¡Y faltan 10 más!

A menos de tres semanas para que concluya el calendario regular de las Grandes Ligas, hay 10 novenas eliminadas, pero aun no se conocen a los grandes finalistas de la campaña.

Los Medias Rojas de Boston

Palabras más, palabras menos, el béisbol de las Grandes Ligas está llegando al momento culminante de esta campaña del 2012, cuando además de algunas decepciones con equipos que se calificaban como grandes aspirantes para estar, por lo menos, en la postemporada, en lo que hace falta para que concluya el calendario regular, puede haber más de una sorpresa.

Al momento de escribir esta nota, ya hay 10 equipos por fuera de cualquiera posibilidad  matemática o deportiva, para llegar a la ronda de los finalistas de su liga este año. Pero hacen falta otros 10, para que le quede el camino despejado a los otros 10 clubes que deben disputar, en primera instancia, el título de su respectiva liga, y, finalmente, la corona de la Serie Mundial.

Dentro del proceso normal del juego, nadie esperaba cuando se cerraron los campos de entrenamientos a finales de marzo del presente año, que los Medias Rojas de Boston, en la Liga Americana; y los Marlins de Miami, en la Liga Nacional, para apenas escoger dos ejemplos, no ofrecieran una resistencia seria, con buen béisbol, para disputar por lo menos una casilla para la fase final de la contienda, en procura de obtener los laureles de su respectivo circuito.

Porque si hay que sumar divisas que definitivamente no pudieron con el peso de convertirse en clubes de competencia, hay que incluir a los Filis de Filadelfia, en la Nacional; y a los Angelinos de California, en la Americana, en donde su nómina permitía presagiar que podrían ser dignos rivales de los Rancheros de Texas, novena que ahora siente paso de animal grande, pero con los Atléticos de Oakland.

Eso no ha sucedido, y antes por el contrario, tanto los Medias Rojas como los Marlins, se doblegaron de manera inesperada frente sus rivales de liga, y dejaron, ciertamente, mucho que desear. Los Medias Rojas obligándonos a pensar que mental y deportivamente no pudieron superar la debacle de septiembre de 2011, cuando la estantería se les vino encima, una buena parte, por una alta dosis de indisciplina que implicó, desde luego, que la parte competitiva también decayera de manera lamentable; y por otra, porque Bobby Valentine, el nuevo estratega del club, quien reemplazó a Terry Francona en la conducción de la divisa, no empezó con las mejores relaciones con los peloteros, algo que se sintió desde los propios campos de entrenamientos.

Y en el caso de los Marlins, todos esperábamos mucho más de su rendimiento sobre el diamante de juego. Primero, porque los propietarios del club no escatimaron esfuerzos para contratar a varios jugadores de valía para darle la suficiente potencialidad competitiva al equipo. Segundo, porque trajeron a un nuevo piloto, el venezolano Ozzie Guillén, un hombre de experiencia y de sapiencia para dirigir el equipo. Y tercero, porque la divisa está estrenando un nuevo, bello y cómodo parque de pelota, en pleno Miami.

De modo que tanto los Medias Rojas como los Marlins quedaron con altas deudas frente a sus aficionados, ante los directivos de cada una de las novenas, y frente a la crítica especializada de la prensa, la radio y la televisión, porque nadie, razonablemente hablando de béisbol, consideró que con las nóminas de cada una de ellas, al iniciarse la temporada, las dos representaciones no podían cumplir con un papel más decoroso, por decir lo menos, de lo que efectivamente desarrollaron durante la competencia. Otro tanto puede decirse de los Filis, cuya capacidad de juego de manera increíble no respondió a las expectativas. Y un poco menos, sobre los Angelinos, aun cuando ciertamente los muchachos orientados por Mike Scioscia, mostraron más envergadura durante la campaña, que las otras tres novenas.

Es una lástima, ciertamente, que ello ocurra. Pero los cuatro clubes tendrán que pensar, desde ahora, cómo van a manejar los hilos que conduzcan a ajustar sus filas y a pensar seriamente en que la temporada del 2013 no puede arrojar tan reducida capacidad de juego, y contabilizar, a como dé lugar, más victorias que derrotas, algo que en este 2012, no ocurrió.

Agradables sorpresas

Pero hablando de la temporada, bien vale la pena resaltar la formidable actuación de los Atléticos de Oakland, en la Liga Americana, y la sensacional participación de los Nacionales de Washington, en la Liga Nacional, novena que no aparecía en los pronósticos de nadie, cuando se dio comienzo a la extenuante jornada de la Gran Carpa.

Los Atléticos, lentamente, se fueron posicionando del juego, acumulando triunfos, con pocas estrellas y con uno que otro pelotero que, como el caso del cubano Yoenis Céspedes, un novato por donde se le mire, con  apenas 27 años de edad, despertaron curiosidad pero nada más. Y el isleño sí que le ha rendido a los Atléticos, dando batazos oportunos y produciendo quizás más de lo esperado, llegando a 19 cuadrangulares y a más de 70 carreras fletadas hasta el pentágono, hasta el momento.

Pero no hay la menor duda que el engranaje de la novena de Oakland, ha sido por demás de formidable, tal vez porque ha sabido aplicar a fondo la ya conocida teoría de la ‘’sabermétrica’’, que no es otra cosa que conformar los equipos de béisbol observando la capacidad de juego de los peloteros, su rendimiento paso a paso sobre el terreno, cuántas veces se embasan, en cuántas ocasiones producen el batazo que permite impulsar una carrera sin tener que contar con el imparable, cuántas veces alcanzan una base, cuántas veces reciben la base por bolas. En fin, una nueva modalidad para seleccionar la nómina que, sin que signifique grandes erogaciones, se pueda completar una plantilla con el menor desembolso de dólares posible. Y eso está ocurriendo con los Atléticos.

Y en cuando a los Nacionales, Davey Johnson, su estratega general, hizo lo que tenía que hacer. De un equipo con pocas pretensiones, pero con sangre combinada entre novatos y veteranos, con una buena solvencia tanto en el grupo de los lanzadores abridores como en la nómina de relevistas, se hicieron respetar con jerarquía y con verdadera clase beisbolera, durante toda la contienda.

Que los Nacionales no vayan a la Serie Mundial, eso es harina de otro costal. Pero la novena hizo que la afición de Washington volviera al parque de pelota, que en cada presentación en cualquiera de los estadios de las Grandes Ligas, se observara calidad, talento, ganas de triunfar y de entregarse, con alegría y buena disposición, en todos y cada uno de sus integrantes.

Toda su plantilla merece elogios por lo que hicieron. Pero sobresalen hombres como el novato Bryce Harper, quien desde el comienzo, evidenció una indiscutible calidad, con unos deseos inmensos de jugar con entusiasmo el béisbol. Y la de los lanzadores Stephen Strasburg, derecho, y Gio González, zurdo, quienes mostraron su sapiencia serpentinera, con una gama indiscutible de lanzamientos, que hace estragos entre los rivales.

De modo que así como hubo decepciones, también se han presentado agradables sorpresas en la contienda de este año, cuyo camino por recorrer obliga a pensar que otras 10 novenas deben quedar por fuera de competencia, cuando concluya el calendario regular de encuentros.

Primeros eliminados

Y en esa nómina de eliminados, a la fecha de escribir estas líneas, aparecen cinco de la Liga Nacional y cinco de la Liga Americana, a cual más con buena trayectoria y con inmensos deseos de hacer las cosas bien, pero a la hora de nona no ofrecieron los resultados que se esperaban.

Por la Liga Nacional, ya están por fuera de competencia por este 2012, los Mets de Nueva York; los Marlins de Miami; los Cachorros de Chicago; los Astros de Houston y los Rockies de Colorado. Y vayan agregándole a esta lista a los Filis de Filadelfia, que deben quedar por fuera del camino en los días venideros.

Y por la Liga Americana, ya no cuentan para nada distinto que cumplir con los partidos que les hacen falta en los choques regulares de la programación, pero que a lo mejor, en ese trayecto que hace falta por concluir las acciones regulares, le pueden dañar el caminado a más de uno, están los Medias Rojas de Boston; los Mellizos de Minnesota; los Indios de Cleveland; los Azulejos de Toronto y los Marineros de Seattle. Y de un momento a otro se espera que los Reales de Kansas City, a pesar de un buen comienzo, también hagan parte del grupo de eliminados, antes de que llegue la hora definitiva de recoger los bates de la temporada.

Con la nueva modalidad a prueba de dos tarjetas de invitación para el mejor segundo de cada liga, y la otra, para el mejor tercero de cada circuito, es decir, que llegan a la postemporada 10 clubes, lo mejor es dar un compás de espera para conocer a ciencia cierta a los grandes finalistas de la temporada, sin que se vislumbre, con excepción de los Nacionales de Washington y de los Rojos de Cincinnati, un dominio absoluto sobre sus rivales en los sectores establecidos en cada liga.

Sobre Antonio Andraus

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