La “Patrullera del Aire” del Canal RCN

Para Lezly Pérez después del periodismo la aviación es una opción

Nacida hace 28 años en Bogotá, pero criada en Villeta  (departamento de Cundinamarca),  Lezly Pérez Hernández es la bella periodista que desde un helicóptero, y literalmente a vuelo de pájaro, tiene la tarea  de contarle y orientar   a los bogotanos diariamente cómo está funcionando la ciudad, especialmente en materia de tránsito vehicular. Sus experiencias y visión de la reportería aérea las comparte en entrevista exclusiva con Ver Bien Magazín.


Desde la época en que  Caracol Radio -a mediados de los 90s-  intentó convertirse en el primer medio de comunicación de nuestro país en hacer cubrimientos noticiosos aéreos con el “Caracol del Aire”, no se había vuelto a saber de un helicóptero que sobrevolara Bogotá todos los días para informar el estado de las vías, hasta que hace menos de un año el Canal  RCN decidió montar en un helicóptero Hughes 500, a una periodista para realizar dichos informes.

En este aparato, alquilado por el canal, Lezly Pérez, periodista egresada de la Universidad Los Libertadores, informa y sirve de guía a la ciudadanía en general en las emisiones  de la mañana, del medio día y eventualmente de los fines de semana, dónde y a qué horas se “arman los severos trancones del tráfico vehicular”.  Es como el complemento de la discutida, por estos días,  norma del Pico y Placa para automotores.
La idea nace precisamente de una noticia: “Luego del paro de transporte que soportó la ciudad en marzo del año pasado y que generó grandes bloqueos, los periodistas tuvimos que ingeniárnoslas para llegar al lugar de la noticia“.

Esta “Patrullera del Aire” le ha cogido tanto gusto a su labor diaria, que decidió  hacer un curso para pilotear helicóptero. “La Aeronáutica Civil nos capacita cada tres meses, nos hace cursos para actualizarnos. Pero en estos nueve meses que llevo como Patrullera he sentido que combinar el periodismo con la aviación es algo maravilloso”.
Para Lezly la experiencia ha sido fascinante y enriquecedora, hasta el punto que no la descartaría  como su segundo oficio. De estos y otros temas hablamos con ella, advirtiendo que aparte de asumir su profesión con “mucha altura” y preparación, es una mujer sencilla, amante del vallenato y coleccionista de piolines y ángeles. Acepta que le encanta bailar pero es  poco rumbera. “Me gustan más planes relajados como ir al cine, hablar con los  amigos hasta el amanecer. Quien realmente me conoce sabe de sobra que me encanta cantar, todo el día lo hago, incluso al volar. No me gusta la pasta. Y aunque vuelo todos los días, no me subo a una montaña rusa ni por equivocación”.

DIFICULTADES Y RIESGOS DE INFORMAR VOLANDO

-¿Cómo es lo de combinar el periodismo con la aviación?

Es sencillamente fascinante. Antes de estudiar Comunicación Social contemplé muy seriamente  entrar a la Fuerza Aérea. Recuerdo aún las palabras de mi papá, que es militar, cuando me decía que por ser tan consentida, no podría con la presión y el trato de esa institución. Eso quizá me disuadió y me incliné entonces por el periodismo. Es por eso que ser la Patrullera del Aire para mí  es como un sueño cumplido. Es combinar mis dos grandes pasiones. Es tener una visión diferente de las cosas: de la movilidad, del orden público, de las emergencias que se viven no sólo en la capital sino en diferentes partes del país.  Es realmente dimensionar una determinada situación en una sola imagen.

-¿Qué ha aprendido de aviación o pilotaje?

Lo que más me gusta es que todos los días aprendo algo diferente. Por ejemplo: que con un helicóptero podemos romper las leyes de la gravedad, de la física, pero no las leyes de Dios. Cuando llueve muy duro o hace mucho viento la operación es imposible por seguridad. Es por esto que hay días en que la sección no sale en el noticiero, debido a situaciones climáticas adversas (como se dice en aviación). Yo defino el plan de vuelo, pero la meteorología la define el de arriba.  También he aprendido que la dirección y fuerza del viento es fundamental para decolar (despegar). Sólo se puede volar con el viento en contra.  Esto más que un principio de aviación se ha convertido es un principio de vida. Incluso he aprendido, (como dicen todos los pilotos), que a veces el mejor vuelo es el que no se hace. No se puede ser terco en forzar un vuelo. La aviación me desarrolló una cualidad que no tenía: la paciencia.

– ¿Ya ha piloteado el helicóptero en el que vuela?

Sí y ha sido una experiencia indescriptible. Los pilotos al tener que “soportar” mi constante inquietud y admiración por lo que ellos hacen, en ocasiones ponen doble comando a la máquina y me dejan hacer pinitos de vuelo. Es como estar en un carro de enseñanza, el vehículo tiene doble clutch, freno y timón. Cualquier cosa que haga mal el aprendiz, el instructor corrige a tiempo. He volado la carrera 30, interceptando la autopista norte hasta llegar a Guaymaral. También volé desde Ibagué hasta Bogotá.

-¿Qué es lo bueno y lo malo de esa labor en el aire?

Siempre hay que improvisar. No sé con qué me voy a encontrar. Todo el tiempo hay que estar “en situación”. El ruido excesivo y constante también es un reto a la concentración. No sólo es el ruido natural del helicóptero. Tengo que estar pendiente del retorno con el estudio, las indicaciones que me dan en el master a través de avantel, la comunicación interna con la tripulación y las órdenes que da la torre de control por diferentes frecuencias. Además que a 300 pies de altura es difícil tener contacto con las fuentes para preguntar datos específicos de una determinada situación que estemos registrando. Todo el informe se basa en la descripción de los hechos, de lo que se observe a esa distancia. Bueno, en contadas ocasiones y con muy pocas fuentes tengo comunicación directa por avantel o blackberry y de esta manera ese inconveniente lo puedo superar.

– ¿Qué sustos o riesgos ha vivido  hasta ahora?

(Ríe). Muchísimos. Aunque con el paso de los días se aprende a convivir con ellos. Me causa risa nerviosa acordarme de varios inconvenientes que hemos tenido en nuestros sobrevuelos.

En una oportunidad, fuera de Bogotá, la tapa del tanque de combustible del helicóptero se soltó, lo que obligó aterrizarnos en un potrero que parecía una laguna, pues el terreno estaba inundado. Finalmente se ajustó la perilla y retomamos el rumbo.
A los 15 días de estar como patrullera me estrenó una corriente de vientos cruzados sobre la carrera séptima. El helicóptero se escurrió y la sensación fue horrible. Estaba casi llorando en el momento que me dieron el pasó en el noticiero.

Y finalmente, para no aburrir con mis historias, recuerdo que volando hacía Villavicencio, por poco cogemos unas cuerdas de energía. La pericia del piloto evitó un accidente pero el susto que padecimos los cuatro que íbamos en la máquina, aun nos estremece.

– ¿Qué la mueve más: la adrenalina de la noticia, o la adrenalina de estar volando?

Las dos, indudablemente. Para mí, una complementa la otra. Creo que acerté al escoger ser periodista pero la vida ahora me da la oportunidad de tener como opción la aviación. Esta última se ha convertido no en un hobby sino en una pasión que quiero profesionalizar.

-¿Cómo es el ritual diario  de  su trabajo?

Muy a las 4:15 AM inicia mi día laboral al encomendarle mis actos y palabras al Todo Poderoso. Definitivamente sin él no podría una máquina  tan pesada volar y lograr lo que parecía imposible: hacer informes en directo sin importar el lugar donde se esté, todo el tiempo en movimiento sin perder la imagen y el sonido.

Mientras me desplazó al aeropuerto privado de Guaymaral habló con mis fuentes para saber qué ha pasado en la ciudad y coordino con el director de la emisión de la mañana los pasos en el noticiero. Al llegar al hangar hacemos junto con el piloto el plan de vuelo. Entretanto el equipo técnico organiza el helicóptero con los equipos.
Volamos cerca de dos horas en la mañana. Al aterrizar planeamos el vuelo del medio día. Sin embargo, debemos estar pendientes por si hay que volar de emergencia.

-¿Cómo es esa Bogotá que ve diariamente desde el aire?

El nivel de polución es evidente desde el aire, a toda hora una capa gris envuelve la ciudad. Las prolongadas filas de vehículos son las protagonistas diarias de Bogotá. Y los cierres por obras hacen parte del panorama imposible de ignorar de la capital.

-¿Cómo llegó a ser la Patrullera del aire?

Luego del paro de transporte que soportó la ciudad en marzo del año pasado y que generó grandes bloqueos, los periodistas tuvimos que ingeniárnoslas para llegar al lugar de la noticia. RCN usó un helicóptero para movilizarse. El éxito de los cubrimientos fue de tal modo que las directivas quisieron continuar con este recurso.  Participé en varios casting junto a un gran número de aspirantes, me sometí a pruebas de intelecto e improvisación y varias entrevistas fueron necesarias para poder obtener el cargo. Todo el proceso duró cerca de un mes. Ahora la sección “El Patrullero del Aire” hace parte de la marca registrada  “patrulleros” del noticiero RCN.

-¿Cambiaria el periodismo por la aviación?

Amo el periodismo, el amplio mundo de la comunicación. Y hoy sé que lo puedo complementar con la aviación. Digamos que estudiar para Piloto Comercial de Helicópteros es una segunda opción, un As bajo la manga que es sano tener.

– ¿Qué le dicen sus compañeros de trabajo….la molestan mucho..?

Sólo voy al canal una vez por semana, el resto de días estoy en el hangar con mi patrullero (el helicóptero). Así que cuando mis compañeros me ven me dicen: “¡qué rico verte en tierra!” “sólo te veo en las nubes”, “quién te pone a volar” y demás comentarios de doble sentido… ese es el pan de cada jueves.


– ¿Quién es realmente Lezly Pérez?

Poca atención presto al tema de los signos, pero alguien que conoce de ello, me dijo que géminis, al que pertenezco, es el signo de la comunicación cuya base es el aire. Creo que en mí, se aplica dicha afirmación. Considero que la palabra que me define es la lealtad.  Y aunque no soy tímida si muy reservada, por lo que poco me gusta hablar sobre mí.

– ¿Dónde nació?

Nací aquí en Bogotá hace 28 años, en el hospital militar, pero a los pocos días me llevaron a Villeta (la ciudad dulce de Colombia) y allí me crié junto con mis tres hermanas. Soy la tercera de 4 hijas.

Sobre German Matamoros G.

Periodista con más de 25 años de trayectoria en importantes medios de comunicación como El Siglo (Nuevo Siglo), Revista Semana, Revista Cromos y la cadena radial Todelar, medios en los cuales desempeñó funciones como redactor, editor, coordinador y jefe de redacción en diversas áreas como información general, distrital, política y judiciales; coordinador de temas y portadas de cultura y espectáculos. Es actual director de Comunicaciones Internacionales GM y jefe de prensa de reconocidos artistas nacionales.

6 comentarios

  1. hola ,amigos noticias rcn,,gracias por el la evacuación aérea ,soy william un asistente medico o policía nacional. doy las gracias por la ayuda prestada pilotos y técnicos, ayudarme a salvar una vida ,,,,

  2. ME QUEDO SIN PALABRAS POR LA AYUDA PRESTADA EN EL ACCIDENTE DE LA AVIONETA Q SALIA PARA YOPAL, EN LA CUAL IBA UN HERMANO. DIOS LOS PROTEJA SIEMPRE.!

  3. nesecito un correo electronico para enviar unas fotos

  4. eduardo ospina

    yo personero del colegio rodrigo lara bonilla localidad 19 de ciudad bolívar
    quería invitarla cordialmente a que nos cubran el gran record guiness del colegio, que esta compuesto por yoga , cumbia y movimiento armónico esto se ara en el parque el tunal que comenzara a la 1:00 pm les agradezco su atención prestada

  5. Melba Meza Perdomo

    Porque RCN Saca los programas sin informar al publico ; esto es una falta de respecto con los tele-videntes es el caso donde esta Elisa sacaron de la programación sin informar nada

  6. Octavio Hernandez Perez

    Felicitaciones a la bella y hermosa patrullera del aire Lezli Perez por su valentia y calidad periodistica…te envio un saludo desde Tennessee.USA..

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