le gustaba: el cine, la televisión, la radio y el teatro.

Fundó el primer gremio de actores del país, y creó el único programa de televisión dedicado exclusivamente a la poesía que se emitió en televisión abierta en la historia de la televisión colombiana. Fue fundador del Teatro El Búho y del Teatro del Distrito de Bogotá, y director y actor de diversas Compañías de teatro. Fundó el Instituto de Bellas Artes de Medellín, y creó y dirigió el grupo de teatro de la Universidad Femenina de la ciudad. Escribió el libro «Fausto Cabrera, experiencias y vivencias en el teatro, radio, cine, televisión, actor, director, libretista y guerrillero frustrado», y en el 2004 el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Vida y Obra por toda su carrera y contribución al desarrollo de la cultura en Colombia.

Octubre 10 del 2020: Beatificación de Carlo Acutis

La Iglesia católica contó con un nuevo beato, pero esta vez se trató de uno especialmente inusual: un influencer que se presentaba en zapatillas, jeans y suéters.

Carlo Acutis, un adolescente católico italiano nacido en el Reino Unido fue el primer beato millenial nativo digital, y para la Iglesia, un ejemplo de que la tecnología puede ser muy positiva. Así lo explicó el propio papa Francisco, al afirmar que el joven «supo utilizar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza». Muchos católicos consideran que será el Santo patrón de la web por haberse dedicado a hablar de su fe, y a ayudar a los demás a través de la tecnología.

Es recordado por su alegría y sus habilidades informáticas, así como por su profunda devoción a la Eucaristía, que se convirtió en un tema central de su vida. Se hizo conocido por documentar milagros eucarísticos en todo el mundo y catalogarlos en un sitio web que creó en los meses previos a su muerte por leucemia.

Se trató de una de las beatificaciones más rápidas ya que sólo habían pasado 14 años de su muerte. Una movida audaz de Francisco Papa.

Octubre 9 de 1846: Nace Julius Maggi

Nació uno de los pioneros industriales en la producción de alimentos, el genio que inventó los famosos cubitos de caldo.

Hacia finales del siglo XIX se habían popularizado prácticas como el espiritismo, la telepatía, o la precognición, y Julius Maggi no estaba ajeno a esa tendencia por descubrir el misterio del más allá. Estaba fascinado con la clarividencia. También era la época de los grandes inventos, como el automóvil, el cine, el teléfono o el avión, y en medio de esa vorágine, el emprendedor suizo descendiente de italianos (Su padre era dueño de un molino de harina que Julius asumió a los 23 años), instaló una fábrica de harina de trigo cerca de Zúrich. La empresa familiar se convirtió en Julius Maggi and Company en 1872.

Impulsado por la idea de crear nuevos productos, se puso a experimentar con fórmulas alimenticias que dieran cuenta de los grandes cambios sociales y económicos generados por la Segunda Revolución Industrial en Europa. Como cada vez más mujeres estaban trabajando en fábricas, se dio cuenta de que los hábitos de alimentación y consumo de la clase trabajadora también estaban cambiando a pasos agigantados. ​Entonces desarrolló primero harinas hechas a partir de guisantes y fríjoles. Más tarde, en 1885, sacó al mercado sopas instantáneas, y en 1886 lanzó el primer concentrado de condimento Maggi en formato líquido, como base para hacer sopas y salsas.

Buscando nuevas fórmulas elaboró sopas poco tradicionales con gusto a curry, y una insólita imitación a lo que sería el sabor de la tortuga, así como un condimento con sabor a trufa. Hasta que finalmente, a comienzos del siglo XX, comercializó el concentrado de caldo con forma de cubo. Como suele ocurrir con muchos productos, la creación de la sopa concentrada es materia de debate. Pero los famosos cubitos Maggi que se venden en el supermercado hasta el día de hoy, provienen del hombre que soñaba con ver el futuro.

En la actualidad, el imperio Maggi a través de sus productos ha logrado entrar en la cocina de las casas de casi todo el mundo. Vende más de 7.000 productos, y sigue utilizando una estrategia de comercialización a precios convenientes para llegar a la mayor cantidad de consumidores posible. La marca se expandió por el mundo desde su inicio. En la década de 1930 sus productos ya estaban cruzando la frontera china, y muy pronto llegaron a India, donde formaron un gigantesco imperio; y así, avanzaron por todos los rincones.

En América Latina hace parte de las recetas familiares desde México a Chile. Aunque se trata de una sola marca, los productos son diseñados para adaptarse a los gustos locales. Siempre que es posible seleccionan los ingredientes locales que generan un sabor auténtico, como hierbas y especies, y esa es quizás una de las claves de su éxito comercial. Eso explica además por qué el cubito Maggi de India no es el mismo que el de España o el de Colombia. Julius Maggi murió en 1912, y Nestlé compró la marca.

Octubre 9 de 1906: Muere Joseph Farwell

Murió el hacendado americano que modificô profundamente el desarrollo del oeste americano. El inventor del alambre de púas.

Joseph Farwell Glidden nació en Charlestown, de ascendencia inglesa, y en 1843 se trasladó a Illinois con su familia. Creó el alambre de púas usando un molino de café. Colocó las púas a lo largo de un alambre y luego torció otro alrededor para mantenerlas en su lugar. Recibió la patente en 1874, y rápidamente se vio envuelto en una batalla legal sobre si realmente lo inventó. Finalmente ganó la batalla, y creó la Compañía Barb Fence en Illinois, que lo hizo extremadamente rico. En el momento de su muerte era uno de los hombres más ricos de América.

Para demostrar la efectividad del alambre de púas, Glidden y su agente de ventas para el estado de Texas, (que era dueño de un rancho al norte de Dallas y deseaba anunciar el alambre de púas allí) desarrollaron el «Frying Pan Ranch» cerca de Amarillo. Encerraron 120 millas de tierra con alambre de púas a un costo de US$39.000 (más de 1 millón en dólares de hoy), y usaron postes de cedro para sostener el alambre. El Frying Pan Ranch pronto tuvo 15.000 cabezas de ganado y se agregaron 125.000 acres más. El rancho demostró el éxito del alambre, y rápidamente cambió la ganadería. Por eso, la ciudad de Glidden, Iowa, se nombró en su honor. Y como sucede con muchos inventos, el uso equivocado deja consecuencias tristes. Las alambradas de púas, junto con las ametralladoras, fueron las responsables del gran número de bajas en la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial.

Octubre 9 de 1967: Muere el Che Guevara

Hace 54 años murió el Che Guevara, el cartelista de la revolución. Una máquina de matar para la mayoría de los historiadores, un joven soñador para algunos nostálgicos. Pero lo que es cierto es que, desde las montañas de Cuba hasta los Andes bolivianos, su vida es la historia de un fracaso. Y finalmente, todo se redujo a la famosa fotografía de Alberto Korda impresa en camisetas.

El 10 de octubre de 1967 el mundo finalmente vio su cadáver tendido en una camilla luego de dos años de misterio y rumores; allí estaba en un hospital de los Andes bolivianos el médico argentino exministro del dictador Fidel Castro. Y con él murió por fortuna la ilusión castrista de revolucionar el continente desde una isla del Caribe protegida por la Unión Soviética. La teoría guevarista del enfoque guerrillero sin embargo sobrevivió entre algunos estudiantes de universidades latinoamericanas y europeas.

«Esta es la historia de un fracaso», así comenzó él mismo su relato de la expedición militar que dirigió en el Congo en 1965. De hecho, así podría haber comenzado la historia de casi todo en lo que estuvo involucrado. Por ejemplo su administración de la economía cubana, como presidente del Banco Nacional y ministro de Industria entre 1959 y 1965. En abril de 1959, Fidel Castro (ex partido nacionalista de derecha) juró en Nueva York que no era comunista y que contaba con la inversión estadounidense para desarrollar a Cuba. Pero su joven compañero argentino y gran admirador de Stalin lo ayudó a convertirse, prometiendo que la nacionalización de la economía haría que la riqueza per cápita de Cuba superaría a la de Estados Unidos en 1980.

En 1959 Cuba, el segundo mayor productor de azúcar del mundo, no era exactamente un país pobre. Tenía, por ejemplo, más televisores per cápita que Italia y más carreteras por kilómetro cuadrado que Portugal. El papel del Che en su nuevo país fue hacer de Cuba una ruina, que solo soportaron los subsidios soviéticos.

Además de la nacionalización masiva, decidió abolir todos los incentivos económicos al trabajo y a la producción. Cuando dejó el gobierno el PNB cubano per cápita se había hundido. Faltaba todo y había filas para todo. Había prometido una sociedad rica e igualitaria, pero contribuyó a hacer de Cuba una sociedad pobre, donde la brecha entre el nivel de vida de la camarilla armada que constituía la nomenclatura del régimen, y el del resto de la población, se volvió abismal.

Con la revolución cubana el comunismo ya en decadencia, renació como una epopeya en un país de playas exóticas bajo el mando de jóvenes barbudos mucho más sexys que los funcionarios rusos de la iconografía marxista tradicional. Los escritores de moda en París, entonces todavía la capital intelectual de Europa, se apresuraron a visitar la isla, al igual que los inevitables Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Más: con Cuba amenazada por las invasiones y los embargos estadounidenses, la simpatía por la revolución cubana fue más allá del comunismo, abarcando a muchos nacionalsocialistas occidentales, resentidos con la hegemonía estadounidense después de la Segunda Guerra Mundial.

El nuevo comunismo latino y tropical se basó en una versión moderna del mito del buen guerrillero, y el culto encontró rápidamente seguidores. A principios de la década de 1960 Cuba nunca salió de las portadas. En 1962 casi provocó el fin del mundo, debido a los misiles soviéticos instalados allí. Ernesto Guevara, un joven de 31 años, guapo, vestido de manera diferente, fumando puros enormes, fue una de las primeras encarnaciones de lo cool. Más que el comunismo, fue el nuevo consumismo centrado en la juventud, la irreverencia y el exotismo, lo que lo convirtió en una celebridad.

Se unió a la selección de rebeldes fotogénicos como John Lennon, y su primera colección de escritos en inglés fue publicada por una de las editoriales anglosajonas más importantes, que no estaba al servicio de la propaganda comunista, sólo quería ganar dinero. El Che vendía. El nuevo sistema de consumo estaba interesado en venderlo como un romántico despeinado. Sin embargo, era todo menos eso. Controlaba todo, centralizaba todo, gobernaba todo, y no confiaba en nadie. Todos se sintieron inhibidos en su presencia. En general sólo mostró aprecio por los muertos, porque a sus ojos, solo la muerte demostraba devoción revolucionaria en los demás.

Prescindió de partidos y sindicatos, y una de las primeras prioridades de los revolucionarios en Cuba fue precisamente restaurar la pena de muerte, abolida desde hacía décadas. Todo para él estaba justificado en nombre de crear «un hombre nuevo». En otras palabras, la dictadura era para todos, porque todos, burgueses y trabajadores, ricos y pobres, eran enemigos de la revolución. Quería transformar a las personas, nunca estuvo interesado en protegerlas.

En 1966 partió hacia Bolivia acompañado de importantes cuadros de la revolución cubana como parte de la estrategia del gobierno de La Habana para imponer a Cuba como la vanguardia revolucionaria de América Latina. La URSS vio su utilidad como un puente hacia una izquierda entonces muy fragmentada y toleró las originalidades cubanas apoyándolas.

Entre 1965 y 1967 no se supo de él. La prensa occidental multiplicó teorías y noticias no confirmadas creando la leyenda. Parecía estar en todas partes. Pero estaba aislado, sin comunicaciones con Cuba por razones técnicas, e incompatible con los comunistas locales por razones políticas.

Sus admiradores atribuyeron su muerte a la CIA. No fue exacto. Los generales bolivianos temían que el gobierno estadounidense, intimidado por la fama del Che, los obligaría a perdonarlo. Y luego de haberlo detenido, lo fusilaron. Es muy fácil disminuir el mito. Muchos ya lo han hecho.

El Che no es un misterio, es sólo uno de los fundadores de una de las cárceles más grandes del mundo. Y para completar, el joven Guevara, en 1945, había considerado muy mal la entrada de Argentina en la guerra contra la Alemania nazi, porque consideraba a Estados Unidos, y no al nazismo, el principal enemigo.

No olvidemos nunca que la diferencia entre el sistema comunista y el capitalista es que, aunque ambos nos patean, en el comunista tenemos que  aplaudir para sobrevivir, y en el capitalista podemos gritar.

Octubre 7 de 1849: Muere Edgar Allan Poe

Considerado el creador de historias de detectives modernas, y uno de los escritores estadounidenses más influyentes del siglo XIX, Edgar Allan Poe no fue un escritor corriente, y su nombre está inscrito en la literatura con letras de oro. Pero la vida y obra de este maestro del terror, que ha influido a generaciones en la literatura, y ha sido de gran influencia para muchas películas a lo largo del cine, está rodeada de misterios. Su mirada enigmática parece habitar todas sus obras.

Nació como Edgar Poe en Boston en 1809, hijo de actores callejeros; cuando tenía un año, su padre abandonó la casa, y al año siguiente murió su madre. Fue criado por la pareja John y Frances Allan desde antes de los 3 años, y el pequeño pasó a llamarse Edgar Allan Poe. Gracias a que su nuevo padre era un rico comerciante escocés, hizo sus primeros estudios en un internado en Londres donde la familia se trasladó.

En 1820 regresó a los Estados Unidos, donde continuó sus estudios en la Universidad de Virginia, y escribió sus primeros poemas cuando tenía sólo 18 años, aunque sólo se publicaron 50 ejemplares. Durante su período universitario se involucró con el juego y el alcohol, lo que terminó en una relación conflictiva con su padre, por lo que se escapó de casa para alistarse en las fuerzas armadas, donde sirvió durante dos años. Después de fracasar como cadete en West Point dejó su familia adoptiva, se fue a vivir con su tía, y pronto se casó con su prima Virginia de sólo 13 años. Ella murió a los 24, lo que agudizó sus problemas con el alcohol. Fue despedido de su trabajo y se trasladó a Nueva York donde escribió varias de sus obras. A partir de entonces, sin embargo, vivió la mayor parte de su vida en la miseria.

Fue crítico literario hasta que murió. Dicen que era el crítico más distinguido, filosófico y valiente que ha escrito en los Estados Unidos; sugerían que utilizó ácido en lugar de tinta en su pluma cuando opinaba.

A pesar de los numerosos elogios fue también unánimemente cuestionado: Se dijo que era hipócrita y vulgar, y se le criticó el lirismo exacerbado: «La composición literaria de Poe cae en la vulgaridad porque es muy poética, el equivalente a llevar un anillo de diamantes en cada dedo».

Al contrario de lo que la historia puede hacer pensar, (en el famoso cuento El gato negro, el protagonista maltrata sin piedad a su mascota), Edgar Allan Poe amaba a los gatos. Tenía una gata llamada Catterina, y cuentan que solía escribir sus historias con ella sobre sus hombros. Se dice también que, pocos días después de su muerte, Catterina no resistió su ausencia y también murió.

En 1849 fue encontrado en estado delirante en las calles de Baltimore y murió pocos días después. Tenía solo 40 años, y existen numerosas versiones sobre la causa de su muerte, que sigue siendo un misterio. Sus primos lo enterraron apresuradamente en una ceremonia descrita por un testigo como «anticristiana y fría de sangre», y a pesar de ser conocido en su país, solo hubo siete personas en su funeral. El 9 de Octubre de 1849, dos días después de su muerte, el New York Daily Tribune publicó el obituario: «Edgar Allan Poe ha muerto. Murió anteayer en Baltimore. Este anuncio sorprenderá a muchos, pero pocos lo lamentarán». Quien lo firma no es cortés ni sentimental, es Rufus Griswold, un antiguo rival que, curiosamente o no, escribió la primera biografía del escritor. Fue enterrado en una tumba sin ninguna identificación, y pasaron 26 años antes de que finalmente se hiciera una lápida en su honor. En su honor el equipo de fútbol de la ciudad se llamó Baltimore Ravens; además, el cuervo (Raven) es la mascota del equipo. También hay un museo sobre él en Richmond, y varias escuelas llevan su nombre.

Edgar Allan Poe trascendió porque sus cuentos y poemas llegan a los recovecos y misterios del alma humana. Incluso antes de los textos, el retrato del propio autor ya causa impacto. Es el retrato de un rostro esculpido por el genio, pero también marcado por el desequilibrio, el alcohol, y una incontrolable tendencia a la autodestrucción.

Octubre 7 de 1976: Nace Andrés Cabas

Nació uno de los compositores e intérpretes más reconocidos de nuestro país. El nombre de Cabas ha marcado un hito en la industria musical colombiana; logró con su estilo único convertirse en uno de los artistas más importantes en la escena musical, tanto en Colombia como en el mercado internacional. Diez años de carrera artística, y los logros alcanzados, así lo demuestran. Un músico completo que brilla por su ingenio y originalidad, siempre alejado de los convencionalismos de la industria.

Hablar de Cabas es hablar de un hombre que lleva la música en las venas, desde pequeño estuvo influenciado por el sonido de su tierra Barranquilla, creció en medio de puyas, bullerengues, porros, fandangos y cumbias, con marcadas mezclas africanas; pero sobre todo por su padre, destacado compositor y músico de Manizales, que le inició desde los cinco años en los ritmos colombianos. Desde los seis años, Andrés Cabas estudió piano y practicó con otros instrumentos, en especial con la percusión. Luego, animado por un profesor decidió combinar la música Colombiana con rock. Su carrera profesional inició en el 2001 cuando publicó su primer álbum, CABAS, con el que obtuvo su primer Disco de Oro, seguido por un doble Disco de Platino.

A pesar de pasar un tiempo alejado de los reflectores, y de haber sido siempre muy reservado al momento de hablar de su vida privada, sorprendió en el 2020 con la revelación de que se vio muy enfermo durante el tiempo que estuvo en cuarentena. Descartó que se tratara de COVID 19, y aunque dijo no saber la razón exacta de su malestar, lo relacionó con el estrés y la depresión causados por el aislamiento, además de la lejanía de sus seres queridos, y en especial de su hijo Simón. Reveló que había viajado a Belgrado, donde se internó para realizar un proceso de limpieza en su organismo, pues había llegado a un punto en su vida donde dijo sentir que «desaparecía», que estaba muy desconectado de todo su proceso creativo.

Estuvo trabajando en el 2020 en una producción junto a la cantante y compositora panameña, Erika Ender: «Haciendo música con una mujer increíble y una compositora tremenda»; seguro conocen un tema de ella que se llama Despacito. El disco titulado Amor y traición fue lanzado en mayo del 2020. Además, espera lanzar un libro «entre autobiográfico y poético, para contar la verdad sobre muchas cosas que pasaron. Y aunque es difícil de imaginar en estos tiempos extraños, ¡pero lo mejor aún está por llegar!»

Octubre 7 del 2001: Muere Hernán Rojas

Murió uno de los máximos exponentes de la música colombiana en el mundo, llegando a ser considerado como el Gardel de la cumbia. También obtuvo calificativos como El rey de la cumbia, La voz mayor de la cumbia, El embajador de la cumbia, La gran voz de la cumbia, y El Máximo. El médico frustrado que le cantó a Jacqueline Kennedy Onassis.

Reconocido por su gran carisma y afabilidad, Hernán Rojas le cantó al amor y al paisaje de la tierra colombiana, siempre llevando un mensaje de paz y de alegría. A través de él nuestra música se escuchó y difundió por los cinco continentes, donde siempre destacó con orgullo su origen cartagüeño y colombiano.

Nació en Cartago en 1932. Su anhelo era el de convertirse en un médico, por lo cual viajó a Cali para estudiar en la Universidad del Valle. Fueron 5 años siendo uno de los alumnos más distinguidos por lo que fue nombrado como ayudante de la cátedra de Anatomía por la Fundación Rockefeller.

Todo marchaba a la perfección y decidió terminar su carrera en Buenos Aires y adelantar una especialización en Cirugía Plástica. Pero todo cambió cuando la junta militar que derrocó a Juan Domingo Perón decidió acabar con los programas estudiantiles del gobierno anterior, y sus sueños se fueron al piso. No se pudo graduar. Sin embargo, eso le abrió las puertas a su carrera musical.

Durante su infancia y juventud no mostró inquietud por la música, y fue solo hasta cuando llegó a Argentina que tuvo su primer contacto con la interpretación, cuando con amigos de la facultad se reunía para recordar la música de su tierra. En 1955 con sus compañeros viajaba en tren cantando y tocando algunas canciones. Hernán nunca había mostrado sus capacidades musicales pero hizo parte del improvisado grupo. Al llegar a la estación Constitución de Buenos Aires, un señor los abordó para expresarles su interés por la música que hacían. Se trataba del empresario hotelero Francisco Trimboli, quien los invitó a presentarse en sus restaurantes. Tras su exitosa actuación decidió contratarlos y les pidió darle un nombre al grupo; es así como surgieron Los Wawancó, la primera agrupación de música tropical con integrantes de varias nacionalidades: chilenos, argentinos, peruanos y colombianos, que anduvieron por todos los sitios inimaginables cantando los temas de moda. Pero el público les pedía canciones colombianas, y animaron a Hernán, el casi médico, a cantar. Le dieron la oportunidad de grabar una canción con su voz, y cuando estuvo terminada, los directivos de la disquera decidieron que en adelante la voz que se vendería con Los Wawancó sería la suya.

La agrupación marcó un hito a nivel sociocultural en Argentina, que se volcó hacia la cumbia donde antes solo había espacio para el tango y algunos aires cubanos y brasileros. Durante la década del 60 no había un minuto del día en que no estuviera sonando en cualquier emisora del país la música de Los Wawancó. Tal fue el éxito que tuvieron  la oportunidad de participar en varias películas y realizar numerosas giras internacionales.

En Cartago no daban crédito a las noticias que les llegaban de los grandes conciertos ofrecidos por su hijo, hermano, amigo y vecino que triunfaba en lejanas tierras no como médico, sino como cantante. Era un ídolo en el Sur del Continente. En 1970 decidió separarse del grupo y probar suerte como solista, animado por la posibilidad de grabar otros ritmos. De ese trabajo como solista se destaca la canción El triste, siendo esta interpretación la primera que se conoció en el sur del continente antes de la mundialmente famosa que hizo José José.

Dos años después se reintegró a Los Wawancó a petición del público, y esta nueva etapa se extendió hasta el final de la década. Él soñaba con regresar a Colombia, pero las giras internacionales se lo impedían. En una de sus presentaciones en Atenas, una de las asistentes era doña Jacqueline Kennedy, en ese momento, de Onassis. Fascinada con la música, se le acercó y le pidió que cantara en una reunión que tendría unos días después en su isla privada Skorpios. Él, encantado, llevó su voz y sus canciones para que la mujer más famosa del mundo se deleitara.

En 1981 volvió por fin a Colombia y fue a su natal Cartago. No era médico titulado, no podía ejercer, pero cuentan como hecho curioso que lo hizo en momentos de extrema urgencia. En una oportunidad en un tren cuando una mujer estaba en momentos de parto, le ayudó, y como agradecimiento le pusieron su nombre. En Cartago montó un grupo para divertirse y ofrecer algunas presentaciones. La llamó Los Warahuaco. Fue a Discos Fuentes donde quedaron fascinados con la propuesta pues sabían del éxito que les llegaba.

Su primera presentación en público la realizaron el 7 de agosto de 1982 en las Fiestas de la Cosecha de Pereira, y durante más de 30 años sus canciones debieron ser incluidas en Los 14 cañonazos bailables. Hernán Rojas fue profeta en su tierra. Era un ídolo. El presidente César Gaviria cuando dejó el poder organizó una fiesta y le pidió que hiciera un recital con sus canciones. Fueron casi 50 años de vida artística con un centenar de producciones en las cuales grabó más de 2.500 canciones. Luego de hacer una gira por Europa, fue hospitalizado el 15 de septiembre del 2001 por complicaciones con una hernia. El 7 de octubre murió, dejando su legado musical para millones de rumberos.

Octubre 7

🔴Feliz día de su Santo a:

Rosario, Marcos, Julia, Justina, Elano, Sergio, Baco, Leopardino, Marcelo, Apuleyo, Gustavo, Augusto, Canoco, Paladio, Rigaldo, Cuarto y Eterio.

Octubre 6 de 1949: Aniversario de Jorge Velosa

Hoy está de cumpleaños El Carranguero Mayor, el músico que le dio vida a la tradición campesina y la llevó a recorrer el mundo. Veterinario, declinó ejercer su profesión para dedicarse de lleno a la música y la literatura con sabor carranguero. Es compositor, cantante, presentador, coplero, bailarín, locutor, y actor de televisión.

«Hay pasos en la vida que hay que andarlos rápido, pero también hay que hacer catarsis, hay cosas que doy por superadas, pero no por olvidadas. No hay causa, por noble que digan que es, que amerite que algo así suceda», dijo refiriéndose al secuestro del que fue víctima por parte de la guerrilla del Epl.

Estamos hablando de uno de los grandes de la historia de la música colombiana, un hombre que ha construido una estética, una forma de cantar, de ser, con su costalado de canciones, dichos y refranes de la sabiduría popular en los que se refleja un sentimiento campesino que a pesar de los años aún se conserva en la memoria de los colombianos. Su historia parece un cuento de hadas, contado con acento boyacense en una entrevista hace unos años:

«Por parte de mi madre recibí el coplerío, ella no inventaba las coplas, las aprendió de mi abuela. De mi padre, Jorge, quien se ahorró el tiempo y puso Jorge a los cuatro de la casa, heredé el verbo. Pero muchas de esas tradiciones las tomé de los copleros de mi tierra, de los campesinos que se preparaban para las romerías, de las fiestas copleras, eso era maravilloso. En 1968 llegué a la Universidad Nacional y desde entonces está metida en mi corazón, ya que cuatro hermanos campesinos como yo tuvimos la suerte de ingresar. En ella me topé un pensamiento más universal de la vida, y allí conocí al maestro Guillermo Abadía, quien me metió en el folklor. Yo simplemente froté un chorote raquireño, no la lámpara de Aladino, y del chorote salieron los cantos. Echando mano de lo que había, y que estaba a punto de morir: torbellinos, guabinas, trovas, coplas, dichos, empezaron a emanar cosas. Sentíamos la necesidad de cantar con lo de aquí, hablar de lo de aquí, vestir con lo de aquí, pero no con un nacionalismo chimbo». En su adolescencia viajó a Bogotá para encontrar mejores oportunidades, y en el colegio sus compañeros se burlaban de su ser campesino, pero: «Entré a un grupo literario y el profesor de Castellano se pilló un chinito campesino que hacía coplas, y sentí que tenía en mis manos con qué defenderme: el verbo, la copla». Gracias a eso dice tener hoy la alegría de ser carranguero, de vestirse con su cuatrocambas, como llama a la ruana, su armónica y su guacharaca: «La carranga debe ser el elogio de la vida».

Su esperanza de construir un país en paz y con nuevos horizontes, está en la educación, por eso está escribió un libro que reune su visión de lo que somos, ya que está convencido de que: «Esto dijo el armadillo/ pensando en nuestra nación/ la paz sin educación/ es queso sin bocadillo». Con más de 20 trabajos discográficos ha recibido muchos reconocimientos. Además, en Bolivia, una de sus canciones infantiles se escogió oficialmente como ayuda en la enseñanza del español para las comunidades indígenas. Uno de sus logros fue ser el primer artista colombiano en presentarse con su grupo en vivo y en directo para el mundo en el Madison Square Garden de Nueva York en 1981, concierto del que recuerda que no fueron recogidos por la limusina para los artistas por llevar ruana y sombrero. Hoy Jorge Velosa dice estar dispuesto a seguir construyendo historias, cantándole al campo, y sirviendo de vocero de una corriente musical que inclusive ya ha sido retomada por otros géneros musicales. Dice que no necesita un Grammy, que está satisfecho con que en 1994 el biólogo John Lynch haya bautizado con su nombre dos ranas de la especie Leptodactylidae, y que la Universidad Nacional le haya otorgado un Doctorado Honoris Causa en el 2012. Creo que el reconocimiento mínimo que merece sería tenerlo en las tablas de los teatros más importantes del país.

Octubre 6 de 1989: Muere Bette Davis

Murió en Francia la actriz que no le temía a la vejez. «Tengo una edad en la que la envidia y los celos ya no forman parte de mi repertorio. Hace tiempo que me resigné a mi fealdad, y me conformé con la belleza de los demás».

Considerada fea por algunos, mujer de fuerte genio por otros, pero unánimemente como una de las más grandes actrices que el cine y el teatro hayan conocido. Bette Davis decidió que tendría que ser actriz. Comenzó su lucha inscribiéndose en algunas escuelas, y luego de algunas negativas, ingresó a la Escuela de Teatro. Al no tener una belleza convencional le costó entrar en el mundo del séptimo arte, pero Universal decidió darle un nombre, Bette Davis, y un contrato corto. En 1931 debutó con un film que fue infravalorado. Había decidido hacer las maletas y volver al teatro, pero recibió una llamada de un exprofesor que la invitó a hacer «El hombre que hacía de dios». Ella aceptó, y su carrera despegó. Siguieron los éxitos y Bette interpretaría a partir de entonces a las mujeres más diversas: en la pantalla era niñera, suegra, madre soltera, aristócrata, anciana gruñona, reina, loca, buena, mala; mujeres que le valieron 11 nominaciones al Oscar. Ganó dos.

Decidió cancelar su contrato con Warner cuando sintió que no la valoraban con buenos papeles. Por decisión judicial se vio obligada a cumplir el contrato, pero a partir de entonces le ofrecieron mejores roles. En 1938 ya era considerada una de las estrellas mejor pagadas de Hollywood, y también un gran éxito de taquilla. No les importaba la imagen de diva. Su mayor preocupación era la actuación. Era una actriz exigente, lo que a menudo la hacía actuar de forma que algunos consideraban arrogante. Pero nunca poco profesional. El tiempo pasó, y cuando el cine ya no la quiso recurrió a la televisión actuando en varias series. El final de su vida fue para algunos homenajes después de toda una vida de trabajo. Pero le esperaba un golpe final, en sus últimos días su hija escribió un libro denunciando que había sido una madre terrible. Ella se defendió en una biografía escrita más tarde y la repudió. En 1989 se despidió del público en la película Las ballenas de Agosto. Murió antes del estreno, a los 82 años. Bette es una de las mencionadas en Vogue, el mega éxito de Madonna. También fue la primera mujer en presidir la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, y tiene dos estrellas en el paseo de la fama. Y Bette Davis Eyes, es una canción de Soft rock ganadora de un Grammy y escrita en su honor en 1974. Para quienes anteponen la belleza a todos los demás dones, está la historia de esta mujer, incansable en sus luchas, que supo colocar un anuncio en el periódico ofreciendo sus servicios de actriz cuando ya no la buscaban. Mientras otras actrices se refugiaban en sus casas cuando llegaba la vejez para que no vieran el tiempo y las arrugas, Bette las mostraba en las pantallas, en las calles, en las fotos, dondequiera que estuviera. Porque, como ella dijo, eso era lo menos importante. Importó su arte, el legado que dejó, su fuerza y ​​perfección.

Octubre 5 de 1962: Nace Luis Alberto Posada

Luis Alberto Posada es un cantante de mucha trascendencia, pero por encima de todo lo describen como un ser excepcional, sencillo, noble, carismático, y con un gran don de gentes.

En más de 40 años de carrera artística ha realizado 23 trabajos discográficos, y ha hecho grandes giras a nivel internacional actuando en España, Inglaterra, Suiza, y Estados Unidos: «La música popular representa la idiosincrasia y el sentimiento de quienes hemos amado, quizás sufrido, al ver que nuestro amor nos deja, o quizá una pena material lacera nuestro talento». Y es que pocos imaginan que detrás de este exitoso músico hay una historia marcada por momentos trágicos.

Aunque le canta al desamor y al despecho, la realidad a veces es más dura que lo que transmite en sus letras. Es un hombre que ha sentido más de una vez que el mundo se le derrumba: cuando murió su madre teniendo él apenas 8 años, el día que asesinaron a su hijo en el 2006, el menor de 11 hermanos, y quien solía conducir el carro en las giras de su padre; cuando en el 2012 asesinaron a su hermano, que administraba sus fincas y también componía, y el gran dolor que le causó un desamor.

«Yo nací en Cartago, pero me críe en el campo. Siempre estuve en ese entorno y fue donde me enseñaron a tomarle amor a la vida. Mi padre no me dio estudio porque la situación económica no daba, pero ese entorno lo amé. Es una felicidad total haber crecido en el campo». Siendo aún niño sintió gran pasión por la música, y sus primeras incursiones fueron en fiestas pequeñas.

En 1976 se trasladó a Medellín buscando mejores oportunidades; allí trabajó en diferentes oficios, y sólo hasta los 21 años se dedicó a la música como profesional. Su primera grabación fue Destino fatal, que fue todo un éxito: «Muchas personas me ayudaron en mis inicios, porque yo no tenía los recursos para grabar mi disco». Siempre sintió una gran admiración por el gran artista Julio Jaramillo, y en una de sus giras viajó al Ecuador para conocer la tumba.

En el 2019 fue condecorado por el Congreso de la República con la distinción Simón Bolívar a la excelencia, y celebró sus 40 años de despecho; la gira con grandes exponentes del género popular se llamó Tour 40 años Posada y sus amigos; además lanzó su película, El rey del sapo, en la que debutó como actor, mostrando una nueva faceta artística.

Cuenta que ha pensado en abandonar la música, pero cada día tiene más trabajo: «Hace muchos años vengo pensando en eso, porque el estrés llega y hace que uno explote. Hay momentos en los que uno no quiere salir de la casa, pero la familia me inyecta de adrenalina para seguir en este difícil mundo de la música. Cuando comencé mi carrera artística nunca me imaginé que iba a durar tantos años cantando, pero es un regalo del universo y de la gente, porque les gustan mis canciones. Conservo la esencia de aquella época, sigo siendo el mismo y amando a mis seguidores. He conocido muchos países, pero nunca se me ha pasado por la cabeza que soy famoso; no importa el lugar donde me encuentre, siempre he conservado la humildad y el respeto a todas las personas sin importar su cargo o condición social».

Octubre 5 del 2018: Muere “Don Chinche”

Se nos fue a los 82 años un símbolo de la televisión colombiana, una de las figuras más importantes de la historia de la televisión del país. El gran actor detrás del legendario Don Chinche. Uno de los comediantes colombianos más destacados de todos los tiempos, que marcó una época interpretando al eterno enamorado de la Señorita Elvia.

A Héctor Ulloa en el 2012, en la versión 28 de los India Catalina en Cartagena se le otorgó el premio honorífico Víctor Nieto a toda una vida, y en el 2016 el Festival de Cine de Cartagena le entregó el premio Vida y Palabras. Un día decidió incursionar en la política, y fue diputado a la Asamblea Departamental de Cundinamarca alcanzando la votación más alta. Y además, compuso uno de nuestros boleros más famosos, una canción que se inspiró mientras caminaba por el centro de Bogotá y ha sido interpretada por consagrados artistas.

Cuando los artistas tienen penas, sufren, piden utopías, quimeras; y alguien una vez se atrevió a pedir cinco centavitos, pero de felicidad. Cinco centavitos era lo menos que se podía pedir de algo en ese tiempo: «En la edad en que estaba, miraba la vida con ilusión, pero también con inseguridad en todos los terrenos, incluido el romántico, entonces uno le pide a la vida que le dé al menos eso». Casi todas las canciones están hechas de una vivencia, propia o ajena, pero el origen de esta en una secuencia de ruidos que se dio en una circunstancia especial; «Iba caminando por la carrera 10 con calle 20, la congestión no era tanta como hoy, y oí una secuencia de pitos; caminando como englobado empecé a componer la letra, y cuando llegué a la calle 13 ya había hecho la canción. Suena como antiromántico, pero es la verdad. Sin embargo, en el fondo están las ilusiones de un muchacho, que eso era yo en la época. Estaba pasando los 20, iniciándome en la vida. Así que se puede decir que fue una canción compuesta a una mujer, llamada ilusión».

Existen personas que marcan nuestras vidas. Lo hacen con un recuerdo, con momentos vividos, con su presencia, su talento; con el desarrollo de un personaje que nos acompañó durante diferentes etapas de nuestra vida. También lo pueden hacer simplemente por ser buenos seres humanos, de gran corazón, o lo hacen por todas las anteriores. En mi caso, considero que Héctor Ulloa era todas las anteriores. Con tristeza los colombianos aceptamos que su paso por esta vida cumplió su ciclo, pero con alegría celebramos cada momento que nos regaló de su talento, y de las historias que contó. Lo llevaremos por siempre en nuestros corazones.

Octubre 4 de 1917: Nace Violeta Parra

Quizás mejor recordada como la Madre del folk latinoamericano, pionera de la Nueva canción chilena, una renovación de las tradiciones populares chilenas que se convirtió en un movimiento que celebró la lucha por la justicia social en toda América Latina, Violeta Parra nació en la pequeña ciudad de San Fabián de Alico.

Cantante y guitarrista desde los nueve años, inició su carrera musical a los 15, tras la muerte de su padre. Ese año salió de la casa de su madre en el interior de Chile, y se fue a vivir a Santiago con su hermano, que estudiaba en la capital. Pronto formó con su hermana Hilda el dúo Las Hermanas Parra, que cantaba canciones populares por las noches. Las canciones se convirtieron en su medio de vida, y fueron su pasaporte al éxito como compositora y folclorista.

Comenzó su carrera actuando en lugares pequeños, y luego viajó por Chile para grabar una gran variedad de música folclórica tradicional. Su creciente popularidad le valió su propio programa de radio, y una invitación para actuar en un festival juvenil en Polonia. Mientras estuvo en Europa también exploró las artes visuales, creando pinturas al óleo, esculturas de alambre, cerámica y tapices de arpillera que se exhibieron en París en 1964. Fue la primera artista latinoamericana en tener una exposición individual en el Museo del Louvre.

En 1965 regresó a Chile, y en ese mismo año instaló una gran carpa con la idea de convertirla en un importante centro de cultura folclórica, pero pese a su sueño de transformarla en un referente para la cultura de Chile, donde instalar su Universidad para dar cursos de folclore durante el día, y utilizarla como una peña en la noche, la respuesta no fue muy motivadora y el público no la apoyó. Deprimida ya desde la temprana muerte de una hija en 1964, y desilusionada con la partida de su tercer marido, el músico suizo Gilbert Favre, con quien aún buscaba la reconciliación, Violeta decidió morir en 1967, a los 49 años. Cuando se enteró de su muerte, Pablo Neruda dijo: «De cantar a lo humano y a lo divino, voluntariosa hiciste tu silencio, sin otra enfermedad que la tristeza».

Póstumamente se le otorgó la medalla Gabriela Mistral en 1998, y en conmemoración de su natalicio se celebra el Día de la música y de los músicos chilenos. Y su historia fue contada en 2011 en la película Violeta fue al cielo.

Violeta nunca dejó de componer. En los mejores y peores momentos dio voz a sí misma y a su gente. Fue una mujer creativa, activa y valiente. Una mujer intensa en todos los sentidos. No es de extrañar que otras grandes mujeres cantaran sus canciones y las llevaran a otros pueblos. Canciones que corren en nuestra sangre latinoamericana. Su legado no tiene precio. Por todo y por tanto, Gracias!. Gracias por enseñarnos a dar gracia a la vida, y a no bajar la voz a pesar de toda iniquidad.

Octubre 4 de 1939: Nace Lucero Galindo

Hoy, en el aniversario de su nacimiento, recordamos a una gran mujer con una voz maravillosa, a la querida actriz de El alférez real, La mala hora, La vorágine, La abuela, El caballero de Rauzán, Una mujer de cuatro en conducta. La maestra del antagonismo. La villana de ojos verdes. Su voz dulce, grave y algo ronca al mismo tiempo, y su mirada intensa, la llevaron por el camino de los papeles antagónicos: «Con mi aspecto, yo no puedo hacer la carita de buena». Fue una de las antagonistas preferidas de los años 70 y 80, y sus interpretaciones le dieron sin duda un lugar en la historia de nuestra televisión, en la que participó en más de 40 producciones como actriz.

Luz Helena Galindo Díaz nació en Bogotá, y todo comenzó a muy temprana edad cuando decidió unirse al grupo de teatro El pequeño Parnaso que presentaba sus obras en el Teatro Colón. En 1969, cuando uno de los galanes del momento, Ugo Armando, estaba montando un café concierto, su amigo Oscar de Moya, también actor, le endulzó el oído para que se metiera a actuar. Aceptó. Conoció a varios personajes de la TV, y gracias al apoyo de todos pudo hacer su debut en la pantalla chica. El encanto surtió efecto y renunció a su trabajo de una entidad del gobierno para ser actriz. Como todos tuvo que realizar pruebas en distintos géneros, tragedia, comedia, drama.

Su primera aparición en la TV fue en un comercial de crema para las manos. Luego su carrera se volvió prodigiosa, y en 1975 fue la estrella en La Vorágine, papel que para ella fue el más importante de toda su carrera, pues además de actuar, pudo cantar y bailar música llanera. Ese año ganó el premio de la artista del año. Por más de diez años y hasta 1989 su carrera fue brillante, pero luego debió alejarse de las cámaras por un tiempo. A finales de ese año desapareció de un momento a otro, y nadie supo de ella durante tres días. Varias personas la visitaron en la Clínica, pero ella no los reconoció: «Fui a la clínica para que me realizaran un examen. Pero yo no sabía que sufría de la tiroides, y tampoco los médicos. Hicieron el examen con anestesia general y eso afectó totalmente mi memoria. No sé las razones científicas por las que sufrí esa pérdida, sólo sé que cuando desperté no recordaba ni siquiera que tenía un hijo. Se me olvidó hasta fumar, después de que me fumaba tres paquetes diarios. Entonces, tuve que aprender absolutamente todo de cero. Una monja que estuvo conmigo en ese proceso, mi hermana y todo el gremio siempre me apoyaron. Gracias a Dios pude salir adelante. Me sirvió ser locutora de radio y haber leído muchos libretos, porque tengo memoria fotográfica».

Tres meses después Bernardo Romero Pereiro la llamó nuevamente. «Pensé que no iba a ser capaz, pero pudo más la fuerza de voluntad. Mis compañeros me ayudaban a aprenderme los libretos. Todos tuvieron mucha paciencia conmigo. Y lo logré». Nunca entabló demanda contra la clínica porque consideró que fue un error médico involuntario.

Como sabemos, en el mundo de la TV la juventud a veces pesa más que la experiencia, fue por esto que recibió  pocas ofertas en los últimos años de su carrera, aunque hizo pequeñas apariciones en telenovelas. Luego, por recomendación de la familia se retiró por sus problemas de salud que se derivaron de la fractura de un hombro, y se dedicó a prestar su voz para algunos comerciales. Murió en enero del 2013. «Adoraba la actuación. Era su vida», recuerda su único hijo.

Octubre 4 del 2009: Muere Mercedes Sosa

Se fue «La voz de los sin voz». También conocida como «La Negra» debido a su largo cabello negro, y aunque decía «Nunca pensé que iba a cantar para ganarme la vida», su poderosa voz le brindó la oportunidad de actuar en el Lincoln Center y el Carnegie Hall de Nueva York, así como en la Capilla Sixtina y el Coliseo en Roma.

Mercedes Sosa fue una fuerza impulsora detrás del movimiento Nueva Canción, sus canciones unieron la música folclórica tradicional de América del Sur con letras poderosas que abogan por los derechos humanos. No es exagerado decir que con su sensibilidad y posición política, fue una de las principales representantes de la música latinoamericana en el mundo. «Claro que soy folclorista», dijo alguna vez Mercedes. «¿Qué otra cosa podría cantar yo con esta cara?».

Su linaje familiar provino del pueblo indígena Aymara y su herencia influyó profundamente en su estilo. A los 15 años ganó un concurso de talentos de radio, el reconocido Festival Folclórico de Cosquín en Argentina. Su actuación recibió una ovación masiva y al año siguiente ya había firmado un contrato de grabación.

Muchas de las canciones más conocidas de Mercedes Sosa fueron escritas por otros, pero sus interpretaciones de canciones como Gracias a la Vida, de Violeta Parra, y Si Se Calla El Cantor, de Horacio Guarany, la llevaron a la fama. Lanzó unos 70 álbumes en sus casi seis décadas de carrera, explorando diversos géneros como el tango argentino, la nueva trova cubana, la bossa nova brasileña, el rock y la música sacra, y colaboró ​​con artistas como Luciano Pavarotti, Sting, Joan Baez e incluso con Shakira.

Cantando sin miedo la verdad al poder, se exilió de su tierra natal durante varios años, y finalmente pudo regresar a casa en 1983. Continuó actuando en todo el mundo, y más tarde se convirtió en embajadora de buena voluntad de la UNESCO. De ella se decía siempre que no sólo era una magnífica intérprete sino además una mujer muy amable y cariñosa, una persona muy humana. Murió, pero su voz sigue resonando en toda América Latina.

Octubre 3 de 1226: Muere Francisco de Asís

Murió en Asís el fundador de la Orden Franciscana, un joven con grandes aspiraciones.

Hijo de un rico mercader de telas y una dama de la nobleza, nació en Asís en 1182, y creció entre las comodidades de la familia y la vida mundana. Estudió en la escuela episcopal, donde aprendió a leer, escribir, y principalmente a contar. Hacerse rico era una obsesión en ese entonces. Ayudaba a su padre en el comercio, pero vivir detrás de un mostrador no era un trabajo que le atrajera.

Pequeño de estatura y de carácter extrovertido, Francisco siempre tuvo en su corazón el deseo de cumplir grandes empresas; esto fue lo que a la edad de veinte años le impulsó a partir, primero a la guerra entre Asís y Perugia, y después a las cruzadas. Al regreso de la dura experiencia bélica, agitado, resulta irreconocible para todos. Algo había marcado profundamente su ánimo; con la experiencia del conflicto su existencia tomó una nueva dirección. La oración y la contemplación en el silencio de las tierras de Umbria lo condujeron a abrazar como hermanos a los leprosos y vagabundos por los cuales siempre había sentido disgusto. Había sido llamado a renovar en espíritu de obediencia  a la Iglesia que pasaba por un período de divisiones y herejías. Decide ceder todos sus bienes a los pobres, y por ello las tensiones con su padre fueron continuas.

Hizo votos de pobreza y comenzó a predicar su doctrina. Decidido a cumplir las Sagradas Escrituras, comenzó a vivir centrado en el espíritu. Sus sermones eran cada vez más frecuentados, su fama se iba extendiendo y se le unieron numerosos compañeros que como él, deseaban vivir el Evangelio al pie de la letra, en pobreza, castidad y obediencia. También Clara, una noble de Asís, se sintió atraída por su carisma, y fue ella quien dio inicio a la segunda orden franciscana, «Las hermanas pobres», conocidas como Clarisas.

En 1208 Francisco  le pidió al Papa permiso para fundar una hermandad mendicante, la Orden de los Hermanos Mendigos de Asís, que se instaló en chozas en lo alto de las colinas, renunciando a cualquier forma de propiedad. En 1224, enfermo, se vio obligado a moderar sus actividades, renunció a la dirección de la hermandad que había creado, y en compañía de sus discípulos partió hacia el bosque para vivir en contacto con la naturaleza.

Fue el primer santo de la historia en recibir la marca de los estigmas. Un día, rezando en la cima de la roca, un serafín descendió del cielo llevando una cruz en sus brazos. Cuando la imagen desapareció, Francisco notó marcas de sangre en sus manos y pies, como si hubieran sido perforados por clavos. Cada vez más enfermo, Francisco pide que lo lleven a Asís, donde quiere morir. Murió, asistido por sus discípulos, y dos años después de su muerte fue canonizado.

La vida de Francisco fue una constante alabanza al Creador, y su espíritu sigue inspirando a tantos en la construcción del diálogo entre todos, en la verdad, en la caridad, y en el cuidado de la creación. En 1980 el Papa Juan Pablo II declaró a San Francisco de Asís patrono de los animales. Allá por el año 1200, cuando San Francisco era apenas un muchacho, dijo «Debemos comprender cuál es nuestro lugar en la Tierra, ya que el bienestar de nosotros está integrado al bienestar de todos los animales y el medio ambiente». Sus palabras no fueron comprendidas en aquella época, pero actualmente todos sabemos cuán sabia y premonitoria fue aquella frase.

Octubre 3 de 1867: Muere Elias Howe

Murió Elias Howe, un inventor que obtuvo 4.750 patentes estadounidenses.

Este hombre que nació en Massachusetts en 1819, hijo de un agricultor y molinero, comenzó como aprendiz en una fábrica textil, y en 1843 se le ocurrió una importante combinación de elementos para crear la primera máquina de coser con puntadas. Pero en lugar de fabricar y vender máquinas, Elías hizo su fortuna presentando demandas contra sus competidores que, en su opinión, habían infringido sus patentes, y murió como un hombre inmensamente rico.

No se puede decir a ciencia cierta quién inventó la máquina de coser. Fue el resultado de numerosas contribuciones. La contribución tecnológica de Elias Howe fue mecanizar un punto de bloqueo mediante la construcción de un proceso con una aguja de ojo puntiagudo, y una lanzadera para tomar el segundo segmento.

Tuvo la idea luego de escuchar una conversación entre un inventor y un hombre de negocios, hablando de la gran idea de la máquina de coser, pero de lo difícil que era de lograr. Decidió entonces intentar mecanizar los movimientos de la mano de su esposa mientras ella cosía un punto de cadena. Hizo varios intentos, y después de un año llegó a la conclusión de que, aunque no podía replicar la puntada en particular, podía agregar un segundo segmento para unir las puntadas.

No fue hasta finales de 1844 que pudo idear una forma de mecanizar el punto, pero no tenía los medios económicos para construir un modelo, así que se asoció con un comerciante de carbón y madera de Cambridge, que le dió el apoyo financiero. En 1845 tenía ya un modelo funcional y lo mostró al público en Boston. Aunque algunos de los sastres estaban convencidos de que esto podría arruinar el comercio, las características innovadoras de la máquina finalmente ganaron su apoyo. A 250 puntadas por minuto, el mecanismo de Howe superó la producción de cinco costureras manuales, completando en una hora lo que ellas tardaban 14.

En 1849, su rival Isaac M. Singer pudo juntar todos los elementos para hacer que la primera máquina Singer pudiera hacer 900 puntos en un minuto. Howe exigió US$2.000 en regalías. Singer no los tenía porque todavía no había vendido ninguna máquina. Había mucho escepticismo sobre su practicidad, y los sindicatos se manifestaron en contra de su uso, ya que los sastres podían ver que estas máquinas los dejarían sin trabajo. En 1853 se vendieron 1.609 máquinas en los EE.UU. En 1860 ese número aumentó a 31.000, año en que Howe se jactó de haber ganado US$444.000 en ganancias por derechos de licencia, aproximadamente US$13,5 millones de hoy. La máquina de coser de Elias Howe ganó una medalla de oro en la Exposición de París de 1867, y ese mismo año Napoleón III le otorgó la Légion d’honneur por su invención.

Durante la Guerra Civil americana, donó parte de su fortuna para equipar un regimiento de infantería para el ejército de la Unión, y fue honrado con un sello de 5 centavos en la serie Famous American Inventors publicada en 1940; la película de 1965 de los Beatles, Help!, está dedicado a su memoria, y en el 2004 fue incluído en el Salón de la Fama de Inventores Nacionales de EE. UU.

Octubre 3 del 2007: Muere Rogelio Salmona

Murió en Bogotá el más grande de los arquitectos colombianos del siglo XX, el maestro del ladrillo, apodado el transformador de ciudades por sus innovadoras estructuras urbanas. Rogelio Salmona forma parte de la élite de arquitectos latinoamericanos del siglo XX, y sin duda alguna tuvo un impacto enriquecedor y duradero en Bogotá a través de su dominio del ladrillo; fue ampliamente reconocido como un impulsor del renacimiento de Bogotá en las últimas décadas Bogotá es una ciudad de ladrillo rojo, y nadie hizo más para enriquecer ese material de Rogelio Salmona.

Inspirado en el ladrillo islámico de España y el norte de África, aportó un nuevo nivel de refinamiento a un producto que se había utilizado anteriormente como un sustituto barato de la piedra. Empleó ladrillos en un espectro de edificios públicos y académicos, casas privadas y viviendas asequibles, y fue el primer arquitecto latinoamericano en ganar la Medalla Alvar Aalto, que la otorga la Fundación del mismo nombre y reconoce la excelencia en la creatividad arquitectónica. Monumental, elemental e impecablemente elaborada, su arquitectura pertenece a la tradición del modernismo.

Nació en París en 1929 de padre español y madre francesa. Ambos eran judíos y en 1934, anticipando lo que vendría, se mudaron a Bogotá donde su hijo formó un vínculo duradero con su ciudad adoptiva. Estudiaba arquitectura en la Universidad Nacional cuando, en 1948, una ola de violencia convenció a su padre de enviarlo de regreso a París. Durante una década pasó parte de su tiempo trabajando con Le Corbusier, a quien había conocido en un viaje que éste realizó a Bogotá años antes; compartió ideas con un Le Corbusier en todo su esplendor, quien le inculcó la idea de repensar la ciudad, y analizar el urbanismo con sus implicaciones sociales. De esta forma comprendió la responsabilidad y la importancia del papel de la arquitectura en la sociedad.

Regresó a casa en 1957, retomó sus estudios, y en 1962 recibió su título de arquitecto, a los 33 años. Su oficina seguía siendo pequeña y había pocos puestos de trabajo, hasta que su última década de práctica trajo una serie de comisiones prestigiosas. Atrajo la atención internacional por primera vez con sus Torres del Parque, que es ampliamente considerado su obra maestra. Continuó presentando su huella de ladrillo característica a lo largo de su carrera, incluso en la extensa Biblioteca Pública Virgilio Barco, que sigue siendo una de sus estructuras más famosas.

La casa en Cartagena diseñada para nuestro Nobel de literatura, a pesar de ser una construcción actual, es respetuosa de las particularidades formales, históricas y culturales de la ciudad. Su trabajo fue tan fértil, en parte, por la calidad del ladrillo disponible en Colombia. A este arquitecto visionario, que reconoció el potencial infinito del humilde ladrillo rojo haciendo de él un uso magistral en una amplia variedad de funciones, cuando se le preguntaba sobre la calidad de su trabajo, respondía: «La única forma de saberlo es esperar, porque la buena arquitectura se convierte en ruinas, mientras que la mala arquitectura desaparece». La suya, sin duda, perdurará.

Octubre 2 de 1869: Nace Gandhi

En India, vino al mundo Mahatma, «Alma grande», nominado cinco veces al Premio Nobel de la Paz, pero nunca lo ganó. Sin embargo hay que aclarar que años más tarde, el comité del Premio Nobel declaró injusta esa decisión.

Su padre, primer ministro de una pequeña ciudad, y su madre una devota religiosa, de la casta de los comerciantes, considerada una casta menor en comparación con los sacerdotes, erudito y guerreros. A pesar de esto, su familia no era pobre y vivía cómodamente. Según varios historiadores, Gandhi era un niño muy tímido y tuvo grandes dificultades para hablar en público durante su infancia. Como es común en la cultura india, cuando tenía 13 años se casó con una mujer sólo seis meses mayor, y ambos permanecieron casados ​​durante 62 años y tuvieron cuatro hijos.

En 1886 la India estaba bajo el poder de los británicos, y la familia decidió que debería viajar a Londres para estudiar derecho. Era común que los niños de familias más adineradas estudiaran en el extranjero ya que la propia colonia no contaba con una buena estructura educativa. Ingresó en el University College of London y fue allí donde tuvo su primer contacto con lo que se convertiría en su Biblia espiritual: el Bhagavad-Gita. En 1891, con 22 años, regresó a su tierra natal para ejercer como abogado. Sin embargo su carrera no despegó, al parecer por su timidez para expresarse. Fue entonces que aceptó ir a trabajar a Sudáfrica. Allí se enfrentó a un sistema racista y violento, que le significó un despertar de la conciencia social, y se convierte en uno de los mayores activistas por los derechos de los sudafricanos. Desarrolló Satyagraha como una forma de revolución. Un código de ética que va más allá de simplemente no atacar físicamente. Se refiere al respeto incondicional por cualquier forma de vida, e incluye no atacar con palabras, actitudes ni pensamientos, todo unido a un estilo de vida que negaba los placeres materiales. En 1930, ya de nuevo en la india, organizó la Marcha de la Sal, uno de los más importantes acontecimientos que condujeron a la independencia de la India, una protesta contra el monopolio estatal de la extracción y el comercio de sal.

Una de las prohibiciones impuestas por los británicos era que los indios, hindúes y musulmanes, no podían producir su propia sal, que se comercializaba con altos impuestos para la población. Durante 24 días, él y miles de indios caminaron más de 300 kilómetros en protestas, lo que resultó en la detención de 60.000 personas. Después de mucha lucha y detenciones arbitrarias la ley de la sal fue derogada, y los indios dieron otro paso importante hacia la independencia.

Una de las formas que tuvo Gandhi para intentar forzar el diálogo entre religiones fue mediante el ayuno, que podría haberle provocado la muerte, de no haber sido por grupos con creencias diferentes que se unían en nombre de su salud. En 1930 fue elegido por la revista estadounidense TIME como Hombre del año, y en 1942 fue criticado por no apoyar la lucha de Gran Bretaña contra los alemanes. Pero él no apoyaría la guerra mientras la independencia de su país no fuera un hecho. Fue detenido por los británicos y pasó dos años en la cárcel. Mientras estaba en prisión, murió su esposa. Seis semanas después sufrió un ataque grave de malaria. Lo liberaron por su débil estado de salud. El gobierno británico no quería que muriera en prisión pues eso provocaría el odio de la nación. Una vez fuera, ante las súplicas de sus seguidores, decidió medicarse, en contras de sus creencias, para poder sobrevivir. Con el final de la guerra los británicos dejaron el poder de la nación en manos Indias. Gandhi suspendió la lucha y logró la liberación de unos 100.000 presos políticos. Pero luego vino una salvaje guerra religiosa, y la separación de India y Pakistán. En el contexto de este conflicto, Gandhi perdió la vida. Fue asesinado a tiros en Nueva Delhi por un radical hindú que no apoyaba sus ideas de reconciliación entre musulmanes e hindúes.

Se calcula que alrededor de un millón de personas participaron en los nueve kilómetros del cortejo fúnebre, y después de la cremación, sus cenizas fueron repartidas en varias urnas. Algunas de ellas quedaron en manos de familiares y de familias importantes que apoyaron su causa. Otras fueron enterradas en la orilla del río sagrado Yamuna, donde poco después se construyó un monumento que está abierto al público.

El expresidente Obama y la reina Isabel están entre los muchos líderes mundiales que han visitado el santuario para presentar sus respetos. Como homenaje, en el 60 aniversario de su muerte, su tataranieta, Nilamben Parikh, fue la encargada de lanzar parte de los restos en el Océano Indico frente a las costas de Bombay, en una ceremonia cargada de colorido a bordo de una barca adornada con cientos de flores naranjas. En el 2019, en plenas celebraciones por el 150 aniversario de su nacimiento, ocurrió un hecho vergonzoso. Los restos que descansaban en el monumento fueron robados, y el lugar profanado con escritos ofensivos. Algunos radicales no aceptan aún la defensa de la unidad religiosa hindú-musulmana que promovía Ghandi.

Un porta objetos con una muestra de su sangre, un par de las sencillas sandalias que alguna vez usó, un chal tejido por el propio Gandhi, así como fotografías, pinturas y grabaciones de audio, documentos y otras cosas de su casa, fueron parte de un lote de objetos que fue subastado en Gran Bretaña en el 2013 en la casa de subastas Mullock. El precio base de la subasta fue de entre 10.00 y 15.000 libras esterlinas. El viaje de Gandhi inspiró a figuras como Martin Luther King Jr. y el Dalai Lama, que llegaron a ganar el Premio Nobel de la Paz, y que mencionaron su nombre en sus discursos de acción de gracias; y sigue inspirando a millones de personas en todo el mundo. La ONU estableció el 2 de Octubre como Día Internacional de la No Violencia.

Octubre 2 de 1880: Nace Eusebio Ochoa

En una familia de músicos (su padre fue corista en Envigado, y su madre cantaba e interpretaba la guitarra), nació en Concepción, Antioquia, el músico y compositor Eusebio Ochoa Isaza.

Desde 1886 su familia se estableció en Medellín, donde hizo sus estudios primarios y algunos de la secundaria. Su primera composición, Virgencita, me voy a la guerra, nació de su alistamiento en las tropas gubernamentales durante la guerra de los Mil Días hasta 1901. Compuso luego una serie de importantes obras de música andina colombiana y religiosa, pero como compositor no se le conoce mucho ya que sus obras las firmaba con el seudónimo de Pepe, o Alejandro Leprevost, o simplemente no las firmaba.

Fue integrante del grupo típico La Lira Antioqueña, fundado en Medellín en 1903, agrupación con la que viajó a Nueva York en 1910, invitado a grabar por la Columbia Phonograph Company (hoy Columbia Records). De este viaje resultan ocho discos dobles de 78 RPM, y entre ellos se encuentra uno que incluye la primera grabación del Himno Nacional en homenaje al primer centenario de la independencia de Colombia.

A su regreso a Medellín entró a formar parte de la Lira Unión como guitarrista, y en 1911 ingresó a al Instituto de Bellas Artes, donde fue discípulo del maestro vasco Jesús Arriola en temas musicales y solfeo, y de Luis Mondragón en la interpretación del contrabajo, instrumento del que se le consideraba el mejor ejecutante de Medellín en su época. Años más tarde fue profesor de dicha institución, hasta convertirse en decano. Perteneció a la Banda Departamental y diferentes orquestas como contrabajista, y además fue Maestro de Coro de la Catedral Metropolitana. Murió en Medellín el 24 de septiembre de 1955.

El maestro Eusebio Ochoa es descendiente de don José Antonio Isaza Atuesta, uno de los fundadores de Envigado, Antioquia, y padre de uno de los más reconocidos compositores colombianos de la actualidad, el Maestro Héctor Ochoa Cárdenas, cuya obra canción El Camino de la Vida fue declarada como la Canción Colombiana del siglo XX por la academia musical en 1999.

Octubre 2 de 1951: Aniversario de Sting

Gordon Matthew Thomas Sumner llega hoy al séptimo piso entre conciertos, música, películas, y su inseparable bajo. Hijo de un lechero y una peluquera, antes de ser el famoso Sting fue entrenador de fútbol, ​​recaudador de impuestos, conductor de autobús, y enseñó inglés durante dos años. Aún reconoce y elogia la importancia de ser maestro. Considera que es «uno de los trabajos más importantes del planeta», y del que depende el futuro. Quizás por eso, además de entregar su voz a temas como Roxanne, o Walking On The Moon, Sting la utilizó para reclamar mejores sueldos para los profesores.

El sueño de ser músico se formó temprano en las aspiraciones del pequeño. Cuando era niño, entre las rondas que hacía con su padre en el reparto de leche, solía entregarse de todo corazón a una guitarra que andaba por la casa y pertenecía a un tío que emigró a Canadá. «Quería vivir como músico. Siempre pensé que era una forma honorable de vivir».

El sobrenombre de Sting surgió de la manera más fortuita, como casi todas las grandes cosas de la vida. En una ocasión tocaba su bajo con la Newcastle Big Band, y vestía una camiseta a rayas negras y amarillas; un compañero le dijo que parecía una abeja, y todos empezaron a llamarlo Sting. Era a mediados de la década de los setenta, y el apodo le gustó tanto que lo usó como nombre artístico desde entonces.

Ha contado esta historia en varias ocasiones: «Viví en una casa encantada en el norte de Londres durante mucho tiempo. Nunca creí en los fantasmas. Fui muy escéptico hasta que comencé a vivir con ellos. Me desperté por la mañana y todo lo que había a mi alrededor estaba reorganizado en la cocina. Los muebles estaban en otro lugar, las botellas estaban rotas en el piso. Descubrí que la casa había sido un pub llamado Three Ducks en el siglo XVII. No sé qué pasó allí, pero había un ambiente muy extraño en la casa».

Tuvo la oportunidad de compartir el tablero de ajedrez con el Gran Maestro Garry Kasparov. El juego se jugó en el 2000 en los estudios ABC en Nueva York, y Kasparov le ganó en menos de cinco minutos. Le sirvió de Cupido a Madonna. Sting y su esposa le presentaron a Guy Ritchie, el director británico que en el 2000 se casaría con la reina del pop. Es incluso el padrino de su hijo. Sin embargo, a pesar de la intervención romántica, la relación entre Madonna y Ritchie no duró más de ocho años.

Filántropo y activista, una de las causas que defiende con dedicación y compromiso está relacionada con el bienestar del planeta. A finales de la década de 1980, con su esposa fundó el Rainforest Foundation Fund, cuyo objetivo es proteger los bosques tropicales y los pueblos indígenas que viven en estas áreas del planeta. También reúne a músicos para hacer conciertos con el fin de concientizar al mundo de este problema ecológico y humanitario.

Hombre de muchos vértices artísticos, también experimentó la profesión de actor. Entre 1990 y 1992 fue un villano en la serie animada Captain Planet. Sting prestó su voz a un archienemigo del héroe que fue desplegado para salvar el planeta Tierra. Compuso las canciones y firmó la letra del musical que tuvo que ser cancelado en el 2020 por la pandemia.

Octubre 1 de 1924: Nace Jimmy Carter

Nació en Plains, una vida por la paz? Muchos años después de haber sido presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter es recordado por muchos como el presidente de las causas humanitarias, mientras otros lo describen como un fracaso para la política en su país.

Fue señalado como un presidente muy blando en algunos temas que en Estados Unidos parecían tener un interés mayor. Su último año presidencial estuvo marcado por la toma en 1979 de la embajada estadounidense en Irán y la retención de rehenes, el intento sin éxito de rescate de los retenidos, una grave escasez de combustible y el comienzo de la Guerra de Afganistán.

Dicen algunos analistas que durante su mandato, Estados Unidos nunca estuvo peor. Esos años fueron de altísimo desempleo, inflación, escasez de gasolina, apagones y disturbios, fueron años en los que se vio perdiendo la Guerra Fría, y la Unión Soviética se veía más fuerte que nunca. Algunos dicen que le quedó grande la presidencia de Estados Unidos.

Carter no es solo el expresidente de los Estados Unidos más antiguo y longevo en la actualidad, sino una figura paradójica, que a pesar de su talante sosegado y prudente, ha sido una figura bastante polémica en la política mundial. Para muchos estadounidenses, hizo una presidencia intrascendente, pero para buena parte de occidente y el cercano oriente, fue el secreto del éxito de decenas de complejos procesos de paz, una persona capaz de ponerle atención a los detalles, y esa cualidad le permitió ser un negociador exitoso.

Lo reconocen como un hombre que desde el punto de vista de los intereses de Latinoamérica fue muy generoso, sereno y tranquilo. Un gran activista, promotor de los derechos humanos que fue capaz de construir acuerdos basándose en uno de sus principios: «No juzgar nunca, no indignarse nunca. Dar a los interlocutores tiempo para que entiendan que encima de la mesa no hay nada más que una buena voluntad recíproca. En un conflicto es preciso que las personas estén dispuestas a hablar para ponerle fin o, en todo caso, para que las cosas avancen. Tiene que haber un interlocutor frente a ellas, incluso si son personas detestables. Y ahí es donde yo intervengo».

Desde que abandonó la Casa Blanca se dedicó a la mediación en conflictos internacionales y al apoyo de causas humanitarias, lo que le valió en 2002 el Premio Nobel de la Paz. En realidad el 39º presidente de Estados Unidos cobró paradójicamente más popularidad como simple ciudadano, viajero por todo el mundo para resolver conflictos, que cuando presidía los destinos de una superpotencia. El peregrino sonriente es un hombre profundamente religioso, fue además pastor en la Iglesia Bautista de Maranatha, donde daba clases sobre la biblia dos veces al mes y al que asistían cientos de fieles hasta el año pasado. Charlatán, casamentero, moralista sincero pero demasiado ingenuo. De todo esto se le acusa, aunque parece no importarle.

El Centro Carter es una organización sin fines de lucro fundada por Jimmy Carter y la ex Primera Dama Rosalynn hace casi 40 años, con un compromiso fundamental con los derechos humanos y el alivio del sufrimiento humano, que busca prevenir y resolver conflictos, mejorar la libertad, la democracia y la salud.

Octubre 1 de 1935: Nace Julio Jaramillo

Nació «El ruiseñor de las Américas», considerado el mejor cantante ecuatoriano de todos los tiempos. Julio Alfredo Jaramillo nació en una familia de clase trabajadora en la bulliciosa ciudad de Guayaquil. Sus padres habían migrado a la provincia en busca de mejores oportunidades. Perdió a su padre cuando tenía seis años, y su madre trabajó como enfermera para mantenerlo.

Le fascinaba la música de los compositores e intérpretes de su época, como el dúo Guayaquil, Olimpo Cárdenas, que finalmente influyeron en su vida. Al terminar la primaria abandona la escuela, y se mantuvo como zapatero y barnizador de muebles, pero anhelaba convertirse en cantante. Se enamoró de la música temprano, y a veces daba serenatas a los transeúntes en las calles de la ciudad. Recorrió algunos locales junto a dos de sus amigos bohemios, pero no tuvo mucho éxito, y se vio obligado a volver a sus inicios de zapatero; pero ese no era su destino, y pese a las lágrimas de su madre, fue decidido a continuar con el canto.

Estudió algunos pasajes de la música, aprendió a tocar la guitarra, y realizó algunas presentaciones en sitios donde se ofrecen serenatas en Guayaquil, donde empezó a ser reconocido por su melodiosa voz. Creció hasta convertirse en una estrella internacional que recorrió América Latina cantando boleros, tangos, rancheras y pasillos, las canciones de amor sentimentales que a menudo son consideradas el género musical nacional de Ecuador.

Viajó a Colombia con la esperanza de ganar notoriedad, una vez irrumpió en una transmisión de radio en vivo, decidido a hacer oír su voz, y logró impresionar a los oyentes. De regreso a casa, grabó Nuestro Juramento, una canción sobre el amor eterno que lo llevó a realizar giras por toda América Latina y fue su consagración internacional. Una versión que sigue siendo hasta el día de hoy una de las más populares de sus miles de grabaciones.

Al finalizar 1956 ya había grabado una docena de discos. Su voz era única y lo llevó a interpretar diferentes ritmos como bolero, tropical, tango, vals, pasillo, joropo e incluso rock and roll. Hizo giras por Perú, Chile y Colombia donde llegó por primera vez a Cali, donde se reencontró con su hermano Pepe, que dos o tres años antes había emigrado. Al regresar a su país, fue llevado a cumplir el servicio militar. Al culminar su época castrense en 1960, continuó su carrera musical, y participó en dos películas.

En 1965 se radicó en Venezuela, desde donde realizó giras triunfales. Vivió una vida colorida, viajó por el mundo, se enamoró de muchas mujeres, y fue uno de los cantantes más aclamados de América Latina, una especie de embajador de Ecuador en la cultura pop. Su última gira internacional fue por Estados Unidos y Canadá.

Aquel 9 de febrero cuando murió, a tan solo 43 años, multitudes salieron a las calles porque aún lo consideraban el gran cantante, iniciando una verdadera leyenda en la música popular ecuatoriana. Nunca negó sus orígenes humildes, se mostraba generoso con sus amigos y con la gente que lo rodeaba. Sus restos recibieron una despedida como ningún otro personaje popular tuvo en Guayaquil; se calcula que fueron acompañados por unas 250.000 personas. Olimpo Cárdenas, Daniel Santos, Alci Acosta, Lucho Gatica, Leo Dan, Leo Marini, Mario Moreno Cantinflas, y Pedro Vargas, enviaron notas de condolencia, y Venezuela lo lloró como si fuera un hijo suyo.

Su legado perdura en el Museo Municipal de la Música Popular Julio Jaramillo de su ciudad natal, su vida fue llevada al cine en el largometraje Nuestro Juramento, desde 1993, el 1 de octubre se celebra como el Día del Pasillo Ecuatoriano, una fiesta nacional en honor a la forma musical que ayudó a popularizar en todo el mundo, y después de su muerte, un empresario argentino lanzó al mercado con gran éxito los discos de larga duración que contenían sus canciones, muchas de ellas inéditas, dando así base al dicho popular de que «El Ruiseñor cantaba mejor después de muerto».

Octubre 1 del 2018: Muere Charles Aznavour

Murió en Alpilles, al sur de Francia, a los 94 años, una de las grandes voces de la música francesa. El ciudadano armenio-francés Shantnourh Aznavourian, conocido como Charles Aznavour. Era el único sobreviviente prodigioso de su generación, de otra forma de música, y de otros tiempos ya idos.

De los grandes de la chanson Francaise (Becaud, Piaff, Brel, etc) fue el primero en subir a un escenario (debutó a los 11 años), y el último en irse. «No quiero ser un personaje inventado ni me interesa tener una leyenda», dijo alguna vez. Pero la tuvo. En el Gran Rex de Buenos Aires, en el 2017, ofreció uno de sus últimos recitales. Y seguía conmoviendo.

Tuvo una «amistad amorosa» con la reconocida cantante portuguesa Amália, y actuó por última vez aquí en Lisboa hace 5 años. Un concierto inolvidable. Un pequeño gran hombre que continuó subiéndose a los escenarios de cientos de países hasta casi los 100 años, que vendió 180 millones de discos, compuso 1.500 canciones, y además fue actor, escritor, productor, pintor y hasta embajador. Aznavoice (como le decían algunos) conmovió a varias generaciones, conmovió al mundo en 1964 con Venecia sin ti y La Boheme en francés y en castellano, cuyos ecos resuenan aun en el nuevo milenio; estremeció al público británico en 1974 con su versión de She, y luego conquistó al público norteamericano; en 1994 cantó con Frank Sinatra, e hizo duetos con artistas de distintas generaciones como, Liza Minnelli, Elton John, Plácido Domingo, Sting, Chucho Valdez, Julio Iglesias. La lista es interminable.

Hijo de inmigrantes armenios, sus padres huyeron del genocidio de los turcos y padecieron la quiebra de varios restaurantes en los que el niño Aznavour hacía de bailarín. Su talento para el canto lo heredó de su padre que cantaba en restaurantes franceses para ganarse la vida.

A los nueve años dejó la escuela y comenzó a cantar con regularidad en las calles. Fue vendedor de diarios y ayudante de pastelería mientras fogoneaba su vocación artística. Se sabe que los primeros años como artista fueron muy duros, con incontables rechazos y críticas. No tenía una gran presencia, baja estatura, cabello ralo, rostro endurecido, antítesis del galán, y una voz que muchos críticos calificaron en su momento de rota. Pero sucede que el pequeño gran hombre aprovechó esas imperfecciones y las transformó en poderío escénico. Cuando subía al escenario, miraba al público, y comenzaba a cantar, ese público se convertía en su cómplice devoto, conmocionado, deslumbrado. Alguna vez él mismo confesó: «Yo era muy pobre como para poderme pagar un profesor de canto. Mi profesor fue mi espejo, que me reveló un día que yo era pequeño y oscuro. Entonces decidí convertirme en grande y célebre. Desde aquel momento, siempre que paso por una puerta muy alta acostumbro a agachar la cabeza».

Acababa de alcanzar la mayoría de edad cuando lo escuchó la grande Édith Piaf. Vivió ocho años junto a ella como chofer, mozo, secretario y también compositor: «Para triunfar se necesita un triple talento: el de hacer lo que hay qué hacer, el de saber rodearse, y el de escuchar a los demás. Cuando me encuentro con alguien importante, me callo y escucho. Con Edith Piaf cerré la boca durante ocho años. Así aprendí mucho y sigo aprendiendo». De vez en cuando ella lo llamaba al escenario para presentar una u otra canción original que había escrito, casi siempre sin mucha repercusión. Ella decía que era poco probable que se convirtiera en un cantante de referencia.

Fue después de los 30 años que Charles Aznavour se acercó al estrellato. Los años 1955 y 1956 fueron decisivos para su ascenso, pero también sufrió un grave accidente de auto que le dejó varios meses fuera de los escenarios. Luego, un concierto en 1960 en la sala de conciertos Alhambra, se volvió casi mítico por haber iniciado su aclamación en Francia y, más tarde, en todo el mundo. Más que el concierto, lo que dio la vuelta al juego fue una canción cantada allí: «Je m’voyais déjà», en la que lamentó las malas críticas pero ya profetizó el éxito. El público se rindió. Vivió sus últimos años repartido entre Francia y Suiza, nunca le importó la política, aunque despreciaba a los xenófobos, racistas y antisemitas.

Obtuvo innumerables distinciones y premios durante sus 70 años de viajes y giras por el planeta, escribió libros biográficos y de ficción, grabó discos en alemán, español, italiano e inglés, actuó en unas sesenta películas. La lista sigue, y lo que sorprende es la intensidad con que vivió su vida. El mismo lo dijo: «Cuando abro los ojos la mañana de mi cumpleaños y me pregunto ¿qué tal te lo has pasado en la vida?, respondo con rapidez: me lo he pasado estupendamente. La vida comienza todas las mañanas y yo las recibo con alegría, remuevo las esperanzas. Mi padre siempre decía que cuando el agua está quieta, termina por oler. Yo avanzo sin miedo. Ni siquiera le tengo miedo a la edad. Creo que un artista sólo debe sentir miedo ante la falta de imaginación».

Sobre Claudia De la Pava Abad

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