El cese al fuego, una esperanza y una incertidumbre

(Imagen: archivo internacional-VBM).

La buena noticia que nos dio de año nuevo el presidente Gustavo Petro es el cese bilateral con cinco grupos armados al margen de la ley, que tendrá una vigencia hasta junio del 2023.

Esta noticia ha traído opiniones encontradas, pues es bien conocido que los grupos con los que realizó este acuerdo de cese de hostilidades son bien diferentes entre sí y por lo tanto el tratamiento con cada uno de ellos debe ser distinto, por ello, el Presidente Petro ha dicho que dictará un decreto para cada uno de tales grupos.

Lo cierto es que son casi diez mil hombres insurgentes que harán un alto en el camino proporcionándole a los habitantes de los 350 municipios un alivio y una esperanza de tener una vida normal y tranquila como la de cualquier otro colombiano que no vive esta guerra y está fuera de la geopolítica del conflicto, pero que debería sentirla como propia.

Los contradictores temen que este cese bilateral sea un reconocimiento tácito de estatus político, pero no es así porque los grupos que se vincularon a este pacto con el Estado colombiano como son por ejemplo las autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo, y las Autodefensas de la Sierra Nevada, tienen relaciones con el narcotráfico, lo cual imposibilita dicho estatus.

A pesar de que estos acuerdos bilaterales entre el Estado y cada uno de los cinco grupos delincuenciales marca una esperanza y denota el interés del gobierno nacional en lograr la paz total en el país, no deja de preocupar pues existe la mala experiencia que Colombia vivió con el cese que realizó el gobierno Pastrana con las FARC para el que se despejó un gran territorio del Caguan, y para lo único que sirvió fue para fortalecer dicho grupo guerrillero.

Si bien es cierto que el Ministro de Defensa ha dicho que habrá control del territorio, es difícil confiar en grupos criminales que no conocen qué son la ética, los acuerdos y la palabra.

Esperemos que este acuerdo de cese al fuego sea positivo, ya que, de ser así, se estaría facilitando la vinculación de otros grupos. Lo difícil será para el gobierno estructurar el manejo que se le dará a cada uno de ellos para que se garanticen el Estado de Derecho y la gobernabilidad, y sobre todo que no sea un mensaje equivocado para las bandas delincuenciales de que delinquir es bueno para poder negociar con el Estado.

Habrá que revisar cómo será el manejo con las disidencias de las FARC pues no se pueden desconocer el Acuerdo de la Habana y las consecuencias para aquellos que desertarán del mismo.

Si bien es cierto que todos son bienvenidos para que el país y especialmente las regiones recojan las banderas de la paz, el desarrollo y la justicia social, también es cierto que las negociaciones con las disidencias tendrán que darse en un marco particular con legalidad a fin de que no se piense que se está beneficiando a un grupo que incumplió previamente un acuerdo de paz.

Lo importante de esta paz total y de estas negociaciones con los distintos grupos involucrados es que se fortalezcan la democracia, el imperio de la ley y la justicia, la gobernabilidad y se conserven los principios de los acuerdos de paz del gobierno Santos que son: verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición.

Urge fortalecer el Estado y mandar un mensaje claro a todos los colombianos de que el imperio de la ley se impone y se respeta. Claro, esto tiene que estar acompañado de reformas estructurales, más inversión social, infraestructura, fortalecimiento del campo y mejor calidad de vida para todos los colombianos.

Como colombiana deseo enormemente que el presidente Petro tenga éxito con su programa bandera que es la paz total, pues de obtenerse esta sería el inicio de la reconciliación, y el desarrollo del país.

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Clara Inés Chaves RomeroExdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.

Sobre Clara Inés Chaves

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