Por: Gilberto Castillo -¿Cuál es el mejor consejo que da un concejal? Votar por la mejor opción. -¿Como Escalona a quién le haría una casa en el aíre? ¡A mi hija! -¿Quién le altera la bilirrubina? Los injustos y los traidores. -¿La diferencia entre un godo y un conservador? Un godo es un conservador a la doble potencia. -¿Por cuál carrillera va? Por la de la derecha. -¿Qué ve cuando lo dejan viendo un chispero? Chispitas. -¿A qué velocidad toma la Vía Láctea? A la velocidad de la luz. -¿Y las curvas peligrosas? Despacio y con buen ojo. -¿Cuando una mujer le gusta qué le mira? Los ojos para navegar en su alma. -¿Ya averiguó dónde ponen las garzas? Donde menos lo esperamos. -¿La filosofía es la madre de todas las ciencias? Sin duda, es la madre de todas las ...

-Cundinamarca tiene 24.210 kilómetros de territorio, su capital es Bogotá, pero no está incluida dentro de ese territorio. Tiene 116 municipios y 15 provincias. Estas son: la de Soacha, Tequendama, Magdalena Centro, Sabana de Occidente, la de Guavila, Bajo Magdalena, Alto magdalena.

En la conferencia de Bruselas en 1874, se estableció, por primera vez que durante un bombardeo a posiciones enemigas, se debían respetar, en la medida de lo posible: iglesias y edificios dedicados a propósitos artísticos, científicos y caritativos… Vaya uno a saber si con esto se ha cumplido.

-Seguramente a usted le gusta el bocadillo veleño, famoso en muchas partes, pero lo que no ha hecho es detenerse a calcular sus medidas, pues aquí se las contamos: tiene una altura de 4.5 por 5.0 centímetros. Un ancho de 1.5 por 2.2 centímetros, y un largo de 4 por 4.8 centímetros, y tiene un peso de 45 gramos. Más de 11.000 toneladas de bocadillos se producen al año en Colombia.

Egipto ha sido llamado “El Regalo del Nilo” , todo porque las aguas para beber, bañarse y alimentar las cosechas procedían de este rió.

El Festival Típico del Huila o Festival del Bambuco, el mismo que ahora dice “¡Péquese la rodadita!”, se celebro en 1960

Por: Gilberto Castillo
En diciembre de 1988, María Dolores Pradera, una mujer tremendamente elegante y con un estilo único, llegó a Bogotá para hacer una presentación exclusiva en el teatro Colón. Para entonces yo era periodista de EL Espectador y resolví entrevistarla para La Tele revista. Entre este joven redactor y esta mujer extraordinaria, ocurrió una anécdota que me permitiré contar en el epilogo de este artículo que transcrivo tal y como lo publiqué en aquel entonces.

Pareciera increíble, pero realmente, y a pesar de sus posiciones tan antagónicas, son dos gotas de agua.