Premio Acord Colombia Coldeportes, a la vida y obra de un periodista

De manera muy merecida  nuestro columnista Rufino Acosta  recibió el premio vida y obra a un periodista deportivo. El reconocimiento le fue entregado durante la ceremonia de gala  que se realizó en el Salón Rojo del Hotel Tequendama para elegir al deportista del año,  el pasado 20 de diciembre. Con este reconocimiento se honra el trabajo de un colega que por más de cuarenta años ha ejercido, de manera ejemplar, este noble oficio.

Rufino Acosta y Pedro de Andreis, Presidente de Acord Magdalena.

Rufino, lleva el virus del periodismo inoculado en su sangre, desde mucho antes de llegar a la mayoría de edad, y de obtener el título de bachiller en el famoso y tradicional Liceo Celedón, de Santa Marta, el mismo que hizo famoso aquella composición del maestro Rafael Escalona, a ritmo de vallenato, ciudad que lo acogió después de haber visto la luz de en esta vida en la reconocida ciudad de Fundación.

Rufino Acosta es, para muchos colegas de la radio, la prensa y la televisión, el periodista ideal para matizar discusiones, polémicas, anécdotas, sentido práctico del bueno uso del idioma, en cuyos laberintos lingüísticos, sin duda alguna, es un hombre dedicado a que el castellano no sea maltratado por tirios y troyanos.

El periodismo lo inició, a su manera, como muchos otros por aquellas épocas, de manera empírica, pero cuando se paseaba por la redacción de EL ESPECTADOR, por más de 33 años de manera consecutiva, lo hacía con el sentido verdadero de aplicar una rigurosidad periodística de altos quilates, en donde no cabía el sofisma sino la verdad, en donde se carecía del argumento del común para la diatriba, siempre pensando en la honradez que debe tener el periodista en el mejor sentido de la palabra, porque el cinismo, como tantas veces se ha dicho, no está permitido dentro de las normas del humano oficio.

Abogado del Externado de Colombia, profesión que jamás ejerció, pero que le fue sumamente útil para engrandecer el conocimiento general y el sentido común de la vida, hizo sus primeras armas enviándole cartas con un buen contenido de información, a un tío que vivía por esos años 60s, en Maracaibo, Venezuela, tanto de cosas deportivas como de política, de economía, de la vida diaria de Santa Marta. Y luego, sin querer queriendo, se vinculó a la Voz de Santa Marta, en el programa ‘’Deporte al Día’’, en donde colaboraba con comentarios deportivos, y más adelante, con el periódico El Informador, de la capital del Magdalena y con la corresponsalía de EL ESPECTADOR, cuando ya había sido contactado por el sempiterno jefe de Deportes del matutino de los Cano, Mike Forero-Nougués.

De izquierda a derecha Mikey Forero Nougues, Antonio Andraus y Rufino Acosta.

Cuando se viene a estudiar su profesión de leyes en el Externado, en la capital de la República, encuentra las puertas abiertas de la revista ‘’Esfera Deportiva’’, en donde el licenciado Mike era el director, al tiempo que ingresaba de lleno a la redacción de planta en deportes de EL ESPECTADOR, en Bogotá.

Hijo, hermano, padre y abuelo ejemplar, colega lleno de sapiencia y de conocimientos, periodista trasparente y objetivo en su quehacer diario, Rufino caminó todos los vericuetos de la redacción de EL ESPECTADOR, hasta concluir más de tres décadas en el periódico de los Cano, como Editor Jefe de Deportes, una manera de rubricar una brillante carrera periodística en uno de los medios de comunicación escrito, más respetados del país y ser, al mismo tiempo, el reconocimiento de su cualidades y calidades como periodista.

Dr. Juan Felipe Acosta Sánchez y Rufino Acosta.

Su larga historia, desde luego, no se puede escribir en un par de cuartillas. Pese a su temor reverencial al avión, concurrió al Mundial de Fútbol de España; pero dejó de asistir a otros tantos eventos internacionales por no subir las escalerillas de los ‘’pájaros metálicos’’, mientras que se desplazaba en Colombia a Juegos Nacionales y Juegos Centroamericanos y del Caribe, y de la mano de su jefe de siempre, Mike Forero-Nougués, mancomunadamente, formaron una llave que reclutó a varios periodistas de diferentes regiones del país, para vincularlos a la redacción deportiva en Bogotá, haciendo de la sección, una de las más emblemáticas de todos los tiempos, en el periodismo deportivo colombiano.

Hombre de muy pocos amigos, callado, pausado y quizás, taciturno, en Rufino hay que destacar no solo sus cualidades profesionales, sino sus condiciones personales, su rectitud y su nobleza, su don de gentes, algo que con dolor, tenemos que decir, ya pocos colegas exhiben, en una profesión en donde la línea recta no acepta nada distinto a decir la verdad, algo que aprendió de su jefe de siempre, Mike, y de un hombre inolvidable para él: don Guillermo Cano Isaza.

Nos enorgullece ser colegas de Rufino Acosta, y le enviamos un abrazo de felicitación no solo por la merecida distinción del premio ‘’A la vida y obra de un periodista deportivo’’, que le acaba de otorgar la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos y Coldeportes Nacional, sino por su brillante y buen legado periodístico que dejó por más de tres décadas en EL ESPECTADOR, que como él mismo dice, ‘’fue, es y será mi casa periodística de toda la vida’’. Larga por cierto, pero llena de éxitos, prudencia, rectitud, honorabilidad y seriedad como muy pocos colegas pueden exhibir en el país.

Sobre Antonio Andraus

Un comentario

  1. Guillermo Valderrama ( Valcas)

    Tono……..Transitando sobre los 76,sigo vivo ahora con el remoquete de colombo-americano..
    .Resido en Usa,rodeado de cinco hijos,nietos y bzinietos….. y sigo jalonando vida.,,fuerte abrazo Maestro…..
    ..pequena glosa.,,tus pininos fueron en Diario de la Costa.,o me equivoco.?..

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