Albert Pujols, ¡un orgullo latino!

Por: Antonio Andraus Burgos

Con los Cardenales hizo y deshizo en la Gran Carpa. Pero ahora el dominicano, pese a sus prolongadas lesiones con los Angelinos, va esculpiendo el camino para llegar a Cooperstown.-

Sencillamente, Albert Pujols. Así de fácil, así de rápido.

Albert Pujol

Albert Pujol

Desde cuando Juan Marichal conquistó su nicho en el Salón de la Fama hasta cuando apareció en la Gran Carpa el formidable Pedro Martínez, ambos lanzadores, República Dominicana no exhibía la grandeza de un hombre que tanto dentro de los diamantes como por fuera de ellos, brillara con luz propia, esculpiendo paso a paso su camino para llegar a Cooperstown.

Eso es lo que ha venido acumulando, sumando, compilando, este hijo de Santo Domingo, que desde cuando se enfundó por primera vez el uniforme de los Cardenales de San Luis, en aquella primavera del 2001, se erigió como uno de esos peloteros que no se dan todos los días.

Disciplinado como pocos; exigente con él mismo en sus condiciones físicas, deportivas y personales hasta el cansancio; buen amigo y compañero de equipo, de formidable poder al bate y de saber disfrutar del juego como un niño, con un gran olfato dentro de los diamantes, Pujols no está caminando por mera casualidad a la ciudad de los inmortales del béisbol.

Albert desde su primer partido en las Grandes Ligas, y quizás hasta el último, cuya fecha no está por el momento definida, será uno de esos jugadores que se entregan sin titubear un instante, en lo que se necesita para hacer del espectáculo parte de su integridad deportiva y espiritual, pese a que en los últimos años sus dolencias físicas le han mermado buena parte de su capacidad deportiva.

Franco como muy pocos, su conversación está encaminada siempre en  respaldar su juego, en cada una de sus jugadas dentro del campo de juego, lo que sabe hacer desde cuando era niño, y lo que disfruta, quién sabe hasta cuándo, jugar al béisbol. Se entrega de lleno en defender el uniforme que tiene puesto, que para el caso, son apenas dos: el de los Cardenales, en sus primeras 11 temporadas en las Grandes Ligas, y las 6 restantes, con el de los Angelinos de California.

Gran espíritu

Pujols es un hombre de un gran espíritu, tanto en lo deportivo como en lo personal. Quienes lo conocemos de cerca, y quienes le hemos seguido sus pasos dentro del Béisbol Organizado, encontramos en él al pelotero lleno de cualidades, dispuesto siempre a dar lo mejor de sí en procura de obtener la mejor causa para su equipo, para el béisbol y, por qué no, para el mismo, sin menospreciar a sus rivales, a quienes respeta por sus dotes y cualidades, ofreciéndose por completo a la vida deportiva como un rival con jerarquía.

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Cuando uno habla con Albert sabe a ciencia cierta que su tarea deportiva está respaldada por la responsabilidad, la disciplina y el duro trabajo dentro y fuera de los diamantes, pues él bien sabe que sin sacrificio poco o nada es lo que se puede obtener en el exigente mundo del béisbol de las Grandes Ligas.

Con un pundonor deportivo a toda prueba, Albert Pujols es sencillamente esa clase de peloteros que no se dan todos los días, y que no se pueden encontrar en cualquier campo, como la verdolaga. Por el contrario, su capacidad de juego se afianza, además del olfato que tiene como jugador, por su disciplina integral, por los deseos siempre de ofrecer todo lo que tiene de sí en busca de darles las satisfacciones que sean necesarias a sus seguidores y a la divisa que defiende.

Si bien sus primeras once campañas en la Gran Carpa fueron sencillamente espectaculares con los Cardenales, su enorme responsabilidad lo convierten en esa clase de atletas con mucha vergüenza, dignidad y deseos de superación en cada oportunidad que tiene que hacerlo, como lo viene demostrando con los Angelinos, pese a sus altibajos físicos, normales en estas cosas del béisbol.

Por el sendero

Sus 600 o más ‘’bambinazos’’ en el béisbol de la crema y nata, lo convierten indiscutiblemente, en un verdadero orgullo latino, que más temprano que tarde, llegará al Salón de la Fama, porque su compilación lo catapultan para capturar ese envidiable nicho en Cooperstown.

Y no solamente los 600 o más tablazos de circuito completo lo acreditan para esperar ser exaltado al recinto de los inmortales desde el mismo momento en que su nombre aparezca en la nómina de los aspirantes. A él también hay que sumarle que aparece en el grupo de los más destacados en muchos otros departamentos ofensivos.

Con los 600 cuadrangulares queda ocupando una de las 10 primeras casillas de todos los tiempos, y como se espera, si está con salud en el par de años que se considera puede seguir jugando en la Gran Carpa, fácilmente Pujols puede pensar en colocarse entre los seis primeros ‘’vuelacercas’’ de por vida, pues queda a 10 de superar a su compatriota Samy Sosa, quien tiene 609; a 13 de rebasar a Jim Thome, quien señala 612, ocupando la octava posición; y a 31 cuadrangulares de Ken Griffey Jr., quien señala 630 tablazos de circuito completo, en la sexta posición.

Otros pormenores

Pero veamos también los numeritos que exhibe Pujols en otras compilaciones ofensivas, a 31 de mayo de este 2017.

‘’La Máquina’’ dominicana, como se le conoce a Albert, está bateando en promedio de por vida 308, ocupando la casilla 80 de todos los tiempos; es el número 44 de toda las épocas, en imparables despachados, con un gran total de 2.874; ocupa el peldaño número 27 de por vida, con sus 1.687 carreras anotadas; está adueñado del puesto número 13 en la historia, con sus 1.855 carreras remolcadas; y es el número 12 de todos los tiempos, en batazos de dos esquinas conectados, al sumar 608 en sus 17 años en las Grandes Ligas.

Analizando las cifras de Pujols, bien puede señalarse en estos momentos, que si realmente juega este 2017, y las próximas dos campañas en la pelota organizada, el hijo de Santo Domingo tiene cómo anclarse en posiciones de privilegio en la historia de todos los tiempos en muchos departamentos ofensivos.

Para quedar entre los 10 mejores en dobletes despachados, Albert necesita 25 batazos de dos esquinas más, porque para alcanzar al inolvidable Hank Aaron, quien ocupa la undécima casilla con 624, Pujols apenas requiere de 17 tablazos de dos bases para superarlo; y para adueñarse de la décima casilla, que está ocupada por su compatriota, David ‘’Big Papi’’ Ortiz, debe conectar 25 dobletes.

Bueno, pero si aspira a algo más importante, el formidable Honus Wagner es el noveno de todos los tiempos, con 640 dobles, por lo que con 33 batazos de ese calibre, Pujols habrá conquistado un sitial sencillamente de honor entre los mejores bateadores de todos los tiempos en esa especialidad.

Redondeando aspiraciones del orgullo latino que por estos días tiene en expectativa a los cientos de miles de seguidores del béisbol, Albert con 62 carreras más impulsadas, se colocará entre los 10 mejores de todos los tiempos, sobrepasando a Mel Ott, quien suma 1860; a Cap Anson, con 1879; al ícono viviente, Willie Mays, con 1903 y a Eddie Murray, con 1917, quien está en la novena casilla de esas estadísticas.

Y saben que, si Albert en lo que le queda de supervivencia dentro de la Gran Carpa alcanza la mágica cifra de los 3.000 o más imparables, su carrera quedará para la posteridad, al llegar al grupo de los 30 más grandes de todos los tiempos, pues con la cifra de 3.000, ni uno más ni uno menos, igualará al inolvidable Roberto Clemente, ‘’el Cometa de Carolina’’, quien ocupa esa casilla en la tabla de más inatrapables despachados en las Grandes Ligas.

Por cierto, no hay que olvidar que Pujols acaba de superar en  las estadísticas de los indiscutibles, al sempiterno ídolo de la pelota organizada Babe Ruth, quien con sus 2.873 inatrapables fue desplazado del puesto 44 al 45, con los 2.874 del dominicano.

Para compilar los 3.000 imparables, Albert necesita sumar 126 inatrapables más en lo que resta de su carrera como profesional. Si los cálculos no fallan, esa cifra podría acreditársela antes de que concluya esta temporada o quizás, en los dos primeros meses de la del 2018, teniendo en cuenta que Pujols nunca ha conectado menos de 100 indiscutibles por año en toda su carrera. Este año ya suma 49 inatrapables, por lo que una cifra de 80 más en ese rubro, le dejaría a escasos 46 imparables para el próximo año, una cantidad de batazos que no le deben resultar muy esquivos. Pero tendrá que conseguirlos… pese a que ya estará caminando sobre los 38 años.

Por ahora y por todo lo que ha hecho Albert Pujols en las Grandes Ligas, uno tiene que reconocer que las cualidades del pelotero dominicano lo están llevando en bandeja de plata hacia su inscripción sin dificultad alguna para estar en la nómina del Salón de la Fama, y por encima de todo, de convertirse en un verdadero orgullo latino dentro del béisbol.

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