Honores para los mejores del 2015

Por: Antonio Andraus Burgos

Bryce Harper y Josh Donaldson, los Jugadores Más Valiosos; Kris Bryant y Carlos Correa, los Novatos del Año; Jake Arrieta y Dallas Keuchel, se llevaron los Cy Young; y Joe Maddon y Jeff Banister, los estrategas del Año.

Harper-Donaldson

La temporada del 2015 deja satisfacciones, por cierto, para unos pocos; tristezas y sabores agridulces para muchos otros, y proyectos de reconstrucción para varias de las novenas del béisbol de las Grandes Ligas,  a la hora de hacer el balance de los equipos.

Los Reales de Kansas City no eran los grandes favoritos para ganar la Serie Mundial, pero merecidamente se llevaron el trofeo para su casa, después de tres décadas sin tener el galardón en sus manos, llevándose sus peloteros una bolsa adicional de postemporada de algo más de 370 mil dólares cada uno. Los Mets de Nueva York fungieron como grandes rivales en la Cita de Otoño pero inexplicablemente la ofensiva no contribuyó a que las expectativas se convirtieran en realidad, llevándose sus jugadores un premio en efectivo de más de 300 mil dólares cada uno por la presencia en la fase final. Eran los Cardenales de San Luis favoritos para ir al clásico de fin de año pero los Cachorros de Chicago los eliminaron en un dos por tres, para dejarlos por fuera de la carrera del titulo del Viejo Circuito.

Los Medias Rojas de Boston y los Orioles de Baltimore se perfilaron como digno rivales en su liga, pero la contabilidad de ganados y perdidos, no se los permitió. Ni qué decir de los Nacionales de Washington, los Gigantes de San Francisco y los Piratas de Pittsburgh, que eran potenciales ganadores en su circuito pero que finalmente no lo fueron, porque así es el béisbol.

En todo caso, la campaña de este 2015, deja bien repartidos los honores para los equipos, los jugadores y los técnicos, y en este breve resumen, dejamos para la posteridad esa galería de grandes competidores en las dos ligas con los títulos conquistados.

Los dos novatos

La decisión por unanimidad para seleccionar al Pelotero Novato del Año en la Liga Nacional, fue contraria a la apretada decisión en el caso del Pelotero Novato en la Liga Americana.

Kris Bryant

Kris Bryant

 

Kris Bryant, el tercera base de los Cachorros de Chicago, arrasó con la votación en el Viejo Circuito, al conseguir la unanimidad, capturando los 30 votos del primer lugar, para 150 puntos; mientras que Carlos Correa, de Puerto Rico, torpedero de los Astros de Houston, encontró una votación cerrada para superar a su compatriota y también paracortos, Francisco Lindor, de los Indios de Cleveland, quien ocupó la segunda casilla, al conseguir 124 puntos contra 109.

En Bryant se conjugaron todos los factores determinantes para sobresalir en el grupo de aspirantes al titulo de Novato en la Nacional, al desarrollar una temporada espectacular, con 26 cuadrangulares conectados, 35 dobletes y 5 triples; 99 carreras fletadas hasta el plato, 86 anotadas y 275 de promedio ofensivo; con defensiva de 951 puntos, con 17 errores en 347 lances, incluyendo 249 asistencias y 81 outs fabricados.

En cuanto a Correa, considerado el gran prospecto de su organización, llegó para quedarse en el campocorto, despachando 22 tablazos de circuito completo, 22 dobles y un triple; 68 carreras impulsadas y 52 anotadas, terminando con promedio ofensivo de 279; y con defensiva de 967 puntos, al acumular 13 errores en el gran total de 390 lances, con 112 outs conseguidos y 265 asistencias efectuadas.

Vale la pena resaltar que Correa se convierte en el sexto pelotero de Puerto Rico en alzarse con la corona de Novato en el béisbol de las Grandes Ligas, lista que encabeza el formidable Orlando Cepeda, miembro del Salón de la Fama; escoltado por tres receptores, Sandy Alomar Jr., Benito Santiago y Geovanny Soto, y por el guardabosques Carlos Beltrán.

Dirigentes del Año

Joe Maddon indiscutiblemente le cambió la mentalidad, el sistema de juego y la forma de actuar sobre el terreno a los peloteros de los Cachorros de Chicago. Por eso fue escogido como el Dirigente del Año en la Liga Nacional. Y otro tanto sucedió con Jeff Banister, el capataz de los Vigilantes de Texas, cuyo empuje sobre la recta final, le dio al equipo la corona de la división Oeste de la Liga Americana.

Joe Maddon

Joe Maddon

Para Maddon las cosas fueron difíciles, pues su novena está en la división Central de la Nacional, sin la menor duda la más competitiva del circuito, en donde los Cardenales de San Luis y Los Piratas de Pittsburgh, dieron mucho de qué hablar durante la contienda de este año.

Los Cardenales de Mike Matheny, por cierto, técnico finalista en la selección del mejor capataz del año en la liga, fueron absolutos ganadores de la división y de la pelota organizada, al compilar 100 victorias contra 62 derrotas, la mejor marca de las Grandes Ligas. Y los Piratas jamás se entregaron, y lucharon hasta el último momento, por alcanzar la postemporada, a la que finalmente no pudieron clasificar.

Empero, los Cachorros cambiaron la imagen y los pronósticos de su división

y de la liga; primero, adjudicándose la victoria en el juego de vida o muerte frente a los Piratas, para conquistar la tarjeta de comodín y llegar a la postemporada; luego hicieron de las suyas frente a los Cardenales, derrotándolos en la serie divisional, con 3 victorias y 1 derrota; y finalmente, cayeron frente a los Mets de Nueva York en la disputa por la corona de la Liga Nacional.

Pero los Cachorros hicieron una estupenda temporada de manos de Maddon, y nadie puede negar que el dirigente moldeó a sus muchachos con el mejor sistema de juego que podía sacar de ellos, permitiéndoles, como casi siempre lo ha hecho, que se diviertan dentro del terreno de acuerdo con sus cualidades, calidad, talento y capacidad de juego. Por eso, los Cachorros llegaron tan lejos. Y es probable que sea la novena a derrotar en las próximas temporadas.

En cuanto a Banister, hay que señalar, que además de ejecutar con maestría muchos de los momentos cruciales para victorias importantes de los Vigilantes y de ganar el título de la división Oeste de la Liga Americana, desplazaron, sobre la recta final, a los Astros de Houston, en una actuación que deja plena satisfacción entre sus seguidores y ante la crítica deportiva.

Si bien llegó a la postemporada y el equipo no pudo superar a los Azulejos de Toronto en la serie divisional, por lo menos, la cuota inicial para lo que serán los Vigilantes en las campañas venideras, está puesta sobre la mesa y muchas cosas buenas se esperan de este club que, pese a las bajas sensibles por cuestiones de salud que afrontaron durante la temporada, mostró calidad y superación sobre el terreno. Y eso vale muchísimo.

De tal manera que en el caso de Maddon ciertamente no fue sorpresa por sus ejecutorias frente a los Cachorros ganar el título del capataz del año en la Nacional; y ante Banister, los lamentos llegan por los lados de los Astros, pues A.J. Hinch, quien hizo un trabajo especial para su club y su grupo de jugadores, pero los votos no le alcanzaron para conquistar el trofeo.

Los Cy Young

El derecho de los Cachorros de Chicago, Jake Arrieta, y el zurdo de los Astros de Houston, Dallas Keuchel, se llevan este año los honores del premio Cy Young; el primero, en la Liga Nacional y el segundo, en la Liga Americana. Ambos con méritos más que suficientes para alcanzarlos.

Arrieta tuvo una temporada de sensación, y fue el gran brazo derecho de los Cachorros en los encuentros cruciales en la campaña. En 33 salidas se acreditó 22 triunfos y apenas 6 derrotas, y tuvo registro de 1.77 carreras limpias por juego, superado únicamente en ese departamento por Zack Greinke, de los Dodgers de Los Ángeles, quien además fue segundo en la votación.

Con 236 bateadores liquidados por la vía de los buenos lanzamientos y caminando apenas a 48 bateadores, Arrieta mostró una solvencia envidiable durante todo el año, manejando magistralmente sus lanzamientos y permitiendo apenas 10 tablazos de circuito completo, mientras que compilaba 9 ganados y 5 perdidos en casa, contra una tabla de 13 sonoros triunfos como visitante frente a una lánguida derrota, exhibiendo una clase endemoniada desde la loma de los suspiros cada vez que se trepaba en los diamantes foráneos.

Keuchel

Keuchel

En cambio, el zurdo Keuchel dejó en firme su nombre como serpentinero de calidades indiscutibles con los Astros, al conseguir 20 victorias contra 8 derrotas, y 2.48 de efectividad; con 216 ponches propinados, 51 bases por bolas otorgadas y apenas 17 ‘’bambinazos’’ permitidos, en los 33 encuentros en los cuales apareció en la lomita de los sustos, como abridor de su novena.

Dallas fue sencillamente intransitable cuando jugó en el Minute Maid de Houston, saliendo airoso en 15 salidas sin derrota alguna. Los otros 5 triunfos fueron en plan de visitante y las 8 derrotas, todas como visitante. Su jerarquía en casa fue simplemente ‘’dictatorial’’.

Los dos Valiosos

En la Liga Nacional no había pierde. Por sobradas razones, Bryce Harper, de los Nacionales de Washington era el favorito para ganar el codiciado título de ‘’Jugador Más Valioso’’ de la temporada. Pero en la Liga Americana, Mike Trout, de los Angelinos de California, contaba un buen pronóstico a su favor para ungirse ganador del trofeo, que finalmente conquistó Josh Donaldson, el tercera base de los Azulejos de Toronto.

A sus apenas 23 años, Harper captura su segundo gran galardón en las Grandes Ligas, si se tiene en cuenta que hace tres años había alcanzado el trofeo del ‘’Novato del Año’’, perfilándose como uno de los peloteros más consagrados y valioso del juego de esta década.

Bryce HarpeyJosh DonaldsonEste año, Bryce fue el motor de los alicaídos Nacionales, club que era favorito inmenso para ganar la división Este de la Liga Nacional, pero él nunca se apagó y, antes por el contrario, mantuvo encendida la pasión por el béisbol y por su novena. Con sus 42 ‘’vuelacercas’’, sus 99 carreras remolcadas y sus 118 anotadas, con promedio ofensivo de 330 puntos, producto de sus 172 inatrapables en 521 turnos oficiales, incluyendo 38 dobletes, Harper tenía asegurado la disputa del trofeo, pero lo que no sabía era que iba a obtenerlo de manera unánime.

En cambio, Donaldson tuvo que esperar hasta el momento en que se conociera la votación definitiva, para saber que la corona de Más Valioso de la Americana la había alcanzado, porque Trout sonó hasta el último minuto como serio aspirante a conquistar la corona.

Josh hizo una tripleta endemoniada a la ofensiva con los dominicanos José Bautista y Edwin Encarnación, que sin duda alguna fue ‘’el callejón de la muerte’’ para los serpentineros rivales, al compilar entre los tres más de 100 ‘’bambinazos’’ durante la campaña.

Jugando su primera temporada con el uniforme de los Azulejos después de 4 años con los Atléticos de Oakland, Donaldson, a sus 29 años, despachó 41 cuadrangulares, con 123 carreras impulsadas y 122 anotadas, obteniendo promedio ofensivo de 297, con 184 indiscutibles en 620 turnos, incluyendo otros 41 batazos de dos esquinas, su mejor actuación en la Gran Carpa en sus 5 años de estar en la crema y nata del béisbol mundial.

Oro y plata, y más

Y una rápida mirada a otras distinciones, a los Guantes de Oro de ambas ligas, así como a los Bates de Plata de los dos circuitos, nos muestran, grosso modo, la inmensa calidad de muchos peloteros en esta campaña que acaba de concluir con la Serie Mundial y el triunfo indiscutible de los Reales de Kansas City.

El Cerrador del Año de la Liga Nacional, fue el derecho Mark Melancom, de los Piratas de Pittsburgh, con 51 juegos salvados en 53 oportunidades, con efectividad de 2.23, en 76 episodios y dos tercios trabajados; con 62 ponches propinados, 14 bases por bolas otorgadas y 4 cuadrangulares aceptados.

El Taponero del Año en la Liga Americana, fue el zurdo Andrew Miller, de los Yanquis de Nueva York, con 36 partidos rescatados en 38 oportunidades, con 2.04 carreras limpias por juego; 100 bateadores liquidados por la vía de los buenos lanzamientos, con promedio de 14.59 ponches por cada 9 capítulos trabajados; 20 boletos gratis otorgados y 5 batazos de circuito completo permitidos, en 61 entradas y dos tercios laborados.

Los Guantes de Oro para los mejores peloteros a la defensiva en sus respectivas posiciones, en los dos circuitos, fueron:

En la Liga Nacional: receptor: Yadier Molina, Cardenales de San Luis; primera base: Paul Goldschmidt, Cascabeles de Arizona; segunda base: Dee Gordon, Marlins de Miami; tercera base: Nolan Arenado, Rockies de Colorado; torpedero: Brandon Crawford, Gigantes de San Francisco; jardineros: Starling Marte, Piratas de Pittsburgh; A.J. Pollock, Cascabeles de Arizona y Jason Heyward, Cardenales de San Luis; y Zack Greinke, el derecho lanzador de los Dodgers de Los Ángeles.

En la Liga Americana: receptor: Salvador Pérez, Reales de Kansas City; primera base: Eric Hosmer, Reales de Kansas City; segunda base: José Altuve, Astros de Houston; tercera base: Manny Machado, Orioles de Baltimore; campocorto: Alcides Escobar, Reales de Kansas City; jardineros: Yoenis Céspedes, Tigres de Detroit; Kevin Kiermaier, Rayas de Tampa y Kole Kalhoun, Angelinos de California; y Dallas Keuchel, el zurdo lanzador de los Astros de Houston, para la posición del lanzador.

Y, finalmente, en cuanto a los Bates de Plata otorgados por cada posición en las dos ligas, quedaron repartidos así:

En la Liga Nacional: receptor: Buster Posey, Gigantes de San Francisco; primera base: Paul Goldschmidt, Cascabeles de Arizona; segunda base: Dee Gordon, Marlins de Miami; tercera base: Nolan Arenado, Rockies de Colorado; torpedero: Brandon Crawford, Gigantes de San Francisco; guardabosques: Carlos González, Rockies de Colorado; Andrew McCutchen, Piratas de Pittsburgh; Bryce Harper, Nacionales de Washington, y Madison Bumgarner, Gigantes de San Francisco, entre los lanzadores.

En la Liga Americana: receptor: Brian McCann, Yanquis de Nueva York; primera base: Miguel Cabrera, Tigres de Detroit; segunda base: José Altuve, Astros de Houston; tercera base: Josh Donaldson, Azulejos de Toronto; torpedero: Xander Bogaerts, Medias Rojas de Boston; jardineros: J.D. Martínez, Tigres de Detroit; Mike Trout, Angelinos de California y Nelson Cruz, Marineros de Seattle, y Kendrys Morales, como bateador designado.

Con esas distinciones otorgadas, terminó oficialmente la temporada del béisbol de las Grandes Ligas, cuyas actividades se reanudarán el 18 de febrero del 2016, cuando se abren las puertas de todos los campos de las 30 novenas, con la llegada de los lanzadores y receptores a los respectivos diamantes, para la iniciación de los entrenamientos primaverales.

Gozan los triunfadores, pero seguramente que para los perdedores, como siempre ocurre en el deporte, habrá épocas de desquite. Y hay que esperarlas.

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