¡Más protección y tecnología para el béisbol!

Por: Antonio Andraus Burgos

Gorras especiales para los lanzadores y videos para decidir jugadas, hacen parte de las nuevas formas de seguridad y aplicación de la tecnología, en el béisbol de las Grandes Ligas.-

En los momentos en que se están abriendo las puertas de todos los campos de entrenamientos primaverales para la temporada de este 2014, nuevas formas de protección para los lanzadores están siendo sometidas a prueba, al tiempo que los propietarios de las franquicias y el sindicato de peloteros, con la aprobación del Colegio de Árbitros del Béisbol de las Grandes Ligas, acordaron implementar la aplicación de más revisiones instantáneas en jugadas de partidos regulares de la campaña.

Suena algo diferente cuando se hablan de estas cosas en materia de béisbol, pero la verdad es que, sencillamente, tanto la seguridad para los jugadores como la revisión de jugadas a través de los videos, hacen parte de lo que se ha denominado el avance en la protección para la integridad de los jugadores, y en el caso al que nos vamos a referir, es específicamente sobre los lanzadores; y en el tejemaneje de las jugadas, es para evitar, con la utilización de la tecnología de la televisión, la revisión instantánea, que evitará que se adopten decisiones en contra de la verdad.

Nos parece prudente, por decir lo menos, que la seguridad para los peloteros sea una forma de aceptar la presencia de elementos que permitan, hasta donde sea posible, la conservación de la integridad de los jugadores. Pero en cuanto a la utilización de los videos para despejar dudas sobre una jugada, aun cuando sea parte de la modernización del mundo, algo en lo que el hombre no puede ir contra la corriente, en el caso concreto del béisbol, nos parece a nosotros, se le va a quitar un poco de encanto a que surjan las polémicas que tanto se producen, cuando una decisión es controvertida por las partes.

Y para estos efectos, Bobby Cox, el otrora timonel general de los Bravos de Atlanta y de otras novenas, hoy miembro del Salón de la Fama, hacía de sus pataletas discutiendo algunas jugadas dentro de los diamantes, algo más dentro del espectáculo beisbolero. Pero bueno, no podemos estar en contra de la tecnología, que cada vez será más exacta y precisa, para dilucidar las jugadas discutidas y discutibles de los desafíos de la pelota caliente. Y al ponerlas en práctica por parte de las Grandes Ligas, lentamente se implementará en el concierto mundial el uso de los videos para muchas jugadas en los partidos del Rey de los Deportes.

Gorras protectoras

En los 100 y más años de la práctica del béisbol, muchas son las cosas que lenta pero indispensablemente, se han puesto en vigencia para proteger a los jugadores. Y si no, recuerden cuando los receptores, empezando a jugarse el béisbol, carecían de caretas y de pecheras, para recibir los lanzamientos. Con el paso del tiempo, no solamente se fueron introduciendo esos elementos, sino que adicionalmente, llegaron las rodilleras, los guantes con mayor consistencia, y la norma para que los receptores utilicen gorras protectoras, iguales a las que actualmente usan los bateadores, cuando van a consumir su turno al bate.

Y por eso, en estos momentos, se nos hace muy importante, y desde todo punto de vista, muy bien recibida en los estamentos del béisbol, que se esté pensando seria y decididamente, en que se fabriquen gorra especiales, para proteger a los lanzadores de esas esféricas que llevan dinamita, y que en más de una ocasión, han producido severas lesiones corporales. Muchas por cierto.

Es que una pelota que sale despedida de un bate, puede llegar a desplazarse a velocidades entre 180 y 200 kilómetros por hora, y en una distancia tan corta como la que hay entre el pentágono, o la zona desde la cual el bateador hace contacto con la pelota, hasta el montículo, sitio desde el cual el lanzador desarrolla su tarea, que es de apenas de unos 19 metros de distancia, aproximadamente, y para ser más exactos, de acuerdo con las reglas del béisbol, es de 18 metros y 44 centímetros, la pelota se convierte, sin duda alguna, en una poderosa arma mortal, quizás, y a manera de discusión, en un letal proyectil.

Y seguramente, muchos aficionados y gente del común, se deben estar preguntando, a estas alturas del modernismo, si hace falta o no una gorra especial que proteja la integridad de los lanzadores. No es una pregunta necia. Por el contrario, nos parece más que prudente y necesaria, que debiera pensarse, cuánto antes, de darse las especificaciones de las mismas y la aceptación de los propios jugadores, que sean de obligatoria utilización en las temporadas inmediatas a la de este año. Por ahora, no lo es.

Del formato

¿Cuántos lanzadores no han sufrido lesiones al no tener tiempo de detener la pelota que va camino a su cabeza? Muchos. Porque una cosa es que el pelotazo le pegue a las piernas, o en los brazos, o en cualquiera otra parte del cuerpo, que detenerla con la cabeza.

Por eso se nos ocurre pensar que una vez quede aprobada la gorra especial para la protección de los lanzadores, éstas deben ser de obligatorio uso, para evitar esos golpes inesperados que pueden causar una verdadera tragedia, como en múltiples ocasiones ha ocurrido en el béisbol, tanto de las Grandes Ligas como en otra clase de competencias del mismo deporte.

La gorra que se ha puesto a prueba por el momento, y que por lo tanto, no son de obligatoria utilización por parte de los serpentineros en esta campaña del 2014, cuentan con un sistema básico de protección.

Son unas placas de seguridad bien delgadas, colocadas en toda la extensión de la gorra, aumentándoles apenas en 170 gramos el peso; con dos centímetros y medio de mayor grosor en toda la cubierta, protegiéndolos en la frente, las sienes y las partes laterales de la cabeza, con una resistencia para bolas que salgan disparadas del bate entre 150 kilómetros por hora, cuando sea de frente, y de unos 135 kilómetros, cuando sea por los laterales.

Seguramente con el paso de los meses, o quizás de los años, esa seguridad en la gorra para los lanzadores, podrá ser mejorada tanto en su capacidad de resistencia para los pelotazos, como en su peso y protección de manera generalizadas. Lo importante es que se ha dado un enorme paso para proteger la integridad física de los serpentineros, para el inmediato futuro.

Sobre los videos

Fue a partir del año 2008, cuando se implementó el uso de la revisión de la jugada instantánea para decidir si una una bola se convertía en cuadrangular, ante cualquiera duda existente entre el bateador del leñazo despachado, de los jugadores que están defendiendo el campo, o de los propios técnicos de los equipos en contienda. Inclusive, entre los propios árbitros del compromiso.

Esa decisión de utilizar la tecnología, dado que en un partido de béisbol de las Grandes Ligas hay no menos de ocho cámaras de televisión, ha dado buenos frutos y se han despejado muchas inquietudes y se han decidido jugadas a favor y en contra de las propias decisiones de los árbitros, quienes de esa manera, no nos cabe la menor duda, se han ido a dormir con la tranquilidad de espíritu y de conciencia, de que la decisión ha sido ajustada a la realidad.

Lo que se aprobó y por lo tanto,empezará a regir a partir de la temporada de este 2014, es que adicionalmente a los batazos que puedan decidirse como cuadrangulares, se pondrá en práctica el uso del video para la controversia en otras jugadas.

La norma que fue acordada, es que el capataz de una novena, puede reclamar y exigir que se revise una jugada decretada por un árbitro dentro del juego, en cualquier momento. Revisado el video, si el técnico tiene la razón, tendrá la opción de hacer uso de otra apelación, en el resto del partido. En caso de perderla, no tendrá más opciones.

Pero después del séptimo episodio, un árbitro puede hacer uso del video, cuando considere que tiene duda sobre su decisión, y se adoptará la que ciertamente corresponda a la comprobación efectuada a través de la revisión tecnológica.

Empero, quedó igualmente establecido que, cuando se trate de la jugada de doble out que empieza a desarrollarse en la segunda almohadilla, no habrá opción para solicitar una apelación contra la decisión arbitral.

Personalmente nos parece que la tecnología va a servir muchísimo para evitar controversias y malos entendidos en las jugadas, pero que en esencia, el béisbol pierde el sabor natural de la decisión humana que tanto alegra los desafíos y en donde, naturalmente, el ojo del hombre puede equivocarse, pero le da más sabor al juego. De eso, no nos cabe la menor duda.

Lo más reciente

Pero hablando de esas posibles decisiones controvertidas y controvertibles, hay una que nos parece válida para traer a colación, antes de que se olvide para siempre.

Y es que la historia señala, como en muy contadas ocasiones, que un árbitro del béisbol de las Grandes Ligas, enjugó a escondidas muchas lágrimas, después de confirmar a través de la repetición de una jugada, un video en la televisión, que se había equivocado, en la apreciación que le quitó de por vida, la gloria a un lanzador de acreditarse un Juego Perfecto en la Gran Carpa.

El hecho ocurrió el 2 de junio de 2010, cuando el derecho venezolano, Armando Galarraga, para ese entonces, con los Tigres de Detroit, fue perjudicado por una decisión del árbitro de la primera base, Jim Joyce, un veterano de más de dos décadas en las sentencias de jugadas en las Mayores, quien sentenció quieto en la inicial al bateador-corredor Jason Donald, de los Indios de Cleveland, en una acción en donde jamás el ‘’indígena’’ alcanzó la almohadilla a tiempo.

Donald era el bateador número 27 que se enfrentaba a los lanzamientos de Galarraga en ese juego, y a los 26 anteriores rivales, el venezolano los había dominado por completo, y estaba a un out de inscribir en su tarjeta personal el Juego Perfecto, el número 21 en las Grandes Ligas. El novato Jason despachó un roletazo entre el primero y el segundo cojín, y el primera base de los Tigres, el también venezolano Miguel Cabrera, capturó la pelota cargado más hacia la segunda almohadilla, y por lo tanto, el serpentinero Galarraga desarrollo su trabajo de asistencia sobre la almohadilla.

La bola llegó al guante de Galarraga antes de que Donald pisara la primera base, por fracción de segundos, tal vez un paso antes de tocar la almohadilla, eso es más que cierto, pero en todo caso, la jugada fue out. Joyce sentenció, por el contrario, que el corredor había alcanzado el cojín antes de que la bola fuese capturada por el lanzador, para efectuar el out.

Fue en esa fracción de segundos, en que la historia perdió la opción de acreditarle el Juego Perfecto a Armando Galarraga, que al árbitro Jim Joyce le quedó el sinsabor de un error que jamás lo olvidará en su larga y acreditada carrera como árbitro de béisbol, y fue una de esas acciones del juego, sin temor a equivocarnos, que empujó a la implementación de las nuevas medidas tecnológicas para revisar las decisiones arbitrales en el béisbol de las Grandes Ligas, que están entrando en vigencia.

Armando Galarraga, una vez confirmó que Jim Joyce se había equivocado, lo buscó para expresarle que ´´los seres humanos no somos perfectos’’, y fue cuando se conoció que el árbitro se había castigado con sus propias lágrimas, afloradas en una esquina del estadio y que fue ese un desafortunado momento que jamás olvidará por el resto de su vida.

Y esta es una cita histórica, que muchos aficionados recuerdan como si fuese ayer, y fue un error que perjudicó de manera monumental, a un pelotero hispano, que había lanzado un concierto de serpentinas para acreditarse el Juego Perfecto.

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