Simposio Colombia, la televisión actual, un estímulo para delinquir

Por: General Manuel José Bonett Locarno, Director del Simposio Colombia colombia-tv Realizado en la ciudad de Bogotá el día 6 de Mayo del presente año 2015. Para empezar, el director del simposio pidió a la concurrencia que se expusieran algunos conceptos y opiniones sobre las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuál es la cantidad de conflicto integral que se va a desactivar en Colombia en el caso de que las FARC se desmovilicen en su totalidad y se acojan a las generosas propuestas que le está haciendo el estado colombiano?
  2. ¿Qué amenazas seguirán activas después de finalizado el proceso de paz con las FARC, en qué áreas se harán efectivas y cuál será su intensidad?
  3. ¿Cuál es la calidad de nuestra población en cuanto se refiere a la Construcción Social actual para afrontar retos trascendentales como el Perdón, la Tolerancia y la Convivencia?

Los aspectos más importantes que expusieron los participantes, quienes representaban los sectores políticos, sociales, económicos, militares y cuerpo diplomático fueron los siguientes:

  • En cuanto se refiere a la construcción social hay un factor negativo formado por los programas de televisión especialmente los noticieros, que están convirtiendo a los victimarios en personas de mucho renombre dignos de imitar. Lo único que les interesa en la audiencia (rating) y olvidándose totalmente de las víctimas y de las atrocidades que estos criminales cometen. La programación de televisión basada en capos, narcotráfico, crimen organizado y violencia contra la mujer, no contribuye a la construcción social.
  • El factor humano es el peor producto de Colombia, expresó uno de los asistentes. Aunque las bandas constituyen una minoría, cometen los peores crímenes contra la humanidad como la pederastia, el turismo sexual, el narcotráfico, el uso de menores en labores criminales, el reclutamiento de menores, la violencia de género y muchos otros que hacen de nuestro producto humano un componente muy desfavorable para el tema de postconflicto.
  • Si hay paz, el manejo del post conflicto será muy difícil, no solo en los campos económico, militar y político sino en lo moral. Tendremos que hacer sacrificios para perdonar crímenes atroces y también “tragarnos muchos sapos”. Si fracasa el proceso, también será un grave problema, no solo por la imagen internacional de Colombia sino porque la inseguridad interna va a convertir en un problema la vida en este país.
  • La televisión encubre y lleva a la impunidad los peores crímenes. Con sus telenovelas convierte en héroes a los peores criminales. Se invita a la gente a un mal comportamiento y se está cambiando en forma negativa la cultura del país.
  • La ciudad de Bogotá vive una aguda crisis política por que el gobierno distrital está perdiendo legitimidad. Le gente no confía en el sistema, se perdieron el respeto, la credibilidad y la confianza en la autoridad. En el nivel nacional, observamos como el congreso es producto del fraude electoral y del uso de los dineros fiscales para conseguir favores políticos (mermelada) lo que significa la perdida de legitimidad de las instituciones. La administración de justicia desapareció y el gobierno nacional cohabita con ese deterioro y no hace nada por arreglarlo. Teníamos bonanza minera y por eso no tuvimos “primavera árabe”.

2 A la degradación política se suma la crisis económica y nadie nos dice que sigue aparte del incesante aumento de impuestos. Si estamos o no en un túnel, el gobierno no hace nada por explicarnos la situación. Nadie opina y no vemos salidas ni soluciones. No hay presencia de las instancias oficiales ni en la sociedad civil. Hay vacío y crisis de liderazgo. En cuanto se refiere al proceso de paz, se toman las palabras de Sergio Jaramillo cuando explica que si se firma el acuerdo no significa que ha llegado la paz y que será únicamente el fin deseado de la confrontación armada pero no alcanzaremos la paz porque esta se lograra solamente después de un proceso largo y costoso. La paz será territorial y por eso tendrán que hacerla los alcaldes y gobernadores, pero muchos de estos son funcionarios corruptos que llegaron a esos cargos con el fraude electoral y no podemos esperar mucho  de estos personajes en el manejo de una etapa tan crítica como el postconflicto. Y algo más grave, si no se logra un acuerdo ¿quién va a afrontar la guerra que se viene? ¿Solo las fuerzas militares como es la tradición colombiana? Y ¿el gobierno que hará aparte de ordenar intensificar la presión contra los grupos armados ilegales (GAIL)? 4

  • El país no tiene liderazgo en ninguno de sus campos. El estado no resuelve sus problemas, no solo el narcotráfico es nuestro problema actual porque hay que sumar la minería ilegal y el tráfico de gasolina que parecen estar copando a las autoridades. La opinión publica esta rechazando lo que está pasando y la demora en la solución de los problemas.
  • La constitución de 1991 puso a Dios en la tercera fila. Nos volvimos un país sin creencias religiosas y con baja moralidad, acabó con la justicia penal militar y con la extradición porque los acusados de narcotráfico gobernaban al país. El estado está bajo un permanente ataque del crimen organizado, no solo por parte de los grupos armados ilegales sino por parte de la justicia, el legislativo y el poder económico. La sociedad hoy no tiene quien la proteja. Hay un derrumbe social, nadie confía en las instituciones.
  • Al presidente Santos se le dio un mandato por la paz. No tendremos verdad, justicia y reparación porque no hay confianza ni credibilidad en los gobernantes. Si se acaba el proceso sería un desastre. Queremos la paz, pero hay que refrendar lo que se firme.

Hay que ser más optimista con Colombia pero muchos delincuentes no se van a desmovilizar y llegaran a las Bacrim. La sociedad colombiana debe tener la fuerza necesaria para afrontar el postconflicto. La crisis no abarca a toda la sociedad.

Sobre General Manuel José Bonett Locarno

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