¡Por la ruta del ‘comodín’!

El valor del mejor segundo lugar en las dos ligas del béisbol de las Grandes Ligas, está signado por la oportunidad de llegar, arrancando de cero, hasta la Serie Mundial, poderla disputar y, por qué no, esperar ganarla.

A menos de 30 partidos por disputar por cada uno de los 30 clubes del béisbol de las Grandes Ligas, la lucha se mantiene tanto por las novenas que aspiran a conquistar al banderín de su respectivo circuito, como por los dos mejores equipos que alcancen su clasificación al ocupar la segunda posición de cada circuito.

Los primeros eliminados de la contienda, son, en la Liga Americana, los Reales de Kansas City, los Indios de Cleveland, los Marineros de Seattle y los Orioles de Baltimore; en tanto que por la Liga Nacional, aparecen los Nacionales de Washington, los Cachorros de Chicago, los Cascabeles de Arizona y los Piratas de Pittsburgh.

A esos ocho clubes que de bulto han quedado por fuera de la competencia de llegar a la postemporada, primero, y segundo, a la Serie Mundial, se les pueden sumar novenas como los Atléticos de Oakland, los Tigres de Detroit y los Angelinos de California, por la Liga Americana; y los Mets de Nueva York, los Cerveceros de Milwaukee, y los Astros de Houston, de la Liga Nacional, todos ellos, dentro de las posibilidades deportivas mas no dentro del sistema matemático, por los encuentros que a cada una de esas divisas les hace falta para concluir el calendario regular de compromisos.

La verdad verdadera

Empero, la verdad verdadera de todo lo que significa la recta final de la campaña de las Mayores, es que los casi 30 partidos que les hacen falta a cada uno de los participantes que siguen en contienda, bien para ingresar a la ronda de la postemporada en cada uno de los circuito, bien para llegar a la Cita de Otoño, es que con muy contadas excepciones, se pueden dar como seguros ganadores de sus banderines divisionales, y probablemente, ninguno de los seis conjuntos que están ocupando el primer lugar de su respectiva zona, se atreve a decir hoy día, que ya tiene asegurado el pasaporte para la contienda por el título de su liga.

Mirando detalladamente la situación de los equipos, digamos que en la Americana, los Yanquis de Nueva York, los actuales campeones de la Serie Mundial,  y los Rayas de Tampa, están enfrascados en una cerrada lucha disputándose el título Este, pero que a la vez los dos pueden perfilarse, al mismo tiempo, para llegar a la postemporada, bien sea ganando la división, bien sea adjudicándose la tarjeta del ‘’comodín’’, ahora más valiosa que nunca, dados los guarismos de partidos ganados y perdidos con relación a todos los demás participantes del Nuevo Circuito.

En la zona central, los Mellizos de Minnesota mantienen cierta ventaja ocupando el primer lugar, sobre los Medias Blancas de Chicago, quienes al contar a partir de la fecha con el arribo del toletero de los Dodgers de los Ángeles, Manny Ramírez, aun cuando los expertos lo califican como no tan temible como en otras épocas, confían en disputar hasta el último out del último juego, antes de darse por derrotados en la temporada.

Y finalmente, los Rancheros de Texas, de la mano de Ron Washington,  acumulando una ventaja más o menos aceptable, creen que los Atléticos de Oakland en las dos próximas semanas pueden dar su brazo a torcer, lo que significa que eventualmente tendrían en  sus manos el banderín, desplazando a los Angelinos, que durante buena parte de este nuevo siglo, se alzaron con el trofeo del sector.

La tarjeta de invitación o ‘’comodín’, tal como están las cosas y por los resultados hasta este 30 de agosto pasado, debe quedar en manos de los Yanquis o de los Rayas, en la Liga Americana.

Y en la Nacional

En la Nacional, al igual que está ocurriendo en la Americana, la división Este resultó ser este año la más reñida de la competencia, hasta el punto de que los Bravos de Atlanta –siempre los Bravos–, tienen que mostrar toda la fortaleza de la cual disponen para superar a los Filis de Filadelfia, los actuales campeones, que todavía no muestran debilidad alguna ni agotamiento espiritual, para desechar la opción en volverse a coronar campeones de la zona.

Los Rojos de Cincinnati, en una sensacional campaña, orientados por Dusty Baker, ocupan la primera casilla pero asediados por los siempre incansables luchadores Cardenales de San Luis, dirigidos por Tony LaRussa, club este que seguramente venderá muy cara su derrota, si es que no alcanza la corona de la división Central a la hora de salir a recoger los bates.

Y, finalmente, los Padres de San Diego, en una formidable campaña, están en busca del banderín de la zona Oeste del Viejo Circuito, pero con unos Gigantes de San Francisco que por el momento, no se dan por vencidos, especialmente porque saben que de sus triunfos dependerá no solamente conseguir el título de la división, o por lo menos, aspirar con esas mismas victorias, adueñarse de la tarjeta de invitación.

Es más, tal como están las cosas en estos momentos, serían los Gigantes y los Filis, en esta liga, los encargados de disputarse hasta el último momento, la tarjeta del ‘’comodín’’, pensando en grande para la postemporada, en procura de alcanzar el título de la Liga, y de llegar, hasta donde los resultados se los permita, a la disputa de la Serie Mundial.

Sobre Antonio Andraus

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