¡La creciente industria del béisbol!

Por: Antonio Andraus Burgos

Dodgers Astros

La gran atracción del Rey de los Deportes, además del notorio incremento en asistencia a los estadios, deja un 2017 lleno de marcas, con puro sabor beisbolero.-

El espectáculo del béisbol sigue siendo uno de los más apetecidos en el mundo del deporte, y dada su organización, sus estrictas reglas y su manera de desarrollar las actividades, para los peloteros que llegan a la Gran Carpa, la industria es una manera de mirar con optimismo el futuro y de asegurar el porvenir de ellos y de los suyos.

Por eso es difícil, muy difícil llegar a las Grandes Ligas del Béisbol, pero más complicado aun es adueñarse de un puesto bien como titular de su novena, bien como integrante de las nómina de los 25 de la plantilla regular del club para cada año de competencia.

Las formas en que el nivel económico se ha incrementado en el béisbol es un hecho indiscutible. Pero también es cierto que para alcanzar esas mieles, se necesita de mucho sacrificio, intensos entrenamientos, dedicación exclusiva para la disciplina, y algo más importante, respetar las normas del juego. No sobra señalar, por si hay alguien que lo olvide, que la vida útil de los peloteros en promedio, llega hasta los 38 años, por lo que casi, durante dos décadas, la tarea es ardua, sacrificada, pero bien recompensada.

Si no, pregúntenles hoy a los jugadores de los Astros de Houston, quienes por haber conquistado la corona de la Serie Mundial, cada uno de ellos se llevaron para sus cuentas bancarias, la no despreciable suma de 438.902 dólares, mientras que los derrotados, los integrantes de los Dodgers de Los Ángeles, recibieron 259.722 dólares por cada uno.

Importantes nuevas marcas

Camino a un nuevo año de actividades, con el ciclo cerrado en este 2017, aun cuando en los pocos días que hacen falta para su cierre definitivo se pueden producir algunos cambios a través de la bolsa de jugadores, vale la pena resaltar algunos hechos que fueron, indiscutiblemente, de alto relieve para el béisbol, la afición, los equipos y los propios peloteros.

Los Astros de Houston, los campeones de la Serie Mundial de este año, en una espera de 55 años para conquistar el codiciado trofeo, y los Dodgers de Los Ángeles, el otro gran finalista de la contienda, implantan nueva marca de cuadrangulares en el Clásico de Otoño, al compilar 25 ‘’bambinazos’’, para superar la de 21 tablazos de circuito completo que estaba en poder de los Angelinos de California y los Gigantes de San Francisco, en la Cita de Octubre de 2002.

Pero los Astros y los Dodgers, dejan otra marca para el clásico, con ocho bambinazos despachados en el segundo juego en Los Ángeles, cuatro por club, en partido de once episodios, de toma y daca.

Y nadie puede olvidar la racha ganadora de los Indios de Cleveland, al acumular 22 victorias consecutivas, para implantar un nuevo registro para la Liga Americana, que fue detenida al caer frente a los Reales de Kansas City 4 carreras por 3, el viernes 15 de septiembre por la noche, linea triunfadora que había empezado el 23 de agosto.

La marca en el béisbol de las Grandes Ligas para un equipo ganador en partidos consecutivos la tiene los Cachorros de Chicago, de la Liga Nacional, con 26 triunfos al hilo. Pero los Indios imponen el nuevo registro al superar el de 21 juegos ganados por los Atléticos de Oakland en el 2001.

Otro detalle interesante de la temporada: los Yanquis, de la Liga Americana, produjeron la mayor cantidad de cuadrangulares en la campaña, con un total de 241, seguidos por los Astros, con 238 tablazos, y un tercer lugar para los Vigilantes de Texas, con 237 estacazos de circuito completo; y la que menos vuelacercas obtuvo, los Gigantes de San Francisco, de la Liga Nacional, con 128 ‘’bambinazos. Los Cerveceros de Milwaukee fue el club con más cuadrangulares conectados en el Viejo Circuito, al acumular 224 vuelacercas.

El gran total de la temporada, cuando la era de los esteroides y las hormonas de crecimiento está bajo estricto control por el sistema antidopaje, sumó 6.105 cuadrangulares, para una nueva marca en las Grandes Ligas, superando la que estaba vigente desde el 2000, con 5.693 tablazos de circuito completo.

Valioso por donde se le mire

Por su parte, George Springer, el guardabosques central de los Astros, además de haber alcanzado el Trofeo de Más Valioso de la Serie Mundial, deja inscrito su nombre entre los vuelacercas de todos los tiempos, con 5 cuadrangulares, para igualar los registros de Reggie Jackson, en 1977, con los Yanquis de Nueva York frente a los Dodgers; y Chase Utley, de los Filis de Filadelfia, en 2009, frente a los Yanquis.

Springer fue valioso para los Astros por donde se le mire. Observen estas nuevas marcas dejadas por él.

Con sus 15 imparables en la Serie, Springer superó la que estaba en poder de Barry Bonds, de los Gigantes, en el Clásico de Octubre de 2002, quien despachó 14; sumó 8 extrabases para mejorar la que tenía Willie Stargell, de los Piratas de Pittsburgh, con 7, en la final frente a los Orioles de Baltimore en 1979; coloca en 29 bases alcanzadas la nueva marca para un pelotero en Series  Mundiales; y el nuevo registro de cuatro batazos de circuito completo en cuatro partidos consecutivos en una cita de Otoño.

Como si fuera poco, para su historial, Springer queda con la reseña de haber recibido cuatro ponches en el primer juego de Serie Mundial en donde participaba.

Otras grandes distinciones

Para los amantes de las cosas buenas y saludables, no hay duda alguna que este 2017 fue de excelente acogida para el béisbol, habida cuenta de que las nuevas estrellas del Rey de los Deportes, están apareciendo por todos los rincones.

Aaron Judge, el formidable jardinero derecho de los Yanquis, se posicionó con una excelencia que, seguramente más adelante, lo llevará a sitiales de honor, hasta convertirse en un nuevo ícono para su club.

Con sus 52 tablazos llevando la pelota fuera del parque de juego, que impone marca para un novato en las Grandes Ligas, supera la de 49 ‘’bambinazos’’ de Mark McGwire, con los Atléticos de Oakland, en 1987; y por supuesto, con su merecido título del Novato del Año en la Liga Americana, Judge tiene un inmenso porvenir por delante. Súmenle también que impulsó 114 carreras y tuvo promedio de 284 con el bate, además de haberse llevado el título de los cuadrangulares en el Festival de las Estrellas de mitad de año.

Judge fue también el bateador con más ponches recibidos, con 208 turnos abanicando la brisa, y fue segundo en bases por bolas recibidas,  con 127 veces caminando a la primera base, en donde Joey Votto, de los Rojos de Cincinnati, fue el líder, con 134 transferencias.

Por su parte, Cody Bellinger, el novato zurdo de los Dodgers de Los Ángeles, redondeó su faena del año, llegando a la Serie Mundial con su club, debutando en la Gran Carpa, pero tanto él como la novena, se quedaron con las ganas de acreditarse el titulo más valioso de las Grandes Ligas: el del Clásico de Otoño.

Sin embargo, Bellinger con suficientes méritos por su tarea en la campaña, cargó con el título de Novato del Año en la Liga Nacional, con sus 39 cuadrangulares, sus 97 carreras remolcadas, y sus 267 de promedio ofensivo.

 Los Más Valiosos

Un pequeño gigante de Venezuela, José Altuve, el sensacional segunda base de los Astros, obtuvo los reconocimientos de los periodistas del béisbol en los Estados Unidos, al llevarse más que merecido, el título de Más Valioso en la Liga Americana,

Altuve, con una estatura por debajo de 1.70 metros, despachó 204 inatrapables en 590 turnos, para una envidiable ofensiva de 346, además de conectar 24 cuadrangulares y remolcar 81 carreras en la campaña, anotando 112 carreras y estafándose 32 bases.

Para el venezolano, es su cuarta temporada consecutiva con 200 o más imparables conectados, y su primer premio Más Valioso de la Liga Americana, además de cuatro bates de plata y un guante de oro.

El astro venezolano también se llevó el trofeo ‘’Hank Aaron’’ por su meritoria campaña este año.

Por su parte, Giancarlo Stanton, de los Marlins de Miami, guardabosques derecho de su novena, se llevó el trofeo de Más Valioso en la Liga Nacional, con sus 59 ‘’bambinazos’’, sus 132 carreras fletadas hasta el plato y sus 281 de promedio ofensivo, con 168 inatrapables en 597 turnos al bate. También cargó con el trofeo ‘’Hank Aaron’’ de la campaña, en otro merecido reconocimiento.

Los Cy Young

Hasta minutos antes de entregarse el resultado, hubo especulaciones por todos lados, sobre la adjudicación del trofeo Cy Young, en ambos circuitos del béisbol de las Grandes Ligas.

Todo hacía parte de la forma en que seis sensacionales lanzadores, tres en la Liga Nacional y tres en la Americana, habían enmarcado sus actuaciones en la temporada regular.

Corey Kluber, de los Indios de Cleveland, superó a Chris Sale, de los Medias Rojas de Boston y a Luis Severino, de los Yanquis, en una decisión que en medio de la gran expectativa, fue bien recibida por todos.

Kluber, el astro derecho de la Tribu, tuvo marca de 18 ganados y 4 perdidos, con 2.25 de efectividad y 265 abanicados, para adjudicarse su segundo Cy Young en su carrera.

En cuanto a la Liga Nacional, Max Scherzer, cargó con el trofeo, en una cerrada votación frente al astro zurdo de los Dodgers, Clayton Kershaw, y ante su compañero de equipo, Stephen Strasburg.

Su tercer Cy Young, coloca a Scherzer entre los 10 lanzadores de la historia del beisbol, en adjudicarse el codiciado galardón que se le otorga a los abridores.

Scherzer, con 16 triunfos y 6 reveses, 2.51 carreras limpias por juego, y 268 abanicados, obtuvo en el primer lugar de las papeletas, frente a Kershaw, quien tuvo el mejor registro de efectividad, con 2.31 carreras limpias por juego, y 18 victorias, dos más que Max, para quedarse esperando su cuarto Cy Young.

El relevista del año en la Liga Americana, fue Craig Kimbrel, de los Medias Rojas, con 35 juegos rescatados, 5 victorias y 0 derrotas, 1.43 carreras limpias por juego y 126 ponches propinados; y en la Nacional, Kenley Jansen, de los Dodgers, con tarjeta de 41 partidos salvados, 5 ganados 0 perdidos, 1.32 de efectividad y 109 abanicados.

Los estrategas

Paul Molitor, estratega de los Mellizos de Minnesota y miembro del Salón de la Fama, se llevó el galardón de Dirigente del Año en la Liga Americana, tras cambiarle la imagen a una novena perdedora de 100 partidos en la campaña pasada, a ganadora del tercer mejor equipo del circuito y disputar frente a los Yanquis, la tarjeta del comodín. Mejor no pudo ser su tarea frente a los ‘’Gemelos’’.

Y Corey Lovullo, de los Rockies de Colorado, debutante como estratega en la Gran Carpa, condujo a la divisa a capturar el tercer lugar de la Liga Nacional, para llegar al juego de ‘’vida o muerte’’ por el comodín del circuito, frente a los Cascabeles de Arizona.

Los dos estrategas hicieron méritos suficientes para conquistar esos trofeos, algo que nadie entra a discutir.

Este año 2017, deja un buen sabor para la industria del béisbol, que lentamente se constituye en la mejor atracción deportiva para los aficionados de los Estados Unidos y del mundo, y para la creciente fanaticada que aumenta año tras año para el Rey de los Deportes en muchos rincones del planeta.

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