Loquito por ti

Por: Guillermo Romero Salamanca

Elenco de Loquito por ti. Foto Caracol Televisión.

Elenco de Loquito por ti. Foto Caracol Televisión.

Lejos de ser una biografía de Rodolfo Aicardi o de Gustavo “el loco” Quintero, Caracol Televisión aprovechó su pasado exitoso de novelas con canciones para recrear su nueva propuesta nocturna: “Loquito por ti”.

Gracias a su experiencia con Música Maestros, Escalona Pero sigo siendo el rey, entre otras, busca impactar en este fin de año con una selección de temas navideños y acomodar una historia de amor.

Durante meses la programadora hizo una campaña por todos los medios para impactar con este seriado protagonizado por Mariana Gómez, Variel Sánchez y Sebastián Carvajal.

Variel tiene toda una historia de actores en su familia. Es hermano de Adrián y Shady, hijos de Julio Sánchez Cócaro, quien es hermano de Yadira Sánchez y estos dos, hijos del gran Ómar Sánchez.

Los creativos de Caracol seleccionaron un buen número de canciones tropicales que han sonado los últimos 50 años y con base en ellos hicieron todas las grabaciones y buscan que el televidente, con esos ritmos que han bailado las familias colombianas en las fiestas de fin de año, impongan su rating.

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Hay canciones que fueron interpretadas por Rodolfo, Gustavo Quintero, Los Rivales, Los Golden Boys, Los Hispanos, Los Hispavox, entre otros y que fueron grabadas en Discos Fuentes y Codiscos en Medellín, donde se desarrolla la historia de rivalidad entre dos cantantes.

Las peleas entre Gustavo Quintero y Rodolfo Aicardi fueron imaginarias. Incluso Jorge Barón Televisión grabó en diciembre de 1998 un inolvidable “Mano a mano” en el Parque del Café de Armenia.  Gustavo, que era un cantante lírico, de estudio y que deseaba cantar ópera no entendía cómo Rodolfo, medio solitario, tímido, tuviera tanto éxito en las presentaciones. Se criticaban, pero al final se gozaban el drama.

Gustavo se movía en el escenario, saltaba, bailaba, hacía locuras. Rodolfo parecía una momia cuando cantaba, ni se movía, metía una mano en el bolsillo del pantalón y la otra sostenía fijo el micrófono. Y, de vez en cuando gritaba: “hasta las seis de la mañana”.

El popular animador Sady Rojas los llevó por ferias y fiesta por muchas casetas en innumerables pueblos de la geografía nacional. “Si te invitan a Matecaña, cógele la caña”, decía el comercial que anunciaba a los artistas del momento en las presentaciones del empresario.

Entre los dos grabaron más de 250 discos de larga duración y no dejaban un fin de semana sin llevarle su alegría a los amantes del buen baile y de las ricas canciones que nunca pasarán de moda.

Formaron parte de una generación con músicos extraordinarios como Luis Carlos Montoya, que además de tocar piano, guitarra, bajo, violín y otros instrumentos, escribía en minutos los arreglos para una canción. Eran los años también cuando existía un prodigio como Álvaro Velásquez, quien se inmortalizó escribiendo“El Preso” en un vuelo entre Medellín y Nueva York. O de un saxofonista como Jaime Uribe que le ha puesto el sabor de su talento en más de 300 éxitos tropicales de Colombia.

Pasaban noches enteras grabando en estudios, buscando la nota precisa, la voz adecuada para que fuera un éxito. Pedro Muriel les tenía gran paciencia.

“Loquito por ti”, título de la novela, es tomado de la popular canción que grabara el maestro Armando Hernández en 1986 en Discos Fuentes. Aunque el elepé lo acompañaran temas como“Libertad”, “Falso amor”, “Muchachita arrabalera”, “Qué difícil fue olvidarte”, “Carolina”, “Por retenerte”, “Loquito por ti” fue el éxito de ese año, incluido, además, en los famosos 14 cañonazos bailables.

Armando Hernández. Foto Archivo Personal.

Armando Hernández. Foto Archivo Personal.

“Mi infancia la pase en Magangué, mi pueblo natal, siempre fui ordenado, juicioso, respetuoso, buen amigo y compañero. Me gustaba estudiar mucho para superarme y ser el primero de mi clase. En los ratos libres me gustaba pintar y cantar, jugar futbol y beisbol con chequitas y bolas de trapo”, recuerda ahora Armando.

Con sus hermanos armó un grupo para animar fiestas y le gustaba tocar todas las canciones de su ídolo: Aníbal Velásquez.

Algunas de sus primeras canciones las hizo y grabó con acordeón.

Lejos pensaba el maestro que los equipos Boca Junior en Argentina y Santa Fe en Bogotá convirtieran la letra de su canción en un himno para sus barras.

Cuando el equipo albirrojo juega en el Campín, los hinchas entonan alegres:

Loquito por ti loco loco/ Loquito por ti por ti por ti/ Loquito por ti loco loco/ Loquito por ti por ti por ti.

Yo que vivo enamorado de tus ojos de tu boca/ ay! y de tu cuerpo bonito / Eres para mí el candor eres para mí una diosa/ Te quiero hasta lo infinito.
Lo mismo pasa en Buenos Aires y por ello Armando es invitado frecuentemente a cantar allá.

Empieza una nueva novela con éxitos asegurados. La bandeja ya está lista.

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