Esta pandemia ha puesto al descubierto muchas realidades que estaban encubiertas en la vida cotidiana.

Alfono López Michelsen (Imagen: cortesía – Radio Nacional)

En las horas de desvelo, en la bella y apacible Villa de Leyva, recordando las gratas tertulias, acompañadas con una apetitosa frijolada y de un “espírituoso “, en el apartamento de la 74, del jefe conservador, el “negro”, Jaime Pava Navarro, nos ofrecía con inmensa generosidad lo mejor de su caba, teniendo como epicentro, la picante  y amena participación del “ compañero Jefe”, el expresidente Alfonso López M., que con su innata chispa, cuando se le requería opinión del acontecer político y el por qué no asumía con su saber y experiencia, el manejo de situaciones difíciles, con sabiduría, contestaba : “no mijo uno a estas alturas de la vida, es un mueble viejo, que ocupa un lugar en la sala, pero no lo usan”.

De verdad, hoy los que pasamos de los 70, “la quinta edad”, nos convirtieron en “un mueble viejo”, guardados y sin ningún uso.

A los padres y abuelitos hay que tenerlos bien guardados en casa por el tiempo del “coronavirus”, ni un paso en la calle.

Nos declararon “inútiles vivos”, sin saber a qué horas y porque razón.

Esto y mucho más, nos lleva a reflexionar, que nosotros los “viejitos”, que todavía pensamos, nos asociemos en el “club del pensamiento siglo XXV”, para el nuevo mundo.

Se reciben inscripciones.

Valor de la matrícula: ¡Cinco propuestas de calidad de vida, para los “abuelitos “ de 20 años…

Cupo limitado, nos reservamos el derecho de admisión.

¡Buen primor… mijito¡

No hay mal… que por bien no venga

Esta máxima la platicaban con sabiduría nuestros mayores, cuando llegaban a sus hogares los malos tiempos; (enfermedades, muertes, desastres, desgracias). Qué bueno aplicarlo para el presente y lo que nos demandará el futuro de esta pandemia.

El mundo de hoy y nosotros los colombianos recibimos lecciones que, SI abrimos los ojos, podemos sacar algún provecho.

Veamos:

1- Nuestra estructura de vida:

-¿Aplicamos principios y valores?

-¿Observamos y cumplimos obligaciones y derechos?

-¿Practicamos la caridad para con nuestros semejantes?

2- Nuestros gobernantes: ¿tienen formación y preparación para asumir el manejo del Estado, ante circunstancias de emergencia como la que estamos viviendo?

3- La estructura gubernamental: ¿tiene la dimensión para asumir los retos de un mundo erosionado y dimensionado, como el actual?

Que tenemos:

Hemos venido observando, cómo la conformación estatal tiene tal cúmulo de falencias, que los lideres aplican afanosamente soluciones, que en algunos casos son insuficientes e inocuas.

Nuestro sistema de salud, quedó al desnudo, con grandes vacíos técnicos, científicos, estructurales y administrativos. Los correctivos hay que asumirlos de urgencia  manifiesta.

La tecnología de las TIC, se debe implementar en todas las áreas de la administración pública, para poder atender con eficiencia una emergencia y mejorar su servicio en épocas normales, haciendo énfasis en las zonas apartadas y rurales.

Un aspecto que amerita un análisis profundo, es el de la justicia y el sistema carcelario.

Como son muchos los campos de acción (educación, agrario, laboral, bancario, etc) para revisar y buscar soluciones, aprovechando la cuarentena hagamos un ejercicio mental, para aportar nuestros personales puntos de vista, en condiciones de mortales del común.

Veamos:

Punto uno:

  1. Este requiere un análisis interno individual. Los “principios y valores”, son intrínsecos de cada persona!
  2. Nos creemos “muy vivos”, para eludir deberes y obligaciones, pero sí exigimos, que se cumplan unos derechos, que muchas veces ni clasificamos, ni merecemos.
  3. La caridad para con los necesitados, es un sentimiento muy especial, salido del corazón al haber percibido directamente la calamidad en que viven los necesitados: niños, mujeres y adultos mayores.

Punto dos:

La verdad, creo que esta emergencia  no estaba en la mente de ningún mandatario en el mundo, y ha sido una prueba de fuego  para afrontarla con medidas urgentes, inteligentes y audaces, utilizando la capacidad de los científicos y estudiosos en salubridad.

En nuestro caso, tenemos que destacar la entrega y dedicación de nuestros mandatarios, en cabeza el Presidente Duque y su equipo de gobierno, como igualmente los gobernadores y alcaldes en especial la alcaldesa de Bogotá.

Pero lo más difícil está por venir y es el manejo pos de la cuarentena, porque el virus  nos continuará acompañando, hasta que aparezca la vacuna para desterrarlo. Por ello es menester mantener las recomendaciones de asepsia, distanciamiento y demás que ordenan las autoridades sanitarias.

Aliviados de la salud, ¿cómo afrontar la otra crisis, la económica y laboral?

Es el campo donde pondremos a prueba la capacidad de gobernantes, empresarios, economistas, financistas, emprendedores, académicos, comunidades autónomas y cada uno de nosotros.

Para salir airosos de esta gran prueba, tenemos que tener un gran timonel, líder, que encause las acciones a seguir con disciplina y voluntad de servir.

Estamos ad portas de una nueva forma de vida, en donde debemos poner a prueba las experiencias, que ya nos está dejando esta crisis que nos agobia.

“Al mal tiempo, buena cara “

Semana Santa, que sea de reflexión, en cuarentena!

Iniciamos los cristianos, la conmemoración de la Semana de pasión, muerte y resurrección del señor Jesús, en forma atípica, por cuenta de la pandemia “coronavirus”, pues tenemos que estar en casita, atendiendo las recomendaciones y normas de los científicos y autoridades.

Qué mejor oportunidad que utilizar este espacio para hacer, y en lo posible poner en práctica, varías reflexiones, sobre lo que podríamos hacer, pasando esta experiencia, con nuestro proceder como personas, para mejorar nuestro entorno y en general el mundo que vivimos.

¿Qué proceder estamos observando y ejerciendo como humanos, ante la naturaleza y con nuestros congéneres?

¿Estamos obrando en forma integral y proactiva como personas dentro nuestra comunidad?

¿Miramos, “la paja en el ojo” ajeno, sin mirar la viga en el propio?

Ejercemos con egoísmo, la práctica malsana: “primero yo… segundo yo…tercero yo!!!

¿Adelantas actividades en lo individual y no en lo colectivo?

Son muchos más los interrogantes que nos podemos hacer en estos momentos de crisis global, en que un “virus” trata a toda la humanidad, sin distingos de raza, clase económica, política, social religiosa, intelectual o de género, con el mismo rasero.

¿En nuestro país cuándo afrontamos un gran clamor e inconformismo por las desigualdades sociales, económicas y de oportunidades, de un gran porcentaje de nuestros compatriotas, que ven la indiferencia cómo son tratados por los poderosos, sin otorgarles una luz de oportunidad y de medios, para salir de la indigencia en que viven y mueren niños y mayores?

La pregunta es, ¿qué actitud vamos asumir?
¿Replantearemos nuestro forma de vida y nuestro accionar colectivo?

Pues bien, aprovechemos estos días, para hacernos el propósito de tomar los correctivos que nos lleven a mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestras comunidades necesitadas, despojándonos de falsos orgullos, vanidades, egoísmo, avaricia, para dar un poco de sí, en favor de los que menos tienen.

Apliquemos la sabiduría popular: “hoy por ti, mañana por mi”

Para repensar:

-“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano “.
Martin Luther King

-“El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo”. Antoine De Saint – Exupery

-“El desdichado no tiene otra medicina que la esperanza “. William Shakespeare

Sobre Hugo Artunduaga

A esta edad no hay hoja de vida, solo queda un recordatorio.

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