Colombia…una vergüenza

Si no sintiéramos el dolor de patria, pasaríamos por alto todos los aconteceres que estamos padeciendo los que nacimos y vivimos en esto que llamamos: República democrática

El tan publicitado proceso de paz, la crisis agrícola, el cartel de los jueces, el vulnerable quehacer de nuestras Cortes. La inoperancia de funcionarios determinadores, la descomposición de los partidos políticos que carecen de doctrina, filosofía, programas y respuestas. El afán protagónico y de enriquecimiento ilimitado de nuestros banqueros, industriales y comerciantes. La carencia de compromiso de nuestra juventud, el desgano participativo de las entidades de formación para alcanzar una verdadera educación con principios, valores, derechos y obligaciones. Estas y muchas cosas más del acontecer diario, es el desayuno con que amanecemos más de 40  millones que sobrevivimos en nuestro país.

Hugo_octubre1El Gobierno del presidente Santos, para mi entender, perdió la brújula, nada le sale bien, enunciados y propósitos laudables, pero sin rumbo.

El proceso de paz, tiene muchos palos en las ruedas, y como era de preverse, no se vislumbra nada positivo. La guerrilla no da muestras de corregirse, por el contrario, arrecía con renovados y espeluznantes procederes y con atentados cuyas víctimas es la población civil desprotegida. Lo vivido en Tumaco, Arauca, Cauca entre otros, no merece si no la repudia de un pueblo que clama: ¡no más barbarie!, ¡no más muertos!, ¡no más vejámenes! La opereta no la aguanta ni la paciencia del santo JOB. El escenario de La Habana  contrasta con lo que estamos padeciendo en  el país.

La crisis agrícola, estaba anunciada  desde hace muchos años, décadas y lo que se ve venir, sin una corrección de fondo, son pañitos de agua tibia, con sentido inmediatistas. Es obligatorio diseñar una política de Estado, que ofrezca seguridad, estabilidad y rentabilidad a los pequeños y medianos agricultores, creando a su vez, una salvaguardia contra a los intermediarios que son los esquilmadores de productores y consumidores.

Los hechos protagonizados por los funcionarios judiciales, aplicando justicia con su propio código y tarifas, no es más que una vergüenza de proporciones desmesuradas. Las reformas tienen que ser de fondo y de forma. Los funcionarios  que ingresen a la rama deben ser por concurso de méritos y experiencia blindados de la influencia politiquera del ejecutivo y legislativo, se deben convertir: en la joya de país, el crisol, el ejemplo para propios y extraños.

La democracia, no se puede confundir con el estado demácratero, no se concibe que se elijan personajitos para regir municipios y departamentos sin las más mínimas condiciones y conocimientos que garanticen un buen gobierno,  en ejecución, transparencia  y servicio social,  enmarcado en  la equidad  para todos.

Hugo_octubre2Las cirugías a la política partidista tienen y debe ser a fondo, con unas organizaciones que tengan estructuras sólidas en doctrina, filosofía y propuestas que respondan al clamor de los ciudadanos, amén de contar con unos militantes comprometidos que los conviertan en alternativa real para el poder. Debe haber una  oposición  constructiva,  que rija los entes de control, para así lograr recuperar la confianza del elector.

La amnesia que padecemos, nos hace olvidar lo que aportamos los colombianos para sacar de la crisis a la banca nacional con el famoso impuesto del cuatro por mil que nos agobia desde hace una década, y que  sirvió de salvavidas. Esto se olvidó  y no hay  reciprocidad, a cambio,  presentan ostentosos balances, con provocadoras cifras de utilidades.  La pregunta del millón, ante la crisis del sector agropecuario, es, ¿Cuál ha sido  el aporte de la banca?

Con este panorama ¿Qué ejemplo le estamos dado a nuestra juventud? ¿Con qué ánimo los estimulamos  para que se integren a la sociedad?, ¿Con qué tareas que sean soportes para el presente y futuro en el desarrollado de nuestro pueblo?

¿Cuál es el aporte cuantitativo y cualitativo de nuestras universidades?, ¿Qué calidad de educación le estamos dando a nuestros educandos?, ¿Cómo y con qué nos enfrentamos ante el mercado internacional ¿ ¿Qué principios y valores les estamos cimentando a nuestros párvulos?

Estos interrogantes deben y tienen que tener respuesta, y no es que el animó este en lo negativo, seamos realistas y hagamos una verdadera reflexión, para no continuar siendo una: vergüenza.

La convocatoria es para todos los que  sentimos algo de compromiso para con el país, para evitar que las futuras generaciones no se avergüencen de nosotros. Unidos y con voluntad podemos hacerlo…manos a la obra.

Posdata: 18 años sin Álvaro Gómez. ¡Cuánta ayuda le podría dar hoy al país son su talante y sabiduría! La impunidad de su asesinato cumple la mayoría de edad.

Sobre Hugo Artunduaga

A esta edad no hay hoja de vida, solo queda un recordatorio.

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