Efemérides (Noviembre): David Sánchez Juliao, Freddie Mercury…

Noviembre 24 de 1945: Nace David Sánchez Juliao

Nació en Lorica un hombre de las letras. Escritor, periodista, cuentista y diplomático, David Sánchez Juliao se hizo un nombre en las letras nacionales por sus relatos sobre la idiosincrasia de la costa colombiana. En sus obras plasmó el acervo cultural del Caribe colombiano. La cultura de la costa del país, particularmente de Córdoba, siempre se vio reflejada en sus letras.

El pachanga, Mi sangre aunque plebeya, Fosforito, Historias de Racamandaca, Dulce Veneno Moreno, Pero sigo siendo el rey. Sus historias fueron traducidas a 12 idiomas, adaptados al cine y a la televisión, y ganadoras de muchos reconocimientos.

Fue embajador de Colombia en la India y en Egipto entre 1991 y 1995, y se desempeñó como profesor invitado en universidades de los 5 continentes en los que vivió por años. Estaba escribiendo un libro sobre sus impresiones tras visitar cien ciudades de los cinco continentes cuando la muerte lo sorprendió en el 2011. También dedicó tiempo para los niños, y escribió obras como El país más hermoso del mundo, una divertida historia de la Cucarachita Martínez y su goloso marido el señor don Ratón Pérez. Asimismo, fue uno de los pioneros en Colombia de los audiolibros, en colecciones que incluían un libro y un relato grabado con su voz, entre los que están El Pachanga y El Flecha. Historias grabadas que le representaron cinco Discos de Platino y un Disco de Oro.

Las personas que le conocieron lo describen como un cerebro portentoso, un hombre de empática y simpática personalidad: «El viejo Deivid era una persona muy accesible, se relacionaba con la gente de todos los estratos sociales. Como no tenía nada que ocultar ni tenía nadie de quien protegerse, se caminaba calles y lugares públicos en donde nunca pasaba desapercibido, y de inmediato le identificaban por su estatura, su espesa barba, sus lentes, su vozarrón, sus guayaberas y su mamadera de gallo coloquial». Y sin embargo, aunque pocos lo creyeran, cuentan que era una persona tímida, que seleccionaba con quién se relacionaba: «Le gustaban los ambientes de algarabía, que él mismo con sus picantes apuntes se encargaba de encender hasta el clímax, pero solo se rodeaba y compartía con gente conocida que hablara de asuntos inteligentes. Le molestaban los ambientes de vulgaridad y guachería. Pero también le encantaba aislarse en su torre de cristal a escuchar música clásica, tomarse un buen vino y, acompañado de su inseparable cigarrillo, sumergirse en sus creativas aventuras literarias, ya sea en la privacidad de su cachaco apartamento al norte de Bogotá, o en su refugio en el ranchón de madera y palma ubicado en Córdoba».

«Ojalá pudiera conservarme transmitiendo cosas a la gente por mucho tiempo, incluso más allá de la muerte», decía. Y así fue. Su aporte intelectual, su aporte cultural, fue realmente muy importante, y por eso lamentamos mucho su desaparición.

Noviembre 24 de 1991: Muere Freddie Mercury

Murió el embajador del Rock más innovador y extravagante. Con una voz única, unida a letras impactantes, una presencia escénica emblemática y lo más destacado de Queen, Freddie Mercury aún marca generaciones y es inspiración para otros vocalistas de todo el mundo. No obstante encontrase enfermo, continuó componiendo y grabando canciones hasta que el 23 de noviembre de 1991, siguiendo su costumbre de no conceder entrevistas, en un comunicado hecho público por su portavoz, anunció algo que confirmó las especulaciones que venían vertiéndose sobre su exagerado enflaquecimiento y su deteriorado aspecto físico: «He procurado mantener oculta mi enfermedad para preservar mi intimidad y la de los que me rodean, pero ha llegado la hora de que todo el mundo conozca la verdad. Espero que todos unidos luchemos por combatir esta temible lacra». Al día siguiente, a los 45 años, murió. Tres días después se celebró el funeral según el rito Zoroastro. Dos sacerdotes indios oficiaron la ceremonia a la que asistieron sus padres, su hermana y su ex amante, amiga y confidente Mary Austin, quien depositó una única flor en el féretro. Fue la organizadora del sepelio y quien se quedó con sus cenizas.

Existen diversas conjeturas sobre dónde reposan las cenizas de Freddie Mercury. Desde quienes aseguran que fueron esparcidas por Mary debajo del cerezo del jardín que Freddie tenía, hasta quienes afirman que fueron lanzadas al lago Leman de Montreaux, Suiza, frente a su estatua. La versión más creíble para sus seguidores es que Mary las depositó en el mismo cementerio donde le incineraron y donde estuvo una placa: «A la querida memoria de Farrokh Bulsara (su nombre en parsi), 5 de septiembre de 1946-24 de noviembre de 1991. Para estar siempre cerca de ti, con todo mi amor. M (de Mary)». La placa despareció un mes después, ¿obra de sus fans?

Refiriéndose a su amigo y compañero, los componentes de Queen manifestaron: «Hemos perdido al mejor y más querido miembro de nuestra familia. Sentimos un dolor tremendo porque se ha ido, tristeza porque se encontraba en la cumbre de su creatividad, pero por encima de todo un gran orgullo por el modo valeroso en que vivió y murió. Nos ha sido concedido el privilegio de compartir nuestra vida con él. En cuanto nos sea posible, quisiéramos celebrar su vida al estilo al que nos tenía acostumbrados».

En su testamento dejó 50 millones de dólares a su íntima amiga y ex novia Mary Austin y un millón de dólares a su último amante Jim Hutton. Sin duda uno de los líderes más carismáticos de la historia del rock, cuentan que fue un tipo muy amante de los gatos, de los que tuvo varios. En el colmo de su amor gatuno, cuando se hallaba de viaje, les hablaba por teléfono mientras su amiga Mary sostenía el auricular en el oído de los felinos.

Noviembre 24 de 1992: Muere Rafael García Herreros

Colombia conmovida recibió la noticia de la muerte, a sus 82 años, del autor de una de las más importantes labores humanitarias: «Azucar Manuelita presenta: el Minuto de Dios».

El Siervo de Dios, el conocido telepadre fue un gran forjador de paz. Fue él quien contacto al jefe del cartel de Medellín para tratar de llevarlo a su sometimiento a la justicia, e hizo continuos llamados a los jefes guerrilleros para que se entregaran. Los detalles del día de su muerte los cuenta el padre Diego Jaramillo en su libro Rafael García Herreros, una vida y una obra:

«Ese 24 de noviembre se realizaba el 32º Banquete del Millón. Como, por su estado de salud él no podía asistir, pasé a media tarde a saludarlo y a preguntarle qué debería decir en su nombre durante la cena. Me respondió con algunas frases sueltas, no muy coherentes (…) Durante el Banquete, la doctora Noemí Sanín leyó una carta del Presidente César Gaviria, que decía: No dudo en afirmar que el más importante aporte a Colombia del padre García Herreros consiste en haber sido pionero en nuestro medio de una nueva forma de concebir la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Reemplazó la caridad por la solidaridad y las limosnas por oportunidades. Padre García Herreros: que nuestro aplauso, al expresar tanto nuestro reconocimiento y admiración como nuestro aprecio y sincero cariño, sea un reconstituyente que lo ayude a superar los quebrantos de salud que ahora sufre, es el deseo de todos los colombianos cuyos corazones albergan las raíces del árbol de la solidaridad que usted sembró (…)

Terminados los discursos, las reinas de belleza iniciaron el servicio de las mesas. En esos momentos llegó un mensajero a decirme que pasara al teléfono. Atendí el llamado en la recepción del Hotel. Era la joven Lourdes Aquino, quien me dijo: Padre, el padre García Herreros acaba de morir. Regresé al Salón Rojo, tomé los micrófonos, pedí silencio y dije: Lamento informarles que el padre García Herreros acaba de fallecer. Un rumor de sorpresa y dolor resonó en el recinto. Entonces pedí a todos que se pusieran de pie, y oré: Señor, te entregamos al padre Rafael García Herreros. Te damos gracias por su vida y te pedimos lo invites al banquete eterno de tu Reino. Inmediatamente, salí rumbo al Minuto de Dios. Media hora más tarde, la casa cural rebosaba de gentes, mientras un joven entonó la canción que el padre Rafael había escrito para ese momento, como si fuera su despedida, como si fuera su testamento de amor:

Cuando yo me esté muriendo, no estaré llorando;

estaré sonriendo, estaré feliz.

Cuando yo me esté muriendo, estaré seguro

que voy a entrar en el misterio de Dios.

Cuando yo me esté muriendo,

digan conmigo: gracias por mi vida.

Cuando yo me esté muriendo,

nada de llorar: todos a cantar.

Cuando yo me esté muriendo,

todo mi testamento será ¡amar!

Un hombre visionario. Gracias a sus sueños, UNIMINUTO, transforma vidas!

Noviembre 19 de 1955: Nace Manuel Fernando

Un valluno que desde muy pequeño demostró sus capacidades artísticas en la casa, en el colegio, y en los salones sociales de Tuluá, su tierra natal, está de cumpleaños. El cantante cuyo sueño era conocer a Camilo Sesto. Más aún, cantar con él. Y lo logró!

Manuel Fernando contaba que un día su padre lo inscribió en un concurso de canto en Cali: «Comencé a ensayar Todo por nada, mañana y tarde, pero faltando unos días para el concurso, Camilo hizo una versión de Volver, volver, y me cambié a ese tema. Mi papá no estuvo de acuerdo con mi decisión. Me decía que si la había practicado tanto tiempo para qué cambiarla. Y preciso, cuando subí al escenario, se me olvidó la letra».

En uno de sus viajes a Estados Unidos se lo presentaron. Su sueño se había hecho realidad, y nació así una amistad de voces y canciones: «En noviembre de 1986 me comentó en Miami que tenía un concierto en Bogotá, y que luego cantaría en el Reinado Nacional de Belleza. Viajamos a Bogotá y me dijo que me tenía un regalo: «En el ensayo sacó un lienzo y comenzó a pintar. Al terminar me lo dio. Era un retrato mío, y me dijo que quería que cantara con él. Yo no lo podía creer. Era mi sueño cumplido. Me acuerdo que me preguntó: ¿Te sabes alguna de mis canciones? Casi todas, le respondí de inmediato. Esa noche, cuando llevaba medio concierto le anunció al público que tenía una sorpresa: presentar a una nueva figura de la canción. Cuando pronunció mi nombre, los asistentes al coliseo aplaudieron y se pusieron felices. Cantamos Amor de mujer. Fue una noche apoteósica e inolvidable».

​Un artista integral que ha dedicado su vida a producir buenas noticias y a trabajar por el talento nuevo de nuestro país, expandiéndolo directa o indirectamente a toda Latinoamérica. Puede decirse que no menos del 70% de los artistas colombianos de éxito en los últimos treinta años han tenido que ver con su trabajo, ya sea como autor y compositor, productor, arreglista, fotógrafo, empresario, disquero, o como director artístico.

Se habló de él como el primer cantante colombiano que había conquistado el corazón del Jet Set más exclusiva del mundo en Europa. Desde su Escuela de arte NUEVA GENERACIÓN, creada en 1988, marcó el inicio de una nueva era para el artista Colombiano. Por ella pasaron más de un millar de jóvenes talentos que recibieron por primera vez una preparación artística integral. Además ayudó a crear y a hacer grandes algunas de las asociaciones que protegen a los artistas Colombianos.

En 1995, sin dar muchas explicaciones, y en medio del gran éxito que había logrado durante 15 años en los escenarios del mundo, decidió retirarse de los escenarios, pero no de la música. A través de su Empresa MF MUSIC en Colombia y su Corporación MF ESTUDIOS en Miami, se convirtió en puente entre el nuevo talento de Colombia y el mundo artístico exterior. Muchos años después de su retiro regresó con el ánimo de cumplir con todos aquellos que no pararon de preguntarse qué había pasado con él, para entregar a un artista maduro, con una voz fresca, poderosa y bella. Lo más distintivo de su camino es que nunca se detiene. Siempre está creando un proyecto, o preparando la carrera de alguien que inicia su sueño de ser artista. Siempre tiene algo nuevo qué soñar y a quién hacer soñar. Un gran artista que lo deja todo en el escenario. Y para fortuna del cancionero colombiano e hispanoamericano, tendremos Manuel Fernando para rato.

Noviembre 19 de 1962: Nace Jodie Foster

Alicia Christian Foster nació en una familia rica, estudió en el exclusivo colegio Liceo Francés de Los Ángeles, y después en la Universidad de Yale, donde en 1985 se graduó magna cum laude en Literatura.

«Crecí en el cine rodeado de hombres. Cuando era niña, no había mujeres a cargo en el cine. Cero. Había un maquillador aquí, un guionista allá. Esa era mi escuela y mi familia también, y vi que las cosas cambiaban lentamente en casi todas las áreas, excepto en la dirección. Es cierto que Hollywood ha cambiado, pero no tanto. La falta de equivalencia sigue siendo llamativa en el mando. Estoy a favor de las cuotas, como ya ocurre en Europa.

Debuté a los dos años protagonizando un anuncio de televisión de las cremas bronceadoras Copperstone, y empecé a trabajar como actriz a los tres años. De adolescente ya era una veterana de la industria en Taxi driver cuando recibí mi primera nominación al Oscar. En 1991 debuté en la dirección y mi prioridad hoy es conducir. He hecho todo. Puedo hacer cualquier cosa ahora, un consejo sobre una serie de televisión, o un especial de tres minutos que solo va a tu teléfono celular, y estoy feliz con eso. Ya no necesito demostrarle nada a nadie. Me encanta tener dos hijos y poder verlos crecer. Creo que tengo una muy buena relación con los dos. Y me ayudan a comprender mejor a los hombres».

Inolvidable su emotivo discurso en el Globo de Oro del 2013:

«Mientras estoy aquí en una posición tan confesional, tuve una repentina necesidad de decir algo que nunca pude decir en público. Estoy un poco nerviosa por esa declaración. No tan nerviosa como mi agente, pero, ya sabes, tengo que sacar esto con orgullo y en voz alta: Estoy … soltera. Espero que no te decepcione que no voy a salir del armario esta noche. Lo hice hace mil años, en la edad de piedra».

El momento de conmoción más notable se produjo cuando se dirigió a su madre, que padece demencia. «Te amo, te amo, te amo, y espero que, diciéndolo tres veces, entre mágica y perfectamente en tu alma, te llene de gracia y alegría por saber que has hecho el bien en esta vida. Eres una gran mamá. Por favor, llévate esto cuando finalmente estés lista para irte». Abandonó el escenario entre aplausos, y las cámaras mostraron que gran parte del público lloraba.

Jodie Foster volvió a aparecer en el 2018 encarnando a un personaje conocido sólo como «la Enfermera»: «Una mujer con sobrepeso, que bebe más de lo que debería, siempre tiene el cabello despeinado, es reacia al maquillaje y cojea. Acepté hacer Hotel Artemis porque sería una gran transformación física para mí, no hay glamour en la Enfermera». Y en febrero de este 2021 se lanzó The Mauritanian, con el que ganó el Globo de Oro

Cuando le preguntaron sobre la privacidad dijo: «Privacidad. Algún día en el futuro la gente mirará hacia atrás y recordará lo hermoso que era».

Noviembre 19 de 1974: Muere Cantalicio Rojas

Murió un prolijo compositor tolimense, y uno de los más importantes de nuestro folclore. Un personaje nacido en el pueblo de Colombia, que para el año de su nacimiento en 1896, formaba parte del Tolima Grande, y que a partir de 1905 es jurisdicción del Huila.

La obra musical de Cantalicio Rojas González agrupa géneros como el bambuco, sanjuanero, torbellino, rumba criolla, pasillos y rajaleña. Era un observador inquieto de las músicas indígenas y populares, y a él se le debe la recuperación de la caña, un género musical folclórico autóctono. En una entrevista, al preguntarle qué le significaba que su obra La Caña había sido premiada en Europa, con el humor y la modestia propia de los campesinos del sur del Tolima, sólo dijo: «Ah. ¿Fue que en Europa triunfó?».

Era hijo de personas humildes, y desde muy niño sintió afición por la música, y muy joven ya interpretaba la guitarra, el tiple y la bandola. En 1904 se trasladó a Dolores, donde hizo la primaria. Luego de prestar servicio militar en Popayán se va a vivir a Natagaima, donde se dedicó al oficio de peluquero combinándolo con la actividad musical, como intérprete y creador. Es allí donde pasa gran parte de su vida y donde realiza gran parte de su obra junto con la banda del pueblo. En 1938 Cantalicio compone el sanjuanero tolimense El Contrabandista, su principal obra folclórica, una de las composiciones más insignes de ese departamento, que Garzón y Collazos grabaron convirtiéndolo en una de las más conocidas a nivel nacional. En 1958 recorrió los Estados Unidos llevando a conocer sus composiciones, un total de 65.

Cantalicio Rojas González es considerado el autor mayor del Tolima grande. Su paso por la historia marcó un hito fundamental ya que muchas de sus obras son consideradas símbolo de la identidad regional del Tolima y del Huila. A Natagaima se le conoce como la Meca del folclor, allí se celebra el Festival Folclórico regional de San Juan Cantalicio Rojas González, y en la Casa Cultural tienen una muestra de fotografías y grabaciones. En el 2020 la administración municipal de Natagaima le realizó un monumento que fue puesto en la Plaza de eventos y mercado campesino Cantalicio Rojas González.

Noviembre 19 del 2004: Muere Manuel Zapata Olivella

Murió un ícono de la literatura afrocolombiana. Médico, folclorista y escritor de la negritud, era una figura en Cartagena. Se caracterizó por ser un defensor de la comunidad negra en Colombia, y por destacarla en los diversos aspectos de la cultura, la literatura, la música y el deporte.

Manuel Zapata Olivella nació en Lorica, pero fue criado en Cartagena, donde comenzó a estudiar medicina. Desde entonces se interesaba por la escritura y publicaba artículos en periódicos y revistas sobre temas de folclore y cultura colombiana. Desde siempre lo inquietaron los asuntos que tenían que ver con su raza y con su geografía. Creció influenciado sobre todo por sus raíces y por su historia familiar. Él mismo lo confirmó en su autobiografía, Levántate mulato: por mi raza hablará el espíritu: «En mi familia todos los abuelos habían nacido engendrados en el vientre de mujer india o negra. Mis padres, mis hermanos, mis primos llevamos el pelambre indígena, los ojos azules o el cuerpo chamuscado con el sol africano».

De veinte años se trasladó a la fría Bogotá para terminar la carrera en la Universidad Nacional. Su internado lo hizo en el Asilo de Locas de Bogotá, y de allí nació su deseo de ser escritor. «El demente no tiene frenos, sino que crea su propio mundo y se expresa a su manera». Los años de Bogotá lo marcaron muchísimo. Allí supo que debía luchar por los derechos de las negritudes y en contra del racismo, tarea que no abandonó nunca en su vida.

Entre 1943 y 1947 se dedicó a viajar por Colombia y América. Un viaje de aventura en el que recorrió a pie el trayecto entre Panamá y México y trabajó como recolector de café en Costa Rica, boxeador en Guatemala, y enfermero del pintor Diego Rivera, en México. Volvió al país para crear un grupo folclórico junto con su hermana Delia. Fue un hombre viajero que registró y conoció de cerca algunas de las partes más inexploradas del país.

Recorrió toda la costa atlántica colombiana en busca de intérpretes, bailarines y narradores, y como producto de esos viajes escribió un par de obras que dan cuenta de sus reflexiones y posturas sobre la discriminación racial. Cada vez más interesado por la cultura afro, decidió convertirse en investigador y dio un giro hacia la academia. En 1965 fundó la revista Letras Nacionales, que circuló durante veinte años, con el fin de que escritores de provincias y pueblos pudieran presentar sus obras y la realidad colombiana de una forma diferente a la que mostraba la literatura en ese tiempo. Ejerció el periodismo y colaboró con numerosas revistas y publicaciones colombianas y extranjeras.

Debido a su prestigio internacional fue invitado a Senegal. Pudo pisar la tierra de sus ancestros y comprendió que su tierra natal no era un lugar geográfico, sino su raza. Antes de volver a América visitó la Isla de Gorée, de donde habían salido los barcos con esclavos negros hacia América en los tiempos de la colonia. Las reflexiones producidas en el viaje le permitieron terminar su obra magna, Changó, el gran putas.

Su vitalidad fue asombrosa hasta sus 84 años. Tanto que dos semanas antes de su muerte había regresado de un viaje a la costa occidental de África donde asistió a un congreso panafricano y tuvo la oportunidad de conversar largamente con Mandela. Pero a pesar de esa vitalidad, se sentía ya cansado. Decía que el problema de la columna que lo aquejaba se debía al peso de las utopías: «Las utopías no cumplidas pesan mucho». Su última voluntad fue que su cuerpo fuera cremado y sus cenizas esparcidas al río Sinú, para que éste las llevara al mar, y sus olas de vuelta a sus raíces en África.

El 2020 fue elegido como el año Manuel Zapata Olivella por el Ministerio de Cultura, que creó la Opera Changó el gran putas, porque se cumplieron 100 años de su nacimiento.

Noviembre 19 del 2014: Muere Ramón Hoyos

Se fue una gloria, una leyenda del ciclismo. Un nativo de Marinilla. El primer Escarabajo. Don Ramón, como se le conocía, insignia que aún perdura en los ciclistas nacionales, era descrito como un ciclista atacante, de recia personalidad, y que poca oportunidad les daba a sus rivales de ganarle. Este orgullo de nuestra raza Antioqueña, que le mostró el camino a toda esa dinastía de corredores paisas, y que hizo vibrar de emoción a una generación, a los 19 años salió rumbo a Medellín al considerar que su etapa en el campo se había agotado. Desde que llega tiene contacto con la bicicleta, pero su primera experiencia como ciclista resulta tan adversa que la abandona. La recupera, y pronto renace la pasión cuando gana la doble a San Cristóbal en 1951. Así se inicia su victorioso historial. No le llamó la atención ser técnico: «Porque le quitaba tiempo al negocio de las bicicletas, que era el que dejaba el billete». Y sus hijos no siguieron sus pasos: «Se dieron cuenta que el ciclismo es muy verraco, se dedicaron a estudiar porque así les iba mejor».

Ramón Hoyos Vallejo le sigue dando vueltas al mundo en una de las pinturas del maestro Fernando Botero, que va de galería en galería, de museo en museo, para hablar y mostrar de su grandeza. La Apoteosis de Ramón Hoyos, que así se llama la obra que actualmente está colgada en Copenhague como parte de la retrospectiva del pintor, era un tema revolucionario para la época. También era grande por su tamaño, 1.72 metros de alto por 3.14 de ancho: «Este cuadro lo hice por el momento deportivo que vivía Ramón Hoyos. Un tema totalmente salido de lo común, ya que el arte se ocupaba de otras cosas. Es una obra que ha tenido su historia, porque estando exhibido en el Museo Nacional de Bogotá se la robaron. Algún día una persona anónima me llamó y me dijo: Maestro Botero, o me compra el cuadro o no lo vuelve a ver. Le tuve que dar como 3 mil dólares, y después debí restaurarlo, porque estaba en mal estado». Pero el cuadro monumental volvió a las manos que eran.

Existencias paralelas. Como todo en la vida, las cosas tienen su razón de ser. Ramón Hoyos Vallejo y Fernando Botero, fieles representantes del empuje paisa, nacieron en 1932, aunque en distinto mes, y supieron el uno del otro, pero sin saber qué pasaría después, y mucho menos que se volverían a ver: «Al maestro Fernando Botero lo conozco desde que estaba muchacho. Yo trabajaba como mensajero en la carnicería La Bandera Blanca, en Berrío. De la casa del maestro pedían la carne todos los días y yo iba muy seguido a llevarla en bicicleta. Ahí lo conocí. En esas épocas el maestro Botero ya era un pintor reconocido en el medio».

«Yo quiero que el maestro Botero done la obra para poder exhibirla al lado de mis trofeos en Marinilla; que se convierta en un lugar turístico», pedía hace un tiempo Ramón Hoyos. Botero opinó que ya había hecho una donación importante de su obra a Medellín, y que lo mejor era que el cuadro pudiera ser apreciado en el mundo entero para orgullo de Colombia, para que estas hazañas sean conocidas fuera del país.

Al pentacampeón gracias siempre por tantas alegrías, y por abrir camino al ciclismo colombiano!

Noviembre 18 de 1917: Nace Pedro Infante

Si los apodos cuentan, las respuestas son muchas para el querido cantante y actor mexicano. Desde El Rey de Rancheras hasta El ídolo de Guamúchil y El Inmortal, ilustran sus innumerables talentos y su perdurable encanto.

El intérprete de Amorcito corazón nació en el pueblo pesquero de Mazatlán, fue aprendiz de carpintero y aprendió música de su padre. Aunque hábil en muchos instrumentos, incluso fabricó su propia guitarra, su voz era su talento más excepcional.

Como parte de la banda de su padre, en su adolescencia experimentó con el estilo que lo hizo más famoso. Mezclando sentimiento con técnica, su conmovedor canto cambió para siempre la forma en que se cantaba el mariachi, y ayudó a popularizar el género en todo el mundo. Pero cantar fue sólo el primer acto de la historia de Pedro Infante. Actuó en casi 60 películas, convirtiéndose en una de las figuras más destacadas y queridas de la época de Oro del Cine Mexicano. Uno de sus papeles más icónicos es el de «A Toda Máquina», donde hizo el papel de un policía en motocicleta, una secuencia de vertiginosas piruetas sobre dos ruedas que según me cuentan todavía se realizan en muchos de los desfiles y eventos de México.

Sus pasiones iban más allá del escenario y la pantalla. Fue un hombre deportista, por lo que todos los días lo veían corriendo en el bosque de Chapultepec, y fue además un boxeador ávido fuera de cámaras. Otra de sus grandes pasiones fue la aviación, donde tuvo tres accidentes. En el segundo sufrió una severa lesión en la cabeza y perdió la audición en un oído. Le colocaron una placa de platino en la frente que sirvió para identificar su cadáver el día en que murió, en el tercero. La suerte estaba echada. Se dijo que un periodista de una revista española retrató sus manos y le vaticinó un fatal accidente.

La fama que generó durante sus 19 años de trayectoria artística le trajo varios escándalos que marcaron su vida, incluso después de su muerte. En el tema de los hijos, después de muerto aparecieron más de 40 hombres y mujeres asegurando que él era su padre, pero en vida solo reconoció a cinco. Poco después apareció un hombre de aspecto vagabundo que aseguró ser el verdadero Pedro Infante. Dijo que durante mucho tiempo estuvo escondido porque había sido brutalmente golpeado y amenazado de muerte. Con versiones similares se presentaron más de un Pedros Infante. Alguno dijo que inventó su muerte porque estaba cansado de la fama y buscaba paz. Entre otros relatos, corrió el rumor de que su espíritu deambulaba por las instalaciones de Discos Peerless en el estudio donde durante 14 años grabó la mayoría de su repertorio musical. Se caían cuadros, se movían las mesas, se iba la luz y se escuchaba su voz. Lo cierto es que Pedro Infante continúa presente en el corazón y los recuerdos del público y de sus miles de admiradores, que ven en él al máximo ídolo mexicano.

Noviembre 18 de 1942: Nace Linda Evans

Nació la actriz que ha personificado la belleza y la gracia para los televidentes estadounidenses durante más de cinco décadas. La actriz que aparece de forma regular en las listas de mujeres más hermosas de los Estados Unidos, y que por su contribución a la industria de la televisión tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. La contraparte de chica buena de la malvada Alexis que gracias al nombre de su personaje en Dinastía inició en 1984 una exitosa campaña para promocionar bebidas con el nombre de Crystal Light. La excompañera del musico griego Yanni.

De origen noruego y segunda de tres hijas de padres que eran bailarines profesionales, a los 14 años la animaron a tomar clases de teatro para superar su timidez. A los 15 se unió a un amigo que estaba haciendo una audición para un comercial de televisión y consiguió el papel. Y desde entonces rara vez estuvo fuera de las ondas, siempre fue invitada como estrella en varios programas. Después de Dynasty decidió que había algo más que la vida que Hollywood y se mudó al noroeste del Pacífico, donde comenzó un extraordinario viaje de autodescubrimiento.

Se ubicó en el número uno de las 10 actrices y empresarias mejor pagadas en el 2019, y su fortuna está repartida en inversiones inteligente como acciones en una conocida marca de cosméticos y bienes inmobiliarios. Además posee varios restaurantes en Washingon, un equipo de futbol africano, y sacó su propia marca de Vodka. Está abordando el mercado juvenil con un perfume éxito de ventas llamado de Linda con amor, y con una línea de moda titulada Linda Evans. Actualmente reside en Tacoma y dirige una cadena de gimnasios.

Modelo a seguir, admirada y respetada por las mujeres de todas las edades, ha inspirado además una colección de gafas elegantes y claramente femeninas que es distribuida exclusivamente por Sans Pareil. La expresión francesa «sans pareil» significa literalmente «sin igual», y la empresa está a la altura de esa reputación.

En el 2011 en honor al 30 aniversario de Dynasty, Barbie celebró dos de los personajes más queridos e icónicos del programa: Krystal Carrington y Alexis Carrington con una colección de edición limitada. De vida a menudo lujosa, ha cenado con reinas y presidentes, ha sido enamorada de ricos y famosos, hoy, lo que más atesora, según sus palabras, es la sabiduría que ha adquirido en el camino.

Noviembre 18 del 2005: Muere “El Mocho” Sánchez

Se nos fue «El mocho», uno de los estelares durante tres décadas. Un ícono del entretenimiento, un maestro del humor. Uno de los libretistas de comedia más importantes de nuestro país. Tenía 67 años, 31 de los cuales los dedicó al humor, con un gran talento no sólo para contar chistes, sino también para crear personajes. Era divertido, talentoso, ingenioso, era un sello de garantía tenerlo en cualquier producción. Su esposa manifestó que su voluntad fue que sea recordado como un hombre siempre feliz, que hizo reír a todo un pueblo.

Según la biografía escrita por Claudia Bernal, el mocho nació en Bogotá en una familia muy humilde del barrio La Perseverancia. Fue un niño autodidacta que aprendió a leer y a escribir motivado por su abuela, pero por falta de recursos económicos sólo pudo cursar hasta cuarto de primaria y se vio obligado a trabajar como embolador para que así su familia pudiera «chirriar la cazuela». Un día, con lo ganado, compró un pedazo de lotería que le costó apenas tres pesos, y para su sorpresa se ganó 8 mil, con los que pudo comprarse su primer tiple. A pesar de su defecto físico de nacimiento, El mocho nunca dejó de tocar extraordinariamente este instrumento.

Su primera aparición en televisión fue en el programa Operación Ja Ja, y fue ahí donde Pacheco le puso el apodo. Al inicio parece que no le gustó, decía que no quería inspirar lástima. Pero luego lo aceptó, pues además de ser sonoro lo dio a conocer en todo el país y fuera de él. El Mocho nunca se casó, pero sí tuvo relaciones duraderas. Decía: «Yo tengo tres hijos gracias a Dios porque no soy mochito sino de la mano».

En los últimos 20 años vivió solo, y se dedicó enteramente a escribir los versos de «Cleofe» y las tareas asignadas por el taller creativo de Sábados Felices. También compuso canciones que dedicaba a cosas muy insólitas como Los Cucos, Al Jabón y A la Estufa de Carbón. Tenía pocos amigos, pero sí muchos conocidos. Le gustaba jugar tejo y fútbol, y era hincha  del Santa Fe.

El Mocho Sánchez y El Flaco Agudelo se pelearon. El Flaco le jugó una broma muy pesada a su compañero, que murió sin perdonarlo: El elenco de Lleva una escuelita en tu corazón se preparaba para un partido en Manizales. Alfonso Lizarazo dio la lista de los humoristas que viajarían a participar en este evento y decidió no incluir al El Mocho. Sin embargo, El Flaco le dijo que sí tenía que estar en el aeropuerto a las 6 A.M. para el viaje. Alfonso Lizarazo no entendió nada cuando lo vio, pues él no estaba en la lista de viajeros, e inmediatamente se lo comunicó. El Mocho entendió que todo era una broma de su compañero, y desde ese momento nunca se volvieron a hablar.

C’est la vie!

Noviembre 18 del 2015: Muere Calixto Ochoa

Se nos fue el tercer rey vallenato, un virtuoso acordeonero, cantante, compositor y técnico de acordeones, es decir, un juglar. El de Mami que será lo que quiere el negro.

El Maestro Calixto Ochoa nació en el Cesar y desde los 19 años se dedicó a hacer lo que más le gustaba, cantar. Sus canciones tienen un aire picaresco y un lenguaje universal capaz de calar en los públicos más escépticos; esto lo coronó como otro de los grandes que ha dado nuestro país. Fue uno de los compositores vallenatos más prolíficos; dejó un legado musical de más de 1000 canciones. También fue uno de los compositores vallenatos a quien más le grabaron intérpretes internacionales, y son muchas las canciones que hoy se pueden considerar como clásicos de nuestra música.

Decía que la medicina más afectiva para cualquier mal del cuerpo no se toma ni en cápsula ni en jarabe. Para él la dosis exacta siempre estuvo acompañada con el hecho de saberse uno de los principales personajes del folclor en Colombia, y con ese conocimiento fue capaz de sobreponerse a los males que lo acompañaron durante los últimos años de vida.

En el 2012 fue Invitado especial para el Festival de la Leyenda Vallenata y para estar en el Teatro Mayor en Bogotá que le rendiría un homenaje: «Estoy juicioso haciéndome los tratamiento para ver si puedo ir a Valledupar. A Bogotá no puedo ir ya. El médico me lo tiene prohibido, porque el frío afecta mi salud». Por los cuidados diarios de un grupo de expertos, pero también gracias a la constancia de una experta en ternura y consentimiento, su esposa Dulzaide, pudo ir a Valledupar, donde distintos acordeoneros de todas las edades interpretaron sus notas. Fue inevitable para él llorar también en la tarima. Cuando un periodista le preguntó por qué lloraba, le respondió: «Es que el acordeón suena diferente aquí que en cualquier otro lugar».

Se le volvió casi rutina contar la historia de que aprendió a tocar el instrumento mientras sus hermanos mayores se dedicaban a perfeccionar sus artes con el hacha y el machete, todo eso en la escenografía de los sabanales a los que tantas creaciones les dedicó: «Yo cogía el acordeón a escondidas cuando mis hermanos se iban a trabajar en el monte. Aprovechaba la ausencia de ellos para hacerme las ensayaditas. Ahí fui dándole, y poquito a poco he aprendido bastante, creo yo. Extraño tocar el acordeón. Claro, pero ya no tengo el ánimo para tocarlo. Está en receso. Pero duermo con él, al lado de la cama, para no olvidarme de que fue mi compañero de toda la vida».

Quedan sus canciones, las grabadas y las muchas inéditas, y todos los detalles de una vida dedicada al oficio del folclor. El juglar de Los sabanales se convirtió en leyenda y su música en un recuerdo inmortal. Honor a Calixto Ochoa, toda una vida llena de música vallenata!

Sobre Claudia De la Pava Abad

Comentar