Bravos vs. Dodgers ¿habrá revancha?

Los Gigantes, el mejor equipo de la temporada, por fuera de la gran final de la Liga Nacional. Los Bravos y los Dodgers van por el título del circuito.

Bravos de Atlanta (Imagen: PS-VBM)

Los Gigantes de San Francisco, el mejor equipo en la temporada — con 107 victorias ante 55 derrotas —, se quedó por fuera de la carrera por el título no sólo de la Liga Nacional, sino de la Serie Mundial, al caer en un cerrado y dramático juego con final controvertido, ante los Dodgers de Los Ángeles, 2 carreras por 1, en el quinto y último juego de la Serie Divisional jugando en su propia casa.

Corey Seager remolcó a Mookie Betts, el mejor a la ofensiva de ese último clásico con 4 indiscutibles en 4 turnos, en el sexto episodio, y seguidamente Darin Ruf igualó el tablero para los Gigantes con tablazo de circuito completo. Pero en el noveno, Cody Bellinger despachó sencillo para traer hasta el pentágono a Justin Turner, carrera que finalmente le ofreció el triunfo a los Dodgers, en el juego de ‘vida o muerte’ de la serie.

El partido se cerró con la controvertida decisión del árbitro de la primera base, Gabe Morales, de origen latino pero nacido en California, Estados Unidos, quien sentenció que el venezolano Wilmer Flores, con dos outs y corredor en la primera, le había hecho swing al lanzamiento de Max Scherzer, para colgar el tercero y último out de la novena entrada.

Nadie quiere creerlo pero es cierto. Los Gigantes están por fuera de la postemporada tras una brillante campaña regular, conquistando el título de la división Oeste de la Liga Nacional; convertirse en la mejor novena de la campaña y, finalmente, sucumbir en cinco desafíos frente a sus eternos y cotizados rivales, los Dodgers, que los superaron en la Serie Divisional con 3 victorias ante 2 derrotas.

¿Habrá revancha?

Los Dodgers ya están en camino a la disputa del título del circuito nada más y nada menos que frente a los Bravos de Atlanta, para que se repita la final de hace un año, cuando en la atípica temporada de apenas 60 partidos disputados, los dos equipos llegaron a la final de la liga y fueron los ‘Esquivadores’ los ganadores de la corona.

Por eso ahora se está hablando de revancha para los Bravos frente a unos cotizados Dodgers que están signados por quienes son expertos, en favoritos para repetir en la conquista del banderín del Viejo Circuito y, desde luego, llegar al Clásico de Otoño para defender el trono de campeones.

Hace un año, los Bravos tomaron ventaja en la Serie por el Campeonato de la liga frente a los ‘Esquivadores’, con 3 victorias y 1 derrota, pero los Dodgers voltearon la torta ganando los 3 compromisos siguientes, para finalmente triunfar con 4 ganados y 3 perdidos.

Los Bravos no ganan la Serie Mundial desde 1995, cuando superaron a los Indios de Cleveland; llegó a disputarla en los años 1996 y 1999, ambas frente a los Yanquis de Nueva York, pero las perdieron. En lo que va de este siglo, no han llegado al Clásico de Otoño.

La corona de la Cita de Octubre está en manos de los Dodgers, pero para volver a la gran final de las Grandes Ligas este año, deben vencer a los Bravos, que a nuestro modo de ver, no la tienen tan fácil como se está  diciendo. Una cosa es el pronóstico, otra diferente, triunfar en el campo de juego.

Rápida mirada

Si nos atenemos a las actuaciones de las dos novenas en las Series Divisionales — los Bravos frente a los Cerveceros; y los Dodgers ante los Gigantes —, con una rápida mirada a los numeritos, se podría inferir que ofensivamente los Dodgers están bien y quizás superan a sus rivales de turno; pero los Bravos muestran mejor hoja en su cuerpo de lanzadores, tanto de los abridores como de los relevistas.

En los 5 partidos ante los Gigantes, los Dodgers batearon para 241, con 3 jonrones, 9 dobletes, con 18 remolcadas, con 12 bases por bolas, 41 ponches recibidos, contra 234 de promedio ofensivo de los Bravos, con 4 cuadrangulares, 5 dobletes, 12 impulsadas, 13 bases por bolas y 33 ponches contabilizados.

En la rotación abridora, los serpentineros de los Bravos con 3 ganados y 1 perdido, muestran una tarjeta de 1.54 de efectividad, con 48 abanicados, 9 bases por bolas y 2 jonrones permitidos, y la de los Dodgers con 3 ganados y 2 perdidos, compilaron 2.05 carreras limpias por juego, con 49 ponches propinados, 6 bases por bolas otorgadas y 5 cuadrangulares permitidos.

Esa diferencia en la tabla de los lanzadores puede ser sustancial en una serie corta como es la de campeonato de la liga, y podría ser más contundente si se observa la actuación de los relevistas de ambas novenas.

1.25 carreras limpias por juego marcaron los relevistas de los Bravos, con 19 ponches, 7 bases por bolas, 1 jonrón en 14 episodios y dos tercios de labor, contra 1.77 de los Dodgers, con 24 abanicados, 1 base por bolas y 2 cuadrangulares, en 20 entradas y un tercio.

Sin embargo, esa discrepancia en los cuerpos de lanzadores de las dos novenas, que creemos nosotros es sustancial, se debe más que todo a que los Dodgers no cuentan este año con lanzadores como Rich Hill y Alex Wood, ambos zurdos, y por los altibajos por problemas de salud de su astro también zurdo Clayton Kershaw, que ciertamente le ha hecho falta en muchos pasajes del año.

Y en cuanto a la reducción ofensiva de los Bravos, nadie puede olvidar que sobre la marcha, perdieron a hombres de talla como el venezolano Ronald Acuña Jr., un líder con el uso del bate en cualquier momento; al dominicano Marcell Ozuna, excluido por cuestiones extra-deportivas, y ahora, en la final, al cubano Jorge Soler, por el contagio con el Covid-19.

Con los que están

Las piezas y los movimientos, como en el ajedrez, hay que hacerlos en el béisbol con lo que se cuenta en la nómina, intentando adecuar sus alineaciones en cada juego dependiendo de cómo está la situación en el día a día, especialmente cuando se está en las finales.

Joc Pederson ha resultado valioso en la fase final de la campaña para los Bravos, bateando para 429 con 5 empujadas y 2 cuadrangulares; la ofensiva de Austin Riley que todos esperan sea oportuna en lo que viene, bateó en la divisional para 333 y Freddie Freeman, el primera base zurdo que siempre está rondando las oportunidades para apoyar al equipo, fue el hombre que envió a su novena a la final de la liga, con su tablazo de circuito completo frente a los Cerveceros en el octavo episodio del cuarto juego en Atlanta, quien bateó para 308.

Detrás de ellos, todos esperan buenos resultados en los bates de Adam Duvall, el curazaleño Ozzie Albies, Dansby Swanson, Travis D´Arnaud, y del retorno del cubano Jorge Soler en cualquier momento que su salud lo permita.

Mookie Betts sigue siendo la bujía de los Dodgers, quien bateó para 450 en la serie ante los Gigantes; el receptor Will Smith, con 333 en esos 5 juegos, y todo el mundo confía en el despertar con el so del bate de Cody Bellinger, Trea Turner, Corey Seager, A.J. Pollock, Chris Taylor, y quizás el regreso de Max Muncy, y con el apoyo del veterano y oportuno Albert Pujols, que el camino ofensivo para la novena sea más despejado.

La gran final

Hay cierta inquietud entre los expertos y especialistas del béisbol sobre si la prolongada inactividad de la novena de los Bravos puede repercutir o no en lo que viene de la fase final por el título de la liga.

Dodgers de Los Ángeles (Imagen: archivo particular-VBM).

Ciertamente son cinco los días de descanso que ha tenido la novena desde su último partido frente a los Cerveceros. Puede ser mucho pero a lo mejor le sirve al cuerpo de lanzadores no así a los bateadores. Es una discusión que siempre se ha dado pero que nadie se atreve a señalar en favor o en contra, porque todo depende de la actitud que adopten los peloteros y su capacidad de adecuarse a las circunstancias del cronograma previsto, decidido y conocido por todos.

Tal vez ciertamente sea perjudicial en términos generales; o a lo mejor no es así.

Los dos primeros partidos de los siete previstos, para definir al campeón de la Liga Nacional, se jugará en casa de los Bravos, este sábado 16 y domingo 17 de octubre; los tres siguientes, con descanso el próximo lunes, se jugarán martes, miércoles y jueves de la semana venidera, en el estadio de los Dodgers en Los Ángeles; y si son necesarios los juegos sexto y séptimo, se volverá al estadio de Atlanta.

Brian Snitker, el capataz de los Bravos, anunció que utilizará los servicios del zurdo Max Fried para el primer compromiso de la final frente a los Dodgers, que se jugará a partir de las 8 de la noche, hora del Este de los Estados Unidos, este sábado en el parque de pelota de Atlanta.

Para el segundo, no lo ha decidido Snitker hasta el momento de escribir estas líneas, pero debe estar entre el veterano Charlie Morton y Ian Anderson. Seguramente su decisión la dejará conocer en las horas venideras.

Hasta las 3:30 de la tarde hora del Este de los Estados Unidos de hoy viernes 15 de octubre, el estratega de los Dodgers, no había dado a conocer a los abridores de por lo menos, los dos primeros juegos. Sin embargo, Walker Buehler debe abrir el primero y Max Scherzer el segundo, ambos en Atlanta.

Nos tememos mucho que la final por el título de la Liga Nacional se lleve hasta el último partido previsto. La rivalidad de las novenas y la calidad de sus nóminas, nos permiten presagiar que  podremos ver una lucha por el título del viejo circuito con mucha  calidad beisbolera.

Ventaja para los Bravos por su nómina de lanzadores. La ofensiva de los Dodgers puede ser concluyente y devastadora a la hora de las decisiones en los partidos.

Sobre Antonio Andraus

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