Un colombiano monta el primer Museo de Esmeraldas del mundo.

Por Germán Matamoros G.

La Cachucha que Vilmar Novoa se encontró cuando era un pequeño niño en el rio minero entre Coscuez y Peñas Blancas, no fue precisamente para protegerse del sol o de la lluvia, o simplemente por estar a la moda. No. Fue una piedra, gema o esmeralda que brotó de la madre naturaleza y que como a todo niño la curiosidad lo llevó a guardarla por ser un objeto extraño. Esto fue  simplemente  el indicio de un destino que posteriormente  lo involucraría en un mundo que  le ha servido a unos para sobrevivir, a otros para   tener algún poder económico y en otros casos para encontrar la muerte: el de las esmeraldas.
De niño acompañaba a su padre a buscar y a recoger y esmeraldas. Se daba cuenta que  dentro de las minas brotaban algunas piedras raras y nadie les ponía cuidado porque tal vez no eran muy llamativas para tallarlas, que es lo que realmente interesa  dentro del comercio mismo de las esmeraldas. En ese entonces Vilmar tenía doce años. Hoy con 39 es  el gestor de una idea que desde 1990 esta haciendo carrera para institucionalizar el primer Museo de las Esmeraldas de Colombia y del mundo.

Su padre fue recolector y  comerciante de esmeraldas durante 67 años. Trabajó en la minas de Chivor, Gachalá, Muzo y Peñas Blancas, en el departamento de Boyacá.Vilmar obviamente no tiene esa vasta experiencia; sin embargo, ya completó 26 años recopilando las piezas más raras y exóticas hasta ahora conocidas por el común de la gente; y hace 18 años empezó inquietarse por hacer un museo de esmeraldas. Empecé a trabajar en la idea de hacer el Museo recorriendo todas las minas,  educando a la gente,  recomendándoles que cuando salieran piezas raras o que no fueran normales en las esmeraldas que me llamaran para poder adquirirlas. Muchas de las que tengo las he comprado y otras me las han donado, dice Vilmar.

Museo Itinerante de la esmeralda

Museo Itinerante de la esmeralda

Lo cierto es que esa vocación de coleccionista lo tiene hoy con un museo itinerante  recorriendo varias ciudades y exhibiendo más de 400 piezas. Habla, por supuesto, con gran propiedad de trapiche, que, según explica, es una piedra natural que forma  seis cristales de esmeraldas unidos por elementos como LupitaCalcitaPirita. Como minerales acompañantes de las esmeraldas también  se refiere a otros como  Ojo de gato, Maclas o druza, etc.

El gran objetivo

El objetivo que tiene al crear el Museo de las Esmeraldas es poder difundir y dar a conocer toda la cultura de la esmeralda que poco conocemos los colombianos, para que se valore más, o por lo menos que se conozca como el segundo producto de exportación más importante de Colombia después del café. Es mostrarle y contarle a la gente cómo, por ejemplo,  desde hace milenios la gema servía para intercambiarla por mujeres; cómoCleopatra y los reyes apreciaban ese mineral porque transmitía energía que producía sensación de tranquilidad y paz interior. Aquí nuestros indígenas como los Somondocos –agrega Vilmar-intercambiaban esmeraldas por sal o por ganado. En otras palabras, las esmeraldas servían de trueque comercial, inclusive como sucede actualmente pero con la diferencia de que se compra y se vende simplemente por un valor que puede ser de miles o millones de pesos por una de esas piedras.

La inquietud de montar  el Museo de las Esmeraldas comienza cuando se da cuenta de que ya tenía una buena colección de piezas exóticas: 80 unidades, y  de toda clase de figuras extrañas semejantes a un vaso, un obelisco, una botella o hasta el animal marino más raro. Esto a su vez lo lleva a volverse un investigador de tiempo completo de los museos. Es así como esa curiosidad que tuvo de niño por esos minerales extraños, lo llevó  a investigar   sobre cómo es un museo, cuál era su historia, cuál era la manera de tener un museo que transmitiera toda esa cultura y esa herencia que tenemos los colombianos y que es única en el mundo por ser el país de mayor importancia en la producción más genuina de esmeraldas. En síntesis, estudió arte de los museos, leyó libros y viajó por varios países conociendo museos.

(1) Las cascadas (2) El pescado ganga o mineral (3) El tornado (4) Inclusión del cuarzo en la esmeralda (5) El abrazo (6) a bota (7) Macla (8) Inclusión de la esmeralda en la esmeralda o berilio en el berilio (9) Macla el corbatin (10) Vaso (11) Botella (12) Las palmeras trapiches representan el 0,3% de la produccion de las esmeraldas. (Fotos: Oscar Monsalve)

(1) Las cascadas (2) El pescado ganga o mineral (3) El tornado (4) Inclusión del cuarzo en la esmeralda (5) El abrazo (6) a bota (7) Macla (8) Inclusión de la esmeralda en la esmeralda o berilio en el berilio (9) Macla el corbatin (10) Vaso (11) Botella (12) Las palmeras trapiches representan el 0,3% de la produccion de las esmeraldas. (Fotos: Oscar Monsalve)

No hay en el mundo un Museo de las Esmeraldas

Total, encontró que en algunos países hay pequeñas muestras de esmeraldas convencionales, es decir, el pequeño mineral verde intenso, brillante, pulido y listo para ser apreciado por su forma. Por ejemplo: en Amsterdan, Alemania,  o en el Museo de Historia de Nueva York, entre otros. Esto confirma que hasta ahora en ningún país del mundo existe un museo de esmeraldas con criterio histórico, didáctico y cultural. Aún enBogotá tan solo se exhiben muestras en el Museo del Banco de la República y tampoco hay otro proyecto  como tal y pare de contar. Es Vilmar Novoa  quien precisamente se convierte en el pilar de este sueño y queestá haciendo realidad en nuestro país, por ahora, de manera itinerante y con la aspiración de tener construida una moderna sede aproximadamente  dentro de dos años.

Y es que el hecho de que Colombia sea el mayor productor de ese mineral con el 77% en el mundo y con exportaciones  de alrededor del 55%, amerita tener un lugar propio de exhibición de las exclusivas esmeraldas colombianas con sentido de cultura. No en vano los expertos en todo el mundo nos acuñaron la frase  de tener las esmeraldas más preciosas del planeta. Se dice que después de Colombia otros países productores son:Brasil, Afganistán y Rusia.

Para un proyecto cultural de tal importancia para el país, hay que golpear algunas puertas de financiación que permitan que el museo pueda ser sostenible. Este lo ha hecho Vilmar con algunas entidades como el Ministerio de Cultura y la Red Nacional de Museos; mientras tanto tiene el patrocinio de algunas empresas exportadoras de esmeraldas y personas que comercian con las mismas.  A futuro espera contar también con el apoyo del fondo para promoción y publicidad  de las esmeraldas de Ingeominas, pues para poder construir la sede del museo -cuya razón social exacta es Corporación Museo de la esmeralda colombiana– se necesitan  cuatro y medio millones de dólares.

Por lo pronto esta brillante idea va avanzando de la mano de Vilmar por diferenteslugares y ciudades como Cartagena, en donde estará desde este mes de abril y durante los próximos dos años en  calle de Don Sancho, exhibiendo 150 piezas, porque  infortunadamente el poco espacio no permite mostrar las 400 piezas que comprende la colección.

Sobre German Matamoros G.

Periodista con más de 25 años de trayectoria en importantes medios de comunicación como El Siglo (Nuevo Siglo), Revista Semana, Revista Cromos y la cadena radial Todelar, medios en los cuales desempeñó funciones como redactor, editor, coordinador y jefe de redacción en diversas áreas como información general, distrital, política y judiciales; coordinador de temas y portadas de cultura y espectáculos. Es actual director de Comunicaciones Internacionales GM y jefe de prensa de reconocidos artistas nacionales.

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