Una mirada a la Liga Americana!

Por: Antonio Andraus Burgos

La división Este, vuelve a ocupar el calificativo de la más difícil. En la Central, los Tigres son favoritos pero los Indios pueden terciar. Y en el Oeste, tres equipos aparecen con buenas opciones.

La temporada del béisbol de las Grandes Ligas avanza hacia su apertura de este 2014, con muchas opciones para las novenas en contienda, y con pocos ganadores a la hora de la quema final en septiembre venidero, dadas las características  que ofrecen cada uno de los 15 equipos que se disputarán, en principio, los títulos divisionales, y al final, la corona de cada liga, que consagrará, con todas las de la ley, al equipo que dispute la Serie Mundial por cada circuito.

En esta nota, nos vamos a referir a los clubes de la Liga Americana, cuando las puertas de los campos de entrenamientos, siguen de par en par, y muchas cosas puedan variar de aquí al primer choque entre dos equipos que abrirán la campaña, pero nuestras consideraciones, se basan más que todo, en lo que hemos visto en las nóminas y en los propios diamantes de preparación, sin dejar por detrás de la puerta, el análisis de manera conjunta, de cada franquicia.

La competitiva zona Este

No cabe la menor duda de que la división Este de la Liga Americana, una vez más, debe ser la más reñida y la más complicada para los cinco clubes en contienda, si nos atenemos a las nominas de las novenas.

Veamos con tranquilidad dos cosas interesantes. Los Orioles de Baltimore van a ser contendientes de tiempo completo. Los Rayas de Tampa volverán a ser una novena de mucha fortaleza, porque su cuerpo de lanzadores lo advierte con bastante solidez. Esa son, si duda alguna y bajo las perspectivas normales del juego, las dos cosas interesantes para este 2014.

Empero, los Azulejos de Toronto, si alcanzan su juego natural, normal, sin tantas lesiones y ausencias de sus titulares, deben volver a dar la cara como un duro rival, esperándose que su cuerpo abridores sea, dentro de lo posible, la cuota para transitar los seis primeros episodios de cada compromiso.

Los Medias Rojas de Boston, con su equipo casi intacto al que conquistó la Serie Mundial hace apenas cinco meses, pues apenas salieron del registro cuatro de sus peloteros de buen valor, debe ser el club a derrotar por el resto de los rivales.

Y los Yanquis de Nueva York por su tradición y por lo que ha logrado reunir en su nómina, deben ser nuevamente, un contrincante de cuidado. No les quepa la menor duda.

Los Orioles con Buck Showalter a la cabeza, tienen lo suficiente para pensar que en esta ocasión pueden llegar más lejos, con la adquisición de Nelson Cruz para ocupar un puesto en los jardines o hacer de bateador designado, y de Ubaldo Jiménez, para completar su rotación abridora, sin conocerse si Johan Santana, el valioso zurdo venezolano que ha tenido muchas complicaciones de salud en los dos últimos años, estará disponible para finalmente colocarse con su clase y talento, con todas las de la ley en la loma de los sustos. Pero en la rotación aparecen como puntales, además de Jiménez, Miguel González y Chris Tillman.

Los Rayas seguirán por su camino de ganar series con tableros apretados, pero para eso están sus lanzadores, rotación básica integrada por David Price, Alex Cobb y Matt Moore, sorprendiendo cada día más con su calidad, dominio y control, y por la forma en que Joe Maddon maneja sus cartas sobre el terreno de juego.

Los Azulejos muestran sobre el papel, un equipo homogéneo, que tiene con qué responder a las exigencias de la temporada, pero que todo dependerá del comportamiento de sus titulares, y de la responsabilidad que asuman a partir del momento en que John Gibbons, así lo determine, con abridores que poseen profundidad y experiencia para llevar al club a ser competitivo, como lo son R.A. Dickey, Brandon Morron, Mark Buehrle y J.A. Happ.

Los Media Rojas de Boston saben que su timonel, John Farrell, los guiará con la misma disciplina, carácter y decisión que lo hizo en la campaña pasada, y que todo dependerá de los que todos y cada uno de ellos, ofrezcan sobre los diamantes. Tienen con qué repetir para ser ganadores del circuito, con cuatro ases desde la lomita, como lo son Jon Lester, John Lackey, Clay Buchholtz y Jake Peavy. Pero los partidos no se pueden ganar si no se cuelga el último out de cada juego.

Finalmente, Joe Girardi, el capataz de los Yanquis, tiene que lidiar a un contingente que ya no contará con Mariano Rivera para cerrar los juegos; que Andy Petitte colgó las zapatillas de juego y que Phil Hughes se fue a otra novena; que Álex Rodríguez no está en la nómina; que Curtis Granderson salió de la plantilla, y en fin, que han llegado cinco hombres que deben ser titulares, como Jacoby Ellsbury, Carlos Beltrán, Kelly Johnson, Brian Roberts y el receptor Brian McCann; que Masahiro Tanaka viene desde el Japón a apoyar la capacidad de la rotación; que se espera que Michael Pineda pueda, ¡por fin!, pertenecer al grupo de los abridores, y que los demás, deben ganarse el puesto.

La rotación una vez más la encabezará el zurdo C.C. Sabathia, y luego deben aparecer Hiroki Kuroda, Masahiro Tanaka e Iván Nova, mientras se define el quinto abridor, entre David Phelps y Michael Pineda.

¿Qué se puede anticipar de los Yanquis? Que tiene una cara renovada, que las inversiones deben dar resultado y que los ‘’Mulos’’ del Bronx, una vez más, serán rivales de cuidado para la jornada.

En la Central

¿Serán los Tigres de Detroit, sin Jim Leyland, la novena a derrotar en la división? El mando estará a cargo del novato Brad Ausmus, que es por donde, según los expertos, puede haber decepciones, pero nosotros le damos el beneficio de la duda, hasta no verlo dirigir.

Ausmus tiene todo el plantel que luchó por ganar la liga pero al final de cuentas, se quedó. Y con la lujosa nómina abridora, con Justin Verlander, el venezolano Aníbal Sánchez, Max Scherzer, Drew Smyly y Rick Porcello, debe responder y con creces. La ausencia notoria de Prince Fielder y la salida de Johnny Peralta, no pueden ser la debacle para la novena, porque para eso llegaron Ian Kinsker y el relevista Joba Chamberlain.

Nadie puede olvidar en estos momentos, que los Indios de Cleveland, con el veterano Terry Francona comandando el grupo, el mismo que guió a los Medias Rojas a dos coronas de Serie Mundial en lo que va de este siglo, pueden hacer cambiar la ruta ganadora y volver a disputar, juego a juego, la corona de la división.

La tribu con Justin Masterson, Corey Kluber, Danny Salazar y Zach McAllister, pueden apuntarse muchas victorias desde el comienzo de los juegos, si la divisa vuelve a encontrar, como ocurrió el año pasado, la forma de descifrar a los lanzadores rivales y despachar incogibles por todos los rincones del diamante.

Los Reales necesitan que la novena, de manera eficaz, produzca carreras en los momentos cruciales, algo que les ha sido esquivo en partidos claves. Y lo bueno de todo, es que tienen con qué hacerlo, de acuerdo con las proyecciones de su capataz, Ned Yost, y una pieza valiosa que puede contribuir enormemente a causa, es el receptor venezolano Salvador Pérez, quien además de ser muy bueno detrás del pentágono, le puede dar el punto de apoyo que necesita el club a la ofensiva.

Yost contará como abridores con James Shields, Jeremy Guthrie, Jason Vargas, Bruce Chen y Yordano Ventura, todos de excelente calidad. Pero la ofensiva es la que tendrá que ser más puntual y oportuna en esta nueva temporada.

Los Mellizos tienen los diamantes suficientes para brillar de un momento a otro que, a lo mejor, podría ser en esta temporada. Por lo menos, Ron Gandenhire, el gran estratega de la novena, confía en que sus muchachos este año puedan rendir lo suficiente como para ser dignos contendientes en la zona, con Joe Mauer a la cabeza y la rotación con los brazos de Kevin Correia, Ricky Nolasco, Phil Hughes y Mike Pelfrey.

Y los Medias Blancas de Chicago, bajo el mando de Robin Ventura, deben cambiar de panorama, buscando competir con más solidez en el grupo. Y no es que los pupilos de Ventura no sean lo suficientemente capaces para diseñar la vía que los conduzca a la victoria, sino que ciertamente el año pasado, no encontraron esa ruta triunfadora, que los alejó de las grandes opciones, para volver a ser el club que se metiera, de tu a tú, en la lucha por la corona divisional, cuando muchos de los encuentros que estaban ganados, en el tránsito hacia la fase final de los tres últimos episodios, no hubo un cuerpo de relevistas que soportara el ataque de los rivales.

Ventura espera que sus abridores, Chris Sale, el colombiano José Quintana, John Danks, Eric Johnson y André Rienzo, vuelvan a contar con su verdadera capacidad de juego exhibido hasta el momento, confiando en que la novena reaccionará en los tramos del cierre para asegurar los triunfos.

Los Tigres son favoritos, pero los Indios están al acecho, exhibiendo una capacidad de juego que, si es como lo que hicieron en la ruta final del 2013, muchas cosas buenas pueden cosechar.

En el Oeste 

Seamos francos con este división, Los Vigilantes de Texas tienen qué trabajar arduamente antes de que sea demasiado tarde en la temporada de este 2014.

Los Angelinos de California y los Atléticos de Oakland, están empeñados en vender caras sus derrotas; mientras que poco se espera de los alicaídos Astros de Houston para la campaña, cuya reconstrucción debe ofrecer frutos en un par de años; y los Marineros de Seattle, a pesar de la llegada de Robinson Cano procedente de los Yanquis, no ofrecen una garantía de altos quilates competitivos, aun cuando pueden conseguir victorias que trunquen muchas ilusiones a sus rivales del sector, a la hora de recoger los bates en septiembre venidero.

Los Vigilantes saben, y están en los cierto, que no pueden descuidarse en ningún momento, y esa parte es una cartilla ya aprendida por el capataz del equipo, Ron Washington, quien espera que sus muchachos se mantengan en la tónica ganadora, que les ha permitido llegar a la conquista de la división, con cuatro abridores que se las traen, como lo son el japonés Yu Darvish, Martín Pérez, Alexi Ogando y Matt Garrison.

Los Angelinos de Mike Scioscia, tiene por qué tener razones suficientes para albergar con optimismo esta nueva jornada, sobre todo, porque Albert Pujols parece que está en salud, que John Hamilton es una buena punta de lanza a la ofensiva, y que el veterano de mil batallas, Raul Ibáñez, puede ser la diferencia en los momentos cruciales, si la rotación abridora se muestra con la capacidad y profundidad que necesita la novena, en los brazos de Jered Weaver, C.J. Wilson, Héctor Santiago y Joe Blanton, sin dejar por fuera las opciones de Garred Richards, Tyler Skaggs y Matt Shoemaker, que en cualquier momento, según las necesidades, puedan acudir a la rotación.

Y los Atléticos con algunas variantes en su nómina, no muchas de alto perfil, tienen las apuestas a su favor, por la forma en que, explotando sus capacidades de juego, logran que su grupo mantenga siempre la esperanza de estar una vez más en el camino que los conduzca a la disputa de la corona del Oeste, sin que cuenten a su favor con el handicap como ganador absoluto, algo que por el momento no preocupa a su estratega, Bob Melvin, porque sabe que si la nómina se mantiene en condiciones físicas, todo puede serles favorables, y podrían cantar victoria al concluir la campaña.

Jarrod Parker, Scott Kazmir, Sony Gray y A.J. Griffin, deben marcar la gran diferencia en la apertura de los juegos frente a los más encopetados rivales que deben aparecer durante la prolongada ruta de la temporada.

Los Astros, por su lado, tienen pocas pretensiones para la campaña de este 2014, pero están construyendo para el futuro, una novena competitiva, que vuelva más cerrada la división, tal como lo advierte su timonel general, Bo Porter, quien sostiene que a pesar de todo, con su grupo de lanzadores abridores, que cuenta con Scott Feldman, Brett Oberholztzer, Jarred Cosart y Brad Peacok, mejoren en juegos ganados y perdidos.

Finalmente, los Marineros, pese a la contratación de Robinson Cano, como ya anotamos, y de contar con el astro venezolano de las serpentinas, Félix Hernández, difícilmente Lloyd McClendon, su capataz general, pueda cambiar los números que el equipo ha ofrecido en las ultimas campañas. Desde luego, que detrás de Hernández aparecen nombres de valía como el japonés Hisashi Iwakuma, Erasmo Ramírez y James Paxton, pero ese puñado de jugadores, creemos nosotros, no harán la gran diferencia en la zona.

La pregunta del millón

Como se mantiene la norma de los cinco grandes finalistas, que se suman con los tres ganadores de los sectores más los dos comodines, digamos que la pregunta del millón, como cuota inicial, es señalar por lo menos a seis equipos para esa cita por la final de la liga.

Y de esa media docena, debe resultar el gran campeón, que dispute la Serie Mundial, con el ganador de la Liga Nacional.

Como somos atrevidos, y que nos perdonen los entendidos, digamos de una vez que los seis finalistas en la Liga Americana, deben ser:

Los Medias Rojas de Boston, los Indios de Cleveland, los Angelinos de California, los Yanquis de Nueva York, los Vigilantes de Texas y los Orioles de Baltimore.

¡Dios quiera que no estemos equivocados, como casi siempre ocurre, cuando se nos da por anticiparnos a los verdaderos resultados!

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