Astros, Azulejos y Reales, con boleto a ganador en la Americana

Por: Antonio Andraus Burgos

¿Darán la batalla los Indios? ¿Podrán mejorar los Medias Rojas? ¿Qué se espera de los Marineros, los Yanquis, los Medias Blancas y los Vigilantes?

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De primera mano se podría decir que los Reales de Kansas City, los actuales campeones de la Serie Mundial, deben contar con el beneficio de la duda frente a los demás contrincantes de la Liga Americana.

Sin embargo, si en algo existe contradicciones en el béisbol, es dar por sentado que el gran triunfador de una temporada, debe ser el mismo ganador en la siguiente, porque eso ocurría por allá en los años 30 y 50, cuando los Yanquis de Nueva York se adjudicaban casi siempre el boleto a ganador.

Pero los tiempos han cambiado, y los nuevos sistemas que se aplican dentro del sistema económico de la industria moderna del béisbol, le está dando más oxígeno a los clubes denominados ‘’chicos’’, que lentamente han venido creciendo, y dando de qué hablar a tiros y troyanos.

A nuestro gusto, y en nuestra modesta opinión, este 2106 puede ser el gran año de los Astros de Houston, novena que ocupa ahora una casilla en el circuito después de permanecer medio siglo en la Liga Nacional. Desde el 2013, los Astros compiten en la Americana, división Oeste, y el año pasado además de ofrecer una fenomenal resistencia, mostraron la garra para pensar en grande en el inmediato futuro. Y ese inmediato futuro está aquí.

Si bien es cierto que los Reales están apuntalados por la crítica para esperar una nueva campaña con buenos augurios, y que los Azulejos de Toronto entran a la temporada con inmensos deseos de desquitarse y llegar, por lo menos, al Clásico de Otoño, la verdad es que los Astros puede ser el club a derrotar.

Otra cosa, sencillamente, pueden decir, los Indios de Cleveland, los Medias Rojas de Boston, los Orioles de Baltimore, los Vigilantes de Texas, los Yanquis de Nueva York, y hasta los Medias Blancas de Chicago.

Ventaja en las zonas

Si partimos de la base de que los Azulejos, en la división Este; los Reales en la central; y los Astros, en el Oeste, muestran pasaportes con aparente ventaja frente a sus demás contrincantes de zona, entonces, se dirán ustedes, amables lectores, ¿a qué juegan los demás clubes de la Liga Americana? A nada distinto que a quebrar esos handicaps y de paso, a buscar las otras dos valiosas casillas, a través de los boletos de invitación, para ir, primero, al juego ‘’de vida o muerte’’ y luego, conquistar la cuarta codiciada y valiosa casilla para ir a la final del circuito. ¿Les parece poco?

Al final de la pasada campaña, los Astros y los Yanquis disputaron el juego de ‘’vida o muerte’’. Ganaron los Astros con el formidable zurdo Dallas Keuchel en la loma de los sustos, y llegaron a la postemporada. Luego, fueron eliminados por los Reales en la serie divisional, pero eso es otro cantar.

Lo que viene

Los Azulejos tienen en Marcus Stroman, Marco Estrada, R.A. Dikey, J.A. Happ y Aaron Sánchez, el núcleo ganador de hace un año, olvidándonos por el momento del zurdo Mark Buehrle, y del también lanzador de brazo equivocado, David Price, quien reforzó la nómina para la parte final de la contienda, que de contar con ellos en estos momentos, la divisa de Toronto podría obtener la calificación de imbatible. Buehrle no va más y Price está con los Medias Rojas.

Y John Gibbons, el estratega de Toronto, sabe que tiene todo lo necesario para esperar que esta campaña sea más pródiga en victorias que en derrotas, si su grupo se mantiene en salud, con José Bautista, Edwin Encarnación, Josh Donaldson, Troy Toluwitzki y Russell Martin, cuyo poder ofensivo hace temblar a más de un lanzador.

¿Y entonces, quién le hará ‘’cosquillas’’ a los Azulejos? Si se tuviera como cierto los nombres de las nóminas, los Medias Rojas debe ser el club a terciar ante los Azulejos, y un poco más atrás y en la misma división, los Yanquis pese a todo, puede ser un equipo difícil de superar, si sus veteranos rinden como están acostumbrados y si los novatos ofrecen la capacidad de juego esperado en la Gran Carpa.

Los ‘’patirrojos’’ de Boston tienen en David Price, Clay Buchholz, Joe Kelly, Rick, Porcello, Steven Wright y el venezolano Eduardo Rodríguez, una rotación de quilates, pero John Farrel, el capataz de Boston, lidia con algunos altibajos en su nómina, incluyendo el cambio de posición del dominicano Hanley Ramírez, ahora en el primer cojín y de quien se espera que su ofensiva por fin salga a relucir; Pablo Sandoval ha perdido su posición titular en la antesala, almohadilla que estará al cuidado del novato guante de Travis Shaw; el posible declive de su bateador designado, el dominicano David Ortiz, y la inconsistencia del cubano guardabosques Rusney Castillo; por lo que su alineación tendrá con alguna frecuencia, muchas variantes.

Y los Yanquis, ¿en qué andan? En nada distinto que en confiar en que su grupo responderá con creces para la temporada, cuando el guardabases dominicano Starlin Castro y el zurdo cubano y veloz cerrador, Aroldis Chapman, quien estará ausente en los primeros 30 compromisos de la novena por una sanción disciplinaria, son los nuevos elementos en la nómina que suma más veteranos que novatos.

Joe Girardi, el gran timonel, sabe que su poder con el club puede establecerse en el grupo de cerradores con Andrew Miller, Dellin Betances y Aroldis Chapman, y esperar que sus abridores, el japonés Masahiro Tanaka, Nathan Eovaldi, C.C. Sabathia, y los dominicanos Michael Pineda, Luis Severino e Iván Nova, cuenten con el suficiente ‘’combustible’’ para trabajar, por lo menos, los seis primeros episodios de cada juego para que los relevistas se encarguen del resto.

El novato de grandes proyecciones, Greg Byrd se perderá de la campaña por una lesión; Alex Rodríguez, una vez más será el bateador designado; Mark Teixeira y Carlos Beltrán tendrán sobre sus hombros mucha responsabilidad a la ofensiva, al lado del receptor Brian McCann; se espera mucho de Jacoby Ellsbury y de Brett Gardner en el uno-dos de la alineación, y que Didi Gregorius y Starlin Castro tengan el ‘’bate caliente’’ cada vez que sea necesario conectar los inatrapables para producir carreras.

Los pupilos de Buck Showalter, los Orioles de Baltimore, y los Rayas de Tampa, de la mano de Kevin Cash, no tienen muchas proyecciones para esta temporada y aun cuando por descarte, muchos los quieren olvidar, puede ser que a mitad de la jornada, ofrezcan la consistencia que por el momento no exhiben.

En la Central

En la división Central de la Americana, hemos escogido a los Reales por todo lo que tiene el club, tanto en su grupo de lanzadores, como en la nómina general del equipo.

Ned Yost, el estratega de los actuales campeones mundiales, tiene por sabido que si sus muchachos andan bien de salud, muchas cosas buenas están por asegurar, incluyendo las posibilidades de ir una vez más a la postemporada y, por qué no, a la Serie Mundial.

Los dominicanos Edinson Vólquez y Jordano Ventura, Ian Kennedy, Chris Young y Kris Medlen, tienen en sus brazos la gran responsabilidad de la rotación abridora, contando con la fortaleza indiscutible de un club en donde los venezolanos Salvador Pérez y Alcides Escobar, son piezas de calidad; el cubano bateador designado Kendrys Morales; Lorenzo Caín, Mike Moustakas, Eric Hosmer y Alex Gordon, y el brasileño Paulo Orlando, conforman una nómina sencillamente demoledora.

Son los Indios de Cleveland, de la mano de Terry Francona, y los Medias Blancas de Chicago, orientados por Robin Ventura, los dos clubes encargados de frenar a los Reales, hasta donde sus posibilidades se lo permitan.

La tribu de Cleveland con Corey Kluber, el venezolano Carlos Carrasco, el dominicano Danny Salazar, Cody Anderson y Josh Tomlin, desde la lomita de los suspiros, con los dominicanos Francisco Lindor, Carlos Santana y Juan Uribe; el brasileño Yan Gomes; y Jason Kipnis, Mike Napoli y Michael Brantley, en la nómina titular, tienen con qué ir más allá de lo que el club ha ofrecido en las dos últimas campañas.

Mientras tanto, los Medias Blancas esperan que su ofensiva responda con los bates del dominicano Melky Cabrera, el cubano José Abreu, el venezolano Avisail García, Todd Frazier, Tyler Saladino, Adam Eaton, Austin Jackson y Alex Ávila, a la tarea de los abridores zurdos Chris Sale; el  colombiano José Quintana, Carlos Rodón y John Danks, y del derecho Mat

Latos, cuyas capacidades de juego son excelentes pero que han carecido, en las dos últimas temporadas, del apoyo ofensivo necesario e indispensable para ganar juegos.

Los que pueden voltear por completo la torta de esta zona, son los Tigres de Detroit, que dirigidos por Brad Ausmus, confían mucho en sus abridores Justin Verlander, el venezolano Aníbal Sánchez, Jordan Zimmerman, Mike Pelfrey, Shane Greene y Daniel Norris, pero la confiabilidad de la novena está más dirigida hacia la parte ofensiva que a cualquiera otra circunstancia, pensando en que los venezolanos Miguel Cabrera y Víctor Martínez, secundados por J.D. Martínez, Justin Upton, Cameron Maybin y Ian Kinsler, puedan desarrollar a plenitud su capacidad con el uso del madero sobre los hombros. De lo contrario, será otra jornada de ilusiones y nada más, algo que igualmente puede ocurrir con los Mellizos de Minnesota, cuya semblanza como equipo de primera línea, no esta dibujada por el momento.

En el Oeste

Son los Vigilantes de Texas los que, de primera mano, se muestran sólidos rivales para la zona Oeste de la liga. Empero, los Astros, para nosotros, será el equipo a vencer en esa división.

Es que los Astros con Dallas Keuchel, Collin McHugh, Lance McCullers, Doug Fister, Scott Feldman y Mike Fiers, abriendo en el montículo, tienen para dar y ofrecer más de una victoria a sus seguidores y al circuito. A.J. Hinch, su dirigente, lo sabe a ciencia cierta; mas para pensar en grande, la combinación debe ser de excelente factura, tanto a la ofensiva como  a la defensiva, porque con el venezolano José Altuve, el boricua Carlos Correa, el dominicano Carlos Gómez, Colby Rasmus, Evan Gattis y George Springer, entre otros, todo puede apuntar hacia positivos resultados.

Obviamente que los Vigilantes de Texas no van a ser vencidos antes de que concluyan los partidos, y como lo advierte su estratega, Jeff Bannister, ‘’este año es una película diferente y para eso nos hemos preparado: para ganar’’.

Cole Hamels, el venezolano Martín Pérez, Colby Lewis, Derek Holland y el convaleciente japonés Yu Darvish, tendrán una responsabilidad en sumo grado como integrantes de la rotación abridora, sin cuya fortaleza, la novena no puede pensar en ser competitiva, así el venezolano Elvis Andrus, el dominicano Adrián Beltré, el coreano Shin-Soo Choo, Josh Hamilton, Prince Fielder y Mitch Moreland, hagan sonar sus bates en momentos propicios.

Poco podrán hacer los Angelinos de California, con la tropa que tiene bajo su mando Mike Scioscia, en cuya línea también están los Marineros de Seattle, dirigidos por el novato Scott Servais, que pese a contar con indiscutibles figuras como los lanzadores, el venezolano Felix Hernández y el japonés Hishashi Iwakuma; de los dominicanos Robinson Canó y Nelson Cruz, se nos antoja pensar que la divisa no cuenta con la profundidad de juego que se necesita para conseguir los triunfos que los lleve a superar a los favoritos Astros y Vigilantes, mientras que los Atléticos de Oakland, miran hacia el futuro con remotas posibilidades para el presente.

Los Astros, los Reales y los Azulejos ocupan la primera línea en las apuestas a ganador; mientras que los Indios, los Vigilantes, los Medias Rojas y los Yanquis, tendrán que disputar estrechamente la posibilidad de capturar una de las dos tarjetas de invitación, e ir al juego de ‘’vida o muerte’’ para pensar en la postemporada.

Pero como siempre se ha dicho, en el béisbol se dan sorpresas, y sorpresas te da la vida, como dice la letra de la popular canción…

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