¡Los Yanquis son los Yanquis!

Por: Antonio Andraus Burgos

Por vigésimo año consecutivo, la novena del Bronx ocupa el primer lugar en la cotización del béisbol de las Grandes Ligas.-

Equipo-Yanquis

Harry Freeze, para entonces, propietario de los Medias Rojas de Boston,  debió dolerle la cabeza hasta el último día de su vida en este mundo, al decidir transferir a los Yanquis de Nueva York al zurdo de oro de su club, el inolvidable Babe Ruth, el hombre que había puesto en marcha una nueva era para el béisbol de las Grandes Ligas, aquel 26 de diciembre de 1919.

Lo mismo debe ocurrir con los altos ejecutivos de la cadena de televisión CBS que en un abrir y cerrar de ojos, decidieron venderle la novena de los Yanquis de Nueva York en 1973, al industrial George Steinbrenner, el hombre que puso en órbita una vez más, el afamado equipo del Bronx, cuando la divisa venía de capa caída y no encontraba, por ningún medio, el rumbo para ganar Series Mundiales, el principal objetivo del más reconocido de los clubes de las Mayores.

Pero bueno, eso ya es historia. Porque tanto Babe Ruth, el hombre que ayudó a construir la casa de los ‘’Yanquis’’, como George Steinbrenner, la chequera que le dio vuelo a la pelota organizada, hicieron parte de épocas gloriosas de la más popular novena de la Gran Carpa. Babe como el pelotero que le dio credenciales excelsas a la divisa como poderoso ‘’vuelacercas’’; y George como el propietario que nunca se amilanó para contratar al jugador que se necesitara, en procura de darle al club la suficiente potencia en busca de los títulos.

Pero tanto el uno, Babe Ruth, como el otro, George Steinbrenner, dejaron huellas imborrables en los Yanquis, tanto por lo que hicieron para la tradicional novena como por la forma en que llegaron a integrarse al equipo.

Ruth llegó a los Yanquis a través de un contrato de apenas 100 mil dólares, cuando Freeze estaba en difíciles momentos económicos, que se extendían hasta los Medias Rojas, siendo que ‘’El Bambino’’, para los expertos de la época, por lo menos tenía un valor de 250 mil dólares; y Steinbrenner se adueñó del equipo cuando la CBS atravesaba por una complicada situación económica, adquiriendo el equipo por la suma de 10 millones de dólares, cuando se decía que fácilmente podría tener un valor de 25 millones, y no repuntaba para capturar títulos del Clásico de Otoño, la mayor presea en la pelota de lujo del mundo.

En el primer lugar

Los Yanquis siguen siendo los Yanquis. Ahora sin Babe Ruth, y sin George Steinbrenner. Pero la novena es quizás la más taquillera de todos los tiempos, y su capacidad económica está en la mira del mundo del deporte profesional, como una de las organizaciones más completas, serias y exigentes con sus integrantes, en donde hay un código de honor y de respeto para con el uniforme, como en muy pocas otras entidades del deporte rentado existe, ocupando por vigésimo año consecutivo el primer lugar en la tabla de valores de los equipos del béisbol de la crema y nata.

Por eso, nadie pone en duda la calificación de la prestigiosa revista Forbes, al situar una vez más en el primer lugar de la tabla a los Yanquis, entre todos los equipos de las Grandes Ligas, bastante por encima del resto de los clubes del Béisbol Organizado.

Es que el solo nombre de los Yanquis tiene un valor agregado como muy pocos dentro del béisbol y, sin duda alguna, dentro del deporte profesional en el mundo, por su popularidad, por su grandeza deportiva, por la gloria que tiene como equipo en las Grandes Ligas.

Ese primer lugar lo tiene ganado la novena del Bronx porque es la más taquillera del béisbol en el mundo, su afición es tan fiel, que en las buenas y en las malas, mantiene su presencia en las graderías del parque de pelota y que lucir el uniforme de los Yanquis, además de una gran responsabilidad, es un honor que en muchas ocasiones, pesa sobre los hombros de los peloteros.

El año pasado, el 2016, los Yanquis mejoraron sus ingresos en un 63 por ciento, cuando el promedio general de las Grandes Ligas fue del 52 por ciento, lo que significa, nada más y nada menos, que fue, al lado de los Dodgers de Los Ángeles y de los Cachorros de Chicago, ésta última divisa por obvias razones, los clubes que más ganancias obtuvieron en la temporada del año anterior.

Los Dodgers porque se mantuvieron siempre en la disputa de la corona de la división Oeste de la Liga Nacional, hasta perder la opción de llegar a la final en la postemporada; y los Cachorros, por su formidable e indiscutida temporada del 2016, con sus 103 victorias en la campaña, despedazando a todos sus rivales en la postemporada del Viejo Circuito —los Gigantes de San Francisco y los propios Dodgers—, y luego, conquistando la Serie Mundial en una final sencillamente espectacular frente a los Indios de Cleveland, en siete sensacionales desafíos, para romper un ayuno de más de un siglo — 108 años para ser exactos —, sin alcanzar las mieles del Clásico de Otoño, por lo que el mítico estadio del ‘’Wrigley Field’’, se vistió de gala durante los 90 partidos que se jugaron en el vetusto pero remodelado parque de pelota de Chicago, cuya afición rompió todos los registros de asistencia de todos los tiempos.

Vale la pena recordar que las actividades de la anterior temporada fue fructífera para toda la organización de las Mayores, en consideración a que hubo un incremento generalizado en taquilla, ventas de publicidad, radio y televisión, con un reajuste del 19 por ciento con relación al año 2015, mientras que el promedio de las franquicias de las Grandes Ligas quedó en 1.540 millones de dólares.

En la tabla

La revista Forbes señala a los Yanquis en el primer lugar de la tabla de valores de todas las novenas de las Grandes Ligas, al considerar que la divisa tiene un valor de 3.700 millones de dólares, cuyo costo podría ser comercialmente hablando, inferior a lo que seguramente podrían ofrecer potenciales compradores del tradicional equipo dadas las actuales condiciones de la organización que día a día, se erige como el bastión económico de la pelota organizada.

Con la desaparición de George Steinbrenner, su familia se quedó con la franquicia y que se sepa, por el momento, seguirá siendo la propietaria de la novena por muchos años más.

Los Dodgers de Los Ángeles ocupan la segunda casilla de acuerdo con Forbes, cuyo grupo de propietarios encabeza el inolvidable y súper estrella del basquetbol de los Estados Unidos, Magic Johnson, con una cifra de 2.750 millones de dólares; mientras que la tercera posición es para los Medias Rojas de Boston, divisa valorada en 2.700 millones de dólares, cuyo dueño es el multimillonario John Henry, el mismo que es el ‘’mandamás’’ del equipo del fútbol inglés Liverpool y del matutino norteamericano Boston Globe.

Y luego vienen, los Cachorros de Chicago, que es de propiedad de la familia Ricketts, reconocido grupo empresarial y político del estado de Illinois, con un valor de 2.675 millones de dólares; y en la quinta casilla, los Gigantes de San Francisco, del millonario Larry Baer, con 2.650 millones de dólares.

De menor cuantía

En los actuales momentos, los Marlins de Miami están en proceso de negociación entre su actual propietario, Jeffrey Loria, un hombre de negocios de la Florida, y un grupo de inversionistas, encabezados por el ex gobernador de la Florida, Jeb Bush, y el ex astro de los Yanquis de Nueva York, Derek Jeter, cuya conversaciones están muy adelantadas y podría darse a conocer en los días venideros, la decisión final sobre la venta de la franquicia, con la anuencia y aprobación de los 29 restantes propietarios de los equipos de las Mayores.

Aun cuando no se conoce exactamente la cifra sobre la cual se adelanta la negociación, los Marlins podrían estar en el rango de entre los 1.500 y los 1.650 millones de dólares, de acuerdo con los últimos estimativos del valor de las novenas de las Grandes Ligas, en donde los Mets de Nueva York ocupan el último peldaño de las divisas de mayor cuantía, con 2.000 millones de dólares.

Por cierto, en el último lugar de esa tabla de valores, aparecen los Rayas de Tampa, con un estimado en 825 millones de dólares; y en orden ascendente, siguen los Atléticos de Oakland, con 880 millones; los Rojos de Cincinnati, con 945 millones; y los Indios de Cleveland, con 920 millones de dólares, que son clasificados como los clubes de menor cuantía en el Béisbol Organizado.

Por mucho que no se quiera decir, la industria del béisbol de las Grandes Ligas ha tomado dimensiones realmente fabulosas, porque la organización del béisbol le ha sumado a las franquicias una serie de ingresos extras que, tal como está el mercado actual del deporte profesional en el mundo, quizás le han tomado ventaja a las otras empresas, pues en los actuales momentos, es un ejemplo orbital en la rama rentada por la forma en que se manejan todas las actividades del Rey de los Deportes.

 

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