¡Noventa y nueve días de suspenso!

El Bateador Designado llega a la Liga Nacional. Temporada con 162 partidos con re-programación hacia el final de la campaña de los juegos cancelados. Se termina el corredor en posición anotadora para juegos empatados. Y un poco más.

(Imagen: Archivo particular-VBM).

El cuento no es largo, pero el suspenso se extendió exactamente por 99 días.

Con la firma de un nuevo pacto laboral entre los propietarios de las 30 novenas de las Grandes Ligas, representados por el Comisionado y el Sindicato de Peloteros, durante 5 años habrá total normalidad en las actividades del mejor béisbol del mundo, que estuvo en vilo durante 99 días, cuando inexplicablemente no hubo avances en las primeras reuniones y todo se vino a decidir cuando agonizaban las posibilidades de un arreglo contractual.

Hubo cambios, especialmente en lo que corresponde al aspecto económico, como por ejemplo, el reajuste en el salario mínimo para los jugadores, que empezará en 700 mil dólares al año a partir de este 2022, con aumentos anuales 20 mil dólares, para concluir en 780 mil dólares al año al término del pacto.

Pero también hay variaciones sustanciales en el aspecto de la postemporada, elevándose de 10 equipos a 12 para la ronda clasificatoria de las finales en las dos ligas, así como otros cambios que permiten que los juegos de la Gran Carpa vuelvan a la normalidad, una vez hayan quedado superadas ciertas limitaciones que se impusieron, como consecuencia de la presencia del Covid-19 en el mundo.

A la normalidad

En cumplimiento del acuerdo entre los jugadores y los propietarios de las novenas, las jornadas programadas con doble-juegos, se efectuarán ambos a 9 entradas y no a 7 episodios, como tuvo que aplicarse durante la pandemia, y si los encuentros llegan al límite de los capítulos y están empatados, se mantendrá el desafío para definirse de la manera común y corriente, es decir, hasta cuando haya un ganador.

Significa esto, que no se volverá a utilizar el corredor en posición anotadora para las entradas extras —empezando el octavo acto con corredor en la segunda base —, como se tuvo que jugar por la presencia del virus, aplicando la norma establecida para los torneos de la Copa Mundial de Béisbol.

Los juegos suspendidos que hacen parte del calendario oficial, serán todos re-programados en la parte final de la campaña, es decir, para septiembre venidero, lo cual se traduce en que la temporada será de 162 desafíos, cuando se creía que podría disminuirse a 154 encuentros, por la demora en su inicio, pues ya no será el 31 de marzo como estaba señalado en un principio, si no que se abrirá el 7 de abril venidero. Eso, en otras palabras, quiere decir que el pago de los peloteros será lo estipulado en sus respectivos contratos, algo esencial que está en el nuevo pacto y sobre lo que hubo acuerdo unánime.

En cuanto a la posibilidad de que al concluir el calendario regular dos equipos queden empatados en el primer lugar de sus divisiones, se determinó que no habrá juego extra, que para dichas novenas sería el partido número 163 del año regular, para definir la posición que concluyó en igualdad. Se aplicarán otros mecanismos para desempatarla, como es el caso de los juegos ganados y perdidos entre dichos clubes en sus enfrentamientos regulares, por apenas citar una de las fórmulas para decidir el empate.

La postemporada

De común acuerdo, se aprobó la expansión de la postemporada de 10 a 12 equipos participantes, seis por cada liga, con la presencia de los ganadores de cada zona y con la de tres equipos que se incluyen en la tarjeta de invitación, para luego definir a los cuatro finalistas de cada circuito que disputarán la fase final de la temporada en sus respectivas ligas.

El formato para la postemporada quedó diseñado para que los dos mejores equipos clasificados de cada liga, vayan directamente a la ronda por los títulos de sus circuitos. Los otros cuatro clubes que ingresan a ronda, se disputarán las otras dos casillas, jugando series al mejor de tres juegos cada una, bautizadas como “Ronda del Comodín”, dándole a la novena con mejor guarismo en ganados y perdidos en la temporada, la ventaja de ser equipo de casa en esa contienda.

(Imagen: archivo particular-VBM).

El mejor tercer club de la campaña en juegos ganados y perdidos jugará la “Ronda del Comodín” a tres partidos para clasificar con dos triunfos para la Serie Divisional, ante el mejor sexto de la liga; y el mejor cuarto del circuito lo hará en una serie similar ante el mejor quinto.

El equipo sembrado como número uno por juegos ganados y perdidos, para las Series Divisionales, en cuya ronda no habrá reclasificación, jugará con el ganador del choque entre los equipos números 4 y 5; mientras que el sembrado número dos, se enfrentará al triunfador de la serie entre las novenas clasificadas como 3 y 6, para la otra divisional.

La Serie Mundial será a 7 desafíos como viene disputándose, así como las Series por el Campeonato de ambas ligas. Las Series Divisionales, como se sabe, se desarrollan a 5 partidos para clasificar al ganador de tres, que llega a disputar el título de su liga.

Bateador Designado

Se esperaba desde hacía algunos años, aun cuando esa norma va a disminuir, una vez más, la esencia del juego, la aplicación del Bateador Designado para la Liga Nacional, por lo que ese llamado pelotero número 10, llegó para quedarse en las Grandes Ligas.

Casi medio siglo después de que se aplicara la norma del Bateador Designado en la Liga Americana, que empezó a utilizarlo en las alineaciones desde 1973, la Liga Nacional tendrá en su alineación desde este año el Bateador Designado.

En otras palabras, la ofensiva a cargo de los lanzadores, que hacían parte de la esencia del béisbol táctico y técnico, fue eliminado de un tajo, sin fórmula de juicio y, por lo tanto, ya en muy pocas ocasiones, y quizás nunca más, volveremos a ver a un serpentinero con el uso del madero sobre sus hombros.

El experimento del jugador número 10 se hizo en la temporada del 2021 en la Liga Nacional, como consecuencia de la pandemia, pero desde esta temporada será norma para las campañas venideras en el mejor béisbol del mundo.

Con esa nueva regla para el Viejo Circuito, los lanzadores no volverán a aparecer en la alineación a la ofensiva de ninguno de los 30 equipos de las Grandes Ligas, cuya presencia en la Liga Nacional elimina una serie de jugadas que se podían desarrollar con el turno al bate de los serpentineros.

¡Lástima por lo que siempre hemos denominado el verdadero béisbol! Más espectáculo, eso es verdad, menos estrategia, como triste realidad.

Y lo que viene

Sobre la mesa quedaron algunos puntos para desarrollar o poner en vigencia en el inmediato futuro para el desarrollo del béisbol de la Gran Carpa, que se empezarán a analizar más adelante.

Por ejemplo, se integró un denominado Comité de Competencia, integrado por cuatro peloteros activos, otros cuatro en representación de los propietarios de las novenas y un noveno miembro, elegido por la Asociación de Árbitros del Béisbol de las Grandes Ligas, que tendrá como tarea principal implementar algunos cambios que se han estado ventilando día a día en los corrillos de los estadios.

Ese Comité de Competencia decidirá si es prudente o no poner en funcionamiento el reloj que determine el tiempo entre lanzamiento y lanzamiento de los serpentineros cuando hacen su labor frente al bateador, o cuando lo desarrollan con el bateador y además, tienen corredores en circulación.

Ampliar el tamaño de las bases, será otra de las decisiones que tendrá que adoptar ese grupo de personas, así como la eventual aplicación automática para decidir sobre los lanzamientos buenos o malos por medios electrónicos o de robots.

El Comité de Competencia también hará un estudio especial sobre la posibilidad de limitar los posicionamientos defensivos, cuando se intente acomodar sobre el diamante a los peloteros para contrarrestar la acción ofensiva de los bateadores por determinados sectores en los campos de juego, como viene ocurriendo con mucha frecuencia en los últimos años.

Una vez se aprueben los cambios, que para estos casos específicos serían aplicables a partir de la temporada 2023, el Comité de Competencia deberá trasladar la norma aprobada para que entre en vigencia, 45 días después de notificarse, para que los jugadores cuenten con el tiempo suficiente para su adaptación a las nuevas determinaciones.

Finalmente, en el nuevo Acuerdo Laboral en el béisbol de las Grandes Ligas, se elevó el valor del “impuesto de lujo” o mayor costo en las nóminas de los equipos, empezando con la suma de US$230 millones en el 2022 hasta los US$244 millones en la planilla en el 2026. Es decir, las novenas que superen en sus nóminas dichos valores establecidos para cada temporada, tendrán que pagar el impuesto.

Quedaron otras minucias incluidas en el acuerdo, pero hemos resaltado las que consideramos más importantes, porque tal como se puede apreciar, el béisbol con esencia se está diluyendo a pasos agigantados para darle paso al béisbol espectáculo e industrial, que es lo que eventualmente quiere el ávido público que concurre a los estadios o que observa los juegos por la televisión.

La modernización en el béisbol no puede esquivarse, pero para nuestro gusto por el buen juego del Rey de los Deportes, todos esos cambios nos dejan sinceramente preocupados y con sabor agridulce.

Sobre Antonio Andraus

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